Corrupción del PSOE
Forja 057 · 23 noviembre 2019 · 15.47
¡Qué m… de país!
Corrupción del PSOE
Buenos días, Sus señorías, mi nombre es Fortunata y Jacinta, esto es “¡Qué m… de país!” y aquí da comienzo este capítulo titulado “Corrupción del PSOE”. Antes de nada, quiero hacer una aclaración: en el capítulo de hoy tomaremos como punto de partida la publicación de la sentencia sobre la corrupción delictiva del PSOE referida al caso de los EREs, que constituye el mayor desfalco de recursos públicos en términos numéricos de la historia contemporánea de España. Sin embargo, creo que el análisis debe ir un paso más allá para que la reflexión de segundo grado que ofrezcamos desde este canal, es decir, el análisis filosófico, resulte provechoso para todos, no solo para los españoles.
Y dado que el material a tratar es muy extenso y muy jugoso, esto es lo que he decidido: en el capítulo exprés de hoy plantearé de forma resumida algunos de los aspectos que conciernen a la corrupción delictiva del PSOE y dejaré el tratamiento filosófico para el capítulo siguiente que, si todo va bien, publicaré el lunes. Ese programa llevará por título “Corrupción delictiva y corrupción no delictiva”.
Caso de los EREs
Sobre los detalles técnicos del caso de los ERE pueden ustedes encontrar mucha información en distintos medios de comunicación y en las redes, a pesar del silenciamiento general de ciertas élites periodísticas, así que yo me limitaré a señalar, casi a modo de enunciado, una serie de cuestiones a valorar más que nada para que quede constancia de ello, para constatar hechos, por hablar al modo aristotélico:
1. En primer lugar, advertir que la corrupción delictiva necesariamente va asociada a un delito, es decir, siempre está circunscrita a un código penal. La corrupción no delictiva quedaría fuera de esta circunscripción, pero ya veremos en el próximo programa que puede ser muchísimo más grave.
2. El dinero utilizado presuntamente de manera ilegal en el caso ERE desde 2000 a 2010 se ha cuantificado inicialmente en unos 741 millones de euros, convertidos por los intereses corrientes en 854 millones y luego comprimidos a 680 millones por la Fiscalía por renunciarse a considerar el año 2000 como parte del proceso judicial. Como pasa con los muertos en las guerras y en las represiones, la polémica de cifras está servida. Pero ojo, aun quedándonos sólo con esta parte de los EREs, 680 millones de euros son 113.000 millones de pesetas.
3. De cara a los amigos que nos escuchen desde Hispanoamérica, señalaremos que el dinero malversado por el PSOE durante años correspondía al dinero destinado a los trabajadores andaluces y que la sentencia confirma rotundamente que el «beneficiario real» de las ayudas eran las empresas y no los trabajadores.
4. Por otro lado, hay que recordar que la causa juzgada es sólo una de las más de 200 que se derivan de la prolija investigación. A la dificultad de abordar tan elevado volumen de procesamientos se añade que el trabajo de la juez Bolaños ha sido seriamente cuestionado por la Fiscalía Anticorrupción, hasta el punto de que la magistrada está siendo investigada por el Consejo General del Poder Judicial por retrasar la instrucción tanto de la macrocausa de los ERE como de otras causas de corrupción de los gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía.
5. Por tanto, la resolución judicial del caso ERE no ha hecho más que empezar y la suma de los fondos de todas estas causas que se amontonan en los juzgados sevillanos llegaría a los cinco mil millones de euros, lo que supone prácticamente la mitad del presupuesto anual dedicado al sistema público de Salud en el presupuesto de la Junta de Andalucía.
6. Hay que recordar que el caso de los EREs deriva de una grabación realizada por un empresario a unos “recaudadores” del PSOE andaluz que le pedían dinero a cambio de facilitar un contrato en el asunto Mercasevilla. De aquellas grabaciones se extrajo esta frase: “El partido ayuda a quien ayuda al partido”. Es decir, los favores no se hacían gratis: este tipo de acciones convierten a los ciudadanos en “electores cautivos” y a los funcionarios públicos en caciques.
