Semana trágica de Cataluña: octubre de 2019
Forja 054 · 23 octubre 2019 · 31.09
¡Qué m… de país!
Semana trágica de Cataluña: octubre de 2019
Buenos días, sus Señorías, mi nombre es Fortunata y Jacinta, esto es “¡Qué m… de país!” y aquí da comienzo este nuevo capítulo titulado “Semana trágica de Cataluña: octubre de 2019”.
Una vez más se ha planteado en España la dialéctica entre las urnas y las porras. Y esa es la imagen que obsesivamente persiguen los separatistas como base propagandística de cara al exterior: implantar la idea de que las urnas que ellos reclaman son la democracia y que las porras que les atizan representan la tiranía. El problema, sus Señorías, es que la realidad es justo la contrario y si mucha gente confunde una cosa con la otra es porque no estamos ante una situación propiamente dialéctica y pluralista, que sería la correspondiente al ejercicio de una filosofía crítica y desmitificadora, sino ante una forma de pensamiento dualista y maniqueo: es el bien contra el mal, la democracia frente al fascismo, la libertad frente a la opresión. Es decir, ya no se están defendiendo simplemente ideas o ideales, sino únicamente argumentos ideológicos: a estos niños con esteladas no se les está educando en una filosofía crítica, sino en propaganda ideológica y confundir una cosa con la otra es lamentable (dentro vídeo).
Todo esto se dice y se hace, además, desde la más completa indefinición: sin explicar lo que es el Estado, ni la nación política, ni el principio de Soberanía, ni la democracia, ni la libertad, ni el fascismo. Así que en este programa vamos a tratar de aportar algo de rigor en el uso del lenguaje, definiendo algunas ideas fundamentales y tomando partido.
Definición de ideología
Hay que recordar, en primer lugar, que el término “ideología” remite, en su vertiente positiva, a la concepción que un grupo social tiene de su lugar en el mundo y de sus intereses frente a otros grupos. En su vertiente negativa, se trata de la concepción deformada de la realidad o falsa conciencia. Esta es la acepción empleada por Karl Marx y no olvidemos que ya Platón asignó a la filosofía la tarea fundamental de la crítica de las ideologías: la crítica a los sofistas, así como a los mitos oscurantistas y confusionarios. Hay que entender entonces que, desde esta perspectiva, todo discurso ideológico se fundamenta en el uso de una racionalidad acrítica y adulterada y que, por configurarse en oposición a otros grupos sociales, suele tener como finalidad el escarnecimiento público del contrario y su destrucción.
Para justificar frente al resto del mundo su deseo de separarse de España, los españoles enemigos de la nación española tratan de mostrar la imagen de un tiránico «Estado español» que masacra al «pueblo de Cataluña», al que oprime y aporrea sólo porque éste quiere poner las urnas a fin de que se les reconozca el sacrosanto «derecho a decidir»: decidir entre ser un país libre e independiente o seguir siendo un territorio colonizado por un Estado que sólo ofrece «represión franquista». Este es el relato que los voceros del separatismo intentan internacionalizar, este es el relato que el martes pasado voceaban desde la primera fila del Liceo de Barcelona, la zona noble del teatro por así decirlo, en mitad de la ópera Turandot y este es el relato que muchos españoles atontados secundan desde las calles de distintas ciudades españolas. Pero ya lo advirtió el filósofo Gustavo Bueno: “Confundir la democracia con el derecho a decidir es una corrupción”.
El derecho a decidir
También Pedro Insua ha insistido recientemente en que, a pesar de las apariencias, es en la porra «en donde está la democracia y no en la urna, en esta urna que separa y divide a los españoles». Y continua: «La urna es representativa de la sedición separatista, esto es, de la usurpación del derecho de todos los ciudadanos españoles (incluyendo, naturalmente, a los catalanes) a decidir sobre su futuro. El “derecho a decidir” del que habla el catalanismo es, en realidad, el “arbitrio de excluir”».
Porque, claro ¿saben los españoles que se solidarizan con el separatismo que lo que está en juego en España es la existencia misma de la nación política? ¿Saben qué es la nación política? ¿Saben que esto es un problema de España, no de Cataluña? Si ustedes echan un vistazo a Twitter verán que la mayor parte de los simpatizantes del nacionalcatalanismo navegan en la más pura indefinición y por eso sólo saben explicar su idea de nación recurriendo a ideas metafísicas (el espíritu del pueblo catalán) o a explicaciones subjetivistas del tipo “yo me siento catalán” o “yo no me siento español”. Las esencias sagradas y eternas son el fundamento metafísico del nacionalcatalanismo, y quienes lo apoyan se olvidan de que lo que realmente existe desde un punto de vista formal, material y objetivo es la nación política española, con asiento en la ONU y reconocida por todas las naciones políticas del mundo y por muchos otros organismos supranacionales.
