El Catoblepas · número 208 · julio-septiembre 2024 · página 3
Sobre la exposición
La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza
Paloma Villarreal Suárez de Cepeda
Un análisis crítico de una exposición de “arte” que necesita de los textos para justificarse
En memoria y en agradecimiento a Gustavo Bueno en el centenario de su nacimiento
★ Introducción
El día 1 de septiembre de 1924 nace en Santo Domingo de la Calzada Gustavo Bueno Martínez, filósofo y autor principal del sistema filosófico denominado materialismo filosófico que, en ocasiones, toma su propio nombre: materialismo filosófico de Gustavo Bueno. Este artículo se escribe, pues, con ocasión del centenario de su nacimiento y como muestra de cómo el materialismo filosófico influye en la forma de ver el mundo y de entenderlo a través de un ejemplo preciso, muy concreto, como es el del análisis crítico de una exposición museística.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza organiza en su sede del Palacio de Villahermosa en Madrid la exposición temporal titulada “La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza” abierta al público desde el 25 de junio al 20 de octubre de 2024. En la página web del museo se encuentra con facilidad un enlace que invita al internauta a ver la exposición de manera “virtual” con una calidad extraordinaria{1}.
El Museo Thyssen forma parte del conjunto de museos de titularidad estatal, y está adscrito al Ministerio de Cultura. La gestión está cedida a la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza F.S.P. (fundación pública sin ánimo de lucro) cuyo fin es la conservación, estudio, pública exposición y difusión de la colección{2}.
La entidad cuenta con dos directores: Evelio Acevedo Carrero, director gerente y Guillermo Solana Díez, director artístico{3}.
Evelio Acevedo Carrero, que ocupa el cargo desde el año 2012, dispone de amplia experiencia en gestión bancaria adquirida como empleado en Banco Santander, Banco Sabadell y Banco Barclays antes de recalar en el Thyssen.
Guillermo Solana es licenciado y doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid donde ha desarrollado carrera docente como profesor de Estética. En 2005 fue nombrado conservador jefe o director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. En las recientes elecciones al Parlamento Europeo, Solana concurrió en el último puesto de las listas de la agrupación de partidos de izquierda Sumar{4}{5} lo que provocó que el pasado 13 de junio el grupo parlamentario popular dirigiese tres preguntas parlamentarias al Gobierno y otra más el día 21 del mismo mes sobre el posible conflicto de intereses que esta significación política pudiese generar{6}.
La Fundación Colección Thyssen-Bornemisza está regida por un Patronato constituido por doce patronos de los cuales cuatro lo son en razón de su cargo, en concreto, el ministro de Cultura que ostenta la presidencia y otros tres altos cargos de los ministerios de Cultura y Hacienda. Otros cuatro son nombrados por el Consejo de Ministros, y los últimos cuatro nombrados por la familia Thyssen-Bornemisza, entre los cuales se encuentra Carmen Thyssen-Bornemisza quien ostenta la Vicepresidencia con carácter vitalicio{7}.
El actual ministro de Cultura y, por lo tanto, presidente del Patronato de la Fundación gestora del Museo Thyssen, es Ernest Urtasun Doménech, miembro del partido político Sumar{8}. Debe su puesto al también actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, del Partido Socialista Obrero Español, quien, habiendo perdido las elecciones de 23 de julio de 2023 consiguió mayoría parlamentaria suficiente para poder ser investido presidente gracias a acuerdos alcanzados con diversos partidos minoritarios entre los que destaca el partido político Sumar. La contraprestación por la cesión de votos, entre otras, incluyó cinco carteras ministeriales{9}.
Ernest Urtasun, diplomático de carrera y político de profesión, toma posesión de su cargo el 21 de noviembre de 2023.
A continuación, se expondrá el contexto político inmediato de la exposición, es decir, y por utilizar una metáfora muy conocida en la escuela, con gran licencia y poca precisión, su entorno. Se seguirá con la exposición de los perfiles profesionales y principalmente políticos de organizadores y colaboradores, lo que pudiéramos identificar con su contorno, y se cerrará con un recorrido crítico a través de la exposición o dintorno. En la exposición de estos tres bloques se harán los comentarios críticos pertinentes a la luz de las doctrinas de Gustavo Bueno sin menoscabo de las conclusiones que ponen punto final a este texto.
★ Contexto político inmediato de la exposición ★
El 12 de diciembre de 2023, todavía antes de tomar posesión de su cargo como ministro de Cultura, Ernest Urtasun se reúne con el ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia, Juan David Correa, con quien trató “sobre los retos del sector cultural y han compartido ideas y propuestas, haciendo hincapié en aquellas en las que pueda establecerse cooperación entre los dos países”{10} sin mencionar el tesoro de los Quimbaya. Sin embargo, en el mes de abril de 2024, el ministro de Colombia reveló que en la conversación también se trató del mencionado tesoro{11}.
El tesoro de los Quimbaya es un excepcional conjunto de objetos arqueológicos regalados en 1893 por el Gobierno colombiano a la reina María Cristina en agradecimiento por su intervención en la disputa fronteriza con Venezuela que culminó en la adopción del denominado, y todavía vigente, Laudo Arbitral Español o Laudo en la Cuestión de Límites entre la República de Colombia y los Estados Unidos de Venezuela.
Colombia, tras la decisión de su Tribunal Constitucional o Corte Constitucional del año 2017 de que tal tesoro forma parte de su patrimonio histórico, presiona a España para conseguir su “devolución”{12}. En concreto, y según el fallo de la sentencia referida, la Corte ordena:
Amparar los derechos colectivos a la moralidad pública y defensa del patrimonio público por las razones que vienen expuestas y, en consecuencia, se ordena al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Ministerio de Cultura que a partir de la ejecutoria de la presente sentencia y hasta su culminación, bajo la dirección del Presidente de la República, como Jefe de Estado, en el ámbito de su discrecionalidad y competencias constitucionales, conforme al cronograma que para el efecto establezcan, lleven a cabo todas las gestiones diplomáticas, administrativas, jurídicas y económicas, necesarias ante el Estado español, con la finalidad de lograr la repatriación del patrimonio cultural conformado por ciento veintidós piezas (122) de la Colección Quimbaya, catalogadas por el Museo de América de Madrid como “136 números de inventario”, que actualmente se encuentran ubicadas en dicho museo o donde se hallen en el momento de su restitución.
El mismo día 12 de diciembre el Grupo Parlamentario Popular pregunta al Gobierno su opinión acerca de si el Tesoro Quimbaya o Tesoro de los Quimbayas, que actualmente se exhibe en el Museo de América, llegó a España de forma ilegal, así como sobre la titularidad de las piezas{13}. El Gobierno responde afirmando que no hay dudas sobre la titularidad del Tesoro, actualmente depositado en el Museo de América, ni sobre la legalidad de su obtención que es la donación hecha a la reina María Cristina por Carlos Holguín, presidente del Gobierno de Colombia en el año 1893, lo cual no obsta para añadir que “en la actualidad, hay un debate internacional abierto acerca de las piezas y obras de arte del periodo colonial que se encuentran fuera de sus países de origen, debate que el Ministerio de Cultura seguirá muy de cerca” {14}.
Es esta la primera pregunta parlamentaria que contesta el Gobierno formando parte de él Urtasun como ministro de Cultura{15} y no será la última, pues el mismo Grupo Popular planteará entre los meses de diciembre de 2023 y mayo de 2024 un total de ocho preguntas más sobre este Tesoro{16}.
De esta primera toma de contacto del actual ministro de Cultura, señor Urtasun, con la que es su cartera ministerial cabe decir, desde el materialismo filosófico, que el protagonista del conflicto Colombia-España son un conjunto de reliquias, es decir, restos materiales de o producidos por sujetos fallecidos que forman parte de nuestro presente, y tienen una relación directa con una disciplina concreta, la Historia. Las reliquias por sí mismas no explican nada y necesitan siempre de un relato que les dote de significado. Reliquias y relatos son, pues, los materiales de los que se nutre la Historia como disciplina científica que Bueno sitúa en su clasificación de las ciencias en el nivel más bajo de “cientificidad” dado que se desarrolla por personas que estudian las acciones de otras personas ya fallecidas y las interpretan generando, de nuevo, otros relatos.
Por lo tanto, en este punto, se puede afirmar que el conflicto internacional sobre unas reliquias está íntimamente relacionado con la Historia tanto de España como de Colombia, pero necesariamente también con la Política puesto que la Historia es una disciplina capaz de orientar el futuro de una sociedad política. En el caso del Tesoro de los Quimbaya, Colombia trata de “conocerse a sí misma” o “entender su identidad” a través de reliquias propias del periodo precolombino para zafarse de la herencia hispana. Siendo este un plan o programa político no son los historiadores los que reclaman estas reliquias{17}, sino ministros de Cultura{18}.
★ Entrevista en la Cadena Ser: España colonial vs. España imperial
El 30 de diciembre el ya ministro Urtasun ofrece una entrevista a la cadena Ser{19}. La periodista le pregunta (09:25):
En otros países, seguro que en Bruselas lo has visto, incluso en Reino Unido, con lo difícil que era, hay un esfuerzo por reconocer que el colonialismo tuvo también una parte cultural, en los museos, se han devuelto cuadros, se ha hecho esa mirada. Como digo, Inglaterra negocia las esculturas del Partenón que ya son palabras mayores. España va lejos en esto. Ni siquiera se ha empezado, no sé si este Ministerio también va a iniciar o a acelerar que esta reflexión se haga.
A lo que el ministro contesta:
Yo quiero abrir esta reflexión, desde luego. Miquel Iceta ya la abrió un poco, pero yo creo que esta reflexión hay que abrirla. Yo he vivido estos años en Bélgica, Bélgica tenía un museo sobre África que era terrorífico, una cosa racista, colonialista, espantosa. Y Bélgica ha cambiado radicalmente su museo. Hay toda una revisión de lo que fue la responsabilidad colonial belga en el Congo y cómo eso se trató antes. Yo creo que eso es algo que nosotros, poco a poco, tenemos que empezar a hacer. ¿Cómo lo haremos? Lo estamos acabando de ver. Es pronto aún para anunciar medidas concretas, pero esa voluntad es ir poco a poco, nosotros hemos heredado esa cultura colonial que, de alguna manera, tenemos que ver y gestionar.
Más adelante, le pregunta sobre su actividad como crítico musical en la revista Rockdelux a lo que responde (20:45):
(…) Santi Carrillo me llamó, me dijo “oye, tú eres suscriptor, quieres en la nueva etapa digital, te apetecería escribir”. Entonces yo aquí pensé un poco en qué podía aportar, porque tampoco soy crítico musical; lo que trataba de hacer, ahora hace tiempo que no escribo porque no tengo tiempo, era explicar algunas cosas de la música vinculadas a la música con las relaciones internacionales. Hice un artículo sobre música afgana, que ha sido terrible lo que ha pasado con la música con la vuelta de los talibanes en Afganistán, era un país riquísimo en producción musical, ha sido terrible. O, por ejemplo, antes me hablabas de la herencia colonial, pues en un artículo que hice, que me gustó mucho estudiarlo, fue cómo los británicos habían explotado de forma colonial la música en sus colonias y particularmente en Jamaica, el reggae, en el cual se traían bandas de Jamaica al Reino Unido, bandas que fueron un exitazo, y los tenían trabajando a estos músicos en situaciones de esclavitud, prácticamente.
En estas primeras declaraciones del ministro se recogen los parámetros políticos en los que se va a situar la cuestión colonial en los meses previos a la inauguración de la exposición del museo Thyssen-Bornemisza que, evidentemente se programa con anterioridad a que el ministro Urtasun tome posesión de su cargo, de esto no cabe duda alguna, pero no se podrá discutir que ha quedado formalmente avalada, e incluso inserta, por un contexto muy particular generado por sus sucesivas intervenciones públicas.
En esta en concreto, cabe observar cómo, en primer lugar, el ministro no corrige a la periodista cuando se refiere a “lo colonial” o el “colonialismo” como un todo enterizo en el que caben en pie de igualdad tanto las actividades meramente extractivas de países como el Reino Unido o Bélgica en sus territorios de ultramar como la política de asimilación de la Monarquía hispánica.
Desde el materialismo filosófico y dadas unas sociedades políticas en sentido distributivo se hace preciso distinguir distintos tipos de relación entre ellas, así, Bueno distingue cuatro tipos básicos de relaciones fundamentales que cada sociedad puede mantener con las demás como son el imperialismo generador, el imperialismo depredador, el aislacionismo y el ejemplarismo en el sentido de que en cada uno de estos tipos se puede reconocer una norma fundamental de relación, por supuesto, más o menos modulada en función de cada sociedad política y el tiempo en que se lleve a cabo.
La norma del imperialismo generador{20}:
… es la intervención de una sociedad en otras sociedades políticas (en el límite: en todas, en cuanto Imperio Universal) con objeto de “ponerse a su servicio” en el terreno político, es decir, orientándose a “elevar” a las sociedades consideradas como primarias políticamente (incluso subdesarrolladas o en fase preestatal) a la condición de Estados adultos, soberanos.
La norma del imperialismo generador depredador{21}:
… propone a la sociedad de referencia X como modelo soberano al que habrán de plegarse las demás sociedades políticas, en el límite, tenderá anexionarlas bajo su tutela. Es la norma del colonialismo. Las sociedades políticas solo existirán, para la de referencia, a título de colonias, susceptibles de ser explotadas. La norma es poner a las demás sociedades al servicio de la sociedad imperialista.
Advierte Bueno, a continuación que:
El ejemplo más notorio de imperialismo generador en la época moderna es el Imperio español, y en ello cabría establecer la diferencia entre su imperialismo y el imperialismo inglés coetáneo. Tampoco se trata aquí de ignorar las prácticas depredadoras del imperialismo español, pero sería absurdo considerarlas como derivadas de su norma fundamental, teniendo en cuenta que estas prácticas fueron continuamente vistas como transgresiones de la norma fundamental ya desde la época de la Conquista (Las Casas, Montesinos, Vitoria, Suárez).
La asunción como buena, por parte del ministro, de la equiparación que hace la periodista de la acción belga o inglesa en sus territorios de ultramar propia del colonialismo con la acción española que es de signo opuesto en su norma fundamental, resulta sorprendente en la medida en la que, independientemente de la formación filosófica del ministro se le presume, al menos una cultura subjetiva, un cultivo, una educación y conocimientos básicos suficientes de la Historia de España en su perfil más científico si se quiere (datos económicos, contenido legislativo, estructura organizativa, por ejemplo) que le facilitasen corregir a la periodista y, aún más, cuando el ministro ha aprobado unas oposiciones en las que esta materia tiene un protagonismo indiscutible{22}.
En segundo lugar, y en la misma línea, el ministro asume y empatiza con la preocupación de la periodista cuando afirma que España va retrasada en la devolución de cuadros u objetos arqueológicos pues no la corrige o pregunta a qué cuadros u objetos se refiere y por qué razón tendría España que devolverlos y a quién.
En tercer lugar, el ministro asume como uno de los objetivos de la legislatura el tratar la idea de lo colonial como lo está haciendo Bélgica en su Museo de África, aunque sin precisar qué museo español cuenta con un discurso “racista, colonialista y espantoso”. La labor de descolonización queda difuminada en un futurible: habrá que verlo, habrá que estudiarlo, poco a poco.
En cuarto lugar y, por omisión, el ministro no es capaz de precisar que la normativa española de protección del patrimonio histórico español impide la “devolución” de objetos pictóricos, arqueológicos o de cualquier otro tipo. El artículo 1 de la Ley de Patrimonio Histórico Español{23} vigente y aplicable en todo el territorio nacional define el patrimonio histórico español como el conjunto de inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico, incluyendo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico, histórico o antropológico. La ley tiene por objeto su protección, acrecentamiento y transmisión a las generaciones futuras.
Una forma esencial de protección del patrimonio más excepcional es su catalogación como “bien de interés cultural”, popularmente, BIC. Todos los objetos contenidos en los museos españoles cuentan con esta consideración que conlleva la prohibición de su exportación salvo que se trate de una salida temporal normalmente vinculada a su exposición en instituciones museísticas extranjeras en el marco de convenios de préstamo que fomentan el intercambio de objetos con fines meramente culturales o didácticos. El Tesoro de los Quimbaya es un BIC. El Tesoro de los Quimbaya no puede salir de España sin cometer delitos de prevaricación y contrabando salvo para, como se ha referido, exposiciones temporales.
La única posibilidad que prevé la ley de salida definitiva del territorio nacional, y consiguiente pérdida definitiva de un bien de interés cultural perteneciente al patrimonio histórico español es a través de una permuta. Dispone el artículo 34 de la Ley de Patrimonio histórico español:
El Gobierno podrá concertar con otros Estados la permuta de bienes muebles de titularidad estatal pertenecientes al Patrimonio Histórico Español por otros de al menos igual valor y significado histórico. La aprobación precisará de informe favorable de las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando y de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español.
La única permuta que se ha llevado a cabo cumpliendo con los requisitos de este artículo se produjo en el año 2010 bajo el Gobierno de Jose Luis Rodríguez Zapatero también del Partido Socialista Obrero Español. España entregó a México una bandera conservada en el Museo del Ejército que fue tomada a las tropas del Cura Hidalgo, en el puente de Calderón en 1811, y recibió una bandera Coronela del Batallón del Rey Fernando que se conservaba en el Museo de Chapultepec procedente de la Batalla de Tampico de 1829{24}.
Por último y no menos importante, el artículo 2.1 de esta ley dispone que, sin perjuicio de las competencias que correspondan a otros poderes públicos, son deberes y atribuciones esenciales de la Administración del Estado, garantizar la conservación del Patrimonio Histórico Español, así como promover el enriquecimiento del mismo. El Estado protegerá dichos bienes frente a la exportación ilícita y la expoliación.
En conclusión, tras estas primeras declaraciones de Urtasun como ministro de Cultura del Reino de España queda claro que, a su juicio, España también ha heredado una cultura colonial lo que, desde nuestros parámetros traducimos como que España ha sido un imperio depredador, por lo que el ministro nos sitúa en un plano de igualdad con Bélgica. No cabe duda, también, de que el ministro está dispuesto a sacrificar la realidad para contribuir a la leyenda negra antiespañola lo cual resulta en extremo preocupante y, por último, constatamos que el ministro toma posesión de su cargo y atiende a la prensa con un profundo desconocimiento del régimen jurídico del patrimonio histórico español.
Dadas estas declaraciones y la posición de poder del señor Urtasun, mientras continue en el cargo de ministro de Cultura, se puede dudar de la permanencia del Tesoro de los Quimbaya en territorio patrio. Es posible que Colombia se encuentre en fase de búsqueda, o haya encontrado ya, algún objeto “español” que pueda ser permutado por el Tesoro quimbayano.
Se abre a continuación un paréntesis para ofrecer, graciosamente, la que pudiera haber sido una respuesta propia de un instruido ministro de Cultura del Reino de España:
Es muy importante tener cuidado a la hora de comparar la trayectoria histórica de los países que forman la Unión Europea. No todos compartimos formas de estar en el mundo porque nuestra Historia ha sido muy distinta y el impulso que ha llevado a sus nacionales más allá de las fronteras continentales ha sido muy distinto. Efectivamente, Reino Unido y Bélgica han iniciado unos procesos de revisión de los discursos de algunos de sus museos en los que se reflejaba, con claridad, ideas racistas y ánimos explotadores, no civilizatorios, en sus empresas coloniales. Pero España siguió un camino muy diferente. España, como es bien sabido, no llevó a cabo una política colonial, sino que incorporó en plano de igualdad territorios y personas que eran civilizadas y asimiladas, no separadas como seres inferiores y explotadas. Has mencionado mi etapa en Bruselas, efectivamente, yo allí he podido ver cómo está afrontando Bélgica esa revisión que, repito, no es algo que pueda darse en España. He podido ver cómo se ha reformulado el discurso expositivo del Museo de África que era terrorífico, una cosa racista, colonialista, espantosa. Pero esto no puede ocurrir en España porque no hay un museo racista, colonialista y espantoso. No lo hay. Nosotros no hemos heredado una cultura colonial sino una cultura civilizatoria y, en este sentido, por supuesto, desde el Ministerio trabajaremos para que no se produzcan confusiones con esta, llamémosla, ola de descolonización que vivimos en el mundo de la cultura en la actualidad y que nada tiene que ver con nuestra trayectoria histórica. Ten en cuenta, además, que tenemos una legislación muy protectora de nuestro patrimonio histórico que impide devoluciones y solo admite permutas condicionadas, además, a la aprobación de una serie de instituciones especializadas, es decir, no es algo que pueda hacer el Gobierno caprichosamente, pero es que, además, tampoco es algo que este Gobierno tenga ahora encima de la mesa.
Las declaraciones del ministro tuvieron amplio eco en los medios de comunicación generalistas y provocaron la reacción de diversos especialistas en Historia de España. Merece la pena señalar la reacción del Protocolo de Santa Pola, plataforma que reúne a más de cuarenta asociaciones civiles en defensa de la Hispanidad, publicando un comunicado en el que se expresaba preocupación por el gran desconocimiento de la Historia de España demostrado por el ministro “o, lo que sería peor, una profunda mala fe o simple vasallaje ideológico a las corrientes más negro-legendarias”.{25}.
★ Preguntas parlamentarias al Gobierno: cultura material colonial
A raíz de estas primeras manifestaciones del señor Urtasun, el 8 de enero de 2024 representantes del Grupo Parlamentario del Partido Popular trasladaron una pregunta escrita al Gobierno a través del buzón de la Mesa del Congreso de los Diputados sobre si existen casos de cultura colonial en los Museos del Prado, Reina Sofía, Museo de Arte de Cataluña, Museo de América, Archivo de Indias, Museo Arqueológico o el Museo Naval. También preguntaron sobre si el Instituto Cervantes, la Real Academia de la Lengua Española o Acción Cultural Española “han promovido la cultura colonial” en el pasado{26}.
El Gobierno responde el 9 de febrero de 2024{27} en el que será un documento clave para conocer los parámetros en los que cabe esperar, basará su política “cultural” durante la legislatura en curso.
El Gobierno afirma que existen numerosos ejemplos de cultura material colonial{28} en los museos estatales si bien limita tan numerosos ejemplos a objetos pertenecientes a las colecciones del Museo de América y al Museo Arqueológico Nacional.
Según el Gobierno, la cultura colonial es:
el conjunto de manifestaciones culturales que se producen en una comunidad bajo la presencia de otro grupo humano foráneo que ejerce una posición dominante.
A esta definición se podrá objetar, en primer lugar, su palmaria falta de rigor. Aquí la palabra “cultura” parece hacer referencia no tanto a la Historia como a la Antropología, al utilizar términos como “comunidad” o “grupo humano foráneo”. En este sentido, las manifestaciones culturales se referirían a reliquias ubicadas exclusivamente en el Museo de América y en el Museo Arqueológico Nacional. Se trata con ello de aproximarse a una escala científica más fuerte o neutral que la que pueda proporcionar la Historia. El antropólogo estudia esos grupos humanos y su “cultura” como un entomólogo y pareciera que poco se le puede discutir a un entomólogo, tampoco a un antropólogo y, sin embargo, esta definición de cultura colonial no define nada si no se da contenido a esa “posición dominante”.
A juicio del Gobierno “en las sucesivas colonizaciones que se han producido desde la antigüedad, la cultura colonial se desarrolla tras la introducción de las formas culturales del colonizador, que vienen a modificar las manifestaciones que hasta ese momento eran características de las comunidades originarias”. De nuevo, continua el gobierno ofreciendo una definición vaga pues las influencias recíprocas entre “grupos humanos” presentes en multitud de objetos “antiguos” no suponen en todos los casos una colonización en el sentido de depredación. En no pocos casos se produce un enriquecimiento notable.
Sigue el Gobierno dejando la Antropología para entrar en el proceloso mundo de la Historia y afirma que:
En el caso de España, son numerosos los ejemplos de cultura colonial que se conservan en las colecciones de los museos. En la Edad Antigua destacan los ejemplos artísticos del arte íbero que tuvo una importante influencia de pueblos colonizadores del Mediterráneo Occidental, hasta la llegada del Imperio Romano y la total imposición de sus formas culturales. Se podrían citar como ejemplos de la cultura colonial importantes restos arqueológicos ibéricos que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), museo en el que existe un Departamento de Protohistoria y Colonizaciones.