7. Pero el caso EREs no sólo evidencia un gravísimo caso de corrupción delictiva, sino que nos encontramos ante un grupo organizado que pretende patrimonializar las estructuras y las finanzas públicas en beneficio propio, ya sea económico, ya sea político.
8. Por ejemplo: la compra de votos ofreciendo puestos públicos a familias para crear una situación de clientela política indica que el PSOE concurrió dopado a las elecciones en perjuicio de sus contrincantes políticos. Aunque éstos ya podrían haber espabilado un poquito.
Veamos ahora este tuit que el pasado martes publicábamos en redes sociales: “Lo que se ha robado en Andalucía no tiene nombre… Bueno sí, PSOE. Que trate de justificarse su corrupción delictiva es grave de narices, pero que no se condene su corrupción no delictiva, su tremendo caos ideológico, tampoco tiene nombre... Ah sí, militancia del PSOE”.
Porque esa es una característica muy curiosa del PSOE, tanto de la cúpula como de quienes le rinden culto desde la militancia: el borrado instantáneo de la memoria histórica del partido. Ahí tenemos al ministro Ábalos declarando, sin ningún tipo de escrúpulo, que este “latrocinio organizado para comprar votos” (así lo especifica la sentencia) no es un caso del PSOE porque, aunque los condenados delinquieron siendo Presidentes de la Junta de Andalucía, incluso Vicepresidentes o Ministros del Gobierno de España por el PSOE, ya no lo son. ¡Tócate los pies! O sea: el caso de los EREs no compromete al PSOE porque es de hace unos años, pero hay que hablar continuamente de Franco aunque lleve muerto más de cuatro décadas y haya sido enterrado dos veces. Chaves y Griñán son el pasado y Franco es el presente y el futuro.
También hay que señalar la impudicia con que está tratando el caso el periódico El País, el diario “independiente” de la mañana del Imperio Prisaico, el diario que dedicó 169 portadas a Francisco Camps del PP, investigado por la llamada “Trama de los trajes” que implicaba un valor de 14.021,5 euros, y que finalmente resultó absuelto. Pues bien, en este artículo sobre la sentencia de los EREs, El País no escribe ni una sola vez la palabra “PSOE” y llega a decir cosas como esta: “La audiencia no ha condenado a unas siglas (o sea, no ha condenado al PSOE), sino unas conductas y redes clientelares”. En el capítulo sobre corrupción delictiva y no delictiva analizaremos precisamente este tratamiento “conductista” de la corrupción, que va referida sólo a la corrupción de los individuos, dejando, de este modo, intacto al PSOE y a la supuesta “izquierda progresista” que representa.
Por cierto, tampoco se habla de la corrupción de la UGT, 42 millones de euros que se investigan de presunta financiación ilegal del sindicato en Andalucía. Darán igual todas las condenas que se le imputen: el PSOE seguirá brillando en su máxima pureza, al margen de los múltiples casos de corrupción circunscrita que tengan lugar en su seno. Y es que los del PSOE hace tiempo que tienen preparado el antídoto mediático: un ejército de periodistas para justificar lo injustificable y un ejército de militantes dispuestos a tragar lo que haga falta. El plan continúa. Y para comprobar hasta qué punto son los dueños absolutos de la situación mediática, veamos este tuit del 13 de octubre de 2019: “No te has enterado de los 7 socialistas que entraron hace unos días en prisión por robar dinero de educación en Asturias. Eso no es lo grave: lo grave es pensar por qué no te has enterado. Imagínate todo lo demás”.
Cabría valorar, por cierto, si la publicación del testamento de Franco por el diario El Mundo justo un día antes de la publicación de la sentencia de los EREs, responde a una estrategia para hablar de la corrupción de Franco equilibrando, ecualizando, quitando importancia, a la corrupción del PSOE. Sin pasar por alto, por otro lado, que la herencia que dejó Franco a su familia es pecata minuta comparado con el latrocinio de la Junta.
