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El Catoblepas, número 31, septiembre 2004
  El Catoblepasnúmero 31 • septiembre 2004 • página 10
Información & comunicación

La materialidad de los tres Estados
del Ego, de Eric Berne

Felicísimo Valbuena de la Fuente

El Análisis Transaccional de Eric Berne
desde el Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno

1) Introducción. 2) Los cambios de las personas. 3) Los tres Estados del Ego. 4) El primer género de materialidad de los Estados del Ego. 5) El segundo género de materialidad. 6) El tercer género de materialidad. 7) El Padre como concepto enseñado de la vida. 8) El Niño, concepto sentido. 9) El Adulto, concepto pensado. 10) Los viajes de los Estados del Ego. 11) Segregación, Exclusión, Contaminación.

1. Introducción

En el número 29:12 de El Catoblepas, exponía mi plan de escribir varios artículos sobre el sistema de Eric Berne. El primero trazaba una panorámica de las principales ideas de Berne vistas desde la Teoría del Cierre Categorial de Gustavo Bueno. Berne denominó Análisis Transaccional a su sistema, pero distinguió cuatro niveles de Análisis: Estructural, Transaccional propiamente dicho, de Juegos y de Guiones. La gran novedad de Berne es que se decidió por la comunicación –de ahí el adjetivo transaccional–, pero puso las bases para que su enfoque no dependiera únicamente de la moda. Durante cuarenta años, por lo menos, muchos profesionales han empleado el término comunicación como una palabra que añadían para dar un aire de nobleza a cualquier actividad. Ahora llevamos diez años en que ocurre lo mismo con el término cultura. Con lo cual, pierden su fuerza y acaban por significar cualquier cosa.

En este artículo voy a ocuparme del Análisis Estructural de Primer Grado; en el siguiente, del Análisis Estructural de Segundo Grado. Quiero relacionar el Análisis Estructural con la doctrina de los tres Géneros de Materialidad de Gustavo Bueno. También voy a aplicarlo a algunos pasajes del Canto I de La Ilíada y a dos secuencias de dos grandes películas, ya clásicas: Al rojo vivo (1949) y El tercer hombre (1949).

2. Los cambios de las personas

2.1. El caso del Sr. Segundo

Berne observó cómo en las actividades sociales las personas cambiamos verbal y no verbalmente, a veces de una manera muy rápida. Estos cambios en las palabras, en el tono de la voz y en el lenguaje corporal llevan aparejados también cambios en los sentimientos. Ahora bien, estos cambios no son azarosos, sino que mantienen regularidades y muestran un conjunto de pautas observables.

Quien primero le estimuló a Berne para que elaborase su sistema fue el trato con el señor Segundo (un seudónimo), que relató la siguiente historia:

«Un niño de ocho años, que pasaba sus vacaciones en una finca y vestía ropas de vaquero, ayudaba al peón a desensillar un caballo. Cuando terminaron, el peón le dijo:
—¡Gracias,vaquero!, a lo cual respondió su ayudante ocasional:
—En realidad no soy un vaquero, sino un muchacho pequeño.
El paciente comentó entonces:
—Así es como me siento. En realidad no soy un abogado, sino un muchacho pequeño.
El señor Segundo era un conocido abogado que atendía muy bien a su familia, se ocupaba de obras de bien en su comunidad y era socialmente popular. En ocasiones, varias veces en el transcurso de una hora, solía preguntar:
—¿Le está usted hablando al abogado o al muchachito?
Cuando estaba alejado de su bufete o del tribunal, el muchachito era el que solía predominar. Se iba a una cabaña de las montañas, lejos de su familia, donde tenía una buena provisión de whisky, morfina, fotos pornográficas y armas, y allí daba gusto a sus fantasías infantiles, las mismas que había tenido en su niñez, y se entregaba a esas actividades sexuales que solemos tachar de 'infantiles'.» (Berne, 1978:13-14; 1985: 31).

Berne le ayudó a que aclarase cuándo se estaba comportando como un abogado que argumentaba en los juicios y cuándo funcionaba como alguien que se dedicaba a sus aficiones.

El Sr. Segundo explicó a Berne qué hacía con el Dinero y fue entonces cuando surgió un tercer aspecto.

Unas veces era avaro, extremadamente avaro, y empleaba métodos miserables para asegurarse una prosperidad que se media en céntimos; a pesar del riesgo para un hombre en su posición, cuando se hallaba en ese estado solía robar alegremente chicle y otras golosinas en las tiendas, tal como lo había hecho cuando era pequeño. En otras ocasiones, el Adulto manejaba grandes sumas con la pericia, habilidad y éxito de un banquero, y estaba. siempre dispuesto a gastar dinero para hacer más dinero. Pero otra faz de su personalidad se entregaba a la fantasía y soñaba con regalarlo todo para el bien de la comunidad. Era descendiente de una familia devota y filantrópica, y realmente donaba grandes sumas para caridad con la misma benevolencia sentimental que su padre. Al aquietarse el entusiasmo filantrópico, surgía en él un vengativo resentimiento hacia los beneficiarios, para preguntarse, a continuación por qué diablos quería arriesgar su solvencia económica por razones sentimentales que no tenían justificación alguna. (Berne, 1978: 14-15; 1985:32-33).

2.2. Aquiles en el Canto I de La Ilíada

Cuando leí estos fragmentos de Berne, recordé la Poética de Aristóteles. Lo mismo me iba a ocurrir cuando conocí el Análisis Estructural de Segundo Grado.

Para el filósofo griego, las partes de la trama son: cambio o peripecia, reconocimiento o anagnórisis y lance patético.

La peripecia es «el cambio de la acción en sentido contrario del esperado... y esto, como decimos, verosímil o necesariamente; así, en el Edipo, el que ha llegado con intención de alegrar a Edipo y librarle del temor relativo a su madre, al descubrir quién era, hizo lo contrario». El reconocimiento es un «cambio desde la ignorancia al conocimiento, para la amistad o para el odio, de los destinados a la dicha o al infortunio.» El tercer elemento de la trama es el lance o sufrimiento patético: «una acción destructora o dolorosa; por ejemplo, las muertes en escena, los tormentos, las heridas y demás cosas semejantes». (Aristóteles, 1974: 163-167).

¿Cuáles son algunos de los cambios de Aquiles?

En el sitio a la ciudad de Troya, Agamenón ha agraviado a Crises, sacerdote de Apolo, raptando a su hija Criseida. Acude como padre y sacerdote a suplicar que le devuelvan a su hija y los aqueos aprueban sus palabras. Agamenón, sin embargo, le insulta y le asegura que no le devolverá a su hija. Incluso, le ordena que se vaya, si quiere llegar sano a su casa.

Crises se retira y ruega a Apolo que castigue a Agamenón. El dios le oye, y dispara sus flechas sobre el campamento de los griegos para esparcir la peste, que diezma hombres y ganados.

Éste es el contexto en el que entra Aquiles en acción. Convoca una asamblea de caudillos griegos y el adivino Calcas predice que la peste cesará si Agamenón devuelve Criseida a su padre. Aquiles le apoya. Entonces, interviene Agamenón.

Las citas que presento en este artículo son largas, porque son necesarias precisamente para demostrar la materialidad del Análisis Estructural. Homero nos da pruebas verbales y no verbales de los cambios de los personajes.