Tampoco saben que la nación política es un hallazgo de la izquierda: patriota y revolucionaria en Francia (izquierda jacobina), patriota y no revolucionaria en España (izquierda liberal). Principios del XIX en España: dejamos de ser súbditos y pasamos a ser ciudadanos porque la titularidad de la Soberanía recae en la nación, que es la reunión de todos los españoles, y no en el rey. Y esto no es así porque esté escrito en una Constitución, sino a consecuencia de un proceso histórico muy largo y complejo. Esta igualdad isonómica de todos los españoles ante la ley, es el principio que se desbarataría instantáneamente si el Estado permitiera un referéndum autonómico en Cataluña, así de simple.
Y precisamente porque la Soberanía recae en la nación y no en el rey, el filósofo Daniel López explicó hace más de un año lo siguiente: «Que la PARTE decida por el TODO es una forma de particularismo. Todo lo contrario de lo que significa el socialismo en sentido genérico, que comprende la totalidad, en este caso la nación española. Luego, un referéndum legal y pactado no es «una solución democrática»”. Y continua: “Si se le concede a una PARTE (Cataluña) la posibilidad de elegir sobre el futuro del TODO (nación española) ya no estaríamos ante un derecho, sino ante un privilegio (…) Eso no sería derecho a decidir, sino privilegio de decidir». Porque lo que muchos no terminan de entender es que Cataluña es tan mía como de los catalanes, igual que Extremadura es tanto de los extremeños como de los murcianos.
Y, por cierto, a ver quien es el guapo que, llegado el caso, determina quienes tendrían tal derecho a decidir en las urnas y quienes no: ¿Los nativos o los empadronados? ¿Los nacidos en Cataluña aunque vivan en Australia? ¿Los residentes en Cataluña aunque sean chinos de la China? ¿Todos los que se sientan “catalanes”, aunque sean de Albacete, como le pasa a esta señora… de Albacete? Chiste Fortunata: A mí siempre me atrajo mucho Rusia, podría decir incluso que me siento muy de Rusia, así que voy a pedirle a Putin que me conceda la nacionalidad porque, como yo me siento muy rusa, exijo que se me reconozca mi derecho a ser rusa y a vivir en Rusia y a que se me facilite un pasaporte ruso… A ver qué me dice Putin.
Toda causa irracional es producto de la fantasía de unos seres imprudentemente fanatizados y subnormalizados. Y el separatismo es un irracionalismo porque, entre otras cosas, apela a los sentimientos, recurriendo a ellos porque implícitamente reconocen que no hay razones sino emociones.
Pensamiento Alicia
Y es que el pensamiento Alicia está operando a toda máquina estos días. En este sentido, les remito al capítulo 28 de este canal titulado “AMLO y el pensamiento Alicia”. Y permítanme traerles dos ejemplos de Twitter, transcripción literal, faltas de ortografía incluidas:
— Separatista con lazo amarillo en el perfil: “¿Que sentido tiene una nacion politica de la cual lo ls ciudadanos no quieren formar parte? Ninguna”.
— Fortunata: “Respóndenos tú: ¿qué sentido tiene un Estado catalán del que varios millones de catalanes no quieren formar parte? ¿Qué harás con todas esas personas?”
— Separatista: “Dejarles tener la doble nacionalidad, que vivan donde quieran y que democraticamente defiendan el sistema politico institucional que se les antoje”.
¡Amigo! ¿Pero cómo no se nos había ocurrido antes? ¡Con lo fácil que era! ¿Sabes lo que es el pensamiento Alicia? Exactamente esto que tú acabas de hacer: ofrecer soluciones felices y pacíficas sin advertir las dificultades que se interponen para alcanzarlas. Porque, por ejemplo, ¿qué pasaría si, una vez lograda la gloriosa secesión, uno de esos catalanes se negara a adoptar la nacionalidad catalana, se opusiera a rechazar la nacionalidad española, se empeñara en vivir en Barcelona, donde nació, y votara democráticamente a favor de la restauración de una monarquía Trastámara? Verán, sus Señorías, en el pensamiento Alicia no existen ni se dejan ver las dificultades. El personaje de Lewis Carroll representaba para el filósofo Gustavo Bueno el prototipo de la chica bobalicona, ingenua y bien intencionada que dice las cosas sin reflexionar: Alicia en el País de las Maravillas simplemente atraviesa el espejo porque el espejo es blando y atravesarlo no requiere esfuerzo alguno. Es una forma de conciencia simplista que pretende organizar el mundo en virtud de ciertos ideales siempre «confortables, amables, pacíficos» encubriendo la realidad en lugar de analizarla.
