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El Catoblepas, número 36, febrero 2005
  El Catoblepasnúmero 36 • febrero 2005 • página 19
cine

La dimensión psicoanalítica
en el film La ventana secreta

Sergio Jiménez Cruz

Interpretación psicoanalítica de la película La ventana secreta, film que ofrece la posibilidad de entrar desde un punto subjetivo en el mundo de un individuo esquizofrénico y permite sugerir la relación entre la obra de Freud y el guión de Stephing King

1. Sinopsis del film

El film basado en una novela de Stephing King, y acompañado por una banda sonora de Philip Glass es un thriller psicológico que va desvelando los entresijos mentales de Morton Rainy, una ventana secreta al laberinto de su cerebro. La película se abre con el desencadenante de la acción: Morton Rainy sorprende en un motel a su esposa con su amante. Tras seis meses, el protagonista se ha separado de su mujer y aparece sumido en una depresión y dejadez continua. Johnny Depp interpreta un personaje pacífico, tímido, depresivo e introvertido. No encuentra inspiración en su labor de escritor. Pero un día recibe una visita inesperada: un sureño del Misisipy que le imputa el plagio de su cuento. El zezeo y los modales rudos crean una extraña mezcla de humor y desapacible inquietud que asciende in crescendo:

—«Uzted me ha robado mi cuento y esto no va a quedar azí.»

Mort se siente asustado. Una nota aparece clavada en su puerta:

—«No avise a la policía.» Shooter deja una copia a la entrada de su puerta con una piedra encima.

Habla con su abogado sobre el acoso del desconocido y aunque anteriormente había copiado una novela, el cuento que había escrito era original. Mort duerme interminables horas sobre su sofá. Se levanta por la noche inquietado por un ruido. Su perro aparece destrozado en el porche de su casa de campo. Entonces comprueba que ambos cuentos son exactamente iguales. Posteriormente se encuentra con el sureño del sombrero en el campo, saludan a un vecino:

—«¿Lo ha visto ya zeñor Rainy? Devuélvame mi cuento.»
—«El cuento es mío y se lo demostraré.»

Shooter afirma que el cuento lo había escrito en 1997, a lo que rebate Mort, defendiendo su autenticidad, que en una gaceta de 1995 ya había sido publicado.

—«Enzéñeme eza revizta o lo pagará caro. Tiene trez díaz.»

Tom, su abogado negro registra su casa, pero no encuentra a nadie. Eimy, su ex, le llama preocupada, con un ambiguo comportamiento. Lo trata cariñosamente pero le dice que va a casa de Ted, el querido. Mort ve su casa cuando salen, pidiéndole la revista donde aparecía el cuento. Al día siguiente su casa aparece totalmente calcinada. Eimy ya no puede darle la revista y no puede justificar su autenticidad a Shooter, por lo que pide a Tom su manager que le envíe por correo una copia. Tras el incendio Eimy, Ted y Mort se entrevistan con la aseguradora, tras lo cual Eimy le solicita la documentación del divorcio. Mort empieza a sospechar de Ted, pues es oriundo del Sur, de la bahía de Shooter; es posible que Ted intente presionar con un matón contratado a Mort. En Opinión de Tom, el negro, «el asunto se le ha ido de las manos» a la persona encargada de asustar al escritor.

Shooter visita de nuevo al personaje y forcejea, dejando tundido a palos a Mort, y con moratones en los brazos.

—«Devuélvame mi cuento o uno de los doz va a morir. Tiene que cambiar eze final. Vaya a donde el otro día y noz encontraremos allí. Zi aviza a la polizía zerá bajo zu rezponzabilidad.»

Mort denuncia el caso del perro y posteriormente contacta con la policía. El policía viejo para remitir sus síntomas de artrosis aparece haciendo punto en la comisaría, el cual no le presta mucha atención.

Mort sale al encuentro de Shooter en mitad del campo después de dormir y tener pesadillas sobre la ventana secreta tornada de un azul enigmático, dormido sobre un sofá sobre un acantilado a una gran altura sobre las olas. Mort cae sobre el mar. En realidad se cae al suelo y se despierta. Poco a poco se acerca a la furgoneta, lleno de miedo. Mort encuentra a Nif y Tom muertos en una furgoneta bañada de sangre. Se desmaya.