En la Edad Moderna, tras la conquista de América, inicia un proceso de colonización que se prolonga hasta finales del siglo XIX y que dará lugar a la imposición de las formas culturales europeas frente a las manifestaciones artísticas que venían produciendo las diferentes comunidades que poblaban los territorios que se fueron conquistando.
Siguiendo lo anterior, los pueblos colonizadores del Mediterráneo occidental (quizás más oriental puesto que suponemos el Gobierno se refiere a griegos y fenicios, posteriormente púnicos, y en general a los pueblos del Levante mediterráneo) no culminaron el proceso colonizador iniciado por una inofensiva influencia artística lo que sí se produjo con Roma que parece haber impuesto sus formas culturales. Aplicando la definición dada, todas las manifestaciones culturales que se dieron en la España romana, provincia del Imperio, forman parte de una cultura colonial. Es decir, puentes, acueductos, villas, conceptos como usufructo o usucapión y, en general todo el Derecho, instituciones como la familia, el orden militar, las togas, sandalias, la lengua o la propia idea de restitución, &c. &c., formarían parte de una cultura colonial que podría ser revisada y devuelta a Roma.
Ahora bien ¿cómo es posible que de los primeros siglos después del nacimiento de Cristo se dé un salto hasta el siglo XVI? ¿hubo un hiato de diez siglos? ¿era la cultura española del medievo una cultura colonial imperial romana? ¿son los musulmanes que invaden y conquistan los territorios visigodos de la península ibérica colonizadores en tanto que “grupos humanos foráneos”?
Con tantos interrogantes e imprecisiones solo se puede concluir que la cultura material colonial será la que el Gobierno decida en función de una agenda política actual y no siguiendo criterios aparentemente técnicos-antropológicos.
Así, desde los parámetros ideológicos del Gobierno no puede extrañar la referencia al Museo de América en la medida en la que interpreta la acción española en América como una acción colonial, pero necesariamente extraña la referencia al Museo Arqueológico Nacional. Es cierto que las colecciones del Museo emplean un concepto extensivo de “lo arqueológico” superando la Edad Antigua y extendiéndose hasta la Edad Moderna por lo que es posible que en el Museo se encuentre algún objeto procedente de los territorios de ultramar, pero ¿a qué objetos se refiere concretamente el Gobierno?
La definición de cultura colonial gubernamental no permite avanzar un ápice con respecto a las dinámicas históricas que constituyen, en parte, el valor de los objetos; es más, esta definición es voluntariamente ahistórica, es decir, prescinde de la Historia para identificar el criterio a través del cual se va a producir una criba{29}.
Entonces, ¿cómo va a decidir el Gobierno qué objetos forman parte de la cultura material colonial? Pareciera que con la vaga y desconcertante respuesta dada se tratase de ocultar una agenda política que pudiera tener como primer candidato a ser considerado como “objeto cultural colonial” el Tesoro de los Quimbaya venciendo el obstáculo legislativo con una más que previsible nueva ley de patrimonio histórico español que ya no será histórico, pues lo será cultural{30} o de derechos culturales, ni español, pues lo será en todo caso del Estado español o de nada. La nueva e hipotética Ley de Patrimonio Cultural del Estado español o de Derechos Culturales permitiría al Gobierno ya no permutar objetos sino entregar graciosamente objetos considerados “coloniales”. La actual necesidad de contar con informes de entidades independientes de corte técnico que autoricen la pérdida de patrimonio histórico, como las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando y la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, puede resolverse de dos maneras: la primera, puede ser obviada directamente en la nueva ley dejando al Gobierno solo en el procedimiento, o bien mantenerla e iniciar, al mismo tiempo, un proceso colonizador de estas instituciones.
La respuesta del Gobierno termina con una referencia a unas supuestas obligaciones de Derecho internacional que el ministro utiliza y utilizará como coartada días más tarde en su intervención ante la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados. Informa el ministro:
Por otro lado, en la actualidad, hay abierto un debate internacional acerca de las piezas y obras de arte del periodo colonial que se encuentran fuera de sus países de origen, debate que el Ministerio de Cultura seguirá́ muy de cerca, atendiendo a los compromisos internacionales asumidos por España en la última cumbre de Mondiacult y en el 10º Encuentro Iberoamericano de Museos del año 2022.
Tras esta primera pregunta del Grupo Parlamentario Popular se han sucedido otras hasta un total de ocho relacionadas con lo colonial{31} de las cuales dos están pendientes de respuesta y seis han sido respondidas con evasivas siendo la respuesta más repetida:
Tal y como ya explicó el Ministro de Cultura en el Congreso de los Diputados, en su comparecencia del pasado día 28 de febrero de 2024, la tarea del Ministerio de Cultura consiste en apoyar y acompañar el trabajo de los profesionales de los Museos, que son quienes determinan las pautas a seguir sobre las cuestiones mencionadas.
El día 13 de junio el Grupo Parlamentario Popular pregunta ya directamente sobre la exposición “La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza” cuya inauguración tendría lugar apenas diez días más tarde, y concretamente en relación con la candidatura anunciada de Guillermo Solana, director artístico del museo, y el posible conflicto de intereses generado por esta decisión. De la misma manera, el 1 de julio se presenta la última pregunta de la serie previa a las vacaciones veraniegas. El título de la pregunta del Grupo Parlamentario Vox es: Consideraciones acerca de si la nueva exposición del Museo Thyssen llamada 'La memoria colonial' está influenciada por la política de descolonización promovida por el Ministerio de Cultura.
Es preciso insistir en que las preguntas se plantean al Gobierno en su conjunto que es quien debe responder, es decir, que, si los proyectos descolonizadores encuentran acomodo en el partido político Sumar, al que pertenece el ministro, también son aprobados desde el Partido Socialista Obrero Español.
★ Intervención en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados: las obligaciones internacionales
Tras las inaugurales declaraciones a la Cadena SER y antes de la respuesta dada al Grupo Parlamentario Popular ya expuesta, el ministro de Cultura comparece el 22 de enero de 2024, por primera vez, ante la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados para explicar las líneas de trabajo de su Ministerio y en la que expresa:
Como ustedes saben los museos son organismos vivos, que responden a las cuestiones y debates de su tiempo. En este sentido, uno de los retos que nos hemos propuesto, en línea con las recomendaciones internacionales de organismos como el Consejo Internacional de los Museos (ICOM), es establecer espacios de diálogo e intercambio que nos permitan superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas que han lastrado, en muchas ocasiones, la visión del patrimonio, de la historia y del legado artístico.
Existen compromisos internacionales asumidos por España en la última cumbre de Mondiacult y en el 10º Encuentro Iberoamericano de Museos del año 2022. Estos compromisos se traducen en un proceso de revisión de las colecciones de los museos estatales dependientes del Ministerio de Cultura. Es una revisión que ya está incorporada como eje transversal en las programaciones temporales, por ejemplo, en el Museo Nacional de Antropología o el Museo de América. Se trabaja en visibilizar y reconocer la perspectiva de las comunidades y la memoria de los pueblos de los que proceden los bienes expuestos. El objetivo, por lo tanto, es seguir avanzando en la línea que han abierto otros museos españoles e internacionales{32}.
Como se puede observar, el ministro abandona la retórica histórico-antropológica y encuentra cobijo en otra disciplina, el Derecho y más concretamente el Derecho internacional que obligaría, es decir, aplicaría algún tipo de fuerza para que España llevase a cabo tal o cual acción. El ministro se siente cómodo en este contexto e insistirá en esta línea en futuras intervenciones defendiendo una suerte de ausencia de voluntad propia en su política de revisión cultural descolonizadora pues se vería obligado a ella desde instancias internacionales capaces de obligar, algo que se podría expresar como “no soy yo, es el Derecho internacional”.
A continuación, el ministro, en tanto que portavoz de Sumar, dio la habitual rueda de prensa “de los lunes”, tras la celebración del Consejo de Ministros, en la sede del partido de 12 minutos de duración en la que no hizo referencia alguna a lo “colonial” ni en sus 6 minutos de exposición ni en respuesta a las preguntas que le plantean los periodistas allí presentes.
Ese mismo día, la Presidencia del Gobierno publica en su página web un resumen de la intervención del ministro enfatizando su compromiso con la defensa de los “derechos culturales”{33}, sin embargo, la totalidad de los medios de comunicación prefieren hacerse eco de su compromiso con la empresa descolonizadora. Valgan como ejemplos, el periódico El País que titula: El ministro de Cultura anuncia una “revisión” de los museos estatales “para superar un marco colonial”; El Mundo: Ernest Urtasun anuncia una revisión de los museos nacionales para "superar el marco colonial"; ABC: Urtasun anuncia que descolonizará los museos nacionales; o La Razón.{34}
Ninguno de estos medios recoge, sin embargo, las objeciones que los grupos parlamentarios hicieron al ministro y, en concreto, los de los grupos parlamentarios popular y Vox.
La representante del Partido Popular, María Soledad Cruz-Guzmán García, afeó al ministro la comparación entre el Congo y la América hispana:
Sus declaraciones comparando las colonias del Congo con la relación de hermandad que tejimos con Iberoamérica ha conseguido que medio centenares de asociaciones a un lado y a otro lado del Atlántico se unan para desarrollar un protocolo para reivindicar el valor de la unidad de la Hispanidad, no compre argumentos populistas acuda a la Historia como ciencia que es y no a las leyendas negras como cuentos que son. (58:04:00)
A continuación, ya explícitamente, expresó su sorpresa ante el objetivo transmitido de descolonizar museos:
[Queremos también preguntarle] por su plan para los museos nacionales. Nos ha puesto un poco nerviosos los discursos coloniales, yo creo que los dos sabemos que España no tuvo colonias, pero bueno, nos gustaría que nos pudiera hablar un poquito más de ese nuevo discurso museístico. (1:02:45)
El diputado de Vox, Joaquín Robles López, investigador asociado de la Fundación Gustavo Bueno, introduce como no puede ser de otra manera, las ideas ya adelantadas sobre imperio generador-imperio depredador en su réplica al ministro:
Por otro lado, los museos, usted en declaraciones que yo he podido leer, ha comparado un imperio generador como el imperio español, o como pudo ser en su momento el imperio romano, lo ha comparado nada menos que con el Congo belga, que es una factoría del rey Leopoldo II que tenía allí a las pobres personas que vivían allí esclavizadas y produciendo para su enriquecimiento. ¿Usted sabe cuántas universidades hizo España en Hispanoamérica? Más de 27 ¿Usted sabe o catedrales, &c.? Es decir, las personas que vivían allí tenían los mismos derechos que tenían los españoles en los virreinato. España nunca tuvo colonias, eso es una parte de esa leyenda negra que usted por lo visto ha interiorizado de un modo evidente ¿no? Entonces resulta curioso que tengamos un ministro de cultura hispanófobo, es una cosa verdaderamente curiosa. (1:09:57)
Los representantes de los grupos políticos vinculados a programas regionales, incluido el PSOE, no mencionaron la cuestión colonial.
El ministro, en su respuesta a las intervenciones de los grupos parlamentarios, y en relación con las objeciones planteadas sobre la cuestión colonial manifestó lo siguiente:
Los temas de descolonización miren, estos temas que a algunos les pareció un escándalo cuando yo alguna vez he mencionado alguna cosa, son compromisos internacionales que tenemos como país que derivan de acuerdos internacionales que hemos firmado. Hay un acuerdo en el ICOM, el instituto que gestiona los museos a nivel internacional, que hay una guía de buenas prácticas sobre las cuestiones coloniales, y nosotros como España somos signatarios de la última declaración de Mondiacult donde tenemos compromisos en relación a esto, y es algo que hacen todos los países de la Unión Europea.
Yo no comparé España con Bélgica, que publicó alguien, yo mencioné a Bélgica porque he vivido nueve años ahí y sé lo que se ha hecho, cada país tiene su historia, cada país tiene sus instituciones, y cada país tiene que hacerlo a su manera y con el bagaje que ha heredado, pero hay compromisos internacionales sobre esto, y lo está haciendo todo el mundo, y francamente no creo que a nadie le pueda le pueda parecer mal y si a alguien le parece mal que lo diga, que incorporemos en la lectura de la Historia, que no quiere decir releer la Historia, quiere decir entender las distintas lecturas que sobre la misma hay, pues que las visiones de las pueblos indígenas sean incorporadas o, por ejemplo, lo que estamos haciendo con Nuestra Señora de las Mercedes que es un proyecto que yo he heredado, no he hecho, un proyecto precioso, de bueno lo que es un patrimonio heredado, que es, pues, poder hacer una lectura del mismo con una gran parte de países de América latina que han agradecido mucho que podamos hacer ese ejercicio. Por tanto, bueno, estas cuestiones derivan de compromisos internacionales, y luego también no somos las primera institución española que hace cosas sobre esto; buscando, buscando me he encontrado, y también quiero decirlo, unas jornadas del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico que depende de la Junta “Descolonización y educación a través de nuestros museos y sus patrimonios”, 3 de diciembre de 2023, esto lo he encontrado en la web de la Junta de Andalucía, la Junta de Andalucía están [incomprensible] de este tipo, con lo cual, bueno, yo creo que es un trabajo que, bueno, tenemos que hacer y que hacen ya todas las administraciones más allá de lo que yo haya podido declarar públicamente. (2:29:28)
Nada dijeron, porque nada podían decir dada la inmediatez de las intervenciones, los portavoces parlamentarios tanto del Partido Popular como de Vox sobre los compromisos que, según el ministro, pesan sobre España y obligan a revisar las colecciones de los museos estatales dependientes del ministerio de Cultura: el acuerdo o la guía de buenas prácticas del ICOM, la cumbre Mondiacult y el 10ª Encuentro Iberoamericano de Museos del año 2022; se dirá a continuación, pero antes es preciso diferenciar los instrumentos de carácter internacional que obligan a los firmantes de aquellos que no lo hacen{35}.
El Derecho Internacional Público, denominado así por analogía con respecto al Derecho nacional, resulta ser algo muy distinto a su analogado en su núcleo pues carece de un Estado que lo justifique como medio para resolver conflictos mediante el uso de la fuerza.
Los acuerdos a los que puedan llegar los Estados u otros “sujetos de Derecho Internacional” se cumplirán o no en función de la voluntad política de cada uno de ellos. Los riesgos en no asumir compromisos adquiridos se medirán en función de criterios de oportunidad y capacidad de defensa ante posibles represalias de terceros Estados.
Los acuerdos pueden ser de diversos tipos si bien los que formalmente tienen “capacidad de obligar” son aquellos tratados destinados a producir efectos jurídicos, es decir, crear derechos y obligaciones, entre las partes. Por lo tanto, no son tratados internacionales los acuerdos o instrumentos que generan únicamente compromisos políticos como los acuerdos entre caballeros, los comunicados conjuntos, las declaraciones de principios o los memorandos de entendimiento.
Para la conclusión válida en España de este tipo de acuerdos hay que estar a las normas constitucionales y a la Ley 25/2014, de 27 de noviembre, de tratados y otros acuerdos internacionales{36}. En esta ley se distingue entre los propios tratados internacionales, los acuerdos internacionales administrativos y los acuerdos internacionales no normativos. Estos últimos son definidos como “acuerdo de carácter internacional no constitutivo de tratado ni de acuerdo internacional administrativo que se celebra por el Estado, el Gobierno, los órganos, organismos y entes de la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y Ciudades de Ceuta y Melilla, las Entidades Locales, las Universidades públicas y cualesquiera otros sujetos de derecho público con competencia para ello, que contiene declaraciones de intenciones o establece compromisos de actuación de contenido político, técnico o logístico, y no constituye fuente de obligaciones internacionales ni se rige por el Derecho Internacional”, art. 2 c).
Se trata de “meros compromisos políticos, declaraciones de intenciones o acuerdos no jurídicos de coordinación. Este tipo de acuerdos no se exige la tramitación prevista para los tratados y no se publican en el Boletín Oficial del Estado.”{37}
La denominada por el ministro “cumbre Mondiacult” se refiere a la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible.
En 1982 la UNESCO convoca en Ciudad de México la primera Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales a la que sucedieron otras, la última celebrada también en México efectivamente en 2022 que concluyó con una Declaración en la que no se hace la más mínima referencia a la “descolonización” o lo “colonial”{38}. En la Memoria de la Conferencia publicada por el Gobierno de México tampoco se utilizan estos términos{39}.
Resulta, pues, incomprensible que el ministro afirme que la descolonización de los museos sea un compromiso adoptado por España en este encuentro. No lo es ni puede serlo pues la Declaración finalmente adoptada no es, como el ministro sabe a la perfección, un documento con fuerza obligatoria para el Estado español, sino un documento político de carácter orientador o programático.
El 10º Encuentro Iberoamericano de Museos del año 2022 que se celebró simultáneamente a la Conferencia, sin embargo, se refiere explícitamente a la “decolonización”. Adviértase cómo la palabra española “descolonización” pierde la -s- a favor del término inglés decolonization. La palabra surge a mediados de los años 90 y comienza su auge a partir del año 2002 creciendo su uso exponencialmente desde entonces{40}.
Además de adherirse a los objetivos de desarrollo sostenible o Agenda 2030 se debatieron cuatro ejes temáticos: modos de hacer y tecnologías para la sostenibilidad; decolonización y patrimonio museológico: nuevas incidencias frente a los retos históricos; museos y comunidad, el papel social y educativo y derechos culturales para una sociedad más sostenible: perspectiva de género e inclusión.
En la Declaración final, las “personas representantes” de los países iberoamericanos proponen y promueven la reflexión y el compromiso con la “incorporación de la perspectiva decolonial en las instituciones y procesos museales”, entre otras, como la incorporación de la cultura de la paz en los museos, la perspectiva de género, la emergencia climática, la lucha contra el racismo y la xenofobia y el énfasis en los valores solidarios de saberes y prácticas ancestrales.
En la lista de recomendaciones, que no deberes, no aparece la decolonización de los museos sino una serie de ideas muy genéricas como fortalecer la financiación, combatir el tráfico ilícito, fomentar la digitalización, el rol educativo, &c. Nada de descolonizar museos{41}.
En conclusión, ninguna de las referencias dadas por el ministro en el sentido de que España hubiera asumido algún compromiso concreto en la “descolonización” de los museos, sea esto lo que sea, es cierta. En las declaraciones finales de sendos encuentros no solo no se menciona la cuestión, sino que, además, no son instrumentos que el Derecho internacional reconozca como con fuerza de obligar.
Por lo tanto, parafraseando la afirmación del ministro y corrigiéndola para adaptarla al contenido de estos documentos y a su posición política, de nuevo, graciosamente, ofrecemos una versión de la respuesta más ajustada a la realidad:
Aunque no existen compromisos internacionales asumidos por España, pues a nada obliga la declaración con la que se cerró la última cumbre de Mondiacult que ni siquiera menciona la idea de descolonización, ni el 10º Encuentro Iberoamericano de Museos del año 2022 que, aunque consideró necesario reflexionar sobre esta cuestión, nada concretó… insisto, aunque no hay compromisos de carácter internacional que obliguen a España a llevar a cabo un proceso de revisión de las colecciones de los museos estatales dependientes del Ministerio de Cultura con un criterio descolonizador, lo vamos a llevar a cabo como una acción política desde la el partido político que represento, Sumar, como desde el Partido Socialista Obrero Español, partido al que servimos.
Merece la pena destacar que entre los días 13 a 15 de febrero de 2024 tuvo lugar la Conferencia de Educación y Cultura de la UNESCO en la que participó, al menos, un representante español, el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar y en cuyo documento final se hace esta referencia a lo colonial{42}:
Es preciso democratizar la educación, hacer que fomente la lucha contra el colonialismo y el neocolonialismo en todas sus formas y manifestaciones y despojarla de estereotipos, sesgos y prejuicios, anclándola en el respeto de la diversidad del alumnado, lo que supone combatir la existencia de jerarquías entre distintas culturas, prácticas culturales y disciplinas o expresiones artísticas para avanzar hacia sociedades más inclusivas y pluralistas. Todos los educandos, en especial los pertenecientes a Pueblos Indígenas y las personas desfavorecidas, empobrecidas, discapacitadas o en situación de vulnerabilidad, tales como refugiados, migrantes o desplazados, víctimas de un conflicto armado o educandos en contextos afectados por una crisis o un desastre, deberían tener la posibilidad de acceder a una educación cultural y artística pertinente, participar en ella, alimentarla y prosperar a resultas de todo ello.
Por lo tanto y en conclusión, no hay ninguna obligación jurídica de corte internacional para descolonizar museos españoles sino el interés meramente político de participar en una corriente ideológica fomentada desde la UNESCO.
Durante el mes de febrero el ministro centró sus intervenciones en la campaña electoral gallega{43}, lo que no impidió que el 22 de febrero el Grupo Parlamentario Vox presentase una interpelación urgente al ministro de Cultura sobre las políticas que va a desarrollar su Ministerio para defender el legado cultural y civilizador de España.
★ Entrevista para el periódico digital Nortes: las miradas o los relatos
El 24 de febrero, el ministro Urtasun vuelve a manifestarse públicamente sobre la descolonización de los museos españoles en una entrevista para el periódico digital Nortes{44}
Pregunta el periodista:
Durante la toma de posesión de su cargo en el Ministerio informó sobre una de las medidas que más controversia ha causado en algunos medios de comunicación. Se trata de la descolonización de los museos. Entiendo que no ha sido una medida lo suficientemente bien explicada porque España, a diferencia de otros estados como el británico o el francés, no adquirió su patrimonio cultural a través del expolio, cuando esos países cristalizaron como imperios. Valga como ejemplo el Museo de Nápoles fundado por Carlos III. Bajo esta premisa, de qué manera se puede descolonizar culturalmente los museos españoles.
Contesta el ministro:
La descolonización de los museos tiene dos vertientes. Una tiene que ver con el patrimonio expoliado y es verdad que España no tiene. La otra se orienta a cómo se explican o se interpretan las obras y, en ese sentido, tengo que decir que los museos españoles llevan muchos años haciendo eso. Lo ha contado el mismo director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade, que intenta proyectar una mirada decolonial que busca, básicamente, no cancelar ninguna mirada, sino incorporar otras nuevas a lo que puede ser una determinada exposición. Y eso es algo que se está haciendo en toda la UE, no solo en bienes sino en museizacion. Son los técnicos los que lo están haciendo ya en los museos españoles y la vía de una museización respetuosa debe de continuar. Incorporar nuevas miradas y reflexiones a las obras y la historia siempre será positivo porque lo único que hacen es enriquecer nuestra vida cultural.
Como se puede observar, las manifestaciones del ministro han cambiado sustancialmente si bien no aseguran de ninguna manera que, al menos, el Tesoro de los Quimbaya vaya a permanecer en España. El Tesoro de los Quimbaya no es objeto de un expolio perpetrado por España sobre Colombia en el sentido de botín de guerra o apropiación violenta de objetos valiosos que dejan “vacía” a la víctima, efectivamente, sino de una de una donación en la que no hay violencia sino un donante que propone y un donatario que acepta.
La acción descolonizadora parece quedar ahora reducida a una acción sobre “miradas” que debemos reinterpretar como relatos, unos relatos que dados desde el presente, como ya se ha mencionado, sobre reliquias-monumentos o reliquias-documentos pasados no son inocuos en absoluto. Ofrecer una visión pánfila del relato es despreciar la propaganda que genera el Ministerio de Cultura a través de unos planes y programas impulsados tanto por Sumar como por el Partido Socialista Obrero Español.
Resulta llamativa la profusión de palabras que se utilizan en este ámbito de lo “decolonial” relacionadas con el ojo: miradas, revisión, visión, lecturas, y relecturas…, ¿a qué se debe esta exuberancia oftalmológica?
Mirar no es una acción vinculada directamente con un relato. Mirar no significa nada, la acción de mirar se agota en si misma. Mirar un cuadro es una acción que no trasciende a nada ni a nadie. Que varias personas miren un objeto y, por lo tanto, varias miradas se proyecten hacia él es tan intrascendente como que varias personas masquen chicle al mismo tiempo. Mirar no es más que una acción pasiva. Mirar miran las vacas mientras rumian.
La mirada ha de ser crítica si se quiere salir del ensimismamiento, pero la idea de mirada crítica ya supone, en cierto modo, una violencia que los usuarios de la expresión “mirada” a secas no están dispuestos a asumir.