101 Tras hablar así, (Calcante) se sentó; y entre ellos se levantó
el héroe Atrida, Agamenón, señor de anchos dominios,
afligido: de furia sus negras entrañas a ambos lados muy
llenas estaban, y sus dos ojos parecían refulgente fuego.
105 A Calcante en primer lugar dijo, lanzando malignas miradas:
«¡Oh adivino de males! Jamás me has dicho nada grato:
siempre los males te son gratos a tus entrañas de adivinar,
pero hasta ahora ni has dicho ni cumplido una buena palabra.
También ahora pronuncias ante los dánaos el vaticinio
110 de que por eso el flechador les está produciendo dolores,
porque yo el espléndido rescate de la joven Criseida no he querido aceptar;
pero es mi firme voluntad tenerla en casa;
pues además la prefiero antes que a Clitemnestra,
mi legítima esposa, porque no es inferior a ella
115 ni en figura ni en talla, ni en juicio ni en habilidad.
Pero, aun así, consiento en devolverla, si eso es lo mejor.
Yo quiero que la hueste esté sana y salva, no que perezca.
Mas disponedme en seguida otro botín; que no sea el único
De los argivos sin recompensa, porque tampoco eso está bien.
120 Pues todos lo veis: lo que era mi botín se va a otra parte.»
Le respondió el divino Aquiles, de protectores pies:
«¡Oh gloriosísimo Atrida, el más codicioso de todos!
¿Pues cómo te van a dar un botín los magnánimos aqueos?
Ni conocemos sitio donde haya atesorados muchos bienes comunes,
125 sino que lo que hemos saqueado de las ciudades está repartido,
ni tampoco procede que las huestes los reúnan y junten de nuevo.
Mas tú ahora entrega esta joven al dios, y los aqueos
con el triple o el cuádruple te pagaremos, si alguna vez Zeus
nos concede saquear la bien la amurallada ciudad de Troya.»
130 En respuesta le dijo el poderoso Agamenón:
«A pesar de tu valía, Aquiles igual a los dioses, no trates
de robármela con esa excusa; no me vas a engañar ni convencer.
¿Es que quieres que mientras tú sigues con tu botín, yo así
me quede sentado sin él, y por eso me exhortas a devolverla?
135 Sí, pero si me dan un botín los magnánimos aqueos
seleccionándolo conforme a mi deseo, para que sea equivalente;
mas si no me lo dan, yo mismo puede que me coja
el tuyo o el botín de Ayante, yendo por él, o el de Ulises
me llevaré y cogeré. Y se irritará aquel a quien yo me llegue.
140 Pero esto ya lo deliberaremos más tarde.
Ahora, ea, una negra nave botemos al límpido mar,
reunamos remeros a propósito, metamos en ella una hecatombe,
y a la propia Criseida, de bellas mejillas,
embarquemos; sea su único jefe uno de los consejeros,
145 Ayante o Idomeneo o Ulises, de la casta de Zeus,
o tú, oh Pelida, el más terrorífico de todos los hombres,
para que nos propicies al Protector, ofrendando sacrificios.»
Mirándolo con torva faz, replicó Aquiles, de pies ligeros:
«¡Ay! ¡Imbuido de desvergüenza, codicioso!
150 ¿Cómo un aqueo te va a obedecer, presto a tus palabras,
para andar un camino o luchar valerosamente con los hombres?
No he venido yo por culpa de los troyanos lanceadores
a luchar aquí, porque para mí no son responsables de nada:
Ahora me marcho a Ftía, porque realmente es mucho mejor
170 ir a casa con las corvas naves, y no tengo la intención
de procurarte riquezas y ganancia estando aquí deshonrado.»
Le respondió entonces Agamenón, soberano de hombres:
«Huye en buena hora, si ése es el impulso de tu ánimo;
no te suplico yo que te quedes por mí. A mi lado hay otros
175 que me honrarán, y sobre todo el providente Zeus.
Eres para mí el más odioso de los reyes, criados por Zeus,
porque siempre te gustan la disputa, las riñas y las luchas.
Si grande es tu fuerza, es porque un dios te la ha otorgado.
Vete a casa con tus naves y con tus compañeros,
180 y reina entre los mirmídones; no me preocupo de ti,
ni me inquieta tu rencor. Pero te voy a hacer esta amenaza:
igual que Febo Apolo me quita a Criseida,
y yo con mi nave y con mis compañeros la voy a enviar,
puede que me lleve a Briseida, de bellas mejillas,
185 tu botín, yendo en persona a tu tienda, para que sepas bien
cuánto más poderoso soy que tú, y aborrezca también otro
pretender ser igual a mí y compararse conmigo.»

Vemos que Agamenón está en un estado de arrogancia y crítica, al que Aquiles corresponde con un comportamiento muy parecido. Sin embargo, hay un momento que Homero retrata muy bien y es cuando Aquiles tiene que decidirse: o va al choque o se calma. Es cuando aparece Atenea y logra que Aquiles cambie y se comporte no como él quisiera, sino como quiere la diosa, después de razonar.

Así habló, y la aflicción invadió al Pelida, y su corazón
dentro del velludo pecho vacilaba entre dos decisiones:
190 o desenvainar la aguda espada que pendía a lo largo del muslo
y hacer levantarse a los demás y despojar él al Atrida,
o apaciguar su cólera y contener su furor.
Mientras revolvía estas dudas en la mente y en el ánimo
y sacaba de la vaina la gran espada, llegó Atenea del cielo;
195 por delante la había enviado Hera, la diosa de blancos brazos,
que en su ánimo amaba y se cuidaba de ambos por igual.
Se detuvo detrás y cogió de la rubia cabellera al Pelida,
a él solo apareciéndose. De los demás nadie la veía.
Quedó estupefacto Aquiles, giró y al punto reconoció
200 a Palas Atenea; terribles sus dos ojos refulgían.
Y dirigiéndose a ella, pronunció estas aladas palabras:
«¿A qué viene ahora, vástago de Zeus, portador de la égida?
¿Acaso a ver el últraje del Atrida Agamenón?
Mas te voy a decir algo, y eso espero que se cumplirá:
205 por sus agravios pronto va a perder la vida.»
Díjole, a su vez, Atenea, la ojizarca diosa:
«Para apaciguar tu furia, si obedeces, he venido del cielo,
y por delante me ha enviado Hera, la diosa de blancos brazos,
que en su ánimo ama y se cuida de ambos por igual.
210 Ea, cesa la disputa y no desenvaines la espada con tu brazo.
Mas sí, injúrialo de palabra e indícale lo que sucederá.
Pues lo siguiente te voy a decir, y eso quedará cumplido:
un día te ofrecerá el triple de tantos espléndidos regalos
a causa de este ultraje: tú domínate y haznos caso.»
215En respuesta le dijo Aquiles, el de los pies ligeros:
«Preciso es, oh diosa, observar la palabra de vosotras dos,
aunque estoy muy irritado en mi ánimo, pues así es mejor.
Al que les obedece, los dioses le oyen de buen grado.»
Dijo, y sobre la argéntea empuñadura puso la pesada mano.
220 En la vaina empujó de nuevo la enorme espada y no desacató
la palabra de Atenea. Y ésta marchó al Olimpo, a la morada
de Zeus, portador de la égida, junto a las demás deidades.