—«Laz 12.15, lleva trez horaz en el zuelo, no le he querido dezpertar zeñor Rainy.»

Mort sale corriendo cojeando hacia el camino del bosque.

—«Ze le ha dormido la pierna. Uzted ze azusta en seguida. No ze ezcape. Le van a relazionar con ezte crimen. Eze deztornillador eh zuyo. Zi loz deja aquí ze va a encontrar con la zoga al cuello y un charco de meado abajo. ¡Quiero que arregle mi cuento!»
—«Yo no le robé su cuento.»
—«Ya veo que quiere que lo ingrezen por asesinato. Ezoz tipoo ze eztaban metiendo en nueztraa vidaa. A Vd. le toca arreglar todo ezto.»
—«Entoncez me entregaré. Un hombre que eztá tan loco no tiene razón ni sentido para vivir.»

Mort obedece. Saca el destornillador de la oreja de Nif y pone en marcha el todo terreno cuesta abajo. Se le engancha la pulsera a la caja de cambio, pero al fin puede sacar la mano y deja caer el vehículo por un acantilado hacia el lago, donde se hunde rápidamente el coche. Ya en la casa recibe una llamada de Eimy, preocupada por él.

—«¿Estas bien Mor?»
—«¿Por qué me dejaste? ¿Fue por lo del bebé? (Eimy comienza a llorar)» ¡Respira, respira! Lentamente.» (Dice con humor)
—«Siempre estabas en otro lado. Mientras estabas conmigo, estabas en otro lado. Quiero verte.»
—«¿Por qué coño quieres venir? ¿Estabas preocupado por mí? Y yo me lo he creído. ¡Qué tonto he sido!» (Mort perspicazmente intuye que ella se pone sentimental para sacarle el consentimiento del divorcio)

Después Eimy hablando con Ted.

—«En cuanto firme los papeles no tendremos estas terribles conversaciones. Voy a verle.»

Cuando Mort entra en la ciudad el policía lo llama, quiere hablar con él.

—«He visto a esos tíos.» «Será mejor que duerma.» El escritor recoge en correos el cuento. La secretaria le habla como si fuera cómplice de la confabulación.
—«Lo de su amigo negro ¿lo ha arreglado?» Llega a la casa del campo y hace un rictus extraño con la boca. Abre el sobre de UPS, mira el índice, pero faltan las páginas centrales:
—«¡Lo has arrancado de la revista!» Entonces coge el sombrero de Shootter que había cazado con una bolsa de plástico como una prueba y se lo pone. Después se mira en el espejo, pero cuando se mira, se ve de espaldas, y cuando se gira, aparece de frente. Tira un objeto a la pared, al espejo, y la casa empieza a resquebrajarse desde el tejado hacia abajo.
—«¡Devuélvame mi sombrero!» Dice Shooter bajando las escaleras de su casa. —«¿Qué me está pasando?» «Yo zé que lo zabe» ¿Qué paza con lo del vaquero y la bahía de Shooter? ¡Llama a la polizía y dile que te encierre antez de que matez a nadie maz! —¡Yo te extirparé de aquí! —Tenías una pistola y querías hacerlo. —Mi pistola no estaba cargada. —Querías matarlos. –«¡Escúchame a mí! No a él. Déjame solo.» —Ya estaz zolo...
—«Shooter, ¡Usted no existe! —Si que ezisto, porque uzted me creó, me puzo un nombre, me dijo todo lo que quería que hiziera. Yo lo hize todo para que Vd. no tuviera que hacerlo. No tenía eztòmago para hacerlo por Vd. mizmo, pero zabía que yo lo haría. ¿Por qué he venido en realidad? Para arreglar el cuento, para arreglar zu final. —¿Cómo debemos hacerlo exactamente?