Si se trata de proyectar una mirada crítica sobre lo colonial, es decir, clasificatoria, de criba, se hará en un sentido oblicuo, siguiendo a Bueno, se mirará u observará “desde supuestos fundamentos, causas o fines atribuidos a tal institución, es decir, desde otras instituciones políticas, religiosas o sociales” {45}. Por ejemplo, desde plataformas indigenistas se verá el fenómeno colonial como un instrumento de los Estados europeos para expandirse y extraer materias primas y esclavos; desde el humanismo se observarán situaciones de desigualdad que quiebran la natural igualdad entre todos los seres humanos; y desde los partidos políticos secesionistas un ejemplo de la rapacidad española de la que hay que conseguir la independencia a toda costa, Espanya ens roba, &c.
Es absolutamente contradictorio pretender sustituir una mirada por otra y al mismo tiempo acoger una pluralidad de miradas. Se trata de un lenguaje poético que enmascara la realidad de la acción.
★ Intervenciones en el pleno del Congreso: los derechos culturales
El 28 de febrero Urtasun responde a una interpelación urgente presentada por el Grupo Parlamentario Vox, sobre las políticas que va a desarrollar su ministerio para defender el legado cultural y civilizador de España en el Pleno del Congreso de los Diputados{46}.
Interviene, en primer lugar y de nuevo, Joaquín Robles quien hace una referencia directa a la nueva Dirección de derechos culturales aprobada por el ministro Urtasun{47}:
Como tampoco me cabe ninguna duda de que la nueva Dirección general de derechos culturales que usted ha promovido sirve fundamentalmente a dos propósitos: el primero, la difusión de esta ideología, esto es del relativismo que conlleva también un relativismo moral apenas matizado por unos derechos humanos a los que por cierto ni China ni ningún país islámico se ha sumado. La segunda, colocar a su gente en el Ministerio, nueva dirección general, nuevo centro coordinador de industrias culturales, nueva oficina española de derechos de autor y conexos.
Muy dudoso que todo esto sirva para algo más que para cumplir con los planes del señor Errejón de enchufar a cargos y militantes con dinero público como una forma superior de conciencia revolucionaria y es que esa revolución se hace mucho mejor con una buena cuenta corriente.
Y termina:
España necesita un ministro de Cultura que defienda la importancia del símbolo que nos une, que ya no es la cruz de Borgoña, sino la letra ñ, como emblema de un idioma universal, abierto a las artes, a la ciencia y la filosofía, una lengua común a 600 millones de personas, que aquí se persigue y acorrala, en el País Vasco, en Galicia y en Cataluña, con desprecio de las sentencias del Tribunal Superior de Justicia, con el único fin de que una de las regiones más ricas, por cierto, enriquecimiento que en gran medida dependió del tráfico de esclavos en Cuba, deje de contribuir al sostenimiento de la Nación, erigiéndose en naciones fraccionarias, insolidarias con las regiones más pobres.
Replica el ministro dictando una respuesta “estándar” previamente preparada de la que cabe destacar, por un lado, una vaga referencia a lo que entiende el ministro por derechos culturales y una clara defensa de la utilización de los museos como transmisores de ideología política:
Hablemos si quiere, ya que lo ha mencionado, de la nueva Dirección General de Derechos Culturales que hemos creado y que garantizará de forma activa los derechos culturales de la ciudadanía española, sí, enmarcando las políticas del ministerio en tres ámbitos de actuación complementarios, que ya expuse en mi comparecencia y que estoy encantado de volver a repetir hoy aquí: el derecho a la creación, el derecho de acceso a los bienes culturales en todo el territorio español y el derecho a la participación en la vida cultural. Esta nueva dirección general, que usted tanto critica, tendrá otro cometido muy destacado y que nosotros ponemos muy en valor, como será la creación de un plan de derechos culturales para nuestro país, así como el desarrollo de programas de cooperación con las comunidades autónomas y de proyectos de vertebración territorial, porque una de nuestras prioridades será hacer llegar la cultura española a todos los rincones del país. Hablamos, en definitiva, de la cultura como expresión de diversidad y de riqueza. (…)
Como dice la actual definición del Consejo Internacional de Museos, el ICOM -del que formamos parte-, 'con la participación de las comunidades, los museos operan y comunican ética y profesionalmente, ofreciendo experiencias variadas para la educación, el disfrute, la reflexión y el intercambio de conocimientos'. Esa voluntad que expresa el ICOM en su definición es la misma que atraviesa nuestras políticas culturales.
Los museos son organismos que forman parte del debate social y que con toda normalidad, tal y como hacen la Unesco y el resto de organismos rectores internacionales, han ido incorporando miradas, sensibilidades y puntos de vista que convergen en una tarea: exhibir nuestro patrimonio cultural, nuestra riqueza artística. Además, los museos se han ido transformando con una intención muy concreta: representar a todos los públicos que cada día cruzan las puertas de la institución, sean quienes sean, vengan de donde vengan, porque los museos, como las bibliotecas públicas, como los archivos, como los teatros y los cines, como los centros culturales de cualquier tipo, son hoy en España espacios seguros y, por lo tanto, espacios de convivencia, escuelas de democracia y de libertades, donde las ideas no se proscriben, sino que se estimulan.
La cultura española tiene muchos motivos para el orgullo, señorías, y recientemente uno muy importante, Mondiacult, porque la Unesco acaba de elegir España como sede para su mayor certamen internacional, que se celebrará en España al año que viene. Como saben, será una oportunidad para seguir hablando sobre todo lo que nos importa, sobre derechos culturales, creación y museos. Y si la Unesco ha elegido España como sede de Mondiacult para el año que viene es porque somos una potencia cultural global, y estamos muy orgullosos de serlo. Por lo tanto, en los próximos meses, como lo hemos venido haciendo en los últimos años, España seguirá hablando de cómo los discursos museográficos se enriquecen cada día con nuevas miradas y planteamientos, hablaremos de cómo los museos pueden mejorar su contribución a la igualdad desde el punto de vista creativo y orgánico o de cómo la inteligencia artificial convive con las necesidades de exhibición de un gran centro de arte. Podemos y debemos hablar de cómo los museos, las bibliotecas y los equipamientos culturales son elementos de cohesión social y territorial y de la forma en que su legado dialoga con el entorno al que representa
En la contrarréplica, Joaquín Robles afea al ministro la falta de precisión en la información ofrecida sobre la Dirección de derechos culturales que era el objeto de la interpelación parlamentaria:
Hombre, señor Urtasun, podía haber contestado algo de lo que yo he expuesto aquí…
En fin, mala réplica a su réplica puedo hacer, porque usted no ha entrado absolutamente en ninguno de los asuntos que he planteado, ni en uno solo. (…)
Dice usted que nunca va a imponer una cultura totalizadora. Pues eso es precisamente lo que hace. Usted considera su sistema doctrinal, que es un sistema propio de la izquierda woke, de la izquierda fundamentalista, un paradigma. No obstante, ya le dije que lo del paradigma lo tiene muy poco claro, porque, en realidad, a lo que usted se refería es a esa ideología que está propulsada por las organizaciones transnacionales. Usted representa a la ideología dominante, y nosotros representamos a la resistencia, que no se deja totalizar por esa cultura absurda de las élites a las que usted representa. (…)
La expresión derechos culturales, si nos la tenemos que tomar en serio, derechos cultuales lo son todos, ¿por qué? porque los derechos, salvo que crea usted en el derecho natural, todos los derechos son culturales. Usted se refiere, no al término ad quo, sino al término ad quem, es decir, se refiere al conjunto de derechos que tienen que ver con eso que confusamente usted entiende por cultura porque todavía no nos ha dado una definición válida del asunto. En realidad, insisto en este asunto, esa oficina que usted crea es seguir los consejos del señor Errejón, enchufar a los amiguetes. Veremos a ver dentro de unos años qué es lo que han producido todas esas direcciones generales, &c. yo se lo digo de antemano, absolutamente nada, esa retórica ideológica, esa demagogia que ustedes gastan y ese desprecio por los argumentos que ha demostrado usted al no contestar ni uno solo de los argumentos que yo lo he propuesto. Me sobra tiempo porque para qué lo voy a utilizar. (Abandona el estrado)
De nuevo responde formalmente el ministro Urtasun con otro discurso preparado, sin atender ninguno de los argumentos planteados por el diputado interviniente, si bien ofrecerá una definición de cultura española de corte sectario y propagandístico. Para el señor Urtasun la cultura española es cultura circunscrita, es decir, todo aquello sobre lo que él tenga competencia en tanto que ministro de cultura:
Y mire, además, como yo sigo sin saber qué es cultura española para ustedes, les diré lo que para mí es cultura española. Me queda un minuto, voy a ser muy rápido: la cultura española son los trabajadores y trabajadores [sic] con los que estamos comprometidos con el estatuto del artista, la cultura española son el teatro y las artes escénicas, la cultura española son los creadores que ven sus derechos vulnerados por las dinámicas de la inteligencia artificial y esos organismos, de los cuales ustedes se mofan, son requeridos y demandados por los autores y creadores de nuestro país para que defendamos sus derechos y vamos, no le quepa la menor duda, a seguir adelante con ellos, cultura española es todo el sector audiovisual del que estamos tan orgullos y que ustedes atacan. En definitiva, la cultura española es todo aquello que ustedes intentan menospreciar, recortar, censurar, o directamente prohibir. Saben qué les digo, que viva la cultura española, y les invito a ir al cine al teatro de este país, les aseguro que no les defraudará. Disfruten de la cultura española, señores de Vox, lo disfrutarán, muchísimas gracias.
En el Pleno del Congreso de los Diputados de 12 de marzo se presenta una nueva moción urgente por parte del grupo Vox, en esta ocasión, sobre las políticas que va a desarrollar el ministro de Cultura para defender el legado cultural y civilizador de España{48} que vuelve a defender el diputado de Vox Joaquín Robles{49} a la que se suma el Partido Popular y contestan una pluralidad de representantes de los partidos políticos en el Gobierno.
Se trata de una intervención muy importante en la que el núcleo de la cuestión discutida ya ha virado de la referencia al Tesoro de los Quimbaya o las transformaciones museísticas descolonizadoras a la abierta defensa de la unidad de España y sus vínculos con Hispanoamérica. Interviene Joaquín Robles en primer lugar:
Señorías, la moción que presentamos es para pedir al Ministerio de Cultura que defienda España, que defienda no solamente España como Estado nación, sino que defienda la obra de España, que es la Hispanidad. La Hispanidad permite, por ejemplo, que tengamos aquí́ al señor Pisarello; bueno, no está́. No todo va a ser perfecto. (Risas y aplausos). Defendemos no solamente la Hispanidad, sino la unidad de España. Una Hispanidad y una unidad que está siendo atacada desde tres frentes. En primer lugar, desde el frente del separatismo, inventándose la historia, inventándose esa majadería de un racista confeso como Sabino Arana, esa fantasía de Euskal Herria. O defendiendo la fantasiosa nación de Breogán, el separatismo galego. (…) El segundo gran bloque de ataques a la Hispanidad proviene de la propia Hispanidad, de personajes como el señor Gustavo Petro, al que aquí́ aplaudían las señorías del PP, al que otorgaron la Llave de Oro del Ayuntamiento de Madrid y la Medalla de Honor de la Universidad de Salamanca; a un señor que comparó la Hispanidad como un desastre feudal —dijo—, como un Estado feudal. (…) La tercera vía de penetración de la leyenda negra está en ciertos organismos internacionales que están absolutamente imbuidos de la cultura woke como, por ejemplo —y esto es gracioso—, la Unesco. La Unesco es el principal inspirador del señor Urtasun con aquello de descolonizar los museos, pero es gracioso porque la propia Unesco ha declarado patrimonio material o inmaterial de la humanidad a 117 obras de la Hispanidad. La primera, la civilización que más ha aportado a la humanidad es la civilización hispana.
Esta pronta identificación de las tres vías o tres frentes en los que se sitúa el señor Urtasun, por acción u omisión, en su actividad ministerial ofrecen un criterio sencillo y fácil de aplicar para ubicar sus futuras acciones. Por ejemplo, si de los derechos culturales se derivan acciones que favorecen ánimos secesionistas, primera vía; si se adquieren compromisos en la futura cumbre Mondiacult de permutas, tercera vía, &c. &c.
Entre los meses de marzo y abril Urtasun continúa ofreciendo varias entrevistas en las que no se aprecian novedades{50} antes de comparecer por iniciativa propia ante la Comisión de Cultura del Senado el día 21 de marzo.
★ Intervenciones ante el Senado: el silencio
En la comparecencia por iniciativa propia ante la Comisión de Cultura del Senado de día 21 de marzo{51}, el ministro ya no menciona la cuestión colonial directamente aunque sí veladamente cuando en la respuesta a las observaciones planteadas por la senadora del Partido Popular expresó (1:50:45 ):
Usted ha dicho que yo al inicio de mi mandado hice declaraciones ideológicas Es verdad que planteo algunas cosas que yo defiendo y que a veces pues a alguna gente le puede sorprender o pueden ser más polémicas que otras, pero en cualquier caso a nadie le puede sorprender que viene un nuevo ministro y viene con ideas nuevas, yo creo que nadie puede sorprenderse de esto.
Sin embargo, dos meses más tarde, el 28 de mayo, en su segunda intervención ante la misma Comisión, el ministro tendrá que escuchar nuevas preguntas sobre el Tesoro de los Quimbaya dado que se ha producido una petición formal de restitución por parte del Gobierno de Colombia Efectivamente, el 9 de mayo el Gobierno colombiano enviaba a los ministros de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, señor Albares, y de Cultura, señor Urtasun, una carta con la solicitud formal de “recuperar” la Colección Quimbaya{52}. La carta comienza así:
El Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio las Culturas, las Artes y los Saberes, conocedores de la profunda importancia que el gobierno español otorga a las agendas globales en su reflexión en torno a la descolonización y al papel de los museos frente a dicho proceso…
La senadora Ortega Gómez del Grupo Parlamentario Popular pregunta sobre la estrategia del ministro de Cultura para contrarrestar los intentos de reescribir la historia y desacreditar la titularidad española sobre el Tesoro de los Quimbayas{53}:
El 12 de diciembre de 2023, tras una reunión oficial con el ministro de las culturas de Colombia, afirmó no haber tratado el tema del Tesoro de los Quimbaya. Sin embargo, este año contestando al control del Congreso reafirmó la titularidad española del Tesoro de los Quimbaya, pero reconoció la reclamación de Colombia. Ya en mayo nos encontramos con que el ministerio de las Culturas de Colombia reclama oficialmente a España. el Tesoro de los Quimbaya, para quien no lo sepa una colección de 122 piezas arqueológicas que se conserva en el Museo de América en España.
Todas estas noticias, señor ministro, confirman su falta de honestidad en este tema. Por ello le pregunto, ¿cuál es su estrategia para contrarrestar los intentos de reescribir la historia y desacreditar la titularidad española sobre el Tesoro de los Quimbaya?
Respuesta del ministro:
Muchas gracias senadora, he escuchado atentamente su pregunta y de acuerdo con el artículo 15 de Real Decreto 829/2023 de 20 de noviembre que es el que regula las funciones del Ministerio de Cultura que tengo el honor de dirigir no se encuentra entre mis competencias ni las de este ministerio la escritura y reescritura de la Historia. En cualquier caso, las relaciones con el gobierno colombiano son excelentes, muchísimas gracias.
Réplica de la senadora:
Muchas gracias, ministro, por reconocer que no tiene la capacidad de reescribir la historia se lo compro. Mire, no nos sorprende nada su actitud ya que antes de su nombramiento hizo declaraciones sobre su verdadero pensamiento preconizando su política de descolonización de los museos, mientras tanto el señor Sánchez coloniza todas las instituciones, aunque en su comparecencia en la comisión pasó de puntillas sobre este asunto.
El Tesoro de los Quimbaya, al que deberíamos referirnos con propiedad como la colección Filandia, fue un regalo entregado en junio de 1892 por el presidente colombiano, Carlos Holguín a la reina regente María Cristina. El consejo de ministros de Colombia en 1891 adquirió la colección específicamente para saldar lo que entendía era una deuda que tenían con el gobierno de España, de manera cortés y decorosa, por los gastos de un laudo arbitral sobre límites entre Colombia y Venezuela, un agradecimiento legítimo.
En política internacional sobran los argumentos emocionales, señor ministro, ideológicos y falsos, que solo son fuente de guerras y conflictos; es cierto, ustedes se mueven mucho mejor y con más soltura en el conflicto, que es algo que los españoles no queremos, y cuando no les hay, les buscan.
Su política cultural, personalista, está resultando un absoluto despropósito en este asunto y en otros muchos. No puede, no debe alimentar la leyenda negra. Es una falsedad ideológica que, como afirma la directora de la academia de historia Carmen Iglesias, no es más que el fruto de un mensaje nacido de la falta de autoestima, alentado, difundido y promulgado por el Partido socialista y por su partido, Sumar, desde el sectarismo del que han hecho bandera.
Como representante de todos los españoles, usted no debería gestionar el Ministerio de Cultura con una política regida por caprichos ideológicos y presiones externas a las que está dispuesto a sucumbir. Su labor es defender nuestro patrimonio de forma rigurosa y seria con responsabilidad histórica.
Para enfrentar el futuro hay que conocer nuestro pasado, no manosearlo, ni manipularlo, ni alterarlo de forma unilateral al margen de historiadores, técnicos y expertos. Mire, ya lo han reclamado en otras ocasiones y en todas las instituciones españolas han manifestado consistentemente su negativa a devolver la colección Filandia. Nuestro país, España, los españoles, señor ministro, merecemos una política cultural basada en el conocimiento y el respeto a nuestra Historia, en la preservación y conservación de nuestro patrimonio histórico.
Señor ministro, nuestro patrimonio no es su juguete, deje de jugar con él, nos pertenece a los españoles, y lo que debe hacer es defenderlo y preservarlo. Nada está garantizado con este gobierno sectario, divido y débil que no sabe gestionar, que solo genera polémica.
Céntrese, señor ministro, y defienda la cultura de España que es lo que tiene que hacer y nuestro patrimonio.
A esta contundente réplica el ministro responde reiterando la existencia de las mejores relaciones entre España y Colombia para, a continuación, eludir hacer cualquier declaración sobre el asunto desviando la atención sobre la reciente visita del presidente argentino Milei a España, sobre unos comentarios del expresidente Mariano Rajoy sobre los Fondos europeos y sobre unos supuestos insultos a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díez, del presidente israelí Netanyahu tras el reciente reconocimiento de Palestina como Estado por parte del Gobierno español.
En este contexto se inaugura el día 25 de junio de 2024 la exposición “La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza”.
★ Los curadores y colaboradores ★
★ Los curadores
La exposición cuenta con un equipo curatorial integrado por Juan Ángel López-Manzanares, comisario del museo y director del proyecto, Alba Campo Rosillo, Andrea Pacheco González y Yeison Fernando García López.
Juan Ángel López-Manzanares
Estudia Geografía e Historia en la Universidad de Deusto y en la Universidad Complutense donde se doctora en 2006 con la tesis “El Paso”: la renovación artística en la postguerra madrileña (1945-1957). Está vinculado al Thyssen desde el año 2000{54}. En Linkedin{55} aparece como Curator & Chief Content Officer, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza” que se puede traducir como Curador y director de contenidos del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza e informa de que More recently, in order to emphasize the relationship between the Museo Nacional Thyssen-Bornemisza with today's society, I have created the website "The Museum in the Cultural Debate”, que se traduce como “Recientemente y con el objetivo de enfatizar la relación entre el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con la sociedad actual, he creado la página web El Museo en el Debate Cultural”. En esta web{56} se afirma que:
Las sociedades del siglo XXI se enfrentan a importantes desafíos de tipo ecológico, de desigual distribución de la riqueza, de enfrentamientos culturales, de igualdad de género, &c. En este apartado presentamos diversas líneas de trabajo del museo para responder a los principales retos del panorama cultural actual.
Las líneas de trabajo son las siguientes: Feminismo(s) e igualdad, Urgencia climática, Cuidades que cuidan, Migraciones, Sinergias de Arte y Ciencia, Decolonial, El museo de los comunes [por comunes se entiende miembros de una comunidad] y LGTBI+ e identidades no binarias. Todos esas líneas de trabajo van acompañadas de imágenes de pinturas de la colección del museo.
Su producción literaria está orientada aparentemente en su integridad a cuestiones propias de la disciplina Historia del Arte{57}.
Alba Campo Rosillo
Cuenta con una web con su nombre apellido, íntegramente en inglés, en la que informa que I am an art historian specialized in U.S. American art and portrait painting production of the Americas in the modern and contemporary era lo que se puede traducir como “Soy una historiadora del arte especializada en arte norteamericano y pintura de retrato en las Américas en la época moderna y contemporánea”. Además, añade I research issues of materiality and beholding, history of collections, and the intersections of politics and economics in portraiture lo que se puede traducir como “Investigo sobre materialidad y contemplación, historia de colecciones e intersecciones de la política y la economia en los retratos”. En otra sección dice ser experta, de manera más general, en U.S. American and Spanish Viceregal art, en español, arte norteamericano y arte virreinal español.
En su perfil de Linkedin{58} ofrece una información más precisa sobre su formación iniciada en la Pompeu Fabra de Barcelona donde parece haber cursado el bachillerato rama Humanidades, que termina en EE. UU. (2009). Cursa estudios universitarios en la Universidad de Ámsterdam (2010-2012) e Illinois (2013-2015). El título de doctor o PhD en Historia del Arte lo obtiene en el año 2021 por la Universidad de Delaware.
Está vinculada al Museo Thyssen desde el año 2021 como Assistant Curator/ Terra Foundation Research Fellow for American Art, lo que se puede traducir como Ayudante del Curador gracias a una beca obtenida de la Fundación Terra para la promoción del Arte Americano.
La Fundación Terra for American Art{59} se constituyó en 1978 en Chicago sobre la base de la colección de arte norteamericano de Daniel J. Terra con orientación patriótica. Tiene sedes en Chicago y Paris y como objetivo el apoyo a organizaciones e individuos para expandir narrativas sobre el arte norteamericano, impulsar diálogos interculturales y animar a llevar a cabo prácticas colaborativas a través de su programa de becas, colección y otras iniciativas.
Andrea Pacheco González
Es chilena, aunque reside en España. Licenciada en Comunicación social, cursó estudios de doctorado en Bellas Artes en la Universidad Complutense, hasta el año pasado (2018-2023) y cuenta con un MA in Curating new media art, Fine/Studio Arts, o Máster en Comisariado de arte y nuevos medios en la Universidad Ramon Llull. Es organizadora de exposiciones desde el año 2010, conferenciante y profesora universitaria, además de directora del Instituto de la Tierra{60} desde el año 2022 y de la asociación cultural sin fines de lucro Felipamanuela.
El Instituto de la Tierra es “una plataforma de investigación y creación transdisciplinar que pone la tierra en el centro de su actividad”{61}. El programa 2023 del Instituto de la Tierra ha sido financiado por la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes de Extremadura y por la Unión Europea, NextGenerationEU{62}.
El Instituto se ubica en la finca “El Planchón” en el término municipal de Garvín de la Jara y cuenta con una extensión de 1200 hectáreas propiedad de los hermanos Miguel y Juan Rodrigáñez Serrano que la heredan de sus padres, Jaime y Ana, en el año 2017 “cuando el compromiso con la lucha antifranquista conduzca a Casilda a la clandestinidad (y después al exilio), será su hermano Jaime quien quede a cargo de la finca, pasando a ser junto a su mujer, Ana de la Cámara, propietarios de la misma en 1976”.
Informa la web, “el trasvase de población a las ciudades para alimentar las necesidades de la sociedad industrial, sumado al durísimo régimen social instaurado por la dictadura franquista, hizo que las sierras donde se ubica el Planchón se vaciaran de presencia humana”. Dada la carencia de mano de obra o, quizás, aprovechando los desarrollos tecnológicos, “el uso de la tierra pasó a ser una agricultura de monocultivo mecanizado, olivar en el caso del Planchón. Se abrió un cebadero de novillos que estuvo funcionando durante veinte años y que ha sido recientemente cerrado”.
En la actualidad el Instituto tiene como objetivo desarrollar “una actividad agraria que sea social, ambiental y económicamente viable” aunque no específica a cuál, y a “hacer compatible vida digna y territorio, enriquecer el espacio físico con la cultura y la presencia humana contribuyendo a mitigar la actual emergencia climática y social”.
En el Instituto trabajan once personas de las que cuatro son varones, entre ellos los herederos hermanos Rodrígañez, y cuenta con una red de apoyo denominada “Amigas de Planchón” que, paradójicamente, es impulsada por los ya mencionados herederos y varones Miguel y Juan Rodrigáñez.
