El Catoblepas · número 201 · octubre-diciembre 2022 · página 8

Teorema de la historia
Marcelino Javier Suárez Ardura
Tres sonetos en el contexto de las discusiones sobre la verdad en la Historia
A Tomás García López
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Si Dios a la Verdad se adelantara |
I
Aquellos que nos hablan en sus obras,
pisando la cubierta que pisamos,
guiando de las naves las maniobras,
ya no están. A ellos dedicamos,
en los libros, picotas o laureles.
De ellos, unas, Clío canta gloria,
otras, vituperio. En los papeles,
pues no son del recuerdo y la memoria.
Aquellos del poeta, los difuntos
–su lugar es el sitio de la Historia–,
con ellos no tratamos los asuntos
que se alargan abiertos. Concluimos:
pero ellos marcaron la derrota
contra viento y marea que seguimos.
II
Nosotros que integramos, hoy, la flota
que navega –y juntos combatimos
a otros–, con relatos describimos
las batallas, la Historia que pivota
en reliquias de lejanos ancestros.
Cómplices, en anómalos tapices,
tejemos nuestros actos con los vuestros,
fiando a Mnemósine los matices.
Nosotros inventamos los lugares
pensados de los tiempos venideros;
de Ítaca vislumbramos los sillares,
los muros, las almenas… Terminamos:
son de otros la derrota, los senderos,
contra viento y marea que trazamos.
III
Esos que en lontananza imaginamos,
navegando con paño enarbolado,
de esos sus acciones ignoramos,
mas ellos nuestro rostro atribulado;
no verán la espalda del pasado,
esos, a quienes nuestras obras hablan
de un futuro, apenas esbozado,
en que sus fantasmas ya lid entablan.
Esos de cuyo presente seremos
significante de propia escritura
volverán a componer la historia
en nuevo lienzo. Clausuremos:
son nuestras la derrota y andadura
de que sus naves siguen trayectoria.
Marcelino Javier Suárez Ardura
Pola de Laviana (España), 8 de octubre de 2020.