Eimy entra en su casa: —«¿Mort?» Y ve las páginas arrancadas volando. La casa está absolutamente desordenada. Una botella de Jack Daniell y un paquete de cigarrillos Palmer están por la mesa. Cree que está borracho, o lo que es peor, que le ha pasado algo, que quizás Shooter le ha hecho daño. Sube arriba, y ve toda la habitación y la mesa rallada con las palabras Shooter en distintos tamaños por todas las paredes y el techo. Se abre la puerta y Mort con el sombreo está tras la puerta, donde esta desligado el nombre, con Mort en medio: Shoot her. (¡Mátala!) Y empieza a hablar a Eimy como el sureño: —«Se puzo muy terco» —¡Mort! —«Mort eztà muerto; aunque yo no le toqué un pelo. Ezcogió la zalida màz cobarde.» «Me estás asustando». Coge unas tijeras pero ella sale corriendo, arranca con nerviosismo el coche. Pero él coge un pedrusco, rompe un cristal y la saca del coche con extraordinaria fuerza. Ella se escapa pero se cae, le clava un destornillador en la pierna y se golpea la cabeza con una roca. —«Nada de ezto ha sido idea mía. Ha zido idea de Mort Rainy, él me lo ha pedido.» Cuando va a matarla llega Ted. —«¡Eimy!» Él astutamente le espera en la puerta y le pega un palazo, y le corta la cabeza con la pala. Luego va tras ella y la mata.

Mort entra en el pueblo, en el supermercado, le habla a la chica de correos que le mira con miedo, Mort intenta coquetear, pero ella sale despavorida del supermercado. El Sheriff llega a su casa: —«La puerta está abierta y voy a entrar.» Se encuentra todo ordenado. Los cajones de la cocina llenos todos de mazorcas de maíz. —«Sr. Rainy» —«¡Hola Dep! No le había oído entrar.» —«¡Oiga, los dos sabemos lo que hizo! Pero al final encontraremos los cadáveres le agradecería que no viniera al pueblo.» Se marcha el policía y el sigue escribiendo un cuento:

—«Sé que puedo hacerlo, dijo Tom Down comiendo una mazorca de maíz, seguro que dentro de un tiempo habrá desaparecido hasta el último rastro de ello, y será un misterio, incluso para mí. Lo único que importa es el final. La parte más importante de mi cuento, y éste es genial.»

2. Interpretación psicoanalítica del film:

2.1. El subjetivismo como recurso literario:

El protagonista puede ser abordado desde dos enfoques psiquiátricos en principio. Podemos sugerir sobre la patología del personaje que sus actos tuvieron una etiología biológica, es decir las acciones que comete de índole criminal se deben obviamente a las curiosas alucinaciones visuales y auditivas de las que nos percatamos al final del film. El subjetivismo se ha convertido en una técnica narrativa útil en las producciones de los últimos cinco años. El director de cine nos conduce por un mundo compuesto de planos y escenas que no describen la realidad tal cual es, compuesta por una perspectiva ínter subjetiva, de la relación entre los personajes. La cámara del director no describe la realidad entre la relación de los personajes, ni sus pensamientos secretos, o las opiniones y sentimientos de otros individuos, sino que nos introduce dentro del cerebro del protagonista para ver una realidad deformada que sería vista solo por ese individuo. Si ya de por si el director de cine nos describe una ficción, pero una ficción que debe parecer lo suficientemente real para que nos la creamos, y nos identifiquemos con los actores, en estas producciones se da un salto en los recursos narrativos. Se nos describe un mundo ficticio que trata sobre otro mundo ficticio que es creado por un sujeto que está al borde de la locura o embriagada por ella. Solo al final del film palpamos el contraste entre la desvirtuación de la realidad que ha hecho el protagonista, y la realidad real que tiene sentido dentro de la ficción literaria que nos describe la película. El ardid del director es describirnos una ficción dentro de otra ficción, tramada dentro del cine.