La asociación cultural sin fines de lucro Felipamanuela es una organización artística interesada en promover la investigación e hibridación de disciplinas y saberes en el campo del arte contemporáneo desde una perspectiva transfeminista y decolonial beneficiada por el Ayuntamiento de Madrid con las subvenciones a espacios independientes de creación contemporánea del Ayuntamiento de Madrid en las convocatorias 2016- 2017 (28.065,60 euros), 2018-2019 (57.098,91 euros), 2020-2021 (50.880,80 euros) y 2022-2023 (52.056,68 euros).
En la web de Felipamanuela se informa de los fines de la asociación: “Somos una organización artística interesada en promover la investigación e hibridación de disciplinas y saberes en el campo del arte contemporáneo. A través de programas de residencia, publicaciones y actividades públicas, queremos potenciar espacios de intercambio afectivo e intelectual entre agentes de diferentes orígenes. Desde una perspectiva transfeminista y decolonial, convocamos personas que buscan subvertir las relaciones de poder, las jerarquías y los modelos eurocéntricos de hacer, pensar, narrar y enseñar los fenómenos culturales de nuestro tiempo.”
La asociación tiene su sede en pleno barrio de Delicias, en la que fue domicilio de Felipa Manuela Martínez “quien viuda a los pocos años de casarse, “consiguió sobrevivir sola en los duros años de la posguerra española, gracias a su trabajo como costurera y una red de apoyo conformada por otras mujeres en la misma situación.”
Yeison{63} Fernando García López
Es colombiano si bien dice sentirse “afrocolombiano y afroespañol”{64}. Yeison es graduado en Ciencias Políticas (2011-2016) y máster en Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales: Innovaciones y Aplicaciones (2016-2019) por la Universidad Complutense.
Es miembro fundador de la Asociación Afrodescendiente Universitaria Kwanzaa de la UCM (2014-2016) y miembro y coordinador de la Asociación Conciencia Afro. Es comisario del Festival Conciencia Afro desde el año 2016. En su perfil de Twitter/X se define como Politólogo e investigador antirracista. Merece la pena señalar que el fondo de su perfil en esta red social es una bandera palestina con el lema Free Palestine{65}.
En la información facilitada por el Museo Thsysen parecer ser director del Centro Cultural Espacio Afro que, tras una exhaustiva búsqueda por Internet, no ha podido ser ubicado.
El 8 de julio se hizo público su nombramiento como asesor externo en el proyecto de renovación del Museos Nacional de Antropología que tiene como objetivo “la renovación conceptual y formal de sus señas de identidad y su exposición permanente, como marco, además, para presentar una nueva manera de abordar las narrativas en torno a sus colecciones”{66}.
De todos los organizadores es el único que tiene o ha tenido una relación directa con un partido político, en concreto, con el partido Podemos/En Comú Podem/En Marea al haber ocupado el puesto de asesor político y parlamentario de Rita Bosaho Gori entre los años 2017 y 2019.
Rita Bosaho Gori, fue diputada por Alicante del Grupo Confederal de Unidos Podemos/En Comú Podem/En Marea en las XI y XII legislatura (2017- 2019). En su perfil de Facebook dice estar actualmente “construyendo en Podemos”{67}.
* * *
El Museo Thyssen-Bornemisza pone a disposición del público en su canal de Youtube un vídeo de algo más de 6 minutos que permite conocer físicamente a los cuatro organizadores. Este vídeo, según su texto de presentación, invita a “descubrir” la exposición que se define como “una muestra dedicada a abordar el papel de los museos y las obras que albergan en la legitimación del relato eurocéntrico”.
Además, “la muestra pone en relieve las consecuencias del colonialismo iniciado en el siglo XVI y su presencia en la iconografía occidental por medio de imágenes idílicas y exotizantes [sic] que enmascaran la desigualdad [sic] y violencia colonial”.
En conclusión, y recorridas las biografías profesionales de los curadores cabe dividir a los organizadores en dos grupos siguiendo un criterio político: por un lado, los dos primeros dan el perfil propio de técnicos en Historia del Arte y profesionales de los museos sin una tendencia política evidente, mientras que los dos últimos podrían encajar en la categoría sociológica de “izquierda” y en la filosófica de “izquierda indefinida”, de la que se tratará con detalle en el apartado de conclusiones sobre los responsables de la exposición.
Si atendemos a sus nacionalidades, dos son españoles, uno chileno y otro colombiano, distribución que pudiera justificarse en función de una paridad España-América. La paridad se repite en cuanto al sexo de los organizadores, dos varones y dos mujeres.
Las cualidades de organizadores y colaboradores responden a un criterio de diversidad expresado en la fórmula “Para repensar el futuro desde los parámetros de la diversidad cultural” que alienta la exposición. Es decir, los organizadores no son especialistas en Historia colonial o Historia de América española o Historia del Arte iberoamericano u africano; tan solo Alba Campo Rosillo parece tener estudios relacionados con el Arte norteamericano y de los virreinatos. Ninguno cuenta con publicaciones relacionadas con el tema de la exposición. Pudiera parecer que el criterio “diversidad” en cuanto origen, sexo y raza ha informado esta selección de colaboradores, así como un criterio sociológico que ubica al menos a dos de los colaboradores en la “izquierda”.
★ Los colaboradores
La exposición se ve complementada por los habituales materiales promocionales y didácticos en los que participan algún organizador y otros colaboradores.
La guía didáctica de la exposición se publica en forma de Glosario con el título “Decolonizar la mirada”. En formato pequeño, 15x18 cms. y únicamente en idioma español, se despliega en 85 páginas a través de las cuales se hace un recorrido sobre diversos conceptos pertenecientes a esa nube lexicográfica que gira en torno al “decolonialismo”. Los autores son Rufino Ferreras Marcos, Alberto Gamoneda y el comisario de la exposición Juan Ángel López-Manzanares.
Rufino Ferreras Marcos es “artista” (desconocemos la disciplina) y licenciado en Historia por la UNED (1986-1991) y en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense (1990-1995). En la actualidad ocupa el puesto de Jefa [sic] del Área de Educación del museo Thyssen donde, desde una perspectiva contemporánea y “superando modelos formativos tradicionales”, trabaja en “la transformación de la institución, de sus narrativas y de sus públicos” {68}.
Alberto Gamoneda Marijuan es educador de museo y trabaja en el museo Thyssen desde hace 23 años{69}. Es autor del blog bilingüe Cuaderno de silencios”{70}.
Aunque no se puede saber con certeza es posible que la página web dedicada, dentro de la sección Educación de la web principal del museo, a la exposición haya sido desarrollada por los colaboradores responsables de la guía didáctica{71}. En esta página web se contiene, a modo de introducción la pregunta: “Decolonial ¿qué significa?”. A continuación, se afirma que “Las palabras que utilizamos y las imágenes que creamos no son inocuas y no es lo mismo utilizar unas que otras”, para, a continuación, extraer del glosario unos términos que, de manera resumida, tratan de definirse: afasia o amnesia colonial, blanquismo, colonialismo/imperialismo, eurocentrismo, interculturalidad y racismo.
El catálogo de la exposición, escrito en español e inglés, es obra de los comisarios Juan Ángel López-Manzanares, Alba Campo Rosillo, Yeison Fernando García López, Andrea Pacheco González junto con Valika Smeulders y José Luis Villacañas.
Valika Smeulders es la jefa del Departamento de Historia del Rijksmuseum de Ámsterdam desde el año 2020{72}. Nace en Curasao donde terminó el bachillerato trasladándose a Países Bajos donde estudió un grado sobre Latinoamérica en la Universidad de Leiden (1988-1991) y obtuvo un doctorado en Heritage Studies o Estudios sobre Patrimonio en la Universidad Erasmus de Rotterdam (2005-2012). Es una de las cuatro comisarias de la exposición “Esclavitud” del Rijksmuseum{73}.
Por hacer breve la referencia biográfica se traduce la que proporciona la web del Rijksmuseum{74}: está especializada en el pasado colonial y su representación; ha publicado trabajos en holandés sobre el pasado esclavista en Países Bajos, Curasao, Surinam (Guayana holandesa), San Martín (Antillas holandesas), Ghana and Sudáfrica que incluye “En busca del silencio y la esclavitud en perspectiva”.
Además de trabajar para el Rijksmuseum, Smeulders es propietaria de Pasado Presente{75}. Pasado Presente es el nombre, curiosamente en español, que Valika Smeulders da a su página web personal en la que informa sobre sus publicaciones, visitas guiadas, &c. Así, se informa de que el objetivo de su trabajo o de la web es “exponer la relación entre Europa, Africa, las Américas, entre el pasado y el presente, entre la dominación y la autoconciencia”.
Es miembro del Comité Colonial Collecties, del Comité holandés de Memoria del Mundo de la UNESCO Memory of the World Comité Nederland, The Caribbean Literature working group del grupo de trabajo de Literatura Caribeña y del Comité para las Relaciones del Reino (Koninkrijksrelaties). En 2019 Valika Smeulders dió la sexta lección Rudolf van Lier en la Universidad de Leiden, y recibió el Premio al Logro Negro en la categoría de Educación y Ciencia.
José Luis Villacañas tiene página en Wikipedia{76}. Nacido en Úbeda, vinculado profesional y sentimentalmente a Murcia y a Valencia, es catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense. En el año 2019 publica Imperiofilia y el populismo nacional-católico{77}, libro respuesta a la obra de María Elvira Roca Barea Imperiofobia y la leyenda negra. Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español{78}. Tiene a gala no pertenecer a ninguna escuela filosófica y ejercitar el saber filosófico desde su individualidad aunque se reconoce kantiano. Villacañas considera que la misión del filósofo es identificar lo importante{79}.
Ha escrito más de 80 libros, más de 150 artículos de revistas y dirigido más de 40 tesis doctorales{80}.
Afín al partido político Podemos en sus inicios, y crítico en sus finales, Villacañas demuestra admiración por lo germánico pudiendo ser calificado de, en concreto, filo luterano. Sus ideas sobre el imperio español han sido analizadas y combatidas desde el materialismo filosófico por diversos autores y a través de diversos formatos{81}. Villacañas define los “poderes imperiales” como poderes que aspiran a tener una dimensión mundial y a gobernar los cuerpos pero también las almas{82}.
En su obra ¿Qué imperio? un ensayo polémico sobre Carlos V y la España imperial{83} cuestiona la idea filosófica de imperio español. En ocasiones parece reducir la actuación de España en el continente americano a “minas y esclavos” alineándose, entonces, con la idea de una España colonial y no civilizadora llegando a afirmar que el imperio español no ha existido nunca.
En su constante búsqueda de las reliquias y relatos de aquellas personas o grupos opuestos al ejercicio del poder imperial que a lo largo de los siglos aparecen en la vida política española, Villacañas ofrece una visión sesgada de su Historia al descartar o no prestar la más mínima atención siquiera al conjunto de instituciones civilizatorias que se desarrollan precisamente por el ejercicio de aquel poder.
★ La exposición ★
La exposición se inaugura el pasado 24 de junio. La grabación del acto de inauguración, si se ha producido, no se ha hecho pública, pero se puede reconstruir mínimamente a través de los textos que se han publicado en algunos medios de comunicación y revistas especializadas.
El periódico El Español{84} destaca en su crónica del evento que Solana asegura que esta exposición del Thyssen “no tiene que ver con ninguna coyuntura política actual”, sino que viene de muy lejos: “quien diga que quien surgió del Gobierno actual o de la coyuntura actual ha dado instrucciones relativas a la exposición o es un ignorante o actúa de mala fe, cosa que es más frecuente":
A juicio de Solana no es inocente que los medios de comunicación identifiquen automáticamente "descolonización a restitución". En su opinión, se trata de "provocar alarma en el público y que se vea como una dilapidación del patrimonio nacional".
En defensa de las acusaciones sobre su servilismo al gobierno declara: "Llevo diecinueve años en el Thyssen y nunca he recibido instrucciones, sugerencias o indicaciones directas o indirectas de un miembro del Gobierno en lo relativo a la programación de exposiciones".
En el mismo acto, Juan Ángel López-Manzanares, informó de que el origen de la exposición ha de situarse en 2019, año en el que el International Council of Museums (ICOM) planteó cómo paliar los sesgos eurocéntricos que hay en la mayoría de los museos occidentales.
En ArsMagazine{85} Solana se defiende de las críticas que está recibiendo la exposición (en aquellos días se sucedía en sede parlamentaria la ya expuesta formulación de preguntas al Gobierno sobre una posible instrumentalización del museo Thyssen tanto por Sumar como por el PSOE) afirmando que “a veces parece que esto [la revisión descolonizadora] es una cosa de anteayer, pero empezó hace más de medio siglo, hacia 1970, antes incluso de que naciesen muchos de los hoy presentes». Y continúa, “todos estamos del lado de los Lakota masacrados, no del 7.º de Caballería. No conozco a nadie que admire las acciones de los ingleses en la India o los belgas en el Congo ¿Qué tiene que ver colonialismo con arte? Yo estoy convencido de que el arte tiene que ver con todo. Cuando comisarié Lo oculto en las colecciones Thyssen-Bornemisza, llena de temas excéntricos, nadie protestó”.
En cuanto a una posible injerencia por parte del Gobierno tras las declaraciones del ministro Urtasun instando a la descolonización de los museos, Solana advierte que «quien sugiera que esta exposición es fruto de un dictado del poder actual o de la coyuntura, o es un ignorante o actúa de mala fe. Nunca he recibido instrucciones de ningún miembro del gobierno. Además, todavía no he tenido contacto con el actual ministro de Cultura».
Ya en la web del Museo se informa del objetivo de la exposición: “La presente exposición se propone desentrañar la huella del poder colonial en la iconografía de algunas obras de las colecciones Thyssen-Bornemisza”.
Las obras se distribuyen por siete salas cuyas paredes están pintadas de distintos colores para intensificar la separación temática de cada una de ellas. La exposición se divide en seis bloques temáticos: extractivismo y expropiación, la construcción racial del “otro”, esclavismo y dominación colonial, evasión y nuevas arcadias, cuerpo y sexualidad, y resistencia, cimarronaje y derechos civiles.
La exposición, en su aspecto formal, está resuelta de manera correctísima, con atención por los detalles y buen gusto. Los cuadros están bien situados, las luces perfectamente ubicadas, &c. y, salvo alguna clamorosa excepción, el conjunto de obras cumple con las expectativas de una exposición organizada por tan prestigioso museo.
La mayor parte de las obras presentadas en esta exposición son extraordinarias en su género, entre ellas, por supuesto, las procedentes de la colección Thyssen-Bornemisza que han superado el paso del tiempo y se han consolidado como excepcionales obras maestras; pero también llaman la atención algunas obras contemporáneas, de autores que presumimos vivos, de indudable calidad.
Hacer un recorrido por las 73 obras que componen la exposición resultaría penoso y ciertamente innecesario pues las ideas claves sobre las que se vertebra el discurso se repiten constantemente en las cartelas que acompañan a las obras por lo que se va a prestar especial atención a los textos introductorios de cada uno de los bloques de la exposición que se encuentran impresos sobre la pared a gran tamaño, es decir, los textos murales, añadiendo, en su caso, comentarios a aquellas cartelas que contengan afirmaciones llamativas en un sentido positivo por interesantes, pero también en un sentido negativo por aberrantes.
Antes de “entrar en la exposición” es necesario hacer un comentario previo sobre su título.
★ El título de la exposición
El título “memoria colonial” remite necesariamente a otro sintagma de plena actualidad como es el de “memoria histórica”. Lo cierto es que la exposición podría haberse titulado “memoria histórica colonial”
Para hacer funcionar el concepto “memoria histórica” se hace necesario contar con un sujeto abstracto que, en este caso, podría ser la sociedad o la humanidad con capacidad de conservar la totalidad del pasado que las personas del presente deben descubrir. Obviamente, ese sujeto abstracto no existe; no hay un ente en el que se contengan todos los hechos pasados ya sea una memoria a modo de un cerebro flotante más allá de las nubes o una especie de alma separada. No hay “memoria histórica” ni puede haberla porque la Historia, sencillamente, no es memoria, ni se constituye por la memoria en el sentido de un conjunto de recuerdos, sino como interpretación, construcción y ordenación de unas reliquias dadas en el presente, como ya se ha explicado.
Por tanto, la Historia es obra del entendimiento, y no de la memoria. La memoria tiene como referencia al hombre dado individualmente. Cada hombre tiene una memoria, la suya, sobre lo que ha vivido a lo largo de su vida y es, por lo tanto, limitada a su existencia. Este hombre no guarda en su memoria y, por lo tanto, no puede recordar, cómo César cruzó el Rubicón. La Historia no se recuerda: “nadie puede recordar la historia de Amenophis IV” afirma Bueno{86}.
La llamada “memoria histórica” no es propiamente memoria, sino una selección partidista de acontecimientos históricos. Con Bueno, “la memoria histórica sólo puede aproximarse a la imparcialidad cuando deje de ser memoria y se convierta simplemente en historia”.
Esta crítica aplica a la idea de “memoria colonial” pues se trata de una subespecie de esa memoria histórica acotada a un periodo temporal concreto para unos países concretos. Los encargados de recordar las cuestiones coloniales son los organizadores y colaboradores de la exposición que lo hacen de forma partidista, acogiendo aquello que se adapta a su relato y ocultando lo que no lo hace.
La memoria colonial de organizadores y colaboradores es selectiva porque no recuerdan nada, no pueden hacerlo, no vivían durante la época colonial, pero es que tampoco tendría interés alguno conocer sus biografías sino, como se ha hecho, para ubicarlas en unas nematologías que justifican su participación en el proyecto, es decir, en tanto que reliquias.
Por lo tanto, el sintagma “memoria colonial” oculta un trabajo de corte histórico ajeno al mínimo rigor que la disciplina requiere porque aparta una enorme cantidad de datos que deben ser interpretados pero que molestan y estorban el discurso preconcebido por estos organizadores y colaboradores. Esta “amnesia” o mala fe permite incorporar a España como un país colonizador junto con Reino Unido, Bélgica, &c. cuando, como ya se ha explicado, la norma fundamental española es opuesta diametralmente a la norma fundamental de los países mencionados.
★ Bloque 1. Extractivismo y expropiación
La frase del texto mural que abre el primer bloque temático adelanta lo que será una constante en el discurso expositivo. Dice así:
Tras la caída de Constantinopla en 1453, el desarrollo naval de los países mediterráneos propició la circunvalación de África y la llegada de Cristóbal Colón a América (Abya Yala para los pueblos originarios), con el consiguiente establecimiento de un sistema capitalista global, de carácter colonial, liderado por Europa.
Efectivamente, la caída de Constantinopla fue un acontecimiento de principal relevancia en relación con la empresa de Colón y la circunvalación africana de Vasco de Gama. Ambos buscaban nuevas rutas para driblar al turco que bloqueaba el acceso a las preciadas especias. Colón pretendió alcanzar la Especiería “por detrás”, por el oeste, y son los Reyes Católicos los que deciden financiar la empresa porque les interesa el objetivo y se encuentran en una dinámica imperial, de “ir hacia delante”. Sin embargo, no son “los países mediterráneos” entre los que se encontraría el propio imperio otomano, los que con esta iniciativa y financiando estos proyectos se convierten en las naciones más poderosas de los siglos XVI-XIX, sino dos “países” concretos: España y Portugal.
Desde estas primeras líneas se advierte lo que será una constante en todo el discurso expositivo: la absoluta y total ausencia de crítica, criba o distinción entre las distintas acciones llevadas a cabo por los distintos países involucrados en la expansión hacia América, África y Asia iniciada en los siglos XV-XVI y desarrollada a lo largo de varios siglos cuando las dinámicas son distintas y cambiantes atendiendo a estos criterios. Ni se distinguen, en muchos casos, países, ni se distinguen fases cronológicas de estas acciones a lo largo de la exposición.
Las generalizaciones son, sin duda, necesarias para elaborar ideas, pero las ideas también han de someterse a crítica. Cuando las generalizaciones se hacen obviando aspectos esenciales de las partes que las componen se dice de ellas que son ideas lisológicas, al hacer tabla rasa sobre estas características fundamentales{87}.
Esta forma de razonar mediante generalizaciones espurias y aberrantes solo puede derivar en confusión, que será la nota común en la mayoría de las cartelas de la exposición, al ocultar la norma fundamental que rige en los distintos países en relación con los territorios descubiertos y que están detrás de palabras o sintagmas como: Europa, los europeos, Occidente, las potencias del Viejo Continente, &c.
En el límite se trata de incluir a España por su posición geográfica en una categoría establecida mediante un criterio que no es geográfico como es, de nuevo, la forma de relacionarse con las sociedades que encuentran en los territorios descubiertos que, como ya se ha adelantado, pueden reducirse, en el límite, a cuatro tipos: imperio depredador, imperio generador, aislacionismo y ejemplarismo.
Por otro lado, no es el desarrollo naval el que propicia que los “países mediterráneos” circunvalen África o que Colón llegase a América. Es la caída de Constantinopla la que obliga a los reyes de España y Portugal a impulsar o financiar proyectos para alcanzar la India evitando a los turcos. Naos, carabelas y carracas surcaban los mares desde principios o mediados del siglo XV. Pero un buen coche no gana una carrera si no tiene un piloto audaz y, sobre todo, el impulso de una institución en forma de apoyo de todo tipo, por supuesto financiero, que quiere ganar esa carrera a toda costa. Sin esas instituciones no hay carreras posibles.
El proyecto es español y necesario dada la hiperactividad de Portugal en la costa africana que también busca una ruta a la India alternativa a la terrestre. La posibilidad de navegar hacia el Oeste era una opción ya barajada pues se conocía que la Tierra era una esfera: Colón es el piloto, España la impulsora del proyecto.
De hecho, lo que propicia la llegada de Colón al territorio de un nuevo continente resulta ser lo que pudiera interpretarse como el reflejo en un espejo de la caída de Constantinopla. Si los turcos invaden y hunden el Imperio bizantino en un episodio más de la expansión musulmana que desde el siglo VIII paraliza el Mediterráneo en sus dos costas llegando hasta Hungría, los Reyes Católicos expulsan a los musulmanes del Reino de Granada. Como si de un acordeón se tratase, mientras lo musulmán se extiende por el este, se contrae por el oeste. Es el fin de la Reconquista además de su propio impulso el que permite a los Reyes Católicos financiar proyectos como el planteado por Cristóbal Colón que les permite continuar yendo más allá, plus ultra.
En conclusión, para la empresa de Colón, al igual que para la empresa de Vasco de Gama, se necesita mucho más que un desarrollo naval, se necesita un impulso político.
Colón no llega a América. Colón llega a una tierra desconocida que él creía ser Cipango, Japón, y que será entendida ya como un continente por Américo Vespucio al que debe su nombre con la inestimable ayuda del cartógrafo Martin Waldseemüller. Este descubrimiento es comparable a gran escala con el surgimiento de la agricultura y la escritura, algo que no ocurre con la circunnavegación portuguesa. La acción española cierra la esfera del globo terráqueo.{88}.
En el texto mural se aclara al lector que América era denominada Abya Yala por los pueblos originarios. La afirmación resulta sorprendente porque ni “los pueblos originarios” ni “un pueblo originario” ni cualquiera de los grupos humanos que allí vivían sabían que habitaban un continente por lo que difícilmente podían nombrarlo, sin mencionar la disparidad de lenguas que hablaban y la incomunicación en la que vivían. Pero es que además es imposible que pudieran haberlo denominado Abya Yala, pues Abya Yala, tal y como explica Gustavo Bueno Sánchez en la abundante conferencia ofrecida en la Escuela de Filosofía de Oviedo el pasado 9 de enero de 2023 y perfectamente disponible en YouTube{89}, es un nombre inventado. Absoluta, total y completamente inventado que apenas tiene cuarenta años de vida.
El nombre de Abya Yala es un invento del líder aymara Takir Mamani quien, tras asistir a la Primera Conferencia Internacional de Pueblos Indígenas en Canadá en 1975, y al advertir que no existe nombre aborigen que designe en su conjunto al continente americano, decide adoptar un término cuna, Abya Yala. El propio Takir Mamani lo explica en un vídeo titulado “Takir Mamani y la whipala”, disponible en Youtube{90} y del que es preciso transcribir sus propias palabras. Dice Takir Mamani:
…el continente Abya Yala lo mismo, si no conseguimos cuál es su nombre, pues lo vamos a inventar, vamos a bautizar, y vamos a dar el nombre a nuestro continente, porque el nombre de ese criminal, Américo Vespucio, no puede seguir en este continente.
