Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org
[De izquierda a derecha, José Suárez Arias-Cachero, Gustavo Bueno, Jorge Valdano, y Víctor Martínez Patón durante un acto del CIHEFE.]
Esta es una de las ocasiones en que más difícil puede resultar sentarse a escribir. El motivo es tan duro que pareciera que al no escribir sobre él estuviéramos negándole realidad al hecho mismo. El pasado día 7 de agosto murió en Niembro nuestro maestro Gustavo Bueno. Y cuando digo nuestro lo digo en el sentido más polisémico que se pueda utilizar, escondiendo simultáneamente un plural mayestático y a unos sujetos plurales diversos que se extienden desde el grupo de Oviedo hasta España entera, pasando por otros grupos más heterogéneos y secundarios, si bien por ello no necesariamente menos importantes.
Entre estos grupos secundarios se encuentra el constituido en torno al Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (www.cihefe.es), del que me honra ser presidente, y a partir del cual tuve el privilegio de trabar relación directa con don Gustavo.
Ocurrió en marzo de 2009. Yo había leído a Bueno desde hacía años, desde el Gran Hermano concretamente, pero nunca me había atrevido a ir a Oviedo ni tomar contacto directo con el maestro. En ese mes de marzo recuperábamos Félix Martialay y yo la idea de editar una revista de historia del fútbol y andábamos comprando dominios y registrando marcas cuando se nos ocurrió dirigirnos a don Gustavo para encabezar el primer número de la revista haciéndole una entrevistaque de alguna manera sirviera de «apadrinamiento».
Sinceramente escribí con poca esperanza de respuesta, pero casi antes de que la carta llegara a Oviedo ya teníamos la respuesta de don Gustavo, que aceptaba encantado. Y efectivamente el 24 de marzo me recibió en Sevilla, en compañía de su nieto Lino Camprubí, y el 13 de julio publicamos el primer número de los Cuadernos de Fútbol encabezados por la entrevista con don Gustavo.
Pero su generosidad con nosotros no terminó ahí, sino que lejos de ello y tras el fallecimiento de Martialay, que solo llegó a ver aquel número primero de los Cuadernos, aceptó gustoso participar en el I Foro Félix Martialay, desplazándose desde Oviedo hasta Madrid con ochenta y seis años y debatiendo con un Jorge Valdano que quedó desbordado por aquel torrente de energía, inteligencia y erudición que era don Gustavo.
En el III Foro Martialay volvimos a contar con su presencia, esta vez mediante un vídeo que nos envió y en el que tuvimos el privilegio de escuchar los esbozos de lo que sería el curso de Santo Domingo de la Calzada y que daría como consecuencia última el libro de Filosofía del deporte.
Para reconocer el profundo agradecimiento que sentíamos la junta directiva del CIHEFE, en decisión respaldada por la unanimidad de la asamblea general, propuso invitar a Gustavo Bueno a ser socio de honor, título que tuvo la generosidad de aceptar. Yo personalmente le entregué la placa en Oviedo el día 7 de febrero de 2011.
Huelga decir el privilegio que para mí a título personal como para la asociación ha supuesto el trato personal y el magisterio directo de don Gustavo. Un privilegio que nos acompañará por siempre y que ha dejado para todos nosotros una huella no solo imborrable, sino sobre todo muy profunda.
En su relación con nosotros Bueno demostró una espléndida generosidad: le bastó recibir una carta de un desconocido para atenderla inmediatamente, del mismo modo que siguió atendiendo todas las llamadas de la asociación. Pero aún más, a través de nosotros ejerció una determinada concepción de la Filosofía según la cual no hay temas menores. Lo repetía siempre, y así lo dejó por ejemplo encabezando su libro Telebasura y democracia. Las palabras que Platón atribuye a Parménides en el diálogo que lleva su nombre:
- Y en lo que se refiere a estas otras cosas que pudieran parecer bajas -dijo Parménides a Sócrates-, como por ejemplo pelo, fango, basura e incluso lo más vil e innoble, ¿te hallas en la misma perplejidad? ¿Hay o no hay razón para que reconozcas respecto de cada una de estas cosas una idea distinta con existencia independiente de aquellos objetos con quienes mantienen comercio?
- Nada de eso, -replicó Sócrates-.
- Es que todavía eres joven, Sócrates -dijo Parménides- y la Filosofía no ha tomado aún posesión de ti. Vendrá el tiempo, si no me equivoco, en que la Filosofía te tendrá más firme en sus garras y entonces no despreciarás ni las cosas más humildes. (Platón, Parménides, 130b).
Sin duda muchos otros recordarán la altura filosófica del profesor Bueno, y lo harán citando los Ensayos materialistas o la Teoría del cierre categorial. Y haciéndolo actuarán sabiamente, como quienes lo reivindican como el mejor filósofo español de la historia o como el filósofo más importante del siglo XX, a la altura de Platón, Aristóteles o Santo Tomás. Pero sin menos valor yo me permito aquí reivindicar al Bueno filósofo que, poseído por la Filosofía, habló de fútbol.
Víctor Martínez Patón, presidente de CIHEFE.