Y el pensamiento Alicia lo practica todo hijo de vecino hoy día, desde Pedro Sánchez hasta Julia Otero que se siente ofuscada ante la situación actual. O el mismísimo diputado de ERC Gabriel Rufián, quien durante esta semana trágica no opuso las porras a las urnas sino a las barricadas, pidiendo en Twitter el abandono de la violencia para construir «una barrera humana de la sociedad civil». A consecuencia de este tuit, Rufián fue abucheado por los propios separatistas, quienes no han dudado en catalogarlo como «botifler», esto es, como traidor a la causa “independentista” (dentro vídeo). La cosa ha llegado ya a tales niveles de delirio que hasta Rufián parece una mente sensata entre tanto cerebro polvoriento, y hasta ha llegado a decir que “también hay fascistas con esteladas”.
Pedro Sánchez, nuestro presidente del desgobierno, ha hecho un llamamiento a la «moderación», es decir, a no hacer nada. O todavía peor: a dejar hacer a los separatistas. Como si fuese Mariano Rajoy, pero sin ser Mariano Rajoy, sino Pedro Sánchez que es peor todavía. No obstante, el doctor sigue la tradición de los inquilinos monclovitas. Y Turrión y los podemíticos en su línea: a darle la razón a los separatistas cuando estos se manifiestan y, si no, a callar como cobardes. ¡Es que ven a un batasuno y a un cupero-cedetarra o tsunamitarra y se licúan! Y si no lo hacen, luego no pueden dormir.
Si Barcelona tenía mala imagen debido al alto nivel de delincuencia, visto lo visto en esta semana trágica le va a costar remontar. Y la señora alcaldesa, ¿a qué se dedica? Pues a lo suyo, poniéndole ojitos los separatistas. Pues la susodicha estaba al favor del pseudoreferéndum y de hecho votó en el mismo, ¡y lo hizo a favor de la separación! Y pidió a Sánchez un "esfuerzo de mesura" tras una sentencia "tan dura" y el domingo declaró que "hace falta una mesa de diálogo que rehaga puentes" y llamó al orden a Pedro Sánchez para que le cogiera el teléfono a Torra y a Torra le dijo que muy mal por lo de la vía unilateral… y Torra dice “¡quins collons!”
Y es que Joaquín Torra, el líder de la posconvergencia y de la divergencia con todo lo que suponga un mínimo de razón de Estado (español), ha escrito una carta a Pedro Sánchez en tono amenazante y chulesco, como si se dirigiese a una bestia con forma humana: «Usted no me tiene que dar lecciones a mí de condenar y luchar contra la violencia porque yo, igual que el movimiento independentista durante todos estos años, he luchado siempre y he condenado siempre todas las violencias. Todas». Pero lo cierto es que Torra sigue sin condenar la violencia de estos días. ¿Cuándo ha condenado Torra a los CDR? ¿No les dijo en público aquello de «apreteu, apreteu»? ¿Acaso Torra no confesó públicamente ser partidario de la «vía eslovena» para lo que él y los separatistas llaman la «independencia de Cataluña»? La vía eslovena no fue precisamente un caminito de rosas, sino que puso en marcha la brutal guerra de los Balcanes donde el Estado yugoslavo quedó destruido. ¿Es que Torra toma por imbécil al Presidente del Gobierno? Bueno… puede que en eso no esté del todo errado el Torra... Por cierto, ya saben ustedes que el presidente regional de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha explicado en La Sexta que el presidente Pedro Sánchez está muy preocupado por la situación en Cataluña. No por la violencia que sufren los agentes de la Policía y buena parte de la población, sino porque "puede dar un vuelco en las elecciones en una línea inesperada". Claro, a lo mejor por eso no activaba a los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil en los despliegues callejeros, impidiendo que ayudaran a sus compañeros de la Policía.
Torra ha llegado a decir que «llegaremos tan lejos como el pueblo de Cataluña quiera llegar». Y por el «pueblo de Cataluña» este individuo entiende a los cedetarras y tsunamitarras que en estos días incendian las ciudades de Cataluña, porque es lo que tienen los nacionalismos fraccionarios, que toman a la parte por el todo, olvidándose de los millones de catalanes que luchan contra el separatismo desde hace décadas.