2.2 Comparación con El sexto sentido

Este recurso literario empezó a usarse ya en films como Ghost, (en los cuales la protagonista negra, que era una médium, hablaba con un fantasma que ella solo veía){1}. Dicha estrategia del guión ha tenido un especial auge a partir del El sexto sentido{2}: El niño es capaz de hablar con fantasmas, pero un personaje real interpretado por Bruce Willis solicita al niño su colaboración en una investigación. Finalmente el protagonista real, resulta ser ficticio, irreal, un fantasma más dentro de la colección de seres solo vistos por el niño. La perplejidad es extrema cuando explica para asombro del espectador con lógica implacable que él realmente está muerto. Pero no quiere aceptar la evidencia de la realidad contra la que se vuelve en expresión de rebeldía contra el fenómeno de la propia muerte. La película en síntesis, puede ser interpretada como el psicoanálisis de un muerto que reprime a nivel consciente el hecho que rehusa aceptar. El niño- médium- psiquiatra le conduce a la terrible verdad que no quiere aceptar. Mediante el diálogo consigue que la represión de un hecho hiriente sea superado cuando ese contenido inconsciente (Ello) que todavía está en su ello, aflore a nivel consciente (Yo). El niño, en este caso adoptaría esa perspectiva subjetiva que le revelaría a Bruce Willis el auto-engaño en el que se haya sumido. El médium se convierte en psicoterapeuta. El superyó del sujeto ha forzado al conflicto: El debe estar vivo. Y este imperativo del deber, propio de la moral introyectada o superyó, fuerza a la disociación y al autoengaño al protagonista{3}.

En igual forma en The Secret Window Shooter encarna ese papel de psicoanalista. En este caso Mort está vivo, y el desencadenante a diferencia del otro film no es su propio asesinato, sino el hecho traumático de encontrar a su propia esposa en la cama de un motel con su amante. Sin embargo, Mort no se venga, se ve sumido en una profunda depresión.

El subjetivismo como estrategia para crear un thriller psicológico también se ha empleado en otros films recientes: Los Otros{4}, con un guión semejante al del Sexto sentido, y Una mente maravillosa{5}, que trata la misma patología psiquiátrica que La ventana secreta.

2.3. La disociación de la personalidad en Morton Rainy

La locura de Mort puede obedecer a una tendencia innata producida por una anatomía diferente. Según algunos patólogos la esquizofrenia tiene su origen en un superdesarrollo de los lóbulos temporales y a la vez en una hipo activación del lóbulo frontal. A nivel funcional esto se traduce en un mayor riego sanguíneo en las zonas laterales del cerebro y un descenso de la irrigación en la frente, propia de la actuación voluntaria y consciente{6}. Desde este punto de vista Mort estaba loco desde que nació debido a una constitución cerebral anormal. Pero si estaba loco de remate ¿Cómo no se percataron sus amigos y esposa del hecho? ¿Fue un abrupto ataque de ira el que condujo al personaje a una conducta criminal? La esquizofrenia es una peculiar enfermedad, de tipo hereditario que mantiene intactas las facultades cognitivas pero que separa el mundo emocional de la realidad debido a la aparición crónica de alucinaciones auditivas y visuales, retracción de la vida social, vida sexual anormal, y creciente aumento de los comportamientos agresivos hacia el exterior o contra sí. Si el carácter hereditario de la enfermedad fue el detonante de sus delirios el psicoanálisis tiene poco que aportar a la comprensión de nuestro simpático pero retorcido personaje. Una postura intermedia parece aceptar que las tendencias innatas entran en diálogo con las propias experiencias de los sujetos, de forma que pueden actuar como espoleta de la bomba mental que sacude la vida de cuantos rodean al enfermo. Y aquí es donde entra en acción la interpretación psicoanalítica, como un intento de esclarecer los itinerarios mentales del sujeto enfermo. El film hace un brillante análisis del progresivo deterioro mental de Mort Rainy. El hecho desencadenante, o lo que llamaría Freud interdicción, parece ser la infidelidad conyuga{7}. No obstante hay atisbos de otras corrientes subterráneas que lentamente emergían en el personaje:

Eimy: - «¿Estas bien? En estos dos últimos años has estado ausente. Siempre estabas en otro lado, mientras estabas conmigo». La creación literaria del protagonista lo acerca al mundo de la irrealidad, que finalmente confunde, un escritor prolífico que vive de sus publicaciones.