Quien no cambia es el arrogante Agamenón. Exige que le traigan a Briseida. Aquiles cumple el acuerdo y entrega a la muchacha a Agamenón. Entonces, se derrumba y acude a hablar con su madre, la diosa Tetis. Ya no es el Aquiles desafiante, sino un Aquiles lloroso, que parece tener una habilidad especial para lamentarse. Su madre acude y le dice que le cuente todo lo que le pasa. Él pasa a explicarle con detalles lo que ha ocurrido y, entonces, nos encontramos con un Aquiles distinto, que sabe razonar también muy bien para lograr lo que quiere. Tetis se muestra apesadumbrada y protectora y marcha al Olimpo para lograr lo que su hijo le ha pedido.

Algo que nos llama la atención es el pesimismo de Aquiles y de su madre sobre la brevedad de la vida de aquél.

345 Así habló, y Patroclo obedeció a su compañero,
y sacó de la tienda a Briseida, la de bellas mejillas,
y se la dio para llevarla. Volvieron a las naves de los aqueos,
y la mujer marchó con ellos de mala gana. A su vez, Aquiles
se apartó al punto de sus compañeros y se echó a llorar sentado
350 sobre la ribera del canoso mar, mirando al ilimitado ponto.
Muchas plegarias dirigió a su madre, extendiendo los brazos:
«¡Madre! Ya que me diste a luz para una vida efímera,
honor me debió haber otorgado el olímpico
Zeus altitonante. Ahora bien, ni una pizca me ha otorgado,
355 pues el Atrida Agamenón, señor de anchos dominios, me
ha deshonrado y quitado el botín y lo retiene en su poder. »
Así habló vertiendo lágrimas, y le oyó su augusta madre
sentada en los abismos del mar al lado de su anciano padre
y al punto emergió, como nubareda de polvo, del canoso mar.
360 sentó delante de él, que seguía vertiendo lágrimas,
lo acarició con la mano, lo llamó con todos sus nombres y dijo:
«¡Hijo! ¿Por qué lloras? ¿Qué pena invade tus mientes?
Habla, no la ocultes en tu pensamiento, sepámosla ambos.»
Con hondos suspiros respondió Aquiles, de pies ligeros:
365 «Lo sabes. ¿Por qué relatarte todo eso que ya conoces?...
» Mas tú, si puedes, socorre a tu hijo.
Ve al Olimpo y suplica a Zeus, si es que alguna vez en algo
has agradado el corazón de Zeus de palabra o también de obra;
395 pues a menudo te he oído en las salas de mi padre
jactarte, cuando afirmabas que de Zeus, el de oscuras nubes,
tú sola entre los inmortales alejaste un ignominioso estrago,
cuando quisieron atarlo entre todos los demás olímpicos,
400 Hera y también Posidón y Palas Atenea.
Mas tú, oh diosa, ascendiste y lo soltaste de las ataduras,
llamando de inmediato al espacioso Olimpo al Centímano,
a quien los dioses llaman Briáreo, y todos los hombres
Egeón, porque él es a su vez más fuerte que su padre
405 quien se sentó al lado del Crónida, ufano de su gloria;
los felices dioses sintieron miedo de él y ya no lo ataron.
Recuérdaselo ahora, siéntate a su lado y abraza sus rodillas,
a ver si quiere proteger a los troyanos
y acorralar en las popas y alrededor del mar a los aqueos
410 entre gran mortandad, para que todos disfruten de su rey,
y se entere el Atrida Agamenón, señor de anchos dominios,
de su yerro, por no dar satisfacción al mejor de los aqueos.»
Respondióle entonces Tetis, derramando lágrimas:
«¡Ay, hijo mío! ¿Por qué te crié si en hora aciaga te
435 di a luz? ¡Sin llanto y sin pena junto a las naves debiste
quedarte sentado, ya que tu sino es breve y nada duradero!
Temprano ha resultado ser tu hado e infortunado sobre todos
has sido; por eso, para funesto destino te alumbré en palacio.
A comunicar ese mensaje a Zeus, que se deleita con el rayo,
420 voy yo misma al muy nevado Olimpo, a ver. si me hace caso.
Mas tú ahora, sentado junto a las naves, de ligero curso,
conserva tu cólera contra los aqueos y abstente del combate.
Zeus fue ayer al Océano a reunirse con los intachables etíopes
para un banquete, y todos los dioses han ido en su compañía.
425 Al duodécimo día regresará al Olimpo,
y entonces yo iré a la morada, de broncíneo piso, de Zeus
y me abrazaré a sus rodillas, y creo que me hará caso.»
Tras hablar así, se marchó y lo dejó allí mismo,
irritado en su ánimo por la mujer, de bello talle,
430 que por la fuerza y contra su voluntad le habían quitado. » (Homero, 2000: 4-8 y 12-14).

2.3. Cody Jarret, en Al rojo vivo

Al rojo vivo (White Heat) es una película que dirigió Raoul Walsh en 1949 y que los críticos consideran como una de las obras maestras del cine negro y carcelario.

La secuencia que ofrezco es la segunda de la película, puesto que la primera presenta el atraco de la banda de Cody Jarrett al vagón-correo de un tren, del que se llevan un botín de 300.000$ y dejan cuatro muertos. También, uno de los suyos sufre graves quemaduras en la cara. Todos se han escondido en un refugio de montaña, donde ni siquiera encienden la cocina para que la policía no capte el humo que pudiera salir por la chimenea. La madre de Cody se vale de un hornillo para prepara la comida.

