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El Catoblepas, número 168, febrero 2016
  El Catoblepasnúmero 168 • febrero 2016 • página 5
Voz judía también hay

La elección terminológica

Gustavo D. Perednik

Léxicos posibles para un conflicto muy opinado.

Papa Francisco,Margot  Wallstrôm

Hace unos días renunció al Ministerio de Exteriores francés el socialista Laurent Fabius, justo después de haber advertido de que, si no se avanzara en las negociaciones entre israelíes y palestinos, Francia procedería a favorecer a estos últimos.

Semejante declaración instaló a Abu Mazen como único beneficiario del estancamiento en las tratativas, por lo que decidió continuar intransigente en su negativa a negociar, e incitar a su desdichada población a salir a las calles a apuñalar civiles judíos.

Por su parte, el Secretario General de la ONU definió al terrorismo, en el diario de izquierdas New York Times, como «la respuesta natural» de los palestinos. De las cerca de doscientas naciones a las que Ban Ki-Moon debería intentar representar en aras de la paz mundial, hay una sola a la que le otorga el derecho a matar «naturalmente», un solo y único grupo contra el que las Naciones Unidas justifican los asesinatos de civiles.

Una tercera perlita salió hace unas semanas de la boca de la Ministra de Exteriores sueca, la social-demócrata Margot Wallstrôm, quien denostó por enésima vez a los israelíes, en esta ocasión porque, en el momento de defenderse de quienes se lanzan a apuñalarlos, los agredidos han cometido «ejecuciones sin juicio previo».

Es decir que, en el contexto de la ola de acuchillamientos indiscriminados, la sueca pidió que se investigue la conducta.de los apuñalados. Existe entonces un solo colectivo en el mundo que, aun si perpetra asesinatos indiscriminados, recibe de la Wallstrôm su conspicua empatía e identificación.

Ban Ki-Moon, Laurent Fabius

Un cuarto ejemplo de la reinante confusión moral lo dio el papa Francisco cuando hace poco recibió con amistosos honores al presidente de Irán, y le solicitó que se sume a combatir el terrorismo. El presidente de Irán aceptó el pedido porque, como no hubo definición de «terrorismo», podía prevalecer la versión iraní del término, que no incluye la matanza de infieles por doquier, ni tampoco sus preparativos para destruir nuclearmente al país judío.

El Papa, en rigor, no condenó el terrorismo iraní, sino que se circunscribió a un pedido tan general que podría hacerse a cualquier interlocutor. Es como pedirle a los ayatolás que se adhieran a la esperanza en un mundo feliz.

El mentado cuarteto ejemplifica a un liderazgo político que se mueve entre la mala intención y el vocabulario confuso y estéril. En alguno de los casos referidos podrá explicarse el desatino por medio de desenmascarar una latente judeofobia (probablemente en el tercero). Pero lo que seguramente tienen los cuatro en común es un desarreglo semántico que exige ciertas precisiones.

Los términos de los que se ha abusado son: «avances» (de las negociaciones), «respuestas» (naturales), «ejecuciones» (sin juicio) y «terrorismo» (la lucha contra él).

La confusión general en estos temas deriva parcialmente de que se ha instalado un léxico que, bajo el velo de términos vagos o inocuos, apunta hacia la destrucción de Israel.

Aunque es obvio que en general todo vocabulario elegido resulta de una posición determinada, en lo concerniente a Israel resulta larga la lista de palabras que embaucan a los ingenuos en el tema.

Si de aclarar etimologías se trata, el discurso de Barak Obama durante su reciente visita a la mezquita de Baltimore ha caído en varios deslices deliberados.

Dijo el presidente: «la palabra Islam proviene de 'salam - paz'».

Pero ello no es cierto. La raíz del término Islam no tiene nada que ver con «paz», y significa «sumisión». El dato puede verificarse con suma facilidad.

De todos modos, de nada ayudará verificarlo porque la mentira de Obama no resulta de una laguna filológica, sino del pensamiento desiderativo que caracteriza al Premio Nobel de la Paz de 2009.

Durante casi ocho años, Obama ha venido difundiendo la idea de que el Islam es una religión pacífica que no tiene absolutamente nada que ver con la violencia que en su nombre está haciendo correr torrentes de sangre en el mundo contemporáneo.

Con el objetivo de sostener que el Islam y la paz son sinónimos, el presidente está dispuesto incluso a las manipulaciones lingüísticas, y a hacerle creer a la gente que la religión de Mahoma, desde su mismísimo nombre, nació para propagar la paz.

Pero aun en los casos en los que faltare una intención política determinada, la elección del vocabulario definirá posicionamientos no buscados.

