Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org
[Pedro Barbado responde a las cuestiones planteadas por Gustavo Bueno en su lección en la EFO, 22 de febrero de 2016]
En la ceremonia que tuvo lugar en la sala de plenos del ayuntamiento de santo Domingo de la Calzada el día 8 de agosto con motivo del fallecimiento de don Gustavo Bueno Martínez, su hijo Gustavo Bueno Sánchez señalaba que más allá de la natural tristeza por el fallecimiento de sus padres consideraba un error, pura subjetividad sensiblera, demostrar tristeza y llamaba a demostrar alegría porque son vidas plenas que se han cubierto.
Por su parte, Tomás García López, amigo en sentido platónico y discípulo del filósofo español, señalaba en el mismo acto cómo Gustavo Bueno representa la reina de las virtudes, la fortaleza. Don Gustavo es, ha sido, la fortaleza en vida. Tanto en la firmeza como en la generosidad.
Sinceramente siento no poder mostrar en este texto la alegría y la fortaleza señaladas. Siento que las razones apuntadas por Gustavo Bueno Sánchez para una alegría objetiva no sean suficientes para superar la subjetividad de la tristeza; que la fortaleza ejercitada por Gustavo Bueno no se imponga al abatimiento.
En algún momento, los recuerdos cumplirán la máxima epicúrea.
Hasta entonces la imagen, su imagen - resumen de una vida- tomada por su nieto Lino Camprubí con la que se ilustra el cierre de la sección Rasguños nos recuerda que ya no se volverá a repetir cada lunes en la Fundación, cada verano en santo Domingo. Y por irrepetible, dolorosa.
En algún momento, la lectura de sus textos nos guiará de nuevo en nuestro trabajo y nuestra vida y dejará de remitirnos a las figuras y voces de Lino, Carmen y Gustavo recordando en el Sentido de la vida, el sentido de la muerte.
Tiempo habrá para que su obra, sinfonía incompleta, se continúe en la de sus discípulos y seguidores; tiempo para denunciar la mezcla de géneros musicales que algunos intérpretes están llevando a cabo; tiempo para dar cuenta de los baciyelmos en que la quieren convertir.
Tiempo, en fin, para clasificar la basura presente en tanto escrito y denunciar a los autores de la misma; para dar cuenta de quienes de manera miserable han tratado de usar su figura y su obra.
Mientras ese momento llega, mientras el paso del tiempo nos vaya permitiendo convivir con su ausencia, nos queda la debilidad y la tristeza.
¿No honraron con el llanto los griegos a sus héroes?
Oviedo, agosto 2016