(En el salón principal del refugio.)
BIG ED.- Tenemos un montón de pasta y estamos metidos aquí como si fuéramos topos. ¿Cuándo nos largaremos?
CODY.- Tal vez mañana o tal vez en primavera. Lo pensaré con cuidado. ¿Entendido? ¡Uhm! Huele bien, Ma.
MA JARRET.- Si tienes hambre, no me iria mal un poco de ayuda, hijo.
CODY.- ¡Verna, ayuda a mamá a hacer la comida! ¡Verna!
MA JARRET.- ¡Pero si es la bella durmiente!
VERNA.- ¿Qué más puede hacer una chica en esta trampa para osos?
MA JARRET.- Puedes hacer muchas cosas sin desgastar el colchón.
VERNA.- Es el único sitio donde no me congelo. Hace una semana que estoy helada, ni un poco de fuego. ¿Quién verá un poco de humo a cien millas de quién sabe dónde?
CODY.- Ayuda a mamá con la comida.
COTTON- ¡Cody! ¡Está empeorando, necesita un médico!
CODY.- ¡Cuando llegue el momento!
VERNA.- ¿Quieres café, eh?
BIG ED.- Gracias, Verna.
CODY.- ¡Que se lo sirva él mismo! ¡Mi mujer no sirve a nadie! ¿Sabes una cosa, Verna? Si Big Ed tuviera la oportunidad de hacerme un agujero en la espalda, tendría un agujero en la espalda. ¡Big Ed! ¡El gran Big Ed! ¿Sabes por qué le llaman así? Porque sus ideas son grandes. Algún día tendrá una realmente grande. Sobre mí. Y será la última.
(Cody se contrae en un gesto de dolor y se desploma, al tiempo que dispara su pistola, sin duda porque tenía el dedo en el gatillo.)
CODY.- ¡Oh! ¡Uh! ¡Oh! ¡Uhm!
VERNA.- Es la segunda vez en un mes.
BIG ED.- Está loco, como su padre.
CODY.- ¡Oh! ¡Uhm! ¡Oh!
(Cody pasa a una habitación contigua y su madre le sigue y le da un masaje en la cabeza.)
MA JARRET.- ¡Son estas montañas, Cody. No son buenas para tí. Siempre hace frío y no se puede respirar. Larguémonos, hijo!
CODY.- ¡Oh! ¡Oh! ¡Ya pasa, ya pasa! ¡Ohh! ¡Ohh!
MA JARRET.- ¿Se ha ido?
CODY.- Sí.
MA JARRET.- ¿Estas seguro?
CODY.- Sí. Es como tener una sierra eléctrica en marcha dentro de mi cabeza. ¡Ohh! ¡Uhmmm!
MA JARRET.- No. Aún no, hijo.
CODY.- ¿Uhm?
MA JARRET.- No dejes que te vean así. Podrían conspirar contra tí.
CODY.- Siempre pensando en tu Cody, ¿eh?
MA JARRET.- Así es. ¡La cima del mundo, hijo!
CODY.- No sé qué haría sin tí, Ma..
MA JARRET.- (Abre una botella y le sirve un vaso, que él bebe). ¿Mejor?
CODY.- Sí.
MA JARRET.- Ahora sal, que vean que estás bien.
(Regresan al salón.)
CODY.- Uhm... ¿Qué diablos estais haciendo? ¿No te había dicho que ayudaras a Ma con la comida?
UNO DE LOS HOMBRES.- ¡Cody! ¡Eh, Cody, se acerca una tormenta! Ha dicho que las carreteras estarán bloqueadas.
CODY.- ¿Quién lo ha dicho?
UNO DE LOS HOMBRES.- La, la... radio.
CODY.- ¿Ha dicho cuándo llegará?
UNO DE LOS HOMBRES.- Esta noche.
CODY.- Uhm. Eso es lo que estaba esperando. ¿Está todo listo?
BIG ED.- Llevamos una semana con las maletas hechas.
MA JARRET.- ¿Seguro que es prudente, Cody.?
CODY.- Una tormenta mantiene a todos ocupados. ¡Bien, limpiad este sitio, y limpiadlo bien. No dejeis rastro alguno! ¡Te dije que te alejaras de esa radio! ¡Si esa batería muere, tendrá compañía! (Golpea al hombre que estaba escuchando la radio.
(En la habitación de Cody y Verna.)
VERNA.- Esta maleta es tuya, Cody.. ¿Por qué no te lo quedas todo?
CODY.- Eres un ángel. ¡Acércate!
VERNA.- ¿Por qué no? Podríamos viajar, comprar cosas. El dinero es para éso. Un abrigo de visón me sentaría bien, cariño.
CODY.- Uhm. Hasta una cortina te sentaría bien. ¡Vamos!

Nos perdemos aspectos tan importantes como las expresiones faciales de los personajes, todos los matices de la voz y el lenguaje corporal. Del diálogo podemos extraer que Cody va cambiando de estas maneras:

  1. Altivo y despreciativo con Big Ed.
  2. Alegre con su madre, cuyas insinuaciones capta inmediatamente y transforma en acción.
  3. Crítico con su mujer, Verna.
  4. Arrogante y crítico con Big Ed.
  5. Desvalido cuando sufre el ataque.
  6. Sumiso ante su madre cuando ésta le indica lo que tiene que hacer.
  7. Sabe decidir racionalmente cuando recibe la noticia del cambio de tiempo.
  8. Iracundo con quien le ha dado la noticia de la radio
  9. Alegre con su mujer.

También nos llama la atención que la madre de Cody aliente los deseos de él de llegar a la cima del mundo.

2.4. Harry Lime, en El tercer hombre.

Es una película que dirigió Carol Reed en 1949. A pesar de que Harry Lime (Orson Welles) aparece estando la película muy avanzada, la interpretación de Orson Welles es la que más se recuerda.

El sumario de lo que ocurre antes de la escena que voy a ofrecer, es el siguiente: Holly Martins, un escritor norteamericano de novelas del Oeste acude a Viena porque le ha invitado un amigo suyo, Harry Lime. Cuando llega a su casa, le informan de que un camión ha atropellado a su amigo. Acude al cementerio y, después, va descubriendo una serie de de contradicciones en lo que varios testigos le han dicho sobre la muerte de su amigo. A la vez, el Mayor Calloway, militar inglés, le descubre que Harry Lime ha traficado con penicilina adulterada en el mercado negro y que, por su culpa, han muerto muchos niños. Un cambio dramático muy importante es cuando Holly descubre accidentalmente que Harry está vivo. Entonces, visita a los amigos de Harry para decirles que espera que Harry acuda a la noria del Prater. Harry acude y asistimos al diálogo que presento.

Harry.- Je, je, je. Hola, querido amigo. ¿Cómo estás?
Holly.- Hola Harry.
Harry.- Vaya, vaya. Según me han dicho, la policía te ha estado mareando, ¿eh?
Holly.- Escucha.
Harry.- Sí.
Holly.- Quiero hablar contigo.
Harry.- ¿Hablar conmigo? Es lógico.
Holly.- Vamos.
Harry.- Antes, los niños solían subir a ésto. Ahora no tienen dinero, pobrecitos.
Holly.- Escucha, Harry. No puedo creer que...
Harry.- Me alegra volver a verte, Holly.
Holly.- ¡Fui a tu entierro!
Harry.- Estuvo bastante bien, ¿verdad? Sigo padeciendo indigestión, Holly. Lo único que me alivia son estas tabletas. Son las últimas, ya no se encuentran en ninguna parte.
Holly.- ¿Sabes qué le ha pasado a tu novia?
Harry.- Uh-uh.
Holly.- La han detenido.
Harry.- Es una verdadera pena. No te preocupes, no la harán nada.
Holly.- La van a entregar a los rusos.
Harry.- Nada puedo hacer, estoy muerto, ¿no?
Holly.- Puedes ayudarla.
Harry.- Holly, concretamente, ¿a quién has hablado de mí? ¿Uhm?
Holly.- A la policía.
Harry.- Muy indiscreto, Holly.
Holly.- Y a Ana.
Harry.- Muy indiscreto. ¿Y crees que la policía te ha creído?
Holly.- No te preocupa Ana en absoluto, ¿eh?
Harry.- Ja, ja, ja. Tengo demasiadas preocupaciones.
Holly.- ¿No harás nada por ella?
Harry.- ¿Qué quieres que haga?
Holly.- Podrías encargar a otra persona...
Harry.- ¿Pretendes que vaya a entregarme a la policía?
Holly.- ¿Por qué no?
Harry.- Es mucho mejor hacer las cosas tal como las he planeado. Así, ellos no... No, no... Holly, tú y yo no somos héroes. En el mundo ya no quedan héroes.
Holly.- Tienes muchos...
Harry.- Sólo en tus novelas. Tengo que ir con mucho cuidado. Únicamente estoy a salvo en la zona rusa y sólo mientras utilicen mis servicios.
Holly.- ¿Tus servicios?
Harry.- No sé cómo salir de esto.
Holly.- Ahora comprendo cómo detuvieron a Ana, tú la denunciaste. ¿No es verdad?
Harry.- Deja de portarte como un policía.
Holly.- ¿Qué esperas que sea? ¿Parte de tu...?
Harry.- Parte de mi negocio, sí. Lo tendrás si no te entrometes en mis asuntos. No he dicho que quiera excluirte. Aún recuerdo aquella ocasión en que la policía nos acorraló en una casa de juegos.
Holly.- Sí, tú conocías una salida y huiste sin avisarme.
Harry.- No debías haber contado nada a la policía. No remuevas este asunto.
Holly.- ¿Has visto alguna de tus víctimas?
Harry.- No me resulta agradable hablar de esto. ¿Víctimas? No seas melodramático. Mira ahí abajo. ¿Sentirías compasión por alguno de esos puntitos negros si dejara de moverse? Si te ofreciera veinte mil dólares por cada puntito que se parara, ¿me dirías que me guardase mi dinero o empezarías a calcular los puntitos que serías capaz de parar? Y libre de impuestos, amigo. Libre de impuestos. Hoy es la única manera de ganar dinero.
Holly.- De muy poco te servirá en la cárcel.
Harry.- La cárcel está en la otra zona. Y no hay pruebas contra mí, excepto tú.
Holly.- Creo que te sería fácil deshacerte de mí.
Harry.- Desde luego.
Holly.- No te fíes demasiado.
Harry.- Tengo un arma. A nadie se le ocurríría buscar una herida de bala en tu cuerpo si te cayeses de aquí.
Holly.- Han abierto tu ataúd.
Harry.- Y han encontrado a Harbin. Es una pena. Oh, Holly, tú y yo no deberíamos hablarnos así. Como si yo pretendiera hacerte algún daño o tú a mí. Temo que no acabas de ver las cosas con claridad. Nadie piensa en términos de seres humanos. Los gobiernos no lo hacen, ¿por qué íbamos a hacerlo nosotros? Hablan del pueblo, del proletariado, y yo de los tontos y los peleles, que es lo mismo. Ellos tienen sus planes quinquenales. Yo también.
Holly.- Antes creías en Dios.
Harry.- Y sigo creyendo en Dios, amigo. Creo en Dios y en la... misericordia.
Pienso que los muertos están mejor que nosotros. ¡Para lo que han dejado aquí! ¡Pobres diablos! ¿Y tú en qué crees? Si consigues sacar a Ana de esto, pórtate bien con ella. Es una chica... muy agradecida. Lástima que no me trajeras una caja de esas tabletas para el estómago. Holly, quisiera que estuvieras conmigo. Eh... no tengo a nadie en Viena en quien poder confiar, y somos viejos amigos. Cuando te decidas, avísame y te esperaré en cualquier sitio y a cualquier hora. Pero cuando llegue ese momento quiero verte a ti, no a la policía. No lo olvidarás, ¿verdad? No te pongas tan serio. Al fin y al cabo, no es nada trágico. Recuerda lo que dijo no sé quién: En Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, no hubo más que terror, guerras, matanzas, pero surgieron Miguel Angel, Leonardo Da Vici y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? El reloj de cuco. Hasta la vista, Holly...

