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El Catoblepas, número 73, marzo 2008
  El Catoblepasnúmero 73 • marzo 2008 • página 10
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Religiones mitológicas

Leoncio González Hevia

Una breve relación de dioses de distintas religiones secundarias y una escueta tabla que recoge los rasgos y funciones de medio centenar de estos y otros conocidos dioses negados por los ateos

La Religión tiene un fundamento de verdad: la relación del hombre con unos seres extrahumanos. Gustavo Bueno identificó estos seres con los animales del paleolítico: «Altamira es la Capilla Sixtina del Cuaternario». Cuando estos animales fueron domesticados, se transfirieron a los cielos o a los hombres que los dominaron. Así, las religiones mitológicas subsiguientes tienen muchos dioses con abundantes rasgos animales. Vamos a señalar ahora estas distintas mitologías por orden cronológico, y solamente unos pocos de sus dioses respectivos por suborden alfabético.

Visnú

Mitología hindú

Kama, dios del amor y esposo de Ratī –diosa de la voluptuosidad–. Se le representaba montado sobre un gorrión.

Śiva, dios de la Destrucción, forma parte de las ‘Tres Formas’ (o Trimurti) junto con Brahma y Visnú. En otra faceta de su personalidad aparece como protector del ganado.

Visnú. Divinidad que es el principio de conservación del mundo. Cuatro de sus reencarnaciones (pez, tortuga, jabalí y hombre-león) tuvieron lugar en un pasado muy remoto. En las cuatro siguientes adquirió formas humanas (avatara) como, por ejemplo, Rama.

Marduk

Mitología mesopotámica y persa

El enorme panteón sumerio tiene más de más de cinco mil divinidades. Ahí es nada. Ahora resulta que los politeístas somos nosotros.

Leviatán, monstruo babilónico del caos –la serpiente primitiva del Paraíso–, recibió también el nombre de Dragón.

Marduk, dios babilónico creador de la humanidad, asimilado a Bel y a Dagón –dios fenicio de la fertilidad, algunos creen que era un dios-pez con manos y cara de hombre–. Sansón murió al derribar las columnas del templo de Dagón en Gaza.

Mitra, dios iranio de la luz. La fiesta solar de la Navidad nos remite a los cultos de Mitra. En sus representaciones aparece con un gorro frigio y sacrificando un toro con un largo puñal.

Nergal, dios asirio de la caza y de la guerra, representado con figura de león con alas y cabeza humana.

Anubis

Mitología egipcia

Anubis, dios funerario representado con cabeza de chacal. Introduce a los muertos en el otro mundo.

Horus, dios simbolizado por un halcón o por un Sol con alas.

Maat, divinidad que personifica la verdad y la justicia. Se la representa en figura de mujer con una pluma de avestruz en la cabeza. Preside el juicio de los muertos cuando se dirigen a la morada eterna.

Ra, gran dios solar representado en forma humana, con cabeza de halcón y un disco a modo de tocado. Hubo un culto a Ra bajo el aspecto de Atón. Atón tenía un conocimiento y una acción, universales; pero no se puede hablar de monoteísmo, pues no se destruyeron otras divinidades como Ammón-Ra. Los dioses sucesivos tampoco han resultado ser compatibles: Alá y Cristo no son compatibles, y el dios protestante luterano y el católico de Carlos V tampoco lo fueron.{1}

Set, dios del mal. Unas veces escorpión, otras veces hipopótamo, urdió continuamente intrigas contra Osiris, símbolo del Sol poniente. Invitó a setenta cómplices a meterse en un cofre fabricado a medida de Osiris; sólo Osiris se ajustó a él; una vez dentro, los cómplices cerraron el cofre, convirtiéndolo en ataúd, y lo arrojaron al Nilo.{2} Pero Set murió a manos de Horus, símbolo del Sol naciente.

Tot, divinidad de la sabiduría, representada con cabeza de ibis –el Hermes Trismegisto grecolatino–.

Sacrificio a Apolo

Mitología grecolatina

Los dioses grecolatinos y nórdicos, como los egipcios, presentan rasgos humanos o animales en su conducta y en sus sentimientos –rasgos de animales numinosos con deseos e inteligencia.

Afrodita, diosa de la belleza y el amor –la Venus de los romanos–. Están consagrados a la diosa el cisne, la paloma y la golondrina.

Apolo, dios de la belleza y las artes, tenía un santuario en Delfos donde su profetisa Pitón (una serpiente monstruosa) transmitía los oráculos del dios. A él estaban consagrados el lobo, el cisne, el cuervo y el gallo.

Artemisa, divinidad de la Naturaleza, protectora de la caza –la Diana de los romanos–.

Atenea, diosa de las artes y la industria, y divinidad onomástica de Atenas –la Minerva de los romanos–. Se la llama también Hipia, domadora de caballos. Le estuvieron dedicados la serpiente, el gallo y la lechuza.

Dionisos, dios de la vegetación –el Baco de los romanos–. Sus adoradoras subían en procesión a un monte solitario y durante días se lanzaban a un desenfreno de alcohol y alucinógenos. Servían a Dionisos los sátiros y los centauros.

