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La derecha religiosa y la misión mundial
Después de la Guerra de Vietnam y de los escándalos de Watergate, las misiones evangélicas comenzaron a distanciarse de la política exterior de Washington, por lo menos retóricamente. Algo similar había ocurrido hacia el fin de una era anterior de intervención militar, durante las décadas de 1920 y 1930, cuando los misioneros evangélicos criticaron a la diplomacia del «palo grande» en México y en el Caribe.{64} Durante los años setenta, incluso los conservadores reconocían que los misioneros no deberían envolver a la Biblia en la bandera norteamericana. Pero en la derecha religiosa, la lógica milenarista continuó [87] produciendo identificaciones entusiastas entre evangelizar al mundo y defender a los Estados Unidos.
Dichos pensadores razonaban que si Cristo no regresaría hasta que sus seguidores hubieran completado la Gran Comisión, difícilmente sería accidental que tan alto porcentaje de los cristianos del mundo vivan en los Estados Unidos. ¿No es verdad que el 70% de los cristianos preparados en el mundo y el 80% de sus recursos cristianos vienen de los Estados Unidos? ¿No ocurre lo mismo con el 90% de todo el dinero gastado en la evangelización del mundo?{65} Por tanto, seguramente los Estados Unidos cumplen un papel especial en el plan de Dios. A pesar de que no era el único país con el deber de completar la Gran Comisión, a quién más se ha entregado, es de quien más se necesita. Si los Estados Unidos habían sido bendecidos más que todas las otras naciones juntas, entonces era su deber soportar el llevar a cabo una gran parte de la tarea.
No obstante, se estaban realizando esfuerzos activos para detener la evangelización del mundo. ¿No se cerraba puerta tras puerta? Debido a que los Estados Unidos eran la oficina central de la misión mundial, numerosos evangélicos creían que debía ser un blanco especial para el demonio. Satanás sabía que tenía que destruir a los Estados Unidos como un bastión de santidad, como una nación misionera, antes de que se desate la destrucción a lo largo del mundo.{66} La maquinaria militar estadounidense era el instrumento de Dios para defender la paz y permitir que se conozca su mensaje de salvación.{67} Por consiguiente, los adversarios de Washington alrededor del mundo continuaban siendo los adversarios de Dios, y la evangelización del mundo dependía del poder estadounidense.
No todos los evangélicos norteamericanos estaban gobernados por esta lógica. A través de las páginas de Christianity Today, los intelectuales neo-evangélicos se lanzaron en su contra. Aún Billy Graham, el proponente más conocido del pensamiento de Biblia y bandera en décadas anteriores, la repudiaba. La derecha religiosa tampoco era la fuerza dominante en las misiones extranjeras. Pero con la teología del dominio, un poderoso sector reaccionario estaba reviviendo identificaciones entre Dios y los Estados Unidos. En las iglesias, el pensamiento chauvinista todavía tenía una enorme atracción. Como resultado, cuando estalló la [88] revolución cerca de casa, en América Central, pocos líderes evangélicos vieron la necesidad de defender su trabajo misionero de la política extranjera de los Estados Unidos.
Notas
{64} Townsend 1940 y Stam 1981.
{65} Bill Bright citado por Ron Boehme, director de YWAM-Washington, «Why is God Being Merciful to America?», cassette, 1986, Severna Park, Maryland: Maranatha Tape Ministry.
{66} Coronel Doner de Christian Voice, entrevistado en Christian Life, octubre de 1984, pp. 36-42.
{67} Jerry Falwell, citado en Conway y Siegelman 1984: 247.
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