  1. Harry Lime comienza hablando irónicamente, dominando los acontecimientos.
  2. Se lamenta de su indigestión y de que son las últimas pastillas que tiene.
  3. Acepta tranquilamente que hayan detenido a su novia, Anna (Luego deducimos que ha sido él quien ha pedido a los rusos, con quienes colabora, que la reclamen para la zona rusa; así la pareja podrá vivir junta, no separada como ahora).
  4. Se muestra despreciativo ante las víctimas que él ha causado con sus maniobras en el mercado negro.
  5. Amenaza a su amigo con matarle y lanzarle desde la noria.
  6. Ahora bien, cuando su amigo Holly le revela que han abierto su ataúd, y que por tanto, han descubierto que el muerto no era él, acusa el golpe, cierra la puerta de la noria y sonríe nuevamente a su amigo, adaptándose a lo que su amigo quiere.
  7. Vuelve a razonar y
  8. Muestra el estado de soledad en que se encuentra.
  9. Se pone en un plan de igualdad con su amigo y le propone que vuelvan a verse cuando Holly diga, pero sin la policía.
  10. Sorprende nuevamente con su cinismo, cuando interpreta cinco siglos de historia.

3. Los tres Estados del Ego

Hemos visto que los cambios de las personas en una consulta psicológica o psiquiátrica, tanto si es individual como de grupo, se parecen a los cambios de los personajes en las obras literarias y cinematográficas. Por cierto, Berne era muy aficionado a los grandes autores clásicos y a la Mitología. Lo que él hizo, en un primer momento, fue sintetizar las regularidades que observaba en esos cambios. Si queremos emplear la terminología del materialismo filosófico, Berne efectuó un «regressus». Así es como advirtió que:

—Hay momentos en que las personas comprueban la realidad y estiman racionalmente las probabilidades para acabar decidiéndose a hacer determinadas cosas y no otras.

El Sr. Segundo sabía manejar grandes sumas de dinero y aumentarlo, lo cual demostraba que sabía calcular muy bien las probabilidades y decidía invertir en unos fondos y no en otros; Palas Atenea razona con Aquiles y éste también sabe convencer a su madre para que ella persuada a Zeus; Cody Jarrett sabe calcular las probabilidades de huir del refugio cuando llega una tormenta y qué es lo que hará la policía en esos casos; después, toma la decisión; lo mismo le ocurrirá en varias escenas de la película; en cuanto a Harry Lime, sabe poner al día la información de que dispone y cambiar su decisión; pensaba deshacerse de Holly Martins y, cuando éste le revela que han abierto su ataúd, decide convertirle en colaborador.

—En otras ocasiones, las personas obran como si estuvieran dominadas por un pensamiento autista, y por miedos y expectativas arcaicas.

El Sr. Segundo, que tan bien sabía hacer dinero, se dedicaba a hacer lo que le daba la gana cuando se refugiaba en una cabaña de las montañas; también robaba chicle. Aquiles y su madre estaban dominados por el presentimiento de la muerte prematura y fatal de Aquiles. Cody Jarrett padece los mismos ataques que su padre y confía enteramente en su madre –a pesar de que él es un hombre de unos cincuenta años– para que le de seguridad en sus crisis. También sabe entusiasmarse ante la belleza de Verna, su joven mujer. Harry Lime se siente superior a los gobiernos y a todos los hombres comunes; a la vez, teme quedarse sin pastillas para su gastritis, teme que la policía dé con él después de descubrir que la suplantación del cadáver y teme la soledad que tiene que soportar en Viena, por encontrarse apoyado por los rusos, que le pueden dejar caer cuando no les resulte útil.

—Las personas muestran que muchas veces se comportan según unas pautas que han recibido en su vida familiar, en el Colegio, en el grupo de amigos o viendo la televisión.

Aquiles y Agamenón están acostumbrados a mandar como caudillos y a desafiarse por el poder. No dudan en insultarse porque si Aquiles hubiera cedido abiertamente, sus fieles mirmidones le hubieran abandonado. Cody es arrogante y se burla de Bid Ed ante los demás secuaces. Harry Lime se muestra despreciativo hacia los niños, hacia lo que solemos llamar «el común de los mortales», a los que llama «tontos y peleles»; por burlarse, se burla hasta de los muertos.

Podría parecer que sólo hay pautas negativas, como las que he presentado, pero también podemos ver que Palas Atenea y Tetis no influyen negativa, sino protectoramente, sobre Aquiles. Incluso, Harry Lime quiere volver a comportarse como el amigo que era de Holly Martins cuando eran más jóvenes.