Nereidas, divinidades marinas, hijas de Nereo, jóvenes hermosas de medio cuerpo arriba y peces en lo restante. Eran cincuenta y acudían en auxilio de los marinos.

Tyr

Mitología germana y escandinava

Bifröst, puente entre el Cielo (Asgard) y la Tierra (Midgard), asociado con el arco iris cruzado por los dioses para ir a la mansión de las Nornas. El guardián del puente era Heimdall, dios nórdico de la luz. Entre los warramunga australianos, las fiestas en honor de la serpiente Wollunqua, que empinándose sobre la tierra llega hasta el cielo para formar el arco iris, también son fiestas en torno a lo sagrado.{3}

Loki, dios que poseía una gran belleza física y una gran astucia; es el espíritu de la maldad escandinavo, el Mefistófeles nórdico. Loki es un adepto a cambiar de forma y transformarse en salmón, caballo, pájaro o mosca.

Nornas. Las tres diosas escandinavas del destino (las Parcas latinas): Urd para el pasado, Verdandi para el presente y Skuld para el futuro. Urd y Verdandi eran benévolas, pero la inexorable Skuld rompía con frecuencia la trama del destino y la esparcía a los cuatro vientos. Representaciones de las Nornas, contrariamente al folclore, denotan una de ellas con alas.

Odín, dios escandinavo de la guerra y la muerte, el Wotan de los germanos. Llevaba dos cuervos sobre sus hombros (pensamiento y memoria) que vigilaban el mundo cada mañana para informarle de cuanto ocurría. El dios montaba en su brioso caballo de ocho patas Sleipnir, nombre que se traduce como resbaladizo. Este extraordinario animal simbolizaba los ocho vientos que provienen de los ocho puntos cardinales y era capaz de ir velozmente de un extremo al otro del horizonte.

En resolución, los dioses que atienden a la fertilidad de, por ejemplo, los campos (Freyr, Frigga,…), no son productos de la gratuita fantasía de los dirigentes políticos respectivos (como pudieron serlo éstos otros, Ares, Zeus, Odín o Thor), sino dioses funcionales intercalados en las prácticas cotidianas más prosaicas.{4}

Viracocha

Mitología azteca e incaica

La crueldad es la característica de la mitología azteca, con sus holocaustos de corazones humanos palpitantes. Existe una pareja, Citlalatonac («el que reside en el cielo») y Citlalicue («la madre universal»), que da origen a los dioses y los hombres. Uno de sus hijos es Tecpatl («sílex»); sus hermanos lo estrellaron contra la tierra, donde se rompió en 1600 pedazos, cada uno de los cuales se convirtió en un dios. La mitología incaica también defiende como propios los sacrificios humanos.

Huitzilopochtli, divinidad principal de los aztecas, que los guió en forma de colibrí en su migración hasta el Valle de México. Representaba al Sol en el mediodía y era el dios de la guerra, al que se ofrecían los corazones de los enemigos capturados.

Tezcatlipoca, divinidad astral mixteca y azteca. Era el dios de la noche, las tinieblas, el invierno y el norte. Su símbolo era el jaguar, y su color, el negro.

Viracocha. En la mitología incaica, el dios-Sol, dios supremo y eterno, creador y padre de todos los vivientes. Viracocha tenía un compañero alado, el pájaro Inti, una especie de pájaro mago, conocedor de la actualidad y del futuro, representado como un picaflor de alas de oro. Comienza Viracocha su obra en el mundo de los antiguos, tallando en la piedra las figuras de los dos primeros seres humanos. Estas estatuas las va situando Viracocha en los sitios correspondientes y, a medida que les da nombre, se animan y toman vida en la oscuridad del mundo primigenio, porque todavía no se ha ocupado el dios de dar la luz a la Tierra –solamente iluminada por el resplandor del Titi, un puma que vive en la cima del mundo y que seguramente sea el jaguar que se entremezcla con otros animales en las representaciones totémicas del Imperio Inca y de las culturas preincaicas.

   Función
Figura
Amor Arte Belleza Fecundidad Sabiduría Caos Guerra Infierno Muerte Cielo Creación Justicia Luz Sol
Rasgos humanos Kama Istar Nabo Tamuz Afrodita Apolo Atenea Deméter Dionisos Gea Hefesto Perséfone Poseidón Balder Freyr Frigga Njörd Kali Kartikeya Śiva Ahrimán Neftis Ares Hades Heracles Moiras Hel Odín Brahma Indra Mitra Ptah Hespérides Hestia Zeus Jesucristo Heimdall Iduna Thor Valquiria
Rasgos animales Tot Nereidas Leviatán Nergal Anubis Set Artemisa Loki Nornas Tezcatlipoca Visnú Marduk Horus Maat Ra Huitzilopochtli Viracocha

Notas

{1} Gustavo Bueno, La fe del ateo, Temas de Hoy, Madrid 2007, página 54.

{2} op.cit., página 53.

{3} op.cit., página 66.

{4} op.cit., página 114.

 

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