Así, llamar al tercio septentrional de la isla de Chipre «República Turca del Norte de Chipre» implica ponerse del lado del gobierno de Ankara. Por el contrario, denominar a esa franja costera «territorios ocupados» supondrá la adhesión a la postura griega.

En este caso, empero, como en casi todos los vocabularios conflictivos, puede echarse mano de una voz neutral, verbigracia «Chipre del Norte», que ambas partes aceptarían como apropiada.

También en lo que compete a Israel y a sus vecinos, la terminología ofrece las tres alternativas. Así, denominar territorios «ocupados» (o «palestinos») al área de algo más de 5000 kilómetros cuadrados administrada desde 1967 por Israel, implica colocarse en contra de este país.

Paralelamente, llamar a ese territorio «Cisjordania» o «Ribera Occidental» significa acercarse a la postura de Jordania.

Por último, designarla «Judea y Samaria» es sostener la posición israelí -reivindicada más aún si se usa la voz «territorios liberados».

Finalmente, puede optarse por nombres neutrales, como «territorios administrados» o «territorios en disputa».

Del mismo modo, será revelador el modo que se elija para denominar a los 160.000 km2 del Esequibo, que desde hace más de un siglo Venezuela reclama de Guyana (nadie justifica por ello la guerra o el terror; diría más: casi no hay conciencia sobre este litigio).

Casos similares, tanto en la índole de la disputa como en la apatía que despiertan en el mundo, son: la región del Badme (en discusión entre Etiopía y Eritrea), Bakassi (entre Camerún y Nigeria), Gibraltar (entre España y el Reino Unido), Nagorno (entre Armenia y Azerbaiyán), Cachemira (entre India y Pakistán), KohTonsay (entre Camboya y Vietnam), las islas Khurya (entre Omán y Yemen), Borneo del Norte (entre Malasia y las Filipinas), la isla de Hans (entre Canadá y Dinamarca), Belice del Sur (entre Guatemala y Belice), y otras decenas de conflictos calmos e inadvertidos.

La abundancia de disputas no impide que,cuando se alude a «territorios ocupados» la abrumadora mayoría de las personas asocie el término exclusivamente con Israel.

Un muestrario de opciones

Las cuatro confusiones con las que comenzamos nuestro artículo habrían podido disiparse con sólo aclarar:

En efecto, utilizar a troche y moche el término «terrorismo» cada vez que mueren civiles inocentes (difícilmente pueda hallarse una guerra en la que ello no ocurra) lleva al blanqueamiento de los verdaderos terroristas, que celebran la muerte de sus víctimas inocentes.

En la guerra contra Israel el léxico pro-israelí ha sido condenado al desuso, y el anti-israelí se utiliza como si fuera neutral.

Como el lector podrá haber notado, mi última oración fue redactada con un vocabulario pro-israelí. La voz «pro-palestino» ha sido reemplazada por «anti-israelí», ya que consideramos que quienes aspiran a que los palestinos vivan en democracia y en paz junto a Israel (como quien esto escribe) somos los verdaderos pro-palestinos y, en contraste, quienes alientan a educar a los niños palestinos en la cultura de la muerte que los lleva a matar y matarse, son sólo «pro-muerte» o, más concretamente, anti-israelíes.

Asimismo, un término como «refugiados palestinos» suele delatar al que lo utiliza, ya que el 95% de los mismos nunca huyeron de ningún lado.

Habiendo aclarado quizá demasiados puntos, ofrecemos a continuación un diccionario (que no es taxativo) para llevar a la conciencia del lector algunas posibles opciones.

TÉRMINO PRO-ISRAELÍTÉRMINO NEUTROTÉRMINO ANTI-ISRAELÍ
   El Estado de Israel Israel, El Estado judío Estado de Israel Palestina /
La entidad sionista
  Los 5.000 km2
administrados por Israel
desde 1967
Judea y samaria / Territorios liberadosTerritorios administrados / Territorios en disputaTerritorios ocupados/ Cisjordania
  La capital de Israel Jerusalén Jerusalén OccidentalTel Aviv
  La zona de autogobierno palestinoAutoridad PalestinaAutoridad Palestina Palestina
  El solar en el que yacía el Templo de Jerusalem, destruido por los
romanos en el año 70
Monte del Templo Monte del Templo Explanada de las mezquitas
  La alambrada de 800 km
que separa Israel de
una parte de la Autoridad Palestina  
Cerca o alambrada de seguridad, cerca anti-terrorista Cerca o alambrada Muro de separación
  La actual ola de violencia contra los israelíes

 Atentados terroristas palestinos Atentados Ciclo de violencia, resistencia a la ocupación
  El conflicto entre árabes
y judíos
La guerra contra Israel El conflicto del Medio Oriente La rebelión árabe
  La guerra de 1948

Guerra de la Independencia

Guerra de 1948 «Nakba»

 

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