Habría que advertir a estos que obedecen a Torra –no vaya a ser que luego se disgusten– que todo lo lejos que podrán llegar será a la cárcel, si es que en España existe justicia y un mínimo de patriotismo. Ahora bien, los que se llevan la palma de la estupidez –¡ya hace falta ser catetos!– son los españoles que se manifiestan en Madrid a favor de los separatistas catalanes. Sobre las 20:30 del sábado hubo cargas policiales contra varios centenares de manifestantes entre Callao y la Puerta del Sol. Los manifestantes pretendían cortar la Gran Vía y atacaron a los policías con botellas, sillas y mobiliarios de una terraza de Callao. Tales altercados se produjeron después de la marcha que partió desde Atocha hasta la Puerta del Sol en la que iban unas 4.000 personas, según la Delegación del Gobierno. La marcha fue organizada por veinte agrupaciones izquierdistas (de esta izquierda indefinida tan molona que hoy tanto se lleva y a los tontos tanto les gusta). Estos individuos reclamaban la «amnistía de todos los presos políticos», haciendo especial hincapié en la causa de la libertad de los separatistas catalanes aunque también pedían, por si fuera poco, la liberación de asesinos etarras. Al menos 26 personas resultaron heridas, 11 de ellos policías nacionales.
Porque estos pensadores Alicia, no lo olvidemos están convencidos de que su lucha está moralmente justificada dado que se establece contra un Estado fascista. Por eso Perséfone con lazo amarillo escribía anoche en twitter: “Precisamente es el Estado el que origina y perpetúa la barbarie”. A lo que Fortunata tuvo que responder: “Y por eso vosotros buscáis un Estado propio, con la diferencia de que el vuestro sería puro, armónico e incorruptible”. Ya ahondaremos en esta tendencia anarquizante en el próximo capítulo, pero para muestra un botón. Veamos estas declaraciones de la escritora antisistema Cristina Morales, que acaba de ser galardonada con el premio Nacional de Literatura, premio del Ministerio de Cultura, o sea, del sistema, que no ha rechazado y tampoco su dotación económica: «Es una alegría ver el centro de Barcelona, las vías comerciales tomadas por la explotación turísticas y capitalista, de las que estamos desposeídas quienes vivimos ahí. Es una alegría que haya fuego en vez de tiendas y cafeterías abiertas». Y continua: «La violencia es la de la Policía; lo único que se puede esperar de la Policía. Es un cuerpo violento ante el que solo cabe el sometimiento o la autodefensa».
Entre los símbolos que portaban estos sujetos en Madrid estaba la bandera tricolor de la Segunda República, es decir, una bandera de España, mal que les pese, símbolo de una Segunda República española que represalió las dos “declaraciones de independencia” que se dieron en Cataluña en 1931 y en 1934… En fin. Estos manifestantes de Madrid también exhibían esteladas y un cartel en recuerdo de los condenados por el procés.
El Estado no es una ONG
La coyuntura nacional e internacional exige fortaleza para la nación española, esto es, España requiere un Estado fuerte y atento a lo que nos jugamos en el concurso siempre polémico y nada armonioso de la dialéctica de Estados. El Estado no es una ONG ni sus Fuerzas de Seguridad son monitores de campamento chupiguays. Lo que sugieren los pensadores Alicia en Twitter y en otros ámbitos digitales y no digitales es que, dado que el referéndum es ilegal, hay que dejar que se realice o, como mínimo permitir una consulta popular, porque luego bastaría con invalidar los resultados argumentando que el proceso habría sido ilegal. Pero el problema, señores, es que ni los estatutos de una comunidad de vecinos permitirían un referéndum para ver si los del quinto B se quieren independizar. A estos pensadores Alicia que viven en el puñetero arco iris, jóvenes y no tan jóvenes, hay que explicarles que el Estado siempre es coercitivo y que es el Estado el que posee el monopolio legítimo de la violencia, porque en caso contrario los del quinto B de esa comunidad de vecinos podrían contratar legalmente a un par de sicarios para liquidar al resto de moradores del inmueble y alcanzar así sus fines.
Siguiendo el Primer ensayo de las categorías de las ciencias políticas que Gustavo Bueno publicó en 1991, sostenemos que un Estado concreto, el español, el finlandés o el etíope, está compuesto por tres capas de poder: la capa conjuntiva, la capa basal y la capa cortical; capas del poder que Bueno sitúa en el eje semántico del espacio gnoseológico. En este capítulo vamos a resumirlo de forma bochornosa, pero esperamos fijar lo más básico:
— La capa conjuntiva la componen las estructuras sociales, las instituciones, los partidos políticos, la familia, las clases sociales, etc. En esta capa se concentran los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que, contrariamente a lo que se cree, no agotan los poderes de un Estado.