A la vista de estas regularidades que observaba en el trato con muchos individuos y grupos, Berne llegó a suponer la existencia de tres órganos psíquicos: una neopsiquis, una arqueopsiquis y una exteropiquis. Pero como ya expliqué en mi artículo anterior, Berne estaba empeñado en simplificar el lenguaje para facilitar la comunicación con y entre el mayor número de personas. Por eso, llamó Adulto, Niño y Padre a las manifestaciones fenomenológicas y operacionales de esos tres órganos.

La pregunta que muchos lectores de Berne se hacen es si él no se ha limitado a adaptar los conceptos de Superego, Ego e Id, de Freud. Él se anticipó a estas preguntas y dedicó un Capítulo de uno de sus libros a comparar y contrastar el Psicoanálisis y el Análisis Transaccional (Berne, 1983: 327-341).

4. El primer género de materialidad de los Estados del Ego

Ahora es el momento de recordar que el segundo elemento de la trama, en la Poética, de Aristóteles, es el reconocimiento o anagnórisis. Distinguió seis:

Por signos, indicios, señales o símbolos; los que efectúa directamente el autor; por recuerdo; por la argumentación; por inferencia falsa o paralogismo; por la naturaleza misma de los incidentes. (Aristóteles, 1974: 184-187).

Berne dedica todo el Capítulo 7 de su libro al reconocimiento de los Estados (Berne, 1978: 57-73; 1985: 70-84). En 1966, cinco años después, escribió el Capítulo 3 de su libro Introducción al tratamiento de grupo sobre el mismo asunto, aunque desde un ángulo diferente (Berne, 1983: 81-96). En 1970, desarrolló «Los indicios del Guión», Capítulo 17 de ¿Qué dice usted después de decir 'Hola'? (Berne, 2002: 342-376). Recomendaba leer La expresión de las emociones en el hombe y en los animales faciales, de Charles Darwin y, sobre todo, los grabados de ese «maravilloso libro», desde el Análisis Estructural. Llega a decir que merece la pena pasarse un mes sin periódicos para profundizar en ese libro. (Berne, 1978:62; 1985: 75; 1983:88). A su vez, podemos leer esos Capítulos, toda la obra de Berne y el libro de Darwin desde el Materialismo Filosófico, de Bueno.

Para reconocer el Estado del Ego de una persona en un momento dado, Berne ofrece cuatro puertas o vías de entrada:

4.1. La conducta. Se corresponde con el primer tipo de reconocimiento de Aristóteles. Como veremos en el apartado siguiente, es un campo que los estudiosos del AT han trabajado muy a fondo.

4.2. El efecto que el sujeto produce en los demás, es decir, los Estados del Ego que suscita en quienes le rodean. Tal como veo las cosas, se corresponde con el sexto tipo de reconocimientos, es decir, por la naturaleza misma de los incidentes.

Estos dos caminos hicieron que Berne enunciase el principio del Rostro Plástico. El sistema nervioso humano está construido de tal manera que el impacto visual sobre el espectador de pequeños movimientos de los músculos faciales es mayor que el impacto kinestésico sobre el sujeto. Este sistema aparentemente trivial tiene un poder social enorme. (Berne, 2002: 271).

4.3. La investigación del pasado. Se corresponde con el reconocimiento por recuerdo.

4.4. La experiencia interna. Es el reconocimiento por argumentación. (Berne, 1978:66-67; 1985: 79; Steere, 1982: 23-24).

Con estas otras dos vías, Berne propuso el Principio del Yo Móvil. El sentimiento del «Yo» es algo móvil. Puede residir en cualquiera de los tres Estados del Ego en cualquier momento dado, y puede saltar de uno a otro cuando se presente la ocasión. (Berne, 2002:273). En el Apartado 5) me ocuparé más en detalle de este asunto.

¿Dónde quedan los otros dos reconocimientos de los que hablaba Aristóteles? El que hace el autor se corresponde con el del psicólogo, psiquiatra o comunicador experto. Los tres pueden recibir dinero a cambio de ese reconocimiento. También puede hacerlo una persona de la forma más desinteresada e, incluso, acertar más que los expertos. Una persona que domina muchos aspectos de historia o de literatura o de arte o de filosofía puede decirle a otra: «Lo que a ti te ocurre se parece mucho a lo que le ocurrió a estos personajes históricos o literarios. Algunos de ellos acabaron muy mal, pero estos otros supieron encontrar una salida creativa a sus problemas». Y el de inferencia falsa o paralogismo abarca todos aquellos incidentes en que un comunicador o los dos llegan a una conclusión equivocada.

El ejemplo que pone Aristoteles es el siguiente: «Puesto que, después de haber llovido, la tierra está mojada, cuando vemos que la tierra está mojada, sacamos la conclusión de que ha llovido. Pero esto puede ser falso.»

Dentro de esta visión de Berne desde las coordenadas de Bueno, acudo a la doctrina de los tres Géneros de Materialidad, tal como el filósofo español entiende la materia.

«En el Primer Género de Materialidad (M1) se disponen todas las realidades exteriores a nuestra conciencia y ciertas propiedades que van ligadas a los cuerpos, y que se manifiestan como ojetivas a la percepción» (García Sierra, 2000:103; Bueno, 1972: 292-293; 1992-1993: 1420-1427).

Observamos que sólo entran en este Primer Género la conducta y el efecto que el sujeto causa en los demás, pero abarcan las siguientes realidades que ofrezco un cuadro. También pertenece al Primer Género de Materialidad el Principio del Rostro Plástico.

