Nódulo materialistaSeparata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org


 

El Catoblepas, número 34, diciembre 2004
  El Catoblepasnúmero 34 • diciembre 2004 • página 6
Desde mi atalaya

Un acto académico en Oviedo

José María Laso Prieto

Sobre la presentación en Oviedo
de la Asociación Universitaria José María Laso Prieto

En el número 34, de diciembre de 2004, dentro de su sección Documentos, de la revista digital El Catoblepas, se publica un trabajo titulado «Presentación de la Asociación Universitaria José María Laso Prieto». Como yo intervine, lógicamente, en tal acto, la dirección de El Catoblepas me ha pedido que facilite una síntesis de mi intervención oral el pasado 17 de noviembre. Lo hago con mucho gusto

Cuando se me pidió autorización para dar mi nombre a dicha Asociación, contesté que lo aceptaba como un gran honor que se me hacía. Entonces se me explicó también que el acto académico constaría de dos partes. En la primera, se daría cuenta a los alumnos de la Facultad de Filosofía, de la Universidad de Oviedo, de la renovación del Decanato de dicha Facultad y de la Dirección de su Departamento, al haber resultado elegidos como nuevo Decano el profesor Santiago González Escudero y como jefe del Departamento el profesor José Antonio Cerezo. Tal tarea, la realizó don José Ovidio Álvarez Rozada y resultó muy acertada por sus concretas precisiones. La segunda, tenía por finalidad explicar las razones por las que el núcleo inicial de la nueva Asociación había decidido darle el nombre de José María Laso Prieto, a la misma. Ello se llevó a cabo en las sucesivas intervenciones de don Belarmino Borja Menéndez Muñiz, don Juan Ponte y don Roberto Ruiz García. Todas estas intervenciones estuvieron muy acertadas.

Me llamó especialmente la atención, la presentación que de mi persona realizó don Roberto Ruiz García. Prácticamente abarcó, a mi juicio, muy acertadamente, todas las facetas de mi compleja personalidad. Supo, en su exposición , enlazar, muy brillantemente, lo que sobre mi persona opinaban personalidades tan diversas como el alcalde de Oviedo, don Gabino de Lorenzo, don Juan Benito Argüelles, auténtico primer protagonista en la fundación de Tribuna Ciudadana, doña Lola Fernández Lucio, con igual protagonismo en los inicios de Tribuna Ciudadana, don José Galán Arias, que había caracterizado muy bien a Laso en un artículo publicado en La Nueva España; don José Ignacio Gracia Noriega, el mejor caracterizador de Laso en diversos artículos, don Manuel Herrero Montoto, expresidente de Tribuna Ciudadana, don Armando López Salinas, escritor que tuvo el gran acierto de calificar a Laso como «Tribuno de la plebe», don Antonio Masip, que denominó a Laso como «comunista y bueno», el escritor don José Luis Merino, que realizó una breve pero contundente reseña de las Memorias de Laso; en la revista Bilbao; don Vidal de Nicolás, el poeta y luchador, que fue compañero de Laso en el Penal de Burgos; don Carlos París, que compartió con Laso tareas filosóficas y políticas, el catedrático de Historia Contemporánea, don David Ruiz, que fue el primer intelectual antifranquista que contactó con Laso en Oviedo; don Roberto Sánchez Ramos, que tuvo el acierto de calificar a Laso de «Camello de libertad» en un memorable artículo; don José Carlos Fernández Rozas, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad Complutense de Madrid, que evocó muy bien el Bilbao de la niñez de Laso; y, finalmente, don Manuel Vázquez Montalbán, que cerraba con su texto el libro-homenaje que Tribuna Ciudadana dedicó a Laso con motivo del homenaje que le rindió en 1998, y en el que el escritor catalán reflejó el habito de Laso de hablar con voz muy alta.

Mi intervención oral en el acto académico citado, la voy a reconstruir de memoria, pues no conservo ninguna nota de ella. Al llegar al Salón de Actos de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía, pude comprobar la asistencia de una cincuentena de personas, entre las cuales se hallaban mis buenos amigos don Roberto Sánchez Ramos, portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida, del Ayuntamiento de Oviedo, y el profesor don Gustavo Bueno Sánchez. En el momento de mi entrada en tal salón, recibí un fuerte y prolongado aplauso.

Como el público asistente pudo percibir mis dificultades de desplazamiento, derivadas del efecto que sobre mis piernas había ocasionado un largo tratamiento de cortisona, para combatir la arteritis que contraje en un viaje solidario a Irak, realizado en 1999, comencé mi intervención señalando que «como se podía comprobar, por mi estado físico, había sufrido daños colaterales en la guerra de Irak». Ello hizo reír bastante a los asistentes al acto.

Seguidamente señalé que, para mí, era una satisfacción y un gran honor que se diese mi nombre a una Asociación de la Universidad de Oviedo, entidad a la que he estado fuertemente vinculado durante los últimos treinta y cinco años. Y, en especial, con su Facultad de Filosofía, dada mi prolongada y especial colaboración con el profesor Gustavo Bueno Martínez y su equipo de colaboradores. Expliqué también mi gran satisfacción por el hecho de que hubiese una nueva asociación Universitaria que siguiese la senda de la Asociación Universitaria «Wenceslao Roces», que goza ya de un gran prestigio, lo que coloca el listón muy alto para la nueva Asociación Universitaria.

A continuación, expresé también mi satisfacción por el hecho de que se estuviese fomentando así el derecho al asociacionismo, que es un derecho esencial en las sociedades democráticas, y por el cual, durante la dictadura franquista, fui procesado y condenado tres veces, por lo que los jueces franquistas denominaban «Propaganda ilegal». Es decir, un delito en tiempos de la dictadura franquista.

Expresé también mi satisfacción por el hecho de que la especialidad de los integrantes de la nueva Asociación Universitaria, que lleva mi nombre, fuese la de Filosofía. Desde Platón y Sócrates, a lo largo de toda la Historia humana, la disciplina de filosofía ha estado ligada a la resolución de los fundamentales conflictos ideológicos y a la resolución de problemas políticos cruciales. Por último, pero no menos relevante, considero que la perspectiva filosófica adoptada por los presentes en esta amplia Asamblea universitaria, es la del materialismo filosófico, que tan brillantemente encabeza el profesor Gustavo Bueno Martínez de cuyas conferencias filosóficas, en la Fundación Gustavo Bueno, tanto nos beneficiamos todos.

Finalmente agradecí a los organizadores de la nueva Asociación Universitaria, y a todos los asistentes, la distinción que me habían otorgado. Una comida, celebrada en el Restaurante «Cantábrico» de Oviedo, culminó lo que inicialmente fue el acto académico. A la comida asistió el profesor Gustavo Bueno Sánchez, que obsequió a los asistentes con dos libros publicados por la Editorial Pentalfa. Durante la sobremesa, revelé que había tenido un insólito sueño en el que aparecía escribiendo un artículo sobre Gengis Khan. Posteriormente, a petición de los asistentes, escribí el artículo, y se ha publicado en el diario ovetense La Nueva España, el 26 de noviembre, con el título de «Gengis Khan, el conquistador». Lamenté que al acto académico descrito, no pudiesen involuntariamente asistir dos buenos amigos: el profesor Alberto Hidalgo, que debió desplazarse a La Coruña y el profesor Santiago González Escudero, por impedírselo sus obligaciones académicas.

 

El Catoblepas
© 2004 nodulo.org