El artista parece estar más cerca del inconsciente que otras profesiones, pero esta receptividad con el mundo interior de la que brota la creatividad también lo hace más sensible a la locura.

Mort impresiona en principio por ser un individuo un poco miedoso y delicado, que ni siquiera es capaz de matar a una mosca. De hecho cuando encuentra a un ratón en su bañera, lo libera en el bosque. Este ser pacífico, introvertido y enamorado de su ex-mujer larva un conflicto que es directamente reprimido.

En el enamoramiento la implicación afectiva es vista como una identificación con el objeto amado. De hecho el propio Freud considera al enamoramiento como una neurosis transitoria en la que el amor es vivido como obsesión, dependencia, euforia y en la que la persona amada es tan sublimada que es considerada una persona insustituible. Mort, tras seis meses de separación todavía se haya en ese estado, preferiría que su esposa renunciara o se hubiera aburrido de su amante. Pero Eimy mantiene un ambiguo contacto con su ex-marido que le impide romper sus vínculos. No lo quiere, pero tampoco quiere que la olvide. Lo característico de este estado es la identificación inconsciente entre la persona amada y el que ama: Yo = Tu. La melancolía y la depresión son analizadas por Freud como la extirpación de la autoestima al desaparecer el sujeto amado{8}. La muerte por amor, el suicidio romántico tiene su origen en este mecanismo llamado identificación. En el que como si de una droga se tratara el individuo pierde su rumbo y destino al desaparecer de su vida la persona que quiere. Pero el suicidio por amor, es algo más, es un asesinato en realidad. En opinión del creador del Psicoanálisis, los instintos eróticos, agresivos u hostiles y narcisistas se fusionan en el inconsciente permutándose con facilidad{9}. Es el dicho popular: «Del amor al odio solo hay un paso». El sujeto amante recrea su narcisismo mediante el afecto al que quiere, pero la frustración del placer desencadena mecanismos hostiles que oscilan desde la autoagresión a la agresividad. El sentimiento de culpa del sujeto frente a la perdida del sujeto que le proporciona cariño, belleza y placer es provocado por un superyó, una conciencia moral que se vuelve agresiva contra si mismo. Cuando fracasamos en algún propósito o empresa nuestro superyó se vuelve autoritario y agresivo contra el yo, el intermediario consciente de nuestra vida{10}. La melancolía o la depresión no es más que la venganza del superyó sobre el yo. A un nivel inconsciente Mort Rainy no debería haber perdido a su esposa. Y este íntimo convencimiento le sume en una existencia sin sentido en la cual dormir infinitas horas en el sofá es su único consuelo, o intentar escribir un cuento que no consigue crear, porque ya no es feliz.

Pero tras seis meses de depresión su psique toma otros derroteros más morbosos y retorcidos. La identificación Yo = Tu produce la depresión por una agresión dirigida hacia si, debido a la identificación inconsciente, pero tal sentimiento hostil se produce porque a nivel inconsciente se desea agredir al Tu. No es de extrañar por tanto las tres situaciones posibles que acaecen a nivel afectivo: a) la autoagresión o suicidio , en la cual la represión actúa inhibiendo la agresividad hacia la persona amada debido al control del superyó, que reprime el primario impulso de matar o golpear a nuestros semejantes en condiciones normales a excepción del estado de sitio o guerra (crimen reprimido) b) La agresión directa sin represión propio de caracteres violentos, el homicidio pasional , la típica expresión: « La maté por que era mía, la maté porque la quería.» c) La situación mixta en la que sucesivamente las tendencias hostiles se mueven como un péndulo del yo hacia el tu, pero sin haberse liberado de la identificación propia del amor. Es el típico crimen pasional en el que un agente de la ley, que tiene un arma en su domicilio primero mata por celos a su esposa y luego se pega un tiro en la sien. La mata porque la odia, pero como a la persona que odia, también la ama, y es como si mismo, al estar muerto el si mismo que es el Tu, después, se mata también. Este crimen pasional guarda cierto parentesco con nuestro personaje pero en un orden cronológico inverso. Morton primero entra depresión y luego asesina; el agente primero asesina y luego se inmola .Pero el caso del escritor se complica con un sujeto propicio a la esquizofrenia en la que además actúa de forma subrepticia la represión sobre los deseos inconscientes que el protagonista no quiere aceptar. En primer lugar Mort elabora algo frecuente en los delirios paranoicos llamado fábula personal{11}