Realidades del primer género
de materialidad en el análisis estructural

Estados del Ego Claves verbales Tono de voz (Paralenguaje) Lenguaje corporal
PADRE
Crítico
Lo que cuenta, sobre todo, en las claves verbales, es su carácter arcaico, no crítico, automático. El Padre se evita tiempo de reflexión y simplifica su visión de la realidad, dictando cómo la entiende y cómo quiere que se entienda. Si algo no encaja en su perspectiva... pero para ese algo.
«Siempre», «nunca», «de todas todas», «de todos los aspectos», «está fuera de toda duda», «nadie se atreverá a discutir esto», «absolutamente», «tajantemente digo», «por mis muertos», «lo juro por lo más sagrado», «voy a poner fin a todo esto», «habrá que pasar por encima de mi cadáver», «yo soy de hierro», «te lo he repetido un millón de veces y ya me estoy cansando», «o conmigo, o contra mí», «esto es así, porque...», «por tanto, debe hacerse de esta forma», «hay que comportarse así», «tonto», «idiota», «perezoso», «bestia», «absurdo», «pobrecillo», «¡No! ¡No!», «¿cómo te atreves?», «no en mis días», «si yo fuera tú, haría o hubiera hecho...», «esto no se volverá a repetir, te lo aseguro», «solamente hay tontos a mi alrededor»
Crítico
Severo
Imperioso
Irritado
Condescendiente
Disgustado
Ceño fruncido, labios apretados, el índice apuntando, meneo decidido de la cabeza, la «mirada horrorizada», golpear rítmicamente el suelo con los pies, los brazos en jarras, los brazos cruzados en el pecho, estrujarse las manos, suspirar, palmotear a otro en la cabeza.
PADRE
Protector
«Está bien», «está bueno», «es gracioso», «tienes razón», «te quiero mucho», «voy a ayudarte», «vas a llegar allí». Caluroso
Reconfortante
Dando confianza
Conciliador
Interesado
Dulce
Apaciguador
Brazos abiertos
Sonrisa
Gestos de acogida, protección y aceptación
NIÑO
Espontáneo
«Es divertido», «Es asombroso» (en broma), «yo quiero», «yo no quiero», «me da lo mismo», «yo voy a conseguir», «cuando crezca», «mayor», «el mayor», «mejor», «el mejor», muchos superlativos se emplean en situaciones de juego, para demostrar que uno es mejor que los demás, con el fin de superar el sentimiento de inferioridad. También hay expresiones infantiles como: «es culpa mía», «alguna vez será», «¿cuándo seré mayor?».
Un conjunto de expresiones que, aunque empleadas frecuentemente por los niños, van dirigidas al Adulto que actúa en el niño: «¿por qué?», «¿dónde?», «¿quién?», «¿cuándo?» y «¿cómo?».
Alto
Fuerte
Cambiante
Libre
Traduciendo las emociones
Gestos espontáneos, naturales, sin miramientos, relajados, gozosos, encolerizados, francos, afectuosos. Lagrimas, labios temblorosos, hacer pucheros, berrinches, la voz gimoteante, girar los ojos en blanco, encogimiento de hombros, los ojos cariacontencidos, hacer cosquillas, risa, alzar la mano pidiendo permiso para hablar, morderse las uñas, burlarse de otra persona poniendo la mano en la nariz, retorcerse, ahogarse de risa.
NIÑO
Adaptado
«Si a usted le gusta», «yo no quiero», «yo deseo», «yo pruebo», «me gusta mucho», «yo espero», «gracias», «si solamente...».
«He vuelto a hacer lo mismo y me han vuelto a regañar», «siempre ocurre»
Quejumbroso
Desconfiado
Titubeante
Murmurador
Encantador
Calmoso
Mano en la mejilla.
Se muerde las uñas.
Gestos de tristeza, de inocencia, de simulación.
Cara sonrojada.
ADULTO Las claves verbales del Adulto se dirigen a facilitar el tratamiento de la información. «¿Por qué», «¿qué?», «¿dónde?», «¿cuándo?», «¿quién?», «¿cómo?», «¿cuánto?», «¿de qué manera?».
«En mi opinión»; «según veo las cosas», «yo pienso», «creo, opino», «yo veo que...», «me parece verdadero, falso, probable, posible, desconocido, objetivo», «si se compara esta situación con...», «si observamos los hechos con más detenimiento...»
Neutro
Igual
Frío
Despegado
Mueve continuamente la cara, los ojos, el cuerpo, con un parpadeo cada tres o cinco segundos, apertura, gestos de escucha, de vigilancia, de reflexión.
(Adaptado por F. Valbuena de las obras de T. Harris, Berne, Meininger, Gourdin y Ladebat.)

5. El segundo género de materialidad

Dice Bueno:

«El Segundo Género de Materialidad (M2) acoge a todos los procesos reales, dados antes en una dimensión temporal que espacial, dados en el mundo como «interioridad»: las vivencias de la experiencia interna en su dimensión, precisamente interna- por ejemplo, los «ensueños». El «dentro» no tiene por qué ser pensado como subjetividad en el sentido sustancialista. La subjetividad es una elaboración no materialista. Epistemológicamente, los contenidos M2 se clasifican en: (1) Las vivencias de la experiencia interna inmediata de cada cual (sensaciones cenestésicas, emociones, etc). La estructura de esta experiencia es puntual, debe ser pensada como acontecimiento en el «fuero interno» de cada organismo dotado de sistema nervioso. El dolor de apendicitis es tan material como el propio intestino. (2) Los contenidos que no se presentan como contenido de mi experiencia, sino de la experiencia ajena (animal o humana), en tanto que sobreentendida como interioridad: cuando hablamos del dolor que una herida le produce a un perro, esta entidad es entendida como interioridad. La realidad de los contenidos M2 es tan efectiva, aunque invisible, como pueda serlo la de M1» (García Sierra, 2000: 104; Bueno, 1972: 293-295; 1992-1993: 1420-1427)

Por tanto, pertenecen a este segundo género los caminos tercero y cuarto de Berne: La experiencia interna y la investigación del pasado. También, el Principio del Yo Móvil.

Berne se encontraba con que uno de los aspectos más difíciles del Análisis Estructural era lograr que una persona viera que Padre, Adulto y Niño no eran ideas más o menos útiles, o neologismos interesantes, sino que se referían a fenómenos basados en realidades verdaderas. El señor Segundo actuaba como Niño cuando, siendo mayor, robaba chicle con el mismo gozo y la misma técnica que cuando era niño. Es decir, recordaba y revivía la experiencia de hacía muchos años. Actuaba como Padre cuando imitaba la conducta y el estado mental de su propio padre cuando se dedicaba a actividades filantrópicas. Y actuaba como Adulto cuando no dejaba que se entrometiesen los recuerdos y aficiones de cuando era niño ni los ideales que le había inculcado su padre sobre el amor a la Humanidad. Sencillamente, se dedicaba a calcular cuál era la mejor opción para invertir su dinero.

Hemos visto en el apartado 2) los cambios externos del Sr. Segundo, de Aquiles, de Cody Jarrett y de Harry Lime. Ahora nos preguntamos por qué se dan estos cambios. Y en el segundo género de materialidad, nos ocupamos de algunos términos de Berne que nos ayudan a explicar parcialmente el problema. Escribo «parcialmente», porque en éste y en los siguientes artículos hemos de considerar más factores.

Utilizando la terminología de Bueno cuando habla de los Modelos, podemos decir que Berne utiliza dos paradigmas para explicar cuándo un Estado del Ego predomina sobre los demás:

—El paradigma de la mecánica clásica.

Catexis y energía psíquica son dos de los asuntos más oscuros sobre los que Freud escribió. Berne consideraba que el camino más sencillo era agradecer el concepto de catexis e intentar correlacionarlo con las observaciones propias. Para él, catexis era la inversión de energía psíquica en un determinado Etado del Ego. Se le ocurrió una analogía que aclara mucho las cosas.

Si un mono está en un árbol y permanece inactivo, su posición elevada le brinda sólo energía potencial. Si se cae, esta energía potencial se transforma en energía cinética. Pero como es un ser viviente, puede dar un salto, y entonces debe tenerse en cuenta un tercer elemento, que es la energía muscular para comprender cómo es que va a caer donde cae.

Cuando está inactivo, la energía física está atada, por así decirlo, en esta posición. Cuando cae, esta energía queda suelta, y cuando salta, agrega por elección propia un tercer componente. La combinación de energía cinética y muscular podría llamarse energía activa. Entonces, la catexis atada corresponde a la energía potencial, la catexis desatada a la energía cinética, y la catexis libre a la energía muscular; y la catexis desatada junto con la catexis libre podrían llamarse entonces catexis activa.

El sujeto percibe que su «Yo» es el Estado del Ego en el que la catexis libre predomina (Berne, 1978:24; 1985:39-40). En ¿Qué dice usted después de decir 'Hola'? y cuando en enuncia el Principio del Yo Móvil, al que ya me he referido, Berne afirma:

«El sentimiento del Yo es independiente de todas las demás propiedades de los Estados del Ego y de lo que está haciendo o experimentando el Estado del Ego. Es como una carga de electricidad que es libre de saltar de un condensador a otro, independientemente de para qué se usan los condensadores; el sentimiento del Yo implica esta «catexis libre.» (Berne, 2002:275).

—El paradigma del sistema político: Un Estado del Ego se hace con el poder ejecutivo, durante más o menos tiempo, y domina a toda la persona. Residirá en aquel Estado del Ego que invierte más enegía activa.