Por último, la idea de que el descubrimiento de América y la circunvalación de África dio lugar al establecimiento de “un sistema capitalista global, de carácter colonial, liderado por Europa” incurre en el mismo y constante defecto ya advertido. Es de un extraordinario simplismo, en primer lugar, porque no se pueden poner en pie de igualdad ambos acontecimientos en un plano económico. La sorpresa y conmoción que causó el descubrimiento de un nuevo mundo, de un nuevo continente, superó absolutamente el logro de haber alcanzado la India circunvalando África. El papel que jugarán los países europeos en esta reconfiguración del mundo será muy distinto y, desde un punto de vista económico, hasta antagónico. Difícilmente se pueda suponer que España forma parte de esa “Europa” que establece un “sistema capitalista global de carácter colonial”, pues la empresa española no es esencialmente económica como si lo es la empresa británica o inglesa, holandesa, francesa o portuguesa, por supuesto, también con sus matices{91}.
Desde un punto de vista económico, la Monarquía hispánica es un ejemplo de sociedad política única, ni feudal ni capitalista hasta, por lo menos, finales del siglo XVIII y principios del XIX, momento en el que se ve arrollada por la coyuntura de los nacionalismos hispanoamericanos apoyados por el capital anglosajón. La primera globalización, que es hispana y católica, no se puede reducir a un impulso meramente económico, sino que habrá de atender a otros factores de primera magnitud como la dinámica extensiva propia de la religión católica de carácter universal que obliga a la evangelización del prójimo o la acción política también expansiva y amenazante de otros Estados como Inglaterra, Portugal Francia y Holanda con los que está en constante dialéctica.
Sin ánimo de agotar este primer texto y con la intención de cerrar ya este primer comentario sobre la exposición, merece la pena detenerse en otra frase de este primer texto mural, sin duda sorprendente de nuevo por su falta de rigor:
Las potencias del Viejo Continente rivalizaron por el control de los mares y por la explotación de recursos de los territorios colonizados, con escasa o nula atención a los intereses de la población local.
Aunque parezca imposible, esta frase se lee en la exposición de un museo estatal de la capital de España. Si apareciera en ocasión similar en un museo extranjero con intenciones propagandísticas destinadas a suscitar animadversión hacia nuestro país se podría entender, pero no es así. Se encuentra en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid.
España no solo no mostró escasa o nula atención por la población local, sino que se preocupó por ella como tarea principalísima desde que llegaron las primeras noticias del descubrimiento de una tierra desconocida habitada por unos indios que no eran tales hasta llegar a asimilarla como iguales a los peninsulares lo cual no era lo que, en aquellos tiempos, se podía entender como algo “normal”.
Obviar acontecimientos históricos trascendentales como la Juntas de teólogos y juristas de Burgos en las que se resolvió el derecho de conquista español y la naturaleza jurídica de hombre libre del indio, la Junta o Controversia de Valladolid que paralizó la acción española en América hasta que se resolviera la cuestión jurídica y teológica de cómo proceder en los descubrimientos y conquistas, entre otros que se sucedieron a lo largo de siglos; documentos jurídicos protectores como el testamento de Isabel la Católica, las Leyes de Burgos o Reales Ordenanzas dadas para el Buen Regimiento y Tratamiento de los indios por el rey Fernando el Católico, las Leyes nuevas o Leyes y Ordenanzas nuevamente hechas para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los Indios dadas por Carlos I, entre tantos otros; instituciones como las encomiendas, el requerimiento, los juicios de residencia, &c. &c. aleja la exposición de cualquier criterio científico serio. Absolutamente nada de esto se puede encontrar en otros países europeos. Nada.
La acción por omisión es tan culpable como la acción directa.
El estatuto jurídico que reguló la vida en las tierras americanas tenía un fundamento indiscutible: los territorios no "pertenecen" a Castilla, sino que se unen a ella en la persona del Rey. Los indios, hombres libres, son súbditos del Rey. Prácticamente desde el inicio de la conquista de aquellos territorios se constituyeron órganos de gobierno, especialmente los Consejos de Estado, de Hacienda y de Guerra, similares a los que existían en la península.
La fundación de encomiendas y ciudades frente a las factorías típicas de países como Portugal, Reino Unido, Holanda o Bélgica reflejaban una intención de permanencia y no de mero extractivismo, hasta el punto de que los naturales de aquellas tierras preferían tener a los españoles como señores. El orden social colonial propio de los mencionados países se basaba en rígidas estructuras raciales y sociales con una élite ajena a las necesidades de los nativos. El mestizaje no era posible en estas sociedades como institución sino como resultado de abusos.
Otra flagrante omisión de este primer texto mural es la de los viajes de ida. Aparece Sevilla como uno de los lugares a los que llegaban mercancías y objetos de lujo desde América, pero no se menciona qué salía de Sevilla hacia el Nuevo Mundo. A lo largo de toda la exposición pareciera que el movimiento se diera en un único sentido, de América a España y nunca de España a América ¿de dónde han salido las catedrales, ayuntamientos, plazas de armas, universidades, normas, costumbres, religión, ceremonias, idioma, vestidos, música, danza, pinturas, esculturas, armas, jerarquías, &c. &c. que se pueden encontrar en aquellos territorios hoy día? Los viajes son de ida y vuelta en un constante flujo de ese todo complejo que es la cultura.
No se puede negar que España, en su acción en América, actúa mediante un impulso extractivista, pero ni es el único ni es, siquiera, el más importante, como tampoco es diferente al que también somete a explotación las tierras peninsulares si por extractivismo se entiende la actividad necesaria de cualquier Estado de proveerse de materias primas para su propio sostenimiento. La acción civilizadora española propicia intercambios entre iguales, lo que no puede compararse con la acción de Reino Unido, Bélgica o Países Bajos en las relaciones con sus colonias.
Tampoco se puede negar que algunos españoles, en su acción en América, actuaran con un impulso inhumano y atroz como ocurrió en el caso del propio Colón, quien acusado de tiranía e incompetencia fue retirado por los Reyes Católicos de su cargo de Virrey y gobernador de las Indias tras llegar noticias de agresiones, terribles malos tratos y ventas de algunos indios como esclavos lo cual desobedecía las órdenes regias de considerarlos súbditos y hombres libres. Nada igual se puede encontrar en otros países en las relaciones con los habitantes de sus colonias.
La norma del Imperio español es la del ya mencionado imperialismo generador y no la norma del imperialismo depredador que es la norma del colonialismo que da título a esta exposición y a la que se ve arrastrada España. Las sociedades indias no existen para España única y exclusivamente para ser explotadas y puestas al servicio de la autoridad imperial, sino que son absorbidas como iguales lo que, de hecho, permitió su propia emancipación en el siglo XIX.
Recorriendo este primer bloque de la exposición se pueden observar algunos aciertos y muchos desaciertos de la lectura de las cartelas que acompañan a las pinturas. Un ejemplo de esta combinación de aciertos y desaciertos es la cartela correspondiente al magnífico cuadro La flota holandesa en Goeree de Willen van de Velde en la que se expresa:
Los Países Bajos lucharon contra Inglaterra en numerosas ocasiones a mediados del siglo XVII por el control de las llamadas Indias Occidentales y Orientales.
En el siglo XVII las Indias Occidentales estaban constituidas en su mayor parte por Virreinatos españoles y portugueses acosados por piratas ingleses y holandeses. En ningún caso estos países pugnaban por controlar estos territorios que estaban ya incorporados a las Coronas española y portuguesa.
Aciertan, sin embargo, los organizadores cuando afirman:
En el siglo XVII, la Compañía de las Islas Orientales se apropió de las rutas comerciales portuguesas estableciendo dieciséis colonias y hasta seiscientos enclaves de intercambio. Este régimen de extractivismo se sostenía sobre un sistema de explotación de la población local que proveyó a los puertos neerlandeses de materias primas como arroz, especias, café, té, metales preciosos y sedas.
España proyectaba los viajes por mar como empresas nacionales en los que incluían religiosos para evangelizar en la religión católica a los indios en tanto súbditos iguales a los peninsulares. El trabajo y sacrificio de estos religiosos fue extraordinario. Fruto de estos contactos son las excepcionales gramáticas conservadas de las lenguas nativas, pero también iglesias, capillas, colegios, monasterios, seminarios, &c.
La financiación de tales empresas se proveía a través del rendimiento de las minas de oro y plata que eran propiedad de los reyes de España cedidos a estas instituciones en una fecha tan temprana como 1525 ¿en qué otro país se ha producido algo así? La Corona recibía el quinto real, una quinta parte de lo obtenido en las minas: el 20%, pues, debía llegar a la España peninsular, mientras que el 80% restante permanecía en los Virreinatos, cantidad que se redujo a partir del siglo XVIII.
Holanda se expandía, como se indica en el texto mural, a través de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales constituida como la primera sociedad mercantil por acciones que podían ser adquiridas por cualquier residente de aquel país. Las compraventas posteriores en un mercado denominado ya secundario dieron origen a la actual Bolsa de valores de Ámsterdam. Era la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales una muy peculiar sociedad anónima ¿a qué sociedad mercantil se le concede el monopolio del comercio asiático, potestad de declarar la guerra, capturar esclavos y establecer colonias? La compañía adquirió puertos y estableció bases comerciales que generaron pingües dividendos a sus accionistas. Compárese la dinámica holandesa con la institución del quinto real.
Para concluir estas impresionistas líneas tan solo es preciso hacer una observación en relación con el uso del término “expropiación”. La expropiación es una figura jurídica que supone una contraprestación a entregar a aquel que se ve privado de un bien mueble o inmueble. La expropiación es una figura propia de los Estados de Derecho que consideran necesario indemnizar por la pérdida de la cosa a través de una suma dineraria. Extraña la utilización de este término en este primer bloque de la exposición pues nada pagaban los imperios coloniales a las personas que habitaban y controlaban como sociedades los territorios que ocupaban sin más ánimo que establecer puertos comerciales.
★ Bloque 2. La construcción racial del “otro”
El texto mural que abre esta sección, ejemplo de virtuosismo eufemístico, es una carrera de obstáculos para su comprensión al utilizar términos como “determinadas poblaciones no europeas en términos biológicos”, “grupo étnico europeo”, “amerindios o africanos”, quizás para evitar mencionar directamente la clásica distinción entre razas: blancos, negros, &c.
En este bloque se trata, efectivamente, de racismo y es precisamente en el que no se encuentra ninguna referencia a España o a Hispanoamérica, lo que no impide que quepa interpretar que se sigue incluyendo a España en sintagmas como “potencias coloniales” haciendo tabla rasa de todos ellas, por ejemplo, en este texto:
Uno de los fundamentos en los que se sustentó el empleo de mano de obra forzosa por parte de las potencias coloniales fue la jerarquización racial de determinadas poblaciones no europeas en términos biológicos; idea científicamente rebatida hoy en día.
La ausencia de referencias españolas o hispanas puede, de nuevo, ser considerada como una acción por omisión. La España que llega al continente americano no distinguía razas, sino credos y, en todo caso, circunstancias personales como ocurría en el caso de la esclavitud. El mestizaje fue la norma en aquellas tierras. Ocupaban puestos de primera categoría en la jerarquía social de la época hombres de una tez diversa fruto de esas uniones mixtas.
La España católica que acaba de expulsar de la península al poder musulmán que en ella quedaba tras la invasión del 711, si distinguía categorías esenciales de personas lo hacía principalmente entre cristianos, judíos y musulmanes o, si se prefiere, cristianos y herejes. En 1492 se expulsa a los judíos en tanto que no eran cristianos y en 1613 a los últimos moriscos en tanto que musulmanes, y no solo por profesar una religión distinta a la católica, sino por cuestiones políticas defensivas dado el carácter real y potencial de quintacolumnistas de potencias enemigas de estos grupos sociales. Aparecen entonces las categorías de cristianos viejos y conversos y el instituto de la limpieza de sangre, que no del color de piel.
Cuando las crónicas, cartas y todo tipo de documentos se refieren a ese “otro” lo hacen como a los “naturales” de aquellas tierras. Es de todos sabido que la España de los Reinos de Indias impulsaba el mestizaje al mismo tiempo que hacía de la evangelización, voluntaria o forzosa, la forma de incorporación de los grupos humanos a su acción civilizatoria. Lo que hace España es recubrir un continente y sus gentes de un credo católico y una organización civilizada en el sentido greco-romano del término.
En otro párrafo de este texto mural introductorio se puede leer:
Encumbrada en su poderío militar y económico, Europa se atribuyó la supremacía moral e intelectual de su grupo étnico. Paralelamente, relegó a otros pueblos a la condición de “otro”; esto es, en los siglos XVI y XVII alguien contrario a los valores del cristianismo y desde el siglo XVII, ajeno a los denominados valores universales encarnados por Occidente.
De nuevo, no distinguir entre las acciones de los distintos países que llegan a las tierras americanas resulta aberrante. Si España hizo algo extraordinario fue precisamente no ver un “otro” en aquellos seres humanos con los que se encontraron. Muy al contrario, y como ya se ha referido, se les reconoció la misma dignidad que a los peninsulares en tanto que hombres libres y súbditos de la Corona.
Como curiosidad cabe mencionar que cuelga de esta sala la pintura La corrida de la pólvora del español y jerezano Salvador Sánchez Barbudo que debió pintar en Roma “de oídas” donde murió en 1917. Esta pintura se suma a otras pertenecientes a la corriente orientalista propia de la época que, junto con las que representan a indios norteamericanos se exhiben en este bloque, todas ellas pintadas a lo largo del siglo XIX de las que el museo Thyssen cuenta con una extraordinaria colección.
En la cartela de Jinete árabe, pintado por Delacroix hacia 1854, se afirma poéticamente que el pintor, en visita por la Argelia recientemente incorporada al Imperio francés, “quedó fascinado por la luz africana y por las costumbres árabes, en las que vio el ejemplo de una cultura clásica que había permanecido fiel al mundo griego y romano”.
Pero ¿cómo va a permanecer fiel al mundo griego y romano la cultura árabe que arrasa completamente con ella? ¿cómo se puede afirmar que la cultura árabe permanece fiel al mundo griego y romano cuando ni siquiera las mujeres, por poner un ejemplo paradigmático, podían ser vistas por la calle o la iconoclastia barría con cualquier figuración humana o el monumental Derecho es sustituido por la Sharía?
★ Bloque 3. Esclavismo y dominación colonial
Abre este tercer bloque de la exposición una afirmación muy confusa en relación con el sujeto “colonialismo europeo” si se incluye en ella la acción de España en las Indias:
El colonialismo europeo reformuló el sistema esclavista antiguo –restringido a unos cuantos años y étnicamente plural (de hecho, el término “esclavo” deriva de “eslavo”)–, y lo transformó en una condición de por vida principalmente vinculada a las personas de origen africano.
En primer lugar, si no se quiere desorientar al visitante, resulta imprescindible situarse en el contexto histórico que acompaña el tema a tratar. Es difícil hacerlo en una exposición que no precisa a qué realidad histórica concreta se refiere la observación: ¿a qué se refieren con sistema esclavista antiguo? ¿al de los romanos? ¿los egipcios? ¿los escitas? ¿es antiguo para el redactor el sistema generalizado de esclavismo al que se somete al vencido en guerra en el siglo XV? ¿Es Cervantes, capturado en Argel a finales del siglo XVI un esclavo del sistema antiguo o del sistema moderno?
Si se quiere ser mínimamente riguroso habría que precisar el momento histórico y la clase de esclavitud de la que se trata o, al menos, informar al visitante de que no hay un solo tipo de esclavitud sino varios e incluso muchos. ¿A qué tipo de esclavos se refieren los organizadores?
Esclavo no es un término unívoco.
La primera pintura que abre este bloque es el Retrato del conde Fulvio Grati en el que aparece en primer término un joven negro portando unos libros. La cartela correspondiente menciona explícitamente a España junto a Italia y Portugal:
A diferencia del norte de Europa, donde la esclavitud se fomentó en las colonias, pero se prohibió en suelo continental, en Portugal, España e Italia constituyó un fenómeno cotidiano. En las ciudades italianas personas esclavizadas fueron empleadas como ayudantes de artesanos, literatos, artistas y músicos.
Es decir, se trata de transmitir la idea de que, entendida la esclavitud como algo pernicioso, los países del Norte la prohíben en sus territorios mientras que, ahora sí, con nombres propios España, Portugal e Italia no lo hicieron. Lo cierto es que nada se dice del trato dado por estos países a sus esclavos y se da la impresión de que se producen situaciones estáticas y cortes radicales cuando la realidad de la esclavitud es mucho más compleja que lo que trata de transmitirse con estas insinuaciones.
Más adelante, en la cartela correspondiente a la pintura Grupo familiar ante un paisaje de Frans Hals,1645-1648, corrigen:
Pese al empleo masivo de mano de obra africana esclavizada en las colonias holandesas, la esclavitud era considerada ilegal en el suelo europeo neerlandés. Aun así, fue frecuente la presencia de africanos trabajando como sirvientes al servicio de ricos terratenientes.
Se menciona de nuevo a España en la cartela correspondiente a la pintura Vista de la ciudad de Manila del francés Adolphe D’Hastrel probablemente ejecutada entre 1855-1874:
La conquista de Filipinas por Miguel López de Legazpi en 1565 dio lugar a la esclavización de numerosos pobladores nativos y a su traslado al Virreinato de Nueva España, en América. Este último ejerció la jurisdicción sobre las islas hasta la independencia de México en 1821. (…) España celebró en el madrileño parque del Retiro la Exposición General de Filipinas, en la que se mostraba la reconstrucción de ranchos de pueblos indígenas, como el de los igorrotes. Esta parte de la exposición concebida como zoológico humano -una práctica habitual a finales del siglo XIX e inicios del XX-, fue uno de los hitos del colonialismo y del racismo científico.
Efectivamente, en el contexto de las exposiciones universales y particulares que venían desarrollándose en las principales ciudades europeas desde mediados del siglo XIX se organiza en Madrid ya en 1887 una ambiciosa y extraordinaria muestra como se puede inferir de su monumental catálogo{92}. En él se puede leer:
Con el objeto de que los que visiten la exposición puedan adquirir algún objeto de Filipinas, como recuerdo de ella, se invitará a algunos indígenas para que vengan con objetos de la industria del país, a cuyo efecto se extenderá dentro de la exposición local y transporte gratis, y abonará el pasaje de ida y vuelta. En esas tiendas, si hombres como mujeres, usarán los trajes del país y las pesas y medidas en el empleadas.
(…)
Y, por último, para dar a la exposición, en cuanto es posible, un carácter propio de exposición filipina, y que a la vez sea esta una manifestación de la más íntima y estrecha unión entre Filipinas y la Península, vendrán a ella 30 o 40 naturales, y entre ellos algunas mujeres. Estos se escogerán en las principales provincias de las en que se hablan diferentes dialectos: unos y otras vestirán los trajes propios del país. Con ellos se formará la guardia de la exposición, ya con los uniformes de pandillero, ya con el que usa el ejército filipino. De los mismos se tomarán también los que han de manejar en el lago las embarcaciones y aparatos de pesca. El pasaje de ida y vuelta, así como los gastos durante la exposición, serán gratis y de cuenta de la Comisaría Regia.
Como se puede observar, aquella España estaba muy lejos de adoptar como propia la exposición de habitantes de otras tierras a la manera de animales, a la manera de un “zoológico humano”. Esta sí era la forma típica de exponer a los habitantes de sus colonias en las exposiciones belgas, alemanas o francesas.
Los filipinos que llegaron para participar en esta Exposición fueron recibidos y condecorados por la Reina María Cristina y la infanta Isabel, entre ellos un grupo de igorrotes y otro de musulmanes, algo impensable en otros países.
En la cartela de la acuarela Vendedora de frutas de Víctor Patricio Landaluze{93} se lee:
España tuvo un papel importante en la trata y esclavización de personas. Pese a que en 1820 se prohibió el comercio transatlántico de personas, negreros españoles continuaron embarcado forzadamente a numerosos africanos con destino a Cuba hasta 1866, donde la esclavitud perduró hasta 1886.
De nuevo es preciso aclarar que esclavo no es un término unívoco y las formas de esclavitud, variadas según el tiempo histórico y el imperio dominante. Es preciso, pues, si no se quiere caer en el fraude del anacronismo, situar cada caso en su contexto.
Lo cierto es que se puede afirmar con rotundidad que España no tuvo un papel importante en la trata y esclavización de personas.
En la época en la que España llega a América la esclavitud era una situación personal común en todo el mundo conocido, especialmente como causa de guerra, regulada extensa e intensamente a través de normas jurídicas. El Tratado de Tordesillas firmado entre España y Portugal en 1494 que dividía el Océano Atlántico en dos dejaba la parte africana en manos de los portugueses. Son los portugueses los grandes comerciantes de esclavos negros, junto a los árabes y alemanes
En relación con los esclavos que llegaban de África es abundantísima la documentación que recoge las condiciones benévolas, comparadas con las de otros países, en las que vivían. No se trata de hacer leyenda rosa, ni mucho menos, pero tampoco de dejarse anegar por prácticas odiosas propias de otras naciones. Los esclavos africanos en la América española tenían derecho a propiedad privada, al matrimonio y a la seguridad personal y eran bautizados como católicos como condición para su entrada legal a las Indias. Desde la moral católica la esclavitud no era virtud lo que se manifestó en acciones habituales como la manumisión o los préstamos para obtener la condición de hombres libres.
En fin, y para insistir en la sustancial diferencia de trato a otros seres humanos por España en comparación con otros países y, en concreto, con los indios a los que podía haber esclavizado e iniciado un comercio similar al de esclavos africanos: ¿acaso contó España con un comercio de esclavos indios en sus costas? ¿acaso llegaba España a acuerdos con los jefes de las tribus indias sitas en las costas para que les facilitaran este tipo de mercancía? ¿acaso se convirtió España en una potencia esclavista?
★ Bloque 4. Evasión a nuevas arcadias
A juicio de los comisarios de esta exposición:
La pintura de paisajes ejemplifica el afán europeo por enmascarar la violencia de la realidad colonial. A propósito de ella se ha hablado de una “fantasía de la legitimidad”; esto es, de la propensión a borrar, bajo el esplendor natural, las turbulentas realidades de la plantación.
La pintura de paisajes tiene una tradición extensa, primero como fondo de escenas y, a partir del siglo XVII como género autónomo en una Holanda que dejó de pintar vírgenes. Lo extraño sería que no se pintasen paisajes de aquellas tierras. Lo que resulta gratuito es afirmar que los pintores eran impostores que tenían una agenda política que les obligaba a omitir ciertas realidades. Y es que esas realidades no eran temas clásicos de la categoría “pintura”.
El pintor romántico del siglo XIX no es un fotoperiodista.
El único objeto de este bloque de autor vivo (se presume) data de 2017 y lleva por título América sin fronteras. Se trata de un claro ejemplo de lo que Bueno denomina arte adjetivo. Se titula América sin fronteras y presenta:
…los múltiples simbolismos de un continente atravesado por la imponente cordillera de los Andes. La tierra es aquí una deidad, Pachamama, una palabra quechua con la que los pueblos andinos nombran a la diosa de la tierra. Para los incas es también la diosa de la fertilidad, que preside la siembra y la cosecha. En la imagen, de Pachamama emergen Ochosi – el orisha guerrero, cazador y justiciero-, y Algayo – el orisha de los volcanes y el magma-. Los orishas son espíritus que desempeñan un papel fundamental en religión yoruba de África occidental, en varias religiones de la diáspora africana en el Caribe y la costa atlántica del Brasil. América es aquí un territorio femenino, donde se entrelazan diferentes cosmovisiones, bajo la concepción de que todos los pueblos americanos son hijos de una misma madre.
Es arte adjetivo aquel que produce obras útiles que solo pueden comprenderse a través de la finalidad para las que son creadas. Por ejemplo, la morfología de un hacha de silex solo es inteligible cuando se asocia a la mano que la talló. De la misma manera, la obra Sin fronteras solo es inteligible si se asocia a la finalidad de su autor, que es la de ilustrar el texto expuesto en su cartela.