La fábula personal es una historia irreal que el sujeto delirante crea para satisfacer sus profundos deseos. Este tipo de delirios suceden con frecuencia en la paranoia de la cual no escapa Johnny Depp. Mort se siente perseguido, se siente observado, incluso por una ardilla que parecer confabular contra él, contempla un mundo de seres hostiles. En la paranoia, el sujeto siente ser perseguido por personas que son hostiles contra él/ella. En realidad en la paranoia el sujeto proyecta sus deseos hostiles sobre otras personas, pero distorsiona la realidad.

El odio hacia los demás es invertido: los demás amenazan y traman intrigas contra uno. En el sueño con frecuencia la inversión aparece como disfraz de un deseo reprimido: la chica tímida que siente miedo en el sueño en realidad desea ser perseguida en la realidad, el miedo y la hostilidad del sueño es el equivalente al que siente la chica por los demás, la venganza porque no le echen cuenta y le miren en la vida real. Pero a diferencia del sueño Mort empieza a enloquecer cuando sueña despierto, no distingue la realidad de la ficción auto inventada{12}. En este sentido la esquizofrenia es esquizofrenia paranoide. Además de la paranoia y los delirios Mort recurre a la proyección. Dentro de su fábula personal proyecta sus deseos reprimidos en un sujeto que actúa conforme a sus deseos ocultos. Si bien las personas normales recurrimos a este mecanismo en el sueño, cuando este actúa a la luz del día se produce la disociación de la personalidad. La persona al fracasar en su vida personal en sus más íntimas aspiraciones entra en conflicto interior por un superyó que le obliga a tener un comportamiento social educado y moderado, dentro de la sociedad pacífica en la que vive, y sus deseos profundos de venganza no satisfechos{13}. Probablemente si el protagonista hubiera llevado balas en su pistola y hubiera asesinado a la pareja, se hubiera convertido en un asesino declarado, pero no en un perturbado. En aquel momento su yo controló la partida quitando las balas del cargador; en las primeras escenas junto al sonido inquietante del parabrisas decía: «No, no, no vayas», inhibiendo su curiosidad. Pero el deseo criminal reprimido siguió actuando en las sombras.

Su personalidad se disocia, se convierte en una personalidad múltiple. Su ello, el inconsciente toma vida propia. Se personifica, otro mecanismo del sueño{14}, en Shooter. Shooter actúa como el ello, como su inconsciente, aunque en otras ocasiones se expresa como el superyó, como lo que debería haber hecho y no hizo. Shooter expresa pensamientos y sentimientos que el mismo a nivel consciente no acepta. Después de ver al sureño zezeante por primera vez, Morton ya no es un sujeto, es varios.: La expresión del ello se concreta en algunas frases del cateto del Misisipy:

—«Ezta mujercita guapa, la rubia ze ha ido con otro.»
—«Vd. Ezta loco y va a ir a la horca.»
—«Ezos tipoz estaban metiéndose en nuestros azuntos.» (Cuando se percata que sus amigos y vecinos en el todoterreno se han dado cuenta de que esta loco y le iban a impedir sus futuras acciones).

«Devuélvame mi sombrero» hace referencia a la necesidad de disociación del protagonista, cada parte de él quiere permanecer desconocida a la otra.