Pero bueno, no todas las noticias han de ser malas: veamos estas declaraciones de Pablo Iglesias (guiños sarcásticos a cámara). Ah, no, que el vídeo es de 2018 y que no se refiere al PSOE… sino al PP… ¡Ay! Ahora lo recuerdo: Podemos apoyó la moción de censura a Mariano Rajoy en 2018 porque no podía tolerarse un gobierno de delincuentes. La razón por la que Pablo Iglesias no denunciará ahora la corrupción del PSOE, que supera cuantitativamente a la del PP por mucho, es porque está en marcha un gobierno de concentración antinacional presidido por el PSOE, gobierno en el que Iglesias participaría como Vicepresidente. Si el Eje Ferraz-Galapagar se consumara con los votos de los separatistas, se transformaría en el Eje Ferraz-Galapagar-Generalidad.
Vamos a enumerar aquí algunas de las corrupciones no delictivas del PSOE, en mayor o menor medida compartidas por otras formaciones políticas:
1. Una cuestión psicológica: la corrupción de los EREs va asociada a la creencia en la impunidad propia, algo común entre muchos de los que detentan el poder, que se consideran en una situación de privilegio, intocables: es ese punto en el que el político no se siente servidor de la comunidad, porque considera que los otros son los mandados. Puro caciquismo, vaya.
2. Más allá de las groserías que se pusieron al descubierto en su momento (drogas, prostíbulos, “mi hijo tiene dinero pa asá una vaca”) es el escándalo de la dilapidación privada del dinero público previsto para resolver problemas sociales acuciantes: el paro en Andalucía.
3. Esta actividad fraudulenta, sistematizada durante décadas por el PSOE, ha robado muchas oportunidades de desarrollo a esta región española.
4. También hay que plantearse por qué esta sentencia, abrumadoramente condenatoria contra el PSOE por robo continuado, no fue hecha pública antes de las elecciones. Con la decisión de posponer su publicación se ha sustraído a los españoles una información absolutamente condicionante del voto, causando un daño evidente al resto de partidos políticos.
5. Cabe preguntarse, por último, si se devolverán o no dichos dineros. Los andaluces, es decir, los españoles, volverán a ver ese dinero del mismo modo que se verán las orejas. [Es una paráfrasis de Stalin cuando se refirió al oro de Moscú. Aunque posiblemente sea apócrifa.]
6. Curioso también, que estos grandes desfalcos de dinero público tengan lugar, sobre todo, en las comunidades autónomas y no a nivel de Gobierno central.
Hasta aquí esta exposición exprés sobre el caso de los EREs y nos pondremos de inmediato a trabajar en la parte realmente jugosa: Corrupción delictiva y corrupción no delictiva. De manera que iniciaremos el próximo capítulo preguntándonos: ¿Cabe aplicar el término corrupción a la sociedad política? Según Aristóteles sí, porque considera los cambios de una politeia a otra como desviaciones, unas veces a mejor, y otras veces a peor: de la monarquía se deriva a la tiranía, de la aristocracia a la oligarquía, de la república a la democracia. Y, por cierto, algunas veces, Aristóteles considera a la democracia como una desviación mala, una demagogia, “porque la democracia busca el interés de los pobres, pero no el provecho de la comunidad”. Por tanto, Aristóteles considera aquí a la democracia como algo más que una forma corruptible, porque ella misma es una corrupción: el sustrato corruptible sería la república y la forma de su corrupción sería la democracia. Y de ahí pasaremos al meollo de la cuestión: El gran problema de la democracia es la corrupción ideológica, que es corrupción no delictiva, puesto que no está circunscrita a un código penal, pero que es grave no, lo siguiente. En fin, les garantizo que será un programa realmente entretenido y, si todo va bien, lo publicaré en dos o tres días.
Agradecemos su apoyo a todos nuestros mecenas, nos vemos en el próximo capítulo y recuerda: “Si no conoces a tu enemigo ni a ti mismo, perderás cada batalla”.