La obra sirve a la cartela. El texto antecede la obra y sin el texto la obra no tiene valor artístico. El valor artístico se lo da el aspecto formal del objeto en tanto que se trata de un dibujo de grafito y acuarela sobre unas hojas, y el propio texto que viene a sustituir a la obra de arte y ofrece al espectador la clave para “entender lo que el artista quiere expresar”. Como obra de arte sustantiva estaría en un rango muy bajo en el sentido de que no aparece como “extraña” sino inserta y comprensible perfectamente dados los parámetros estéticos contemporáneos: fondo sin trabajar, texto combinado con figuras, dibujo distribuido en varias hojas, uso del blanco y negro como base junto con una nota de color fuerte, figura femenina representando una suerte de parto, la ausencia de línea propiamente geográfica del continente, &c.
El culto a la Pacha Mama puede clasificarse, dentro de la filosofía de la religión del materialismo filosófico, como una religión secundaria que sitúa al numen o dios en la propia Tierra que rige y condiciona todos los ciclos vitales, incluidos los humanos. Se trata de un numen ambivalente, bueno y malo, en función de las acciones de los hombres con los que se relaciona a través de un modelo de toma y daca{94}.
Por otro lado, en este bloque se puede observar el mito de la cultura funcionando a toda máquina al considerar la danza, una actividad en principio inocua, como un medio de oposición a la violencia ejercita por los colonos, como si no se utilizara también la violencia más salvaje, en cuanto era posible, para dar respuesta a abusos y tratos inhumanos. La romantización de este tipo de resistencia se expresa de esta manera:
La danza era una forma de expresión y de resistencia comunitaria frente a la violencia ejercida por los colonos. Era también un medio de conexión espiritual, una manera de dialogar con las deidades de creencia africanas, entre las que se encuentra la yoruba.
En la cartela del óleo Paisaje sudamericano de Frederic Edwin Church pintado en 1856 se lee:
La iglesia en la cima de la montaña [el Chimborazo] funciona como símbolo de poder de la fe católica impuesta en antiguas colonias españolas como Ecuador.
Si hubiera que decidir cuál es el paisaje que representa con más acierto la acción española en América ese sería, sin duda, el de las vistas de ciudades o las escenas de ceremonias civiles y eclesiásticas desarrolladas en el vacío central de las plazas de armas, rodeadas de edificios como el cabildo, la cárcel, el palacio de justicia, &c.
Lamentablemente no hay ningún ejemplo de estos paisajes españoles en esta colonial exposición.
★ Bloque 5. Cuerpo y sexualidad
Ciertamente no podía faltar en esta exposición una referencia a lo femenino o a la mujer como víctima. Aunque se omita en el título, el bloque “Cuerpo y sexualidad”, trata principalmente sobre la cuestión femenina.
Se trata de un bloque ecléctico en lo artístico y muy forzado en lo ideológico como el bloque anterior en el que se trataba de convertir la pintura de paisajes en un medio para ocultar la violencia de la esclavitud. En este caso se trata de relacionar la pintura de desnudo o costumbrista con el “patriarcado”:
El colonialismo es esencialmente parte de sistema patriarcal. La jerarquización racial de indígenas, africanos y otros grupos étnicos ha operado siempre en combinación con la dominación masculina sobre el cuerpo de la mujer. De hecho, el mestizaje que tuvo lugar en a la época colonial en el continente americano es en gran medida producto de la violencia sexual ejercida sobre las mujeres indígenas y africanas, dentro de un marco moral y legal en el que el abuso estaba permitido.
El sentido más habitual del término colonialismo nos sitúa en una categoría histórico-política-económica desarrollado un periodo histórico en el que determinados países europeos ocupan territorios africanos, americanos o asiáticos sobre los que ejercen muy fundamentalmente actividades de extracción de materias primas y esclavos. El patriarcado, sin embargo, es una institución antropológica, superada en las sociedades capitalistas occidentales, constituida como un sistema de transmisión patrimonial muy exitoso a través de la cual los hijos varones heredaban los bienes inmuebles mientras que las hijas heredaban los bienes muebles.
La enorme variedad de formas de colonialismo desarrollado a lo largo de los siglos, así como la también enorme variedad de formas de transmisión patrimonial de los distintos grupos sociales involucrados parecen conformar un dique de prudencia a la afirmación de que exista una “fuerte imbricación entre colonialismo y patriarcado”. Que lo demuestren{95}.
En las Indias se impone una moral católica, la misma que rige en la España peninsular, y la justicia, es una virtud eminentemente moral. La acción de tutela de la Corona hacia la mujer india quedará de manifiesto en la ingente normativa que preserva en todos los aspectos su defensa y buen trato.
Es principal, exactamente igual que en las sociedades europeas y, en este caso concreto, la española la regulación del matrimonio que será homogénea en todos sus territorios superando así la disparidad en las costumbres de las sociedades pre-colombinas e incentivando el mestizaje. El matrimonio, en tanto que sacramento, es regulado a través de la Iglesia católica, que establecerá en aplicación del Derecho divino o canónico como normas fundamentales la monogamia, la indisolubilidad del vínculo, la prohibición del incesto, &c. pero también el matrimonio libre del que será constante defensora.
Ya desde la temprana Real Cédula de 1515 se garantizaba la libertad de matrimonio a indios e indias y se establecerá toda una trama legislativa tendente a garantizar esta libertad matrimonial que no existía en las sociedades pre-colombinas en las que el matrimonio de los jóvenes era concertado por las familias. La mujer o su familia no elegía a su futuro marido, sino los padres o parientes más cercanos del novio que eran los encargados de “mover” los matrimonios. Era, también, habitual la compraventa de mujeres y su rapto.
Son constantes los documentos eclesiásticos emanados de sínodos y concilios hispanos en los que se enfatiza la libertad de los naturales para contraer matrimonio en el sentido de poder decidir si lo querían contraer, con quién contraerlo y garantizar su uso, es decir, garantizar la convivencia matrimonial impidiendo traslados forzosos de alguno de los cónyuges que pudiera violentar el propio matrimonio o la posible familia.
Esta libertad matrimonial quedaba asegurada de la misma manera para los esclavos, africanos o no, o siervos.
Ya se ha mencionado que en la América hispana se fomenta que los matrimonios sean interraciales. Por poner un ejemplo interesante para este bloque de la exposicion, la provisión de 1514 de los Reyes Católicos a Diego Colón, gobernador de La Española, estipula que, si los españoles desearan contraer matrimonio con mujeres naturales de esa isla, “sería cosa muy útil y provechosa al servicio de Dios y nuestro, y conveniente a la población de esa isla, sin caer ni incurrir en pena alguna”.
Lo cierto es que, al igual que la pintura de paisajes protagonista del bloque anterior, la pintura de desnudos es una constante en la historia de la pintura, tanto de varones como de mujeres, tanto de niños como de mayores. Se encuentra en pinturas de corte mitológico, pero también de corte religioso: Cristos, San Sebastianes, Evas acompañadas de sus Adanes, &c. Difícilmente se encontrará, sin embargo, en las colonias de países protestantes.
Las pinturas expuestas son, en su mayoría del siglo XIX y principios del siglo XX, algunas tan forzadas como La cala de Ernst Ludwig Kirchner de 1914 que muestra a unas bañistas en el mar Báltico al igual que hace Max Pechstein en Verano de 1921 o como Un baile de gitanos en los jardines del Alcázar, delante del Pabellón de Carlos V, óleo de Alfred Dehodencq pintado en Sevilla en 1851.
Por lo demás, en este bloque se encuentran los dibujos más criticables desde un punto de vista técnico-pictórico del conjunto de la exposición, reflejo de la ausencia de criterio objetivo que reina en el mundo del “arte contemporáneo” con excepciones, por supuesto, como puede ser el vídeo de sorprendente calidad del Inci Eviner, Harem de 2009.
★ Bloque 6. Resistencia, cimarronaje y derechos civiles
Se cierra la exposición, prácticamente, con esta sala dedicada a la resistencia opuesta por las personas sometidas a esclavitud. El texto que da el contexto de las pinturas y vídeos exhibidos refiere, inmediatamente, al mito del buen salvaje y enlaza perfectamente con las ideas ya expuestas en el bloque anterior:
Desde el comienzo de la dominación colonial se dieron procesos de resistencia por parte de los pueblos indígenas y de los africanos esclavizados. Sus estrategias fueron diversas. En el caso africano, las más tempranas están vinculadas al ejercicio de la música y la danza, y a la recuperación de prácticas espirituales como la yoruba, el vudú haitiano o el candomblé. También fue frecuente el cimarronaje -o huida de la cautividad- y la auto-organización política en palenques, quilombos y cumbes.
La “mirada” descolonizadora que relata la exposición nos informa de que los pueblos indígenas y los africanos no se enfrentaron, sorprendentemente, a sus opresores mediante la violencia sino mediante la música, la danza y el rezo, una afirmación que extrapolada al caso de aquella España que llega a tierras americanas resulta hasta perturbadora, pues es de todos sabido que se dieron situaciones de sometimiento a través de acuerdos pacíficos que asimilaron las estructuras indígenas sin apenas alterarlas que bien pudieron celebrarse en ceremonias amenizadas con música y danza, pero también se produjeron terribles matanzas, cruentos asesinatos y verdaderos conflictos bélicos.
Es este texto un ejemplo de cómo la cultura circunscrita dignifica determinadas prácticas por el mero hecho de poder ser encasilladas como “música”, “danza” o algo “espiritual”. Se trata de elevar determinadas prácticas en tanto que propias de un “pueblo” a la categoría sagrada de “cultura”: es su “cultura”. Esta forma de razonar deja de lado el plano ontológico de la cuestión ¿qué se practica cuando se practica la yoruba? ¿qué ceremonias se llevan a cabo en el vudú y con qué fines? ¿con qué se sustituyen sacrificios humanos en la santería? &c. &c.
En esta sala cuelga una pintura del cubano Wifredo Lam cuyo nombre era, más precisamente, Wilfredo Óscar de la Concepción Lam y Castilla, nacido en 1902, hijo de padre chino y madre descendiente mestiza de familias de origen español y africano{96}. Su trayectoria vital resulta ser lo opuesto a lo que s se trata de transmitir con esta exposición, que España cabe en el sintagma “Europa” cuando se trata del colonialismo.
Wifredo se educa en Cuba donde, desde niño, muestra interés por los dibujos y pinturas que conoce a través de libros especializados; estudia en la escuela pública, acude a museos, recorre librerías y, aunque sus padres querían que estudiara Derecho se decantó por la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de San Alejandro. Se une a la Asociación de los pintores y de los escultores de La Habana, expone sus primeras pinturas en el Salón de las Bellas Artes de La Habana y consigue que el Ayuntamiento de su ciudad natal le conceda una beca para viajar a España y el director del Museo Nacional de La Habana escriba una carta de recomendación “que le permitirá entrar en la alta sociedad de Madrid”{97}. Una vez en España y por avatares de la vida termina participando en la guerra civil como ilustrador de carteles para el bando republicano. Se exilia en París donde sigue ejercitando la pintura y desarrolla una exitosa carrera artística.
En fin, la mayor parte de las obras que componen este bloque no expresan violencia alguna, sino todo lo contrario. Abundan las obras de arte contemporáneo entre las que cabe destacar un excelente e hipnótico video de la argentina Cecilia Bengolea titulado Danza del Relámpago de 2018.
★ Sala de cierre y citas
El recorrido expositivo desemboca en una habitación sin título en la que se expone la obra Huertos de los ch’olti, un móvil del que cuelgan frutos del cacao y la vainilla, realizada por Naufus Ramírez-Figueroa. Se trata de una “instalación” que en sí misma no tiene ningún interés, pero que sirve al autor para invitar al espectador a “recuperar antiguas cosmovisiones ajenas al pensamiento eurocéntrico y responsables con la naturaleza".
Acompañan a este móvil dos obras de Taysir Bahtniji consistentes en unas hojas de papel tamaño DIN-A 4 en las que están impresos los típicos anuncios de venta o alquiler de casas expuestos habitualmente en los escaparates de las agencias inmobiliarias, con fotografía del inmueble en cuestión y datos sobre sus medidas, precio, &c. En este caso se publica la venta de dos viviendas en la franja de Gaza destrozadas por los bombardeos israelíes que trataban de eliminar en los años 2008-2009 la infraestructura levantada por el grupo terrorista Hamas y responder así al constante lanzamiento sobre su territorio de cohetes y proyectiles.
Esta obra es un claro ejemplo del omnipresente “arte conceptual” en el que el objeto expuesto como artístico no pertenece a ninguna categoría de este género: no es pintura, ni escultura, &c. &c. Nada hay impreso en las hojas exhibidas que pueda vincularse a una categoría artística, ni siquiera las fotografías que las ilustran.
Para finalizar este recorrido por la exposición es necesario mencionar las tres citas que, junto a las cartelas, se ofrecen al visitante para su lectura y reflexión.
Cita 1:
El bienestar y el progreso de Europa han sido construidos con el sudor y los cadáveres de negros, indios y amarillos. Hemos decidido no olvidarlo. Frantz Fanon, 1961
¿Quién es Frantz Fanon? Frantz Fanon{98} nace en Martinica, colonia francesa en 1925 y fallece en Estados Unidos en 1961. De raza negra y francoparlante, sufrió el maltrato y racismo característico del colonialismo francés hasta en su versión filo germánica, aunque esta situación no le impidió estudiar Psiquiatría en Lyon tras la II Guerra mundial.
La obra y el pensamiento de Fanon se ha convertido en un referente y es objeto de diversas interpretaciones dentro del ámbito de los estudios decoloniales.
Cita 2:
La esclavitud fue una cuestión de riqueza y estatus en la escena europea. Las potencias europeas se enorgullecían de tener colonias en América y, a través de su legislación – o falta de ella- sobre la esclavitud, demostraban que aceptaban el sometimiento de millones de personas como un precio justo a pagar por ese orgullo. Olivette Otele, 2020
¿Quién es Olivette Otele? Olivette Otele{99} nace en Camerún, también colonia francesa, en 1970. Estudia Literatura en La Sorbona de Paris, universidad en la que se doctora en el año 2005 con una tesis sobre “Memoria y política: el enriquecimiento de Bristol por el comercio triangular”. Es contratada por la Universidad de Bath Spa en Reino Unido en la que es nombrada profesora de Historia siendo la primera mujer negra que ocupa este puesto.
Cita 3:
¿Cómo dar cuenta de nuestras historias cuando nos han negado el nombre, el recuerdo, el cuerpo en el territorio o el archivo? ¿Cómo dar cuenta de nuestra historia cuando nos han negado la humanidad misma? […] ¿qué historia cuenta como historia? Esther (Mayoko) Ortega, 2021
¿Quién es Esther Ortega Arjonilla? Esther Ortega Arjonilla{100}, española nacida en Móstoles, es licenciada en Historia y doctora en Filosofía de la Ciencia por la Universidad Complutense. Su tesis doctoral profundizó sobre «la regulación biomédica de los cuerpos sexuados, las prácticas de género y las controversias socio-médicas asociadas a estas regulaciones en el caso de las identidades trans en el Estado español”. Presta servicios para las universidades estadounidenses Tufts y Skidmore en su centro de Madrid. Es activista feminista, lesbiana y racista. Ha enfocado su trayectoria investigadora a estudios sobre el género, la raza y etnicidad, la teoría feminista-queer y sus intersecciones. Formó parte de movimientos de disidencia sexual. En los años 90 fue una de las cofundadoras del colectivo feminista universitario Insumisas al Género.
Ortega también pertenece a la asociación Conciencia Afro junto al comisario de la exposición Yeison Fernando García López, desde donde ejerce su militancia política. Ha publicado diversos artículos y colaborado en varios libros como el titulado El eje del mal es heterosexual.
★ Conclusiones ★
★ Sobre la exposición
La programación de exposiciones temporales en los museos es una herramienta muy atractiva para aumentar considerablemente el número de visitas, difundir obras, conseguir préstamos que eviten costosos viajes, justificar presupuestos, crear redes clientelares, fomentar el gusto por la pintura, escultura, o la categoría artística de la que se trate, pero también, es una herramienta muy atractiva como medio de difusión de ideas. Por lo tanto, resulta razonable advertir, en primer lugar, que la exposición parece de pinturas, pero no lo es.
Esta exposición es una exposición ideológica, no es una exposición artística o pictórica. Las extraordinarias obras de arte en ella expuestas no son el fin de la exposición sino el medio o justificación para la propagación de determinadas ideas por un grupo social en tanto que, dado en conflicto con otros grupos sociales, en conclusión, la propagación de ideología{101}. Pareciera, pues, que se trata de una exposición de corte iconográfico que se agotase en su propia actividad orientada a, efectivamente, desentrañar el significado de determinados símbolos, pero no tiene un alcance tan corto.
Por lo tanto ¿qué está exponiendo el Thyssen? ¿cuáles son los objetos de la exposición? Sin lugar a duda, los textos murales y las cartelas.
Esta exposición es una exposición de textos que no de pintura. Esta exposición es una exposición literaria, una exposición de literatura política que podemos calificar como de panfleto o libelo difamatorio u opúsculo agresivo, en definición de la Real Academia de la Lengua española. En esta línea, esta exposición es una muestra más del fenómeno omnipresente en la gran mayoría de exposiciones de obras contemporáneas de dar mayor importancia al relato que a la obra, o al artista que a la obra cuando el artista sirve para justificar el relato: el artista de sexo femenino, de raza negra, de inclinación política pro-palestina o, sencillamente, indígena.
Nos atrevemos a afirmar, en este contexto, que tendrá más valor la obra de una mujer que la de un hombre, o la de un hombre negro que la de un hombre blanco, o la de una mujer negra que la de un hombre negro y la de una mujer palestina (aunque este ejemplo sería improbable) a la de una mujer negra, o la de una mujer negra palestina (de nuevo, muy improbable) a la de una mujer palestina.
Desde este punto de vista no extraña que la mayoría de las obras de arte contemporáneo o de autores vivos expuestas cumplan con alguno de estos criterios: negro/a, mujer, palestino/a, hispanoamericano/a{102}.
La “obra de arte” pasa a un segundo plano; ya no importan ni interesan sus valores artísticos intrínsecos, sino que es mero complemento o accesorio al relato que se trata de trasladar al visitante.
En esta exposición se pueden encontrar obras absolutamente irrelevantes desde un punto de vista artístico, que en este contexto resulta inmunes a críticas inoportunas. Algunas de estas obras son totalmente incomprensibles sin el texto de la cartela o, mejor, incluso con el texto de la cartela, pues nada hay que relacione el texto con la obra más allá de la relación forzada establecida por el propio museo. Junto a ellas se exponen obras extraordinarias a las que, a su vez, se despoja de sus valores en tanto que pinturas porque, de nuevo, lo relevante es el discurso ideológico de la cartela y no la obra pictórica como tal.
La exposición del Thyssen se aprovecha de la apariencia de racionalidad que le da la propia institución, por eso es un enemigo difícil de combatir, porque cuentan con todos los medios posibles para hacer propaganda de una ideología desvertebradora y disolvente.
En este punto cabe hacerse la pregunta ¿es esta exposición un fraude? Se puede afirmar que lo es en la medida en la que, aunque desde un lateral mal ubicado se pueda leer a modo de advertencia para incautos que la exposición constituye “un ejercicio de relectura de las colecciones del Thyssen-Bornemisza desde una perspectiva no eurocéntrica”, o que se van a “revelar historias ocultadas de la violencia colonial”, se podía haber hecho el esfuerzo de informar de manera más clara y directa: “¡visitante! usted viene aquí a leer, y no a leer cualquier cosa, sino a leer propaganda”.
★ Sobre el museo Thsysen-Bornemisza
El museo Thyssen-Bornemisza alberga una colección de pinturas adquiridas por una familia alemana enriquecida gracias a la banca y, especialmente, a la industria siderúrgica. No son mecenas como lo fueron los reyes de España cuya colección de pinturas se aloja en el Museo del Prado, donde también se pueden encontrar restos pictóricos de la desamortización sobre los bienes de la Iglesia. La colección Thyssen se formó bajo un criterio totalmente ajeno a la Historia de España, un criterio romántico y, al mismo tiempo, solo posible desde el capitalismo propio de una sociedad financiera e industrial como la alemana de finales del siglo XIX y principios del siglo XX{103}.
Resulta, pues, paradójico, que una exposición sobre colonias, esclavos, extractivismo, &c. se organice precisamente desde un museo como el Thyssen.
El museo Thyssen, gestionado por el Ministerio de Cultura a través de una fundación de cuyo patronato tiene asegurada la mayoría, tiene como función la conservación, estudio, pública exposición y difusión de la colección. ¿Cumple con su función el museo Thyssen cuando expone unos textos y difunde una ideología que opaca la colección? ¿Se podría decir que la exposición es oportunista en el sentido de aprovechar la infraestructura pública a favor de una ideología defendida por el consorcio PSOE-Sumar que lo dirige? ¿Es razonable que el Thyssen organice actividades de propaganda alineadas con la actividad personal de su conservador jefe o director artístico? ¿con qué impunidad se sirve la dirección de esta institución para favorecer el discurso de un partido político minoritario del que resulta ser candidato quien precisamente programa sus actividades?
La impostura del Thyssen en relación con esta exposición es más que evidente. Desde la colección Thyssen, sita en España, con todos los medios personales y tecnológicos necesarios para hacerla posible que son también españoles, con toda la infraestructura española, en idioma español, en 2024 ¿cómo es posible situarse “desde el punto de vista del otro”? ¿Qué “otro”? Ese “otro” que trata de proyectarse en la exposición como un agente vivo no es tal porque está muerto. Lo que pertenece al pasado se estudia a través de la Historia que se sustenta sobre reliquias y relatos, como ya se ha expresado. Y reliquias hay, sin duda, como existe, por ejemplo, en el caso de España una pintura indiana impresionante de la que el Thyssen no cuenta con ningún ejemplar.
Hacer una exposición emic en relación con la América española implicaría llenar el Thyssen de Cristos, Vírgenes, ángeles, cruces, retratos de negros y mestizos ocupando cargos públicos, imágenes sincréticas de animales precolombinos, &c. &c. El relato quedaría destrozado{104}.
El Thyssen, lamentablemente, se ha convertido en un ejemplo más de la corrupción generalizada de las instituciones o neocaciquismo del que hace gala el actual Gobierno.
★ Sobre los responsables de la exposición
El ministro Urtasun, el señor Solana, comisarios y colaboradores son fieles representantes de las distintas categorías en las que Bueno clasificó la “izquierda indefinida”.
La izquierda, en singular, como un término absoluto, unitario y armónico, no existe ni ha existido nunca. Lo que hoy se denomina “izquierda”, en oposición a una “derecha” que es la que le da sentido, puede identificarse, en primer lugar, con grupos que se han ido generando a lo largo de la Historia de manera sucesiva y que contaban con una posición definida con respecto al Estado: izquierdas jacobina, liberal anarquista, socialdemócrata, comunista y maoísta. Todos ellos reciben el nombre de izquierda definida.
Por otro lado, y en paralelo a los anteriores aparecen otros grupos que, por analogía, se autodenominan de izquierdas y no tienen un proyecto político definido respecto del Estado; forman la llamada la izquierda indefinida. Esta categoría agrupa movimientos, asociaciones, departamentos universitarios, &c. que se autodenominan o perciben de “izquierdas” espantándoles la idea de ser catalogados como de “derechas”. Sus actividades se desenvuelven sin una agenda política determinada como la puede tener un partido político o un sindicato.
Precisando aún más, Bueno distingue tres tipos de izquierda indefinida: divagante, extravagante y fundamentalista.
A la izquierda divagante pertenecerían artistas, intelectuales, entre otros, divagan o siguen un discurso más o menos relacionado con contenidos propios de las izquierdas definidas, pero alejadas de la acción o el rigor político. Se trata de divagar sobre cuestiones artísticas, éticas, morales, políticas, filosóficas o pseudo filosóficas…, perdiendo la referencia del Estado. Los denominados intelectuales, entre los que abundan profesores de Universidad o personas que hacen valer sus títulos universitarios, doctorados, becas, &c. son el paradigma de izquierda divagante.
En este grupo ubicaríamos a los comisarios y a los colaboradores de la exposición, todos ellos más o menos vinculados a alguna Universidad o avalados por algún título universitario, que divagan sobre ideas propias de la filosofía política. De entre todos ellos destaca ampliamente Villacañas como colaborador en esta exposición a través de su catálogo.