Al ponerse el sombrero sucede un momento fugaz de conciencia y autocomprensión. Los distintos niveles de la personalidad vuelven a conectarse e interactuar. Shooter en el último diálogo le clarifica a si mismo la cruda verdad. Mort aparece hablando solo: —«Puede que quiera que te confundas. No existía ningún Shooter. Tu te lo has inventado.» Cuando esta ante el espejo el protagonista desea comprenderse a si mismo, volver a ser uno, tras conectar el ello con el yo mediante la revelación de la verdad que hace el personaje ficticio de Shooter a si mismo, al propio yo. Una de las escenas más simbólicas del film que solo se pueden conseguir en el cine y no en la novela, es la extraña imagen del espejo. El personaje quiere verse a si mismo, pero no puede, su superyó se lo prohibe, por ello cuando se mira al espejo ve su cabeza por detrás, y cuando gira aparece su cara. No es capaz según su educación y costumbres morales de aceptarse a si mismo. Entonces recuerda que a veces jugaba mientras escribía sobre su personaje: «Tengo una granja de ovejaz en el Misisipy». Recuerda fugazmente como ha matado a su propio perro, como ha incendiado su casa y como realizó los asesinatos de sus amigos. Necesitaba proyectar en Shooter el final de su cuento. La fábula personal actuaría como el contenido manifiesto de un sueño, la anécdota retorcida que ocultaba un sentido latente que solo es revelado por el duro sureño al final. El problema de la autoría del cuento, la necesidad de cambiar el final, no eran sino las mascaras a nivel consciente para ocultar mediante la represión el propósito oculto: Convertir Morton Rainy el protagonista de su cuento. Finalmente. Shooter acaba su trabajo, ya no es necesario en la fábula personal de Mort, por ello desaparece y el protagonista aparece feliz y contento., porque ya no es Mort, ni Shooter (Mátala), sino Tom Dom...

—«Sé que puedo hacerlo, dijo Tom Down comiendo una mazorca de maíz, seguro que dentro de un tiempo habrá desaparecido hasta el último rastro de ello, y será un misterio, incluso para mí. Lo único que importa es el final. La parte más importante de mi cuento, y éste es genial.»

Bibliografía

Sigmund Freud, Obras completas, Biblioteca Nueva, Tomos I-VII, Madrid 1997. Véase en concreto: Estudios sobre la histeria, La interpretación de los sueños, Observaciones psicoanalíticas de un caso de paranoia, El problema económico del masoquismo, El carácter y el erotismo anal, Observaciones sobre el amor de transferencia, Duelo y melancolía, Introducción al narcisismo, Los instintos y sus destinos.

Notas

{1} Ghost (USA 1990). Dir.: Jerry Zucker. Inter.: Patrick Swayze, Demi Moore, Tony Goldwyn, Whoopi Golberg. 121 m. Género: Romance, Prod. Lisa Weinstein. Guión: B. J. Rubin. Mus.:Maurice Jarre. Fot.: Adam Greenberg.

{2} El Sexto Sentido (USA 1999). Dir.: M.N. Shyamalan. Interp.: Bruce Willis, Haley Joel Toni Collette, Olivia Williams. Guión: M. N. Shyamalan. Fot.: Tak Fujimoto. Thriller Mus.: J. M. Howard. Montaje: A. Mondshein.

{3} S. Freud, Introducción al psicoanálisis, Alianza, Madrid 2002.

{4} Los Otros (España, USA, Francia 2001). Dir.: A. Amenazar. Inter.: N. Kidman. Fionnula Flanagan, Christopher Eccleston. Guión: A. Amenabar. Fot.: J. Aguirresarobe. Música: A. Amenazar. Montaje: N. R. Capillas. Thriller.

{5} Una mente Maravillosa (USA 2001). Dir.: Ron Howard. Inter.: Russell Crowe. Ed Harris, Christopher Plumier. Paul Bettany. Guión: Akiva Goldsman. Fot.: Roger Deakins. Mus.: James Horner. Montaje: Daniel. P. Hanley.

{6} D. Goleman, La inteligencia emocional, Kairos, Barcelona 2002

{7} S. Freud, Un caso de neurosis. En Obras Completas, Madrid 1997.

{8} S. Freud, Aflición y melancolía, Op. Cit.

{9} S. Freud, El carácter sádico-anal, Op. Cit.

{10} S. Freud, El Malestar en la cultura, Op. Cit

{11} S. Freud, Sobre Un caso de Paranoia, Op. Cit.

{12} S. Freud, La Interpretación de los sueños, Ibid.

{13} S. Freud, El porvenir de una ilusión, Op. Cit.

{14} S. Freud, La interpretación de los sueños, Ibid.

 

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