— En la capa basal situamos los planes y programas de la sociedad política, de ahí que sea objeto o campo de la economía política. Los contenidos basales son, por un lado, los componentes impersonales de un determinado Estado: las tierras de cultivo, los recursos minerales, pesqueros, las centrales eléctricas, hornos de fundición, edificios, monumentos, el entorno natural, etc. La capa basal incluye, por otro lado, a la población de dicho Estado. Los poderes de la capa basal son el poder gestor, el poder planificador y el poder redistribuidor.
— Y, por último, en la capa cortical tenemos a las fuerzas armadas encargadas de vigilar las fronteras de un determinado Estado. Y sin esto, sencillamente, no se sostendría la soberanía de este Estado frente a otros Estados. Porque, queridos seres de luz que vivís en el arco iris: los otros Estados no son hermanitas de la caridad, sino que siempre están en competencia dialéctica unos con otros, alimentándose de la fragilidad de los Estados débiles y aguantando el freno que les imponen los Estados más fuertes que ellos. La capa cortical es la capa inmersa en la dialéctica de Estados y sus poderes son el poder militar, el poder diplomático y el poder federativo.
Pese a que muchos de los lodos que hoy nos anegan se incubaron en los polvos del tardofranquismo, lo cierto es que durante todos estos años de partitocracia coronada hemos estado perdiendo fuerzas y por ende soberanía a causa del fundamentalismo democrático, el pensamiento Alicia y el dichoso separatismo. Y, por si fuera poco, gracias al limbo diplomático de la Alianza de las Civilizaciones y a la idea de la Europa sublime que cuando piensa en Europa solo ve a los países del Norte de Europa, partidos como el Psoe ya se declaran abiertamente defensores de la cesión de soberanía nacional, ¡tócate los pies! (https://twitter.com/patxilopez/). Como para no ser complacientes los del Psoe con esto del separatismo: España en Babia.
Y mientras, los lobos y las águilas rapaces de las potencias del mundo mundial universal, irán a lo suyo y no serán tan estúpidas como para no aprovechar los recursos que puedan rapiñar de una potencia débil e idiotizada. Cataluña por sí sola no pintaría absolutérrimamente nada en el panorama internacional, porque –en caso de que se separe de España– no sería un Estado soberano e independiente, sino una administración al servicio de conglomerados multinacionales. Y lo mismo pasaría con lo que quedase de España. Por tanto, hay que atacar al separatismo y a sus secuaces con todas las fuerzas de la razón y con toda la razón de las fuerzas armadas. Y aquí hay que excluir de una vez por todas la fantasmagoría del diálogo porque, sencillamente, Estado y sedición son incompatibles, y no hay diálogo que resuelva eso. No puede haber un poquito de Estado y un poquito de sedición para dejar a todos contentos: o se está embarazada o no se está; no cabe estar medio embarazada o sólo un poquito embarazada. El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha vuelto a decir hoy: "Solo hay un camino: sentarse y hablar, sentarse y hablar". Es el mismo lema que ha propuesta esta mañana Tsunami Democràtic ante la sentada en la Delegación del Gobierno en Barcelona. Si a estas alturas, los españoles aun no hemos entendido que el separatismo no se conformará con un poquito de separatismo es que estamos para el arrastre.
En resumen: el Estado nos dará vida geopolítica; la sedición… En fin, la sedición para los españoles supondrá la ley de la selva: que cada palo aguante a su vela y sálvese quien pueda. Para otros Estados, en cambio, la balcanización de España será todo un banquete.
Y hasta aquí este capítulo. Agradecemos su apoyo a todos nuestros mecenas, nos vemos en el próximo capítulo y recuerda: “Si no conoces al enemigo ni a ti mismo perderás cada batalla”.
Modelo canónico genérico de la sociedad política
Bueno, Primer ensayo sobre las categorías de las ciencias políticas, Logroño 1991, página 324.
Capas del Poder Ramas del poder |
Conjuntiva | Basal | Cortical | Sentido (vectorial) de la relación |
Operativa | Poder Ejecutivo obediencia / desobediencia civil |
Poder Gestor contribución / sabotaje |
Poder Militar servicio / deserción |
↓Descendente ↑Ascendente |
Estructurativa | Poder Legislativo sufragio / abstención |
Poder Planificador producción / huelga, desempleo |
Poder Federativo comercio / contrabando |
↓Descendente ↑Ascendente |
Determinativa | Poder Judicial cumplimiento / desacato |
Poder Redistribuidor tributación / fraude |
Poder Diplomático alianzas / inmigración privada |
↓Descendente ↑Ascendente |
Bueno, Panfleto contra la democracia realmente existente, Madrid 2004, página 124.
Diccionario filosófico, entrada 597