Pertenecen a la izquierda extravagante organizaciones de muy distinta naturaleza que tienen en común el organizarse al margen del Estado como Open Arms, Amnistía Internacional, Greenpeace o las organizaciones feministas radicales. En este grupo ubicaríamos el Instituto de la Tierra dirigido por la comisaria de la exposición Andrea Pacheco González, la Asociación Conciencia Afro del también comisario Yeison Fernando García López y Pasado Presente de la colaboradora Valika Smeulders. Que la actividad de estos grupos trascienda la acción estatal no significa, por supuesto, que no necesiten de los Estados para sostenerse. Todos estos grupos reciben directa o indirectamente subvenciones, becas, salarios o ayudas estatales que hacen posible su existencia.
La izquierda fundamentalista resulta de la confluencia de la modalidad de izquierda extravagante e izquierda divagante. Dentro de esta categoría se sitúan aquellas personas u organizaciones que consideran la izquierda como una unidad en posesión de la Razón moral que habrá de ser transmitida a la sociedad a través de la educación. Para explicar las características de esta izquierda fundamentalista, Bueno utiliza los ejes del espacio antropológico, es decir, las distintas relaciones que pueden establecer los seres humanos en primer lugar entre ellos, lo que denomina eje circular; con entidades no orgánicas como cosas en general: ríos, mares, materiales químicos, &c., que se situarían en el eje radial; y con entidades orgánicas no humanas como los animales o animales convertidos en númenes, fenómeno propio de la religión, que se situarían en el eje angular{105}:
Explica, entonces, Bueno teniendo en cuenta estos tres ejes lo siguiente en relación con el eje circular:
En el eje circular la izquierda fundamentalista proclamará el “multiculturalismo”, o la “sociedad abierta”, la tolerancia exquisita de unas culturas ante las otras Esta tolerancia irá vinculada al pacifismo, al diálogo y a la subestimación de cualquier signo externo de nacionalismo canónico (la bandera, por ejemplo).
En el eje radial, sigue:
…la izquierda fundamentalista se decantará por el ecologismo, por el recelo ante las grandes obras públicas… por su sensibilidad ante el impacto ambiental de ciertas obras, por el conservacionismo de la Naturaleza…
En el eje angular:
…la izquierda tiende al agnosticismo teológico, pero al mismo tiempo se interesa acaso con demasiada dedicación por las vidas extragalácticas.
Es en esta categoría en la que encajaría perfectamente el ministro Urtasun, probablemente acompañado del señor Solana, quien cree traer propuestas nuevas: “soy nuevo, tengo ideas nuevas”{106}, siguiendo la tendencia narcisista de quien, previa elección digital, le ha aupado a la cartera ministerial.
Las ideas del ministro Urtasun no son nuevas en absoluto. Las “ideas nuevas” del ministro son aberraciones teóricas que contribuyen a la irracionalidad de la acción política estas izquierdas desde, al menos, los años 60 del pasado siglo.
A la izquierda fundamentalista española, en la que se ubica Urtasun, le horroriza la idea de patria y la idea de nación, aunque no le incomoda la idea de Estado en tanto en cuanto sirva como medio para su vanidad personal y en tanto sustantivo que pueda soportar el predicado de federal. La izquierda fundamentalista se siente cómoda, en cualquier caso, hablando de “pueblos”.
Es muy probable que el ministro, desde un punto de vista psicológico, considere que se ha ganado el ministerio: domina varias lenguas, ha superado una oposición, ha vivido y trabajado en “Europa”, es progresista…, pero lo cierto es que no son los méritos del señor Urtasun los que le han llevado a ocupar este ministerio, tampoco el dedo del pueblo, sino la necesidad de Sánchez de comprar votos para poder mantenerse en un poder que corrompe a diario. Un Pedro Sánchez no viaja en su propio barco ni tiene su propia hoja de ruta, sino que sirve a determinadas oligarquías que manejan a su antojo instituciones de corte justiciero de gran agresividad y violencia debidamente mimetizadas, eso sí, bajo disfraces pacifistas que no trabajan, precisamente, a favor de España como es el caso de aquellas que anegan su acción en América en el contexto lisológico de “lo colonial”.
Y es en este punto cuando hay que advertir que a Urtasun le parecerá justo devolver el Tesoro de los Quimbaya a los que él considera sus legítimos propietarios, el pueblo colombiano, aunque este pueblo mantenga lazos más estrechos con España que con la extinta sociedad quimbaya.
Desde la perspectiva del pueblo, ya sea el de los Quimbaya, el catalán o el vasco, estos actos resultan de justicia en la medida en la que se identifica a España como un Estado opresor y a los colombianos/quimbayenses o catalanes como pueblos oprimidos. Las reliquias deben volver a esas sociedades, independientemente de que no existiesen tal y como hoy se configuran en aquel pasado fantasmagórico en el que se sitúan. La más que posible descolonización del tesoro será un ejemplo de una nueva categoría de acción política que pudiera ser denominada como ridículo decolonial, no solo por parte de España, sino también de Colombia.
El ministro, diplomático de carrera y activista de profesión, es de natural un cínico irenista que destila una impertinente agresividad en su soberana prepotencia cuando evita contestar a diputados o senadores que le interpelan sobre sus proyectos y acciones ministeriales, como se ha expuesto en el “entorno” de la exposición del Thyssen, porque el ministro no asume que su puesto le obliga a servir y fortalecer a España y, por extensión, a la Hispanidad en su conjunto.
No hay en España restos de un pasado colonial ni a modo de reliquias ni a modo de indígenas oprimidos equiparable al, este sí, pasado colonial de países como Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica o Países Bajos. Los restos de la acción de aquella España en los ahora estados hispanoamericanos son reliquias de un pasado imperial de corte civilizatorio que no pueden ser devueltas porque ya están allí formando parte constitutiva de esas naciones; es preciso no olvidar lo que las cuartas partes restantes del quinto real.
Decía Pablo Iglesias{107}:
La identidad “España” para la izquierda, una vez que terminó la guerra civil está perdida, no sirve para hacer política en Cataluña, en Galicia y en el País Vasco, y es un agregador con el que gana la derecha (…) yo no puedo decir España, yo no puedo utilizar la bandear rojigualda, yo puedo pensar y decir yo soy patriota de la democracia y por eso estoy a favor del derecho a decidir y de que la educación y la sanidad sean públicas…
Esta burda dicotomía izquierda-derecha es la que habita en la mente de Gerardo Pisarello Prados, argentino de nacimiento, diputado de Sumar y practicante de la segunda de las tres vías por las que penetra la leyenda negra según explicó el diputado de Vox Joaquín Robles en el Congreso. Y es que, en representación de su grupo parlamentario, y también en el Pleno del Congreso del 12 de marzo, aclaró al mencionado diputado:
Usted dice que lo nuestro es hispanofobia. Pues no, se equivoca; lo nuestro es antifranquismo, es negarnos a aceptar su mirada franquista de la historia y de la cultura.
★ Sobre las ideas que manejan Urtasun, Solana, comisarios y colaboradores ★
★ Sobre la ideología decolonial
La ideología decolonial que alimenta la izquierda indefinida concibe a mujeres, esclavos e indígenas como santos inocentes, no del pasado sino de la actualidad, que deben ser redimidos a través de actos formales de constricción a modo de declaraciones, discursos, exposiciones, &c., como también a través de ayudas económicas, subvenciones y excepciones jurídicas a la regla general. Son golpes de pecho y tensión en el cilicio a modo de expiación de pasados pecados.
La izquierda indefinida prescinde de categorías históricas y abraza doctrinas liberales cuando oculta que, tras la caída del Imperio romano, modelo de producción esclavista, la esclavitud no desaparece, sino que se mantiene en algunos estados europeos y en la totalidad del mundo musulmán que domina el comercio de esclavos negros africanos y eslavos de la Europa oriental. Se omite que fueron pueblos musulmanes los que, tras 1493, auspiciaron el comercio de negros africanos capturados por ellos mismos o comprados a comerciantes negros del África subsahariana que organizaban verdaderas cacerías para obtenerlos y venderlos a las potencias europeas necesitadas de mano de obra para que trabajaran el cacao, la caña de azúcar, el algodón y el café, principalmente.
Cuando en el siglo XIX la esclavitud fue sucesivamente abolida por estas potencias europeas, su fuerza de trabajo se reconvirtió, en el modo de producción capitalista, en mano de obra barata al mismo tiempo que generaba consumidores. No es posible olvidar las presiones inglesas sobre terceros países para abolir una esclavitud que les hacía la competencia.
En pleno siglo XXI siguen existiendo esclavos que no llaman la atención del ministerio de Cultura ni del Museo Thyssen-Bornemisza. Según el Índice global sobre la esclavitud, alrededor de 50 millones de personas vivían en condiciones de esclavitud en el sentido moderno en el año 2021, es decir, una persona por cada 150 aproximadamente{108}.
La ideología decolonial que, con Herrera Melo se puede identificar como mito oscurantista, surge de la confluencia de las líneas de interés de varios profesores de Universidades norteamericanas desarrolladas a lo largo del tiempo, al menos desde mediados de los años 90 del siglo pasado hasta la actualidad, a través de conferencias, libros, seminarios, programas de televisión, difusión en redes sociales, obtención de subvenciones, &c. &c. Son actividades que no resultan neutrales en lo político y están íntimamente relacionados con los denominados movimientos indígenas o indigenismo.
Estos profesores universitarios tienden a construir sujetos metafísicos ayunos de referencias políticas, así: el otro, el negro, la mujer indígena, los indígenas, los esclavos, &c. en lugar de precisar si el negro es maliense o norteamericano, si el indígena es ciudadano colombiano, peruano o bengalí, si la mujer es española o afgana, católica o musulmana, &c. &c. &c. Se trata de disolver unidades atributivas, es decir unidades definidas por unas características singulares, en totalidades distributivas, es decir, unidades definidas por lo isológico, haciendo tabla rasa de cuestiones políticas que no se pueden obviar cuando se trata de actuar, ya fuera de las mencionadas conferencias o seminarios, desde, por ejemplo, una cartera ministerial.
El problema relativo de Urtasun es la realidad y es relativo porque está dispuesto a retorcerla democráticamente, desde su punto de vista, o despóticamente, desde otros. La primera acción descolonizadora llevada a cabo bajo su ministerio ha sido la descolonización operada en el Salón Sant Jordi del Palacio de la Generalidad, buen ejemplo del ridículo que se pueda seguir haciendo en futuras acciones decoloniales. La operación decolonial ha expurgado debidamente la actividad artística colonizadora de las paredes del inmueble en el que no ha quedado ni rastro de las pinturas que representaban escenas de la historia de España, la mayoría relacionadas con Cataluña, como el encuentro de los Reyes Católicos con Cristóbal Colón a su llegada a Barcelona tras su primer viaje a América, las batallas de Lepanto o la de las Navas de Tolosa. Hay que ser muy ingenuo para pensar que tras esta valiente acción descolonizadora Colón ha dejado de descubrir América o Cataluña ha dejado de ser la región más favorecida por la trata de esclavos africanos o por el propio Franco, pero más ingenuo hay que ser para pensar que tras la iconoclastia sufrida en el edificio ha quedado “la esencia catalana”, pues lo que ha quedado es la esencia del gótico flamígero. Por decirlo de otro modo y con otro ejemplo, Santa Sofía de Constantinopla sigue siendo una basílica romana pese a la acción iconoclasta musulmana, que ha dejado el edificio prácticamente desnudo Cristos, ángeles y escenas marianas{109}.
Toda época tiene sus neologismos que no son ingenuos. Cuando Bentham compone la palabra Deontología o internacional lo hace contra alguien, siendo ese alguien el Imperio español y la Iglesia católica. Cuando hoy día aparecen términos como “decolonial” también se está componiendo y descomponiendo morfemas para ir contra alguien, en este caso no solo contra España sino también contra las naciones hispanoamericanas al dedicar esfuerzos en fomentar lo diferente en lugar de reforzar lo común. Una España fuerte, unos países hispanoamericanos fuertes, unidos en una suerte de plataforma política transnacional, es una amenaza para el imperio realmente existente, los Estados Unidos, país que lidera y financia, al menos por ahora, tanto con el gobierno Biden como con los anteriores gobiernos demócratas, las iniciativas decoloniales y la actividad de la mayoría de comisarios y colaboradores de esta exposición.
Si acaso se produjera la ceremonia descolonizadora de entrega del Tesoro de los Quimbaya a Colombia, el discurso del ministro Urtasun, cabe suponer, será un discurso liberador o redentor con el que tratará de ocultar la realidad. Afirmará el ministro reiteradamente, en un claro ejemplo de actitud dialogante y pacificadora, que las relaciones entre España y Colombia son magníficas y ocultará que en la permanente dialéctica de Estados siempre hay un Estado que gana y otro que pierde. Actuará el ministro como agente del Estado colombiano en el propósito de despojar a España de unas piezas arqueológicas legítimamente incorporadas a su patrimonio histórico y ejemplo de las provechosas relaciones entre ambos países.
La relación del ministro de Cultura español con el ministro de Cultura colombiano, y con todos los demás ministros que estén por venir y aprovechen las rebajas progresistas y decolonizadoras, podrá ser catalogada de muy provechosa. Sin embargo, la relación del ministro de Cultura con el patrimonio histórico-artístico español lo será perniciosa.
La expiación del pecado colonial se hará apretando el cilicio descolonizador y sangrando patrimonio histórico para hacer descansar así la conciencia pecadora. Nada se exigirá, en cambio, a Reino Unido respecto de Gibraltar, como nada se ha exigido a Marruecos respecto del Sahara.
★ La cultura de la paz
“Cultura de la paz” es un rótulo{110} acuñado por la UNESCO en 1989 en un Congreso en Costa de Marfil que tiene sus precedentes en una “filosofía de la paz” propuesta por Mayor Zaragoza. Son los años de la perestroika previos al posterior colapso de la Unión Soviética y el fin de la Guerra fría.
La UNESCO es una organización internacional inspirada por la ONU y constituida en Londres 40 días antes de que Estados Unidos arrasara con Hiroshima y, a continuación, con Nagasaki.
Entre los diversos avatares vividos por la institución a lo largo de su historia, producto de la política real o realpolitik, cabe destacar la entrada masiva de países africanos de mayoría musulmana entre los años 50-60 del siglo pasado, las entradas y salidas de Estados Unidos e Israel de la institución y el actual dominio chino a través de su financiación. De hecho, no cabe descartar que la reincorporación de Estados Unidos a la UNESCO en 2023, tras su solidaria salida con Israel en 2017 por el acoso de los países de religión musulmana, pueda justificarse, entre otras razones, sin duda, en la pujanza de China en la organización y la reorganización geopolítica derivada de la guerra en Ucrania. La constitución de los BRICS y sus intereses en África materializados en el proyecto de la Ruta de la Seda deja poco espacios a los gestos. Es posible que si Estados Unidos ha vuelto a la UNESCO no sea por la “cultura la paz” sino por no quedar al margen de una organización involucrada en actividades políticas que pueden ser utilizadas como propaganda desfavorable a sus propios intereses.
Decir “cultura de la paz” es similar a decir política de la paz o políticas pacifistas. La palabra “cultura” tiene un prestigio similar a la palabra “filosofía”, de ahí la ya mencionada filosofía de la paz o filosofía pacifista; o la palabra “democracia”, democracia de la paz o democracia pacifista. Son palabras dignificantes de aquello que se predica. Así, por ejemplo, si se quisiera avalar la entrega del Tesoro de los Quimbaya a Colombia se diría que se trata de saldar una “deuda cultural” o una “deuda democrática”.
El sintagma nos conduce necesariamente a los opuestos naturaleza/cultura y guerra/paz. Siendo estas cuestiones propias de la Filosofía, de ellas han hecho tanto Bueno como sus discípulos, estudios completísimos y críticas fundadas entre las que destacan los desarrollos que sobre la guerra ha llevado a cabo Tomás García López{111}; apenas se va a hacer referencia aquí a un par de ideas partiendo de una advertencia principal: el análisis de Bueno y su escuela se opone, desde el materialismo filosófico, a tesis idealistas de corte kantiano que son las que abundan en organizaciones como la UNESCO y en mentes como la del señor Urtasun.
Desde el punto de vista de los ideólogos de la UNESCO la naturaleza reduce al hombre a la categoría de animal y es la cultura la que, salvífica, eleva al ser humano hacia un estatus superior que Bueno reconoció similar al Reino de la Gracia: es el mito de la cultura. A su vez, la guerra es siempre moralmente inaceptable, un error o un pecado del que hay que liberar a los hombres a través de la educación para alcanzar la mencionada Paz perpetua. Grosso modo, esto es lo que Bueno denomina “espíritu UNESCO” en el que el mito de la cultura universal funciona a toda máquina.
Por lo tanto, la idea de cultura que maneja Urtasun tiene una connotación axiológica necesariamente positiva. La cultura es buena en sí misma. Parece que esa prístina y celestial esencia niegue la posibilidad de que una cultura pueda ser perversa, de la misma manera que se niega la posibilidad de que una cultura pueda ser superior a otra. Se parte de la existencia de unas esferas culturales en plano de igualdad que han de ser envueltas por una superior que será la “cultura de la paz”.
En relación con el discurso de la exposición del Thyssen se podría afirmar que, desde un punto de vista antropológico, los españoles que se encuentran con Moctezuma realizando sacrificios humanos horrendos debieran haber mostrado pasividad para así respetar “su cultura” que es percibida igual que la cultura de los españoles; pero a aquel español, la norma ética y moral católica le obligaba a intervenir para barrer con esas prácticas que le resultaban absolutamente intolerables. Es el plano antropológico el que se adopta cuando, saltando de categoría, se afirma que hay que reconocer el derecho de los pueblos a desarrollar su cultura obviando condicionantes éticos o morales. Ciertamente, con estas tesis se veda la posibilidad de que la mujer musulmana se quite el velo, la niña nigeriana no vea amputado su clítoris, el jefe indio de los kayap pueda retirarse el disco bocotudo, el percusionista de música africano pueda incorporarse a una orquesta de música clásica o el danzante masái pueda dejar de danzar y estudiar medicina. Pero se está respetando su cultura.
Lo cierto es que la influencia entre las distintas esferas culturas no es exenta, no se trata del contacto de unas manos con otras para saludarse cordialmente y seguir, a continuación, cada una por su camino. Siempre habrá una cultura con una capacidad mayor de influir sobre otra que absorberá rasgos de aquella. Así funciona, de hecho, la propia UNESCO, y así se consigue llevar a cabo una exposición como la del Thyssen.
Tantas paces hay como guerras, y las guerras pueden analizarse desde distintos planos: éticos, antropológicos, morales, &c.
De todos los análisis que se pueden hacer de la guerra como institución, es el análisis político el que despliega más posibilidades, en concreto, a través de los Estados. Desde el materialismo filosófico se ha desarrollado un modelo canónico de sociedad política aplicable a los Estados a través del cual, y simplificando quizás demasiado, se distinguen tres capas y tres ramas del poder. De las tres capas del poder, la capa basal estaría constituida por contenidos impersonales como las tierras de cultivo, los edificios, las minas, carreteras, centrales eléctricas, &c. “cuya conservación, transformación o reproducción pueden llegar a constituir objetivos de la acción política”. No hay sociedad política, por liberal o anarquista que sea, que pueda existir sin una capa basal.
De la capa cortical forman parte los sujetos “personales” pero no humanos, ajenos a la constitución de la sociedad política, aun cuando se trate de las vacas sagradas indias tratadas como dioses, y los sujetos personales humanos en tanto que extranjeros, es decir, que no forman parte de la sociedad política de referencia.
La capa conjuntiva está constituida por las múltiples estructuras sociales como instituciones familiares, asociativas, profesionales, generacionales, &c. en las que están involucradas las personas de esa sociedad política.
Aunque en toda guerra se pueden identificar razones conjuntivas, corticales y basales para iniciarlas y mantenerlas, todas remiten a esta última. Es la capa basal la razón prioritaria para la guerra en la medida en la que en ella se sitúan los recursos que hacen posible su propia existencia, aunque los desencadenantes sean de otro tipo, de hecho, la guerra es la que marca la constitución de una sociedad política, la que delimita las fronteras.
La guerra entre Estados:
…se nos aparece como una eventualidad siempre posible en un sistema de Estados en equilibrio inestable. El materialismo filosófico rechaza, como se ha adelantado, por metafísica, la doctrina de la armonía entre los Estados, la posibilidad de una alianza de civilizaciones y con ello la posibilidad de una paz perpetua{112}.
Para el ministro Urtasun, sin embargo, la realidad política está parametrizada a través de la democracia y de la Unesco. El próximo año 2025, previsiblemente, será el anfitrión de Mondiacult, la ya mencionada Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible que se celebrará en Barcelona que tendrá como protagonista la cultura de la paz, de la que el propio ministro cuenta con una definición{113}:
Una cultura de paz es una cultura de convivencia y solidaridad, una cultura que rechaza la violencia y que abraza el diálogo, una cultura que garantiza el ejercicio pleno de los derechos de todas y de todos.
Coincide con Urtasun en poner en el horizonte de los planes y programas políticos españoles la cultura de la paz la representante del PSOE. En el varias veces mencionado ya Pleno del Congreso del 12 de marzo tuvo la oportunidad de recomendar, en una frase de impacto, que:
Es mejor que todos nosotros trabajemos por una cultura de la paz y por la paz en la cultura.
Esta cultura de la paz que recuerda enormemente al “miedo a la revolución” con la que Engels calificaba a la sociedad fabiana{114}, se vincula a una forma de gobierno muy concreta, la democracia. La democracia como forma de sociedad política pacífica, no violenta, que adopta el diálogo como método para dirimir cualquier tipo de conflictos incurriendo, quienes así piensan, en un idealismo fundamentalista democrático.
A estos señores idealistas, pacifistas, de izquierda indefinida divagante, extravagante o fundamentalista, la guerra les parece algo necesariamente malo, como absolutamente a todos cuando la crítica se hace desde un punto de vista ético. Pero no es el plano ético el único que está involucrado en una situación tan grave como la bélica o prebélica. Es el plano político el fundamental y el que se oculta detrás de la propaganda administrada por el ministerio de Cultura entre otros.
El español Pedro Melide{115} ya desveló lo que la envoltura kantiana quería ocultar cuando hacia el final de la I Guerra Mundial Alemania insistía en:
El interés de las declaraciones de Solf está en lo siguiente: Alemania se convence de que no puede concluir una paz en Europa insistiendo en la anexión de Bélgica. Pero por otra parte su Estado Mayor, la dictadura militar, y los pangermanistas, no quieren renunciar a una base naval que sería, como la costa de Flandes, amenaza perpetua de Inglaterra. En el discurso de Solf está apuntada la solución. Lo que no puede conseguirse en Bélgica, se tendrá en África, invocando el régimen de concierto y de Justicia como principios distributivos. Alemania tendrá en África un gran ejército colonial de costa a costa. Tendrá sus bases navales en dos mares. Organizará el país y establecerá, en lo posible, empresas industriales. Y África será un espejo de Alemania. Un núcleo peligroso. Una amenaza constante de la paz. Alemania dominará el mar y la navegación inglesa estará a su merced.
Esta es la verdad del plan de Solf, aunque lo encubra con Kant y con el interés alemán que no renuncia a dominar al mundo.
Se asemeja Urtasun a Solf en la ocultación de sus propios intereses, o los de su partido, o los del PSOE, detrás de la cultura de la paz, una cultura de la paz que no se aplicará en absoluto para resolver, por ejemplo, las tensiones que ocasiona la imposición del catalán en la educación o para resolver la formal petición de restitución del Tesoro de los Quimbaya por Colombia. Resulta, desde luego, paradójico que no se aplique a este último caso singularmente cuando fue precisamente la mediación española a través del Laudo Arbitral la que evitó una guerra entre Colombia y Venezuela, una guerra por el territorio, por las fronteras, por la capa casal ¿puede haber mayor ejemplo de una cultura de la paz?
Dentro de la cultura de la paz cabrá también enmarcar la más que probable y próxima declaración de arrepentimiento y perdón del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez por el Descubrimiento de América. Un individuo que no ha intervenido, ni puede hacerlo, en ninguna de las acciones que involucraron el complejo desarrollo histórico que derivó de tal acontecimiento, aparecerá ante todo el orbe como arrepentido, es decir, psicológicamente conmocionado. Como si fuera Colón.
Aun suponiendo que estos señores representen a España, el arrepentimiento es imposible. El arrepentimiento es siempre psicológico, es decir, propio de un individuo, no de una sociedad política. Se arrepiente quien no se hace responsable de sus actos, unos actos que, si son horrendos hasta el punto de que se hiciese insufrible el vivir con tan pesada carga, llevaría a esa persona al suicidio. Un ejemplo, quien se arrepiente por sentirse responsable del extractivismo, de la construcción racial del otro, del esclavismo, del abuso sexual sobre mujeres indígenas, &c. siempre tiene la opción de poner punto final a su propia e insoportable vida y terminar, así, con ese pesado sufrimiento expiando esa culpa en otra vida.
★ Los derechos culturales
Los derechos culturales son una obsesión para el señor Urtasun y, al mismo tiempo, una coartada más o menos perfecta para distraer al adversario cambiando el tema del debate. Prácticamente en todas sus intervenciones en el Congreso o en el Senado ha obviado dar respuesta a las preguntas sobre la “descolonización” de los museos desviando la atención hacia los derechos culturales.
Para el señor Urtasun los derechos culturales son derechos humanos que entran dentro de su negociado en tanto que ministro de Cultura, si bien desde una interpretación meramente literal, como ya se ha referido, podrían considerarse opuestos a los absurdos derechos naturales o derechos animales, respectivamente.
La humanidad no existe más que como taxonomía biológica. La desconexión y el enfrentamiento entre grupos humanos ha sido y es la norma en las relaciones entre ellos. Por lo tanto, se trata de utilizar un concepto de corte biológico en un contexto político generando, con toda intención, una confusión de la que se tratará de extraer réditos. Es una impostura situarse en algún lugar exento que permita hablar en nombre de la humanidad. Los derechos culturales de Urtasun en tanto que universales le sitúan en una posición ilusoria pues, aunque le pueda incomodar, siempre hablará desde una parte nunca en nombre de la inexistente “Humanidad”.
Los derechos humanos quedaron escritos aparentemente sobre piedra, cuales Tablas de Moisés, en 1948 a través de la Declaración Universal de los Derechos humanos de la ONU que no fue suscrita ni por los países islámicos ni por el bloque soviético, entre otros. Ya en 1990 la Conferencia islámica proclamó, para los países musulmanes, una declaración de derechos humanos islámicos que se reconocen siempre que no se contradigan con lo dispuesto en la Sharía.
Los derechos humanos en ella contenidos guardan una estrecha relación con los deberes éticos. El concepto “hombre”, en lo “humano” del derecho, está entendido en el sentido de individuo humano haciendo tabla rasa de los diferentes atributos que lo convierten en persona: nacionalidad, religión, lengua, esfera cultural, derecho, &c. Sin embargo, estos atributos resucitan y devienen criterio indispensable para los derechos de los pueblos que también cuentan con una declaración dada en Argel en 1976, cumplida ya, en aquel año, la descolonización de un importante número de países o pueblos africanos.
Las contradicciones entre ambos planos que pudiéramos identificar con los planos ético, moral y político son palpables y es el Derecho como institución la que se encarga de solucionar estos problemas imponiendo la actuación concreta que se considera adecuada para el bien común en el seno de un Estado en concreto. Este Derecho será cambiante en función de los intereses de ese “Estado de Derecho” que necesitará de las armas para sostenerse, y será, o no, armónico con el Derecho de otros Estados en función de la capacidad que se tenga para llegar a acuerdos.
Así, por ejemplo, mientras el artículo 3 de la Declaración de los Derechos humanos declara que todo individuo tiene derecho a la vida, China, Irán, Arabia Saudí, Somalia y Estados Unidos mantienen la pena de muerte siendo los cinco países con un mayor número de condenas. ¿Por qué no son sus dirigentes procesados y debidamente castigados por violar un derecho humano fundamental como es el derecho a la vida en un Tribunal internacional? Porque no hay fuerza suficiente para hacerlo, así de sencillo, porque no es posible situar un Tribunal internacional en un lugar imaginario sobre y al margen de los Estados y sus intereses, esa es la realidad, y cualquier remedo de semejante Tribunal no es más que un trampa para ingenuos.
Esta es la razón por la que denominar Derecho internacional a un conjunto de acuerdos entre Estados resulta un exceso{116}.
El problema de los derechos culturales de Urtasun es el siguiente: él no se mueve en el plano del Derecho internacional sino del nacional, en concreto, del español, es decir, cuenta con capacidad de imponer el reconocimiento de derechos y la asunción de obligaciones. Por ahora, Urtasun se limita a reconocer derechos culturales a través de bonos gratuitos para ir al cine, al teatro, &c., pero el peligro de esta ideología ha quedado expuesto. Cuando la idea de derechos culturales es tratada en un sentido nacionalista, en el divino sentido de que los pueblos con cultura propia, definida, distinta de otros pueblos merecen un Estado, resulta muy problemática para la España actual, la España del 78, la de las autonomías. Se confunde en este caso, la nación étnica con la nación política y se conceden potestades a instituciones de corte administrativo que van adoptando formas de corte estatal.
Una futura Ley de Derechos culturales puede ser la vía de introducir cambios en la Ley de Patrimonio Histórico español que terminen por disolverlo eliminando competencias que todavía están en manos del Estado profundizando de esta manera en líneas divisorias, todavía de tipo formal, pero que pueden afectar a la capa basal en un futuro, eso sí, sin violencia, democráticamente, a través de unas urnas a las que acudirán unos pocos, ungidos, eso sí, por la gracia de una supuesta cultura propia que les permitirá ejercitar ese “derecho”.
★ Sobre la eutaxia
Eutaxia o buen orden, en sentido político, significa la capacidad o virtud de una sociedad política para mantenerse en el curso del tiempo, dejando a un lado la valoración ética, moral o estética de los medios que utilice.
La eutaxia resulta de una relación circular entre los planes y programas de esa sociedad política y sus realizaciones efectivas. Por ejemplo, el más que probable plan del ministro Urtasun es el de materializar una cultura de la paz cediendo el Tesoro de los Quimbaya a Colombia desde una posición moral de progresismo hispanófobo o antifranquista. Su resultado no redundará en la eutaxia de España, sino que ahondará en su disolución, aunque a corto plazo “no pase nada”. Lo cierto es que España gana en el gesto, desde el punto de vista de la propaganda urtasanista, y pierde el Tesoro, mientras que Colombia gana en el gesto y en el Tesoro. Otro ejemplo, el plan del señor Solana al programar la exposición decolonial del museo Thyssen es ofrecer a las señoras madrileñas{117} que lo visiten otras miradas y otras lecturas de algunos de los cuadros que en él se albergan cediendo en rigor científico y permitiendo discursos aberrantes desde la historiografía hispana. Su resultado político no redundará en la eutaxia de España, sino que ahondará en su debilidad fomentando la leyenda negra, aunque a corto plazo tampoco “pase nada”.
Y así, con todo.
El finis operantis, o fin que habita en la mente del señor Urtasun, con la “devolución” del Tesoro de los Quimbaya a Colombia es ganar una gracia más para su subida a los altares culturales y alcanzar así beatitud o santidad. El fin operis, o fin de la acción, será el despojar a los españoles presentes y futuros de un tesoro que fue un regalo del gobierno de Colombia por una generosa acción española que debía ser motivo de orgullo tanto para los colombianos que hicieron el regalo como para los españoles que lo recibieron gracias a una provechosa intervención.
España aparecerá ante la comunidad iberoamericana como un país débil dispuesto a desprenderse de su patrimonio para satisfacer veleidades. Los movimientos secesionistas no mirarán hacia otro lado, y esta es la clave y lo verdaderamente preocupante en relación con el Gobierno de Sánchez: su ánimo federalizante. El Gobierno de Sánchez prevé la extinción de la España unitaria y sueña con su instantánea reconversión en una España federal.
Pero, anhelar el fin del Estado que se gobierna resulta una idea aberrante, una idea ilógica, propia de dementes. El deseo de terminar con un Estado procede siempre del exterior impulsado por intereses ajenos a través de verdaderos planes y programas disolventes que minan los poderes del Estado y la fortaleza de la nación.
Las corrientes ideológicas que constituyen la izquierda fundamentalista española propugnan la distaxia, el mal orden político en el sentido de incapacitar a la sociedad para perdurar en el tiempo. Se trata de poner en marcha, a través del señor Urtasun o de cualquier otro que se preste, planes de desestabilización y desestructuración social que debiliten a la sociedad hasta el punto de que no oponga resistencia real, violenta, frente a su disolución.
Y si para ello hace falta exponer los magníficos cuadros de la colección Thyssen, que nada tienen que ver con la realidad política actual, como testimonio de lo que debe odiarse, España, se hace.
Bibliografía
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Santiago Armesilla Conde, Breve Historia de la Economía, Nowtilus, 2019.
Notas
{1} Museo Thyssen: La memoria colonial
{2} Sobre la clasificación de los museos de titularidad estatal: wikipedia.org
{4} BOE-A-2024-9318.pdf Las elecciones se celebraron en España el 9 de junio.
{5} Curiosamente, el periódico El Mundo justifica su inclusión en las listas de Sumar en el hecho de que, entre otros, el señor Solana, en tanto que director artístico del museo Thyssen, lleve “años trabajando con el concepto de descolonización”: elmundo.es
{6} Las preguntas no han sido respondidas a la fecha de cierre de este texto; el plazo de respuesta se cumple el día 18 de septiembre a las 18.00: congreso.es 30030, congreso.es 30032, congreso.es 30034 y congreso.es 31394.
{7} Los patronos “gubernamentales” son, a la fecha de cierre de este artículo, según la web del museo: Jordi Martí Grau, ex PSC y ahora vinculado a Barcelona en Comú, una de las agrupaciones que forma Sumar; María de Corral López-Dóriga, sin vínculos políticas públicos; Juan Antonio Pérez Simón, coleccionista mexicano y Salomé Abril-Martorell Hernández, exgerente de la Universidad Carlos III, Museo Thyssen: organos de gobierno
{8} Entre 2014 y 2023 fue diputado del Parlamento Europeo por La Izquierda Plural y, posteriormente, Catalunya en Comú. Ha sido vicepresidente del Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea. Desde marzo de 2016 hasta 2019 fue portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds, y actualmente es miembro del Consejo Nacional de Esquerra Verda y portavoz de la coalición Sumar.
{9} Sumar aporta 31 votos a la mayoría de 179 votos sobre 171 que mantiene a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España. Los ministerios se reparten de la siguiente manera: Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y Trabajo; Ernest Urtasun, Cultur; Mónica García, Sanidad; Pablo Bustinduy, Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y Sira Rego, Infancia y Juventud.
{10} cultura.gob.es: reunion ministro colombia
{11} abc.es: colombia confirma tratado urtasun tesoro quimbaya
{12} corteconstitucional.gov.co relatoria SU649-17
{15} Pero no la primera sobre esta cuestión pues tras la celebración en septiembre de 2023 de las Jornadas de Arqueología Quimbaya: Musealización y Patrimonio en el Museo de América, el grupo parlamentario Sumar preguntó al Gobierno si se ha valorado la restitución a Colombia del Tesoro Quimbaya, congreso.es entrada 2491, a lo que el Gobierno respondió con evasivas, congreso.es entrada 4861
{16} Las preguntas y sus respuestas se pueden localizar en: congreso.es busqueda de iniciativas
{17} La Academia colombiana de Historia rechaza la exigencia de devolución del Tesoro Quimbaya, cultura.gob.es coleccion-filandia
{18} Sobre la polémica relación entre Historia y Política resulta muy interesante el debate sobre la Hispanidad y la Leyenda Negra Antiespañola celebrado en 2021 durante las Jornadas por la Hispanidad de la Asociación Cultural Héroes de Cavite en Cartagena, entre Javier Rubio Donzé, Academia Play, el periodista Fernando Díaz Villanueva, Sergio Candanedo (Un Tío Blanco Hetero, UTBH) y Santiago Armesilla, youtu.be Ti4aRAPOQXE
{19} cadenaser.com ernest urtasun pacto de estado contra la censura
{21} “Imperialismo depredador”
{22} El temario de la oposición a la Carrera Diplomática consta de cuatro grandes bloques: derecho internacional público, sistemas políticos, economía general y economía del sector público e Historia. Este último bloque de Historia arranca con los Reyes Católicos: exteriores.gob.es
{23} Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, boe.es
{25} V Comunicado del Protocolo de Santa Pola pidiendo que el Sr. Ministro de Cultura se retracte de sus declaraciones en la Cadena SER o, en caso de no hacerlo, presente su dimisión. protocolodesantapola.es
{26} congreso.es entradap 7660
{27} congreso.es entradap 11016
{28} Entendemos que el Gobierno introduce el adjetivo “material” para evitar la complicación de devolver algo de la denominada “cultura inmaterial” como, por ejemplo, devolver una bachata.
{29} El diputado Joaquín Robles expresó en el Congreso en su intervención del 28 de febrero del corriente que “según esta definición podríamos considerar cultura colonial desde el nacimiento de la agricultura en el Neolítico hasta el marxismo-leninismo”: youtube IkJyfpRoV2Q
{30} Así contamos, por ejemplo, con la Ley 8/2023, de 30 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, la Ley 9/1993, de 30 de septiembre, del Patrimonio Cultural Catalán o la Ley 5/2016, de 4 de mayo, del patrimonio cultural de Galicia. Sigue siendo histórica la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía.
{31} Las preguntas y sus respuestas se pueden localizar en: congreso.es
{33} lamoncloa.gob.es urtasun plan derechos culturales
{34} elpais.com, elmundo.es, abc.es, larazon.es
{35} Material de referencia para la preparación de la oposición al Cuerpo Diplomático, Tema 2, pág. 2: exteriores.gob.es
{37} Ibidem.
{38} unesco.org world conference cultural policies
{41} Las personas representantes firmantes de esta Declaración ocupan puestos de gestión, en su gran mayoría, y no de representación política. Entre ellos hay una “curadora” de un museo de Costa Rica, la directora ejecutiva de un museo de Ecuador y una experta técnico-artística de un museo de Honduras. Ninguno ostenta el rango de ministros sino, en su mayoría, de directores de las áreas de museos. La declaración está firmada por Mercedes Roldán, subdirectora general de Museos Estatales del Ministerio de Cultura y Deporte quien, desde su puesto, no tiene competencia ni legitimidad para asumir obligaciones en nombre del Reino de España.
{43} El partido político Sumar obtuvo un 1,9% de los votos (aproximadamente 28.000 papeletas) por lo que no logró representación parlamentaria, elpais.com sumar fracasa
{44} nortes.me caja de resistencia de mieres
{45} Gustavo Bueno, “Voluntariado: una mirada crítica” en El Catoblepas, número 106 · diciembre 2010.
{46} congreso.es busqueda de intervenciones
{50} elpais.com vamos a ser muy tajantes
{52} pecadosdelarte.com CARTA SOLICITUD COLOMBIA
{54} amigosmuseoprado.org lopez manzanares
{55} linkedin.com juan-ángel-lópez-manzanares. No hay versión en español.
{56} Museo Thyssen cultural debate
{57} dialnet.unirioja.es 1331983
{60} arteinformado.com andrea pacheco gonzalez
{61} institutodelatierra.org La web está íntegramente redactada en español.
{62} No parece tener este Instituto de la Tierra vínculo alguno con el “The Earth Institute” fundado en la Universidad de Columbia en 1995 y catalogado por Wikipedia como “negocio, instituto de investigación”, wikipedia.org Instituto_de_la_Tierra, aunque no hay pocas similitudes. En la misma página se describe este instituto como “un centro de investigación cuya misión declarada es, centrándose en el desarrollo sostenible, abordar los complejos asuntos que encaran el planeta y sus habitantes. Con un planteamiento interdisciplinar, esto incluye investigaciones sobre calentamiento mundial, geología, salud mundial, economía, gestión, agricultura, ecosistemas, urbanización, energía, peligros y agua. Las actividades del Instituto de la Tierra están guiadas por la idea de que la ciencia y las herramientas tecnológicas que ya existen podrían aplicarse para mejorar grandemente la situación de los pobres del mundo, a la vez que se preservan los sistemas naturales que sostienen la vida en la Tierra.”
{63} Su nombre es resultado de la fonetización al español del nombre inglés Jason (/ˈdʒeɪsən/ JAY-sən), a su vez procedente del griego Ἰάσων (Iásōn), en español Jasón, nombre de principal importancia para la Historia de España gracias al popular episodio del Vellocino de Oro. Actualmente 689 varones portan el nombre de Jasón en España con una edad media de 26,9 años. El nombre de Yeison lo portan 290 personas con una media de edad de 27,4 años.
{64} mundonegro.es yeison garcia y casafrica.es yeison garcia
{66} cultura.gob.es grupos expertos
{67} facebook.com YeisonF.GarciaLopez
{68} Museo Thyssen Rufino Ferreras
{69} linkedin.com alberto gamoneda marijuan
{70} cuadernodesilencios.blogspot.com
{71} educathyssen.org desde otro lugar decolonial
{72} linkedin.com valika smeulders
{74} Head of the History department, Dr. Valika Smeulders specialises in the colonial past and its presentation. Her published work on the Dutch slavery past in the Netherlands, Curaçao, Suriname, Sint Maarten, Ghana and South Africa includes Op zoek naar de Stilte and Slavernij in Perspectief. Alongside her position at the Rijksmuseum, Smeulders is the owner of Pasado Presente. She is a member of the Koloniale Collecties committee, UNESCO Memory of the World Comité Nederland, The Caribbean Literature working group and the Committee for Kingdom Relations (Koninkrijksrelaties). In 2019 Valika Smeulders gave the sixth Rudolf van Lier lecture at the University of Leiden and received the Black Achievement Award in the Education and Science category”, rijksmuseum.nl curators
{76} wikipedia José Luis Villacañas
{77} dialnet.unirioja.es 7688388
{78} dialnet.unirioja.es 836278
{79} eldiario.es imperiofobia abderraman iii barbaridad
{80} https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=102661
{81} Diversos filósofos vinculados a la Escuela de Oviedo como José Luis Pozo Fajarnés quien escribe “José Luis Villacañas Berlanga y su fobia al Imperio español” e “Imperiofilia y el populismo nacional-católico, de José Luis Villacañas. Un ejemplo de ‘metodología negra’”, ambos en la revista El Catoblepas. Felicísimo Valbuena de la Fuente en dos textos “Imperiofilia, de José Luis Villacañas, desde la teoría del Dogmatismo”, Revista Metábasis, nº 6 (2020), y “Imperiofilia, de José Luis Villacañas, desde el Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno: falta ciencia, sobran falacias” Revista Metábasis, nº 7 (2020). Ver en Nódulo TV el análisis de José Luis Pozo Fajarnés, Luis Carlos Martín Jiménez e Iván Vélez Cipriano sobre el libro Imperiofilia de José Luis Villacañas Berlanga de 17 de julio de 2019 en Santo Domingo de la Calzada titulado “Villacañas: impostura y oportunismo“. En Talavera de la Reina, de nuevo Iván Vélez acompañado esta vez de Carlos Madrid, el 3 de abril de 2017 con ocasión del Congreso internacional en Talavera de la Reina: “La actualidad del P. Juan de Mariana”, Congreso Internacional, 22, 23 y 24 de marzo de 2017, y finalmente Iván Vélez Cipriano en la Escuela de Filosofía de Oviedo ofrece la lección “El imperio español ¿oro y esclavos?”.
{82} latercera.com nuestras sociedades son incapaces
{83} dialnet.unirioja.es 595259
{84} elespanol.com examen conciencia discurso-colonial
{85} arsmagazine.com del lado de los lakota
{86} Gustavo Bueno, “Sobre el concepto de memoria histórica común”
{87} “Morfológico / Lisológico: Ideas y Conceptos”
{88} Gustavo Bueno, “La teoría de la esfera y el descubrimiento de América”, El Basilisco, segunda época, número 1, páginas 3-32.
{89} Gustavo Bueno Sánchez, “La invención de Abya Yala”, EFO 288.
{90} “Takir Mamani y la whipala”
{91} censored by authoritative algorithmic censorship
{92} bibliotecadigital.jcyl.es
{93} Curioso personaje, bilbaíno, pintor costumbrista y caricaturista que llega a Cuba a mediados de siglo XIX. Dibuja una “Caza del cimarrón” que se reproduce en repositoriodigital.ohc.cu
{94} Alejandro G. Miroli, “Ecoteísmo y eco-ateísmo. Una crítica de las doctrinas de la Tierra como numen”, El Basilisco, 57:67-89.
{95} Una explicación sencilla sobre la idea de patriarcado y su actual inexistencia, al menos en las sociedades occidentales, la proporciona Santiago Armesilla Conde en youtube st0k-tEB9t0 min. 20.
{96} wikipedia.org Wifredo Lam
{97} wifredolam.net cronologia 1902-1923
{98} wikipedia.org Frantz Fanon
{99} wikipedia.org Olivette Otele
{100} wikipedia.org Esther Mayoko Ortega
{101} “Creencias / Ideologías”
{102} Artistas que no se ven sometidos al escrutinio artístico, insistimos, ni, paradójicamente, se les aplica los criterios propios de la ideología decolonial, pues ¿ no podríamos acusar de apropiacionismo a Pierre Mukeba quien cuelga unas telas pintadas del techo del Thyssen a las que da como título Murió por brjuería. Pietá? ¿No es esa Pietá la muy católica representación de la Virgen María con el cuerpo inerte de su hijo sobre su regazo?
{103} Dado el objeto de la exposición merece la pena mencionar que se acusa a August Thyssen, padre de Heinry Thyssen de ser el detonante de la crisis marroquí de 1904-1905 que estuvo a punto de llevar a la guerra a Alemania y Francia al ofrecer al sultán de Marrueco un préstamo a cambio de autoriazción para explotar las minas de hierro marroquíes, wikipedia.org August Thyssen
{104} Como demostró el Museo del Prado a través de la magnífica exposición “Tornaviaje. Arte iberoamericano en España”, museodelprado.es tornaviaje arte iberoamericano
{105} Gustavo Bueno, El mito de la izquierda, Ediciones B, 2003.
{106} Intervención en el Senado de 28 de mayo del corriente: “Usted ha dicho que yo al inicio de mi mandado hice declaraciones ideológicas. Es verdad que planteo algunas cosas que yo defiendo y que a veces pues a alguna gente le puede sorprender o pueden ser más polémicas que otras, pero en cualquier caso a nadie le puede sorprender que viene un nuevo ministro y viene con ideas nuevas, yo creo que nadie puede sorprenderse de esto.” senado.es video
{107} youtube frUjZ4XX7VI Yo no puedo usar la bandera rojigualda
{108} Sobre las distintas formas de esclavitud en la actualidad se puede consultar el índice de esclavitud global, walkfree.org
{109} Cabe recordar sobre esta cuestión la obligación que impone la Ley de Patrimonio Histórico Español en su art. 3: “A los efectos de la presente Ley se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o alguno de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español, o perturbe el cumplimiento de su función social. En tales casos la Administración del Estado, con independencia de las competencias que correspondan a las Comunidades Autónomas, en cualquier momento, podrá interesar del Departamento competente del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma correspondiente la adopción con urgencia de las medidas conducentes a evitar la expoliación. Si se desatendiere el requerimiento, la Administración del Estado dispondrá lo necesario para la recuperación y protección, tanto legal como técnica, del bien expoliado”
{110} En palabras de Gustavo Bueno Sánchez quien a su vez remite a unos indeterminados “unescólogos”, filosofia.org unesco
{111} Son imprescindibles en formato vídeo las tres conferencias de Gustavo Bueno sobre “La idea de la Guerra en el materialismo filosófico”, la serie de lecciones de Tomás García López denominada “Filosofía de la Guerra”, y del mismo autor, “La función de la filosofía moral en la educación como análisis de conflictos: la Guerra de Ucrania”, y “¿De qué tipo es la Guerra de Ucrania?”.
{112} “Materialismo filosófico / Idealismo democrático pacifista: Guerra / Paz perpetua / Claussewitz / Doyle”
{113} cultura.gob.es culture summit abudhabi
{114} “Socialismo fabiano”, “Fabianos, Fabianismo, Sociedad fabiana, Socialismo fabiano”,
{115} En El Noticiero, Diario de Cáceres, sábado 19 de enero de 1918.
{116} El denominado Derecho internacional, en palabras de Bueno, es una serie de acuerdos históricos necesarios, pactos, alianzas, que encuentran su punto máximo en la ONU como institución positiva que contiene un Consejo de Seguridad compuesto por los cinco vencedores de la II Guerra Mundial, todos con derecho de veto: Bueno: Derecho internacional
{117} El perfil más común entre los visitantes a las exposiciones del museo es el una mujer madrileña mayor de 45 años, Museo Thyssen visitantes