6. El tercer género de materialidad

«Denotamos con la expresión Tercer Género de Materialidad (M3) a objetos abstractos (no exteriores, pero tampoco interiores), tales como: espacio proyectivo reglado, rectas paralelas, conjunto infinito de números primos, «Langue» de Saussure, relaciones morales, identidades sintéticas, que propiamente no se incluyen en un lugar o tiempo propio... Suponemos, desde luego, que los contenidos del tercer género, aunque sean intemporales e inespaciales, no por ello están «fuera» del espacio y del tiempo... Si fuera posible establecer un criterio general para el análisis de las conexiones entre los contenidos del tercer génee los otros dos, acaso el menos comprometido fuera el que comenzase reconociendo que a cada contenido terciogenérico ha de corresponderle por lo menos un par de contenidos procedentes de los otros dos géneros (aunque no necesariamente «en la misma proporción» en cada caso)» (García Sierra, 2000: 105; Bueno, 1972: 291-325; 361-369; 1992-1993: 1420-1427).

Berne afirma que los casos que él presenta demuestran tres absolutos pragmáticos y tres hipótesis generales. Él emplea el término «pragmático absoluto» para referirse a una condición para la cual no se han hallado excepciones hasta ahora.

  1. Que todo individuo adulto fue alguna vez un niño.
  2. Que todo ser humano con suficiente tejido cerebral es potencialmente capaz de verificar adecuadamente la realidad.
  3. Que cada individuo que sobrevive para llegar a la edad adulta ha tenido padres o alguien in loco parentis.

Las hipótesis correspondientes son:

  1. Que los vestigios de la niñez sobreviven hasta la vida posterior como estados completos del ego (Vestigios arqueopsíquicos.)
  2. Que la probatura de la realidad es una función de los Estados discretos del Ego, y no una «capacidad» aislada (funcionamiento neopsíquico.)
  3. Que el (poder) ejecutivo puede ser dominado por el estado completo del ego de un individuo de afuera, según se percibe. (Funcionamiento exteropsíquico.)

En suma, Berne considera que la exteropsiquis, la neopsiquis, y la arqueopsiquis se manifiestan fenomenológica y operacionalmente como tres tipos de Estados del Ego llamados Padre, Adulto y Niño respectivamente. (Berne, 1978:17; 1985: 34-35).

Un medio de evitar la esencialización es distinguir entre Adulto, Padre y Niño, con mayúsculas, que son Estados del Ego, mientras que adulto, padre y niño, con minúsculas, son personas reales.

7. El Padre como concepto enseñado de la vida

Valbuena / Eric Berne

Después de haber presentado el «regressus», podemos efectuar el «progressus», detallando en qué consiste cada Estado del Ego. Lo acompañaré con lo que Bueno llama Prototipos, cuando se ocupa de los Modelos: Aquellos que pretenden simular el funcionamiento de la realidad mediante analogías funcionales o representaciones gráficas, que reconocen explícitamente su exterioridad. Por mi parte añado que la mayoría de los modelos de comunicación responden a prototipos. (Valbuena, 1997:61)

El Padre abarca todos los archivos- grabaciones que una persona recibe, desde que nace hasta los cinco-siete años, de sus padres y de otras fuentes, sobre cómo debe comportarse en el plano individual y en el plano social (lo que el Materialismo Filosófico de Bueno denomina normas éticas y normas morales). Berne insistía en el carácter acrítico con que funciona el niño ateniéndose a esas normas.

7.1. Padre significa el padre o la madre reales o los que hicieron sus veces. Y este «hacer sus veces» puede ampliarse mucho, hasta abarcar entre otros, a la televisión... Porque lo que importa son los archivos y grabaciones cerebrales de lo que el niño vio, oyó, entendió, &c., en forma de órdenes, ejemplos, consejos, prohibiciones, &c.

7.2. Las grabaciones no son fieles; la razón está en que el niño no sabía codificar lingüísticamente sus experiencias. Berne, que escribió varios artículos sobre la Intuición, explicó en uno de ellos cómo resulta prácticamente imposible transmitir y recibir un mensaje con entera precisión, porque el ruido es inevitable. Incluso, añado, muy beneficioso en muchas ocasiones cuando entra el ruido semántico o ambigüedad. ¿Sería posible la comedia sin ambigüedad? Gracias al ruido semántico, el niño puede desarrollar su gan creatividad y lo que Berne denomina «pensamiento de coartada», es decir, la capacidad de salir de las situaciones comprometidas cuando entran en conflicto las normas éticas con las morales.

7.3. El contenido de las grabaciones consiste en reglas sobre lo que debe hacerse y no debe hacerse, sobre lo permitido y prohibido, sobre lo aconsejable y lo que ha de evitarse: Padre Crítico. De la misma manera, las explicaciones causales de los acontecimientos.

7.4. Las grabaciones son «verdad» para el niño. Y además, no puede borrar fácilmente dicho contenido, sino que su cerebro puede «leer» en cualquier momento de la vida posterior cualquier experiencia. Otra cosa es qué puede hacer la persona activamente con dichos contenidos. Pero eso ya lo veremos más adelante al tratar del Adulto. De momento, y uniendo con lo dicho en el punto anterior, es fácil reconocer los inconvenientes de esta función del Padre que se ejerce a traves de prejuicios y nociones sin critica. Si el niño está repleto de tales «archivos», su vida posterior tendrá una carga tal que le puede llevar a perder el sentido de la realidad. La «reificación» consiste en dar más importancia a las palabras que a la realidad.

7.5. En el Padre quedan también las grabaciones en que el niño experimentó cuando veía lo que su padre y su madre hacían para protegerle y cuidarle: Padre Protector. Tetis y Ma Jarrett se comportan como Padres Protectores con Aquiles y con Cody Jarrett. Las repetidas grabaciones de conductas protectoras de las dos madres fueron decisivas para que los niños sobreviviesen física y socialmente. Sin la protección y los consejos de sus padres, los niños morirían. Sobre todo, les resultaron muy útiles las instrucciones, es decir, cuando sus madres les enseñaron cómo hacer las cosas o vieron cómo acertaban. Aquiles se lo recuerda a su madre y, durante toda la película, hasta la escena final, vemos la gran influencia de Ma Jarrett sobre su hijo. El otro lado de la moneda es que los padres pudieron ser excesivamente protectores o asfixiantes.

7.6. El Padre se exhibe de dos maneras: directa e indirecta; como un estado activo del Ego y como una influencia.

7.6.1. Estado activo: la persona responde como su padre y su madre reales hubieran respondido realmente. Se convierte en uno de ellos. Aquiles responde a Agamenón como si hubiera sido su madre Tetis. La prueba está en que ella le dice que conserve su cólera contra los aqueos.

7.6.2. Influencia indirecta: responde de la forma en que a ellos les hubiera gustado que respondiese. Se adapta a sus requerimientos. Es lo que hace Cody con Ma Jarrett.

En resumen, el Padre es un concepto «enseñado» de la vida, que puede activarse bajo ciertas circunstancias (funcionamiento exteropsiquico). Ya hemos visto las manifestaciones no verbales, posturales y vocales del Padre.

8. El Niño, concepto sentido

Al mismo tiempo que el Padre –Berne y Thomas Harris fijan en los cinco primeros años de la vida la formación del Padre y del Niño, mientras otros autores alargan hasta los siete– se van registrando también en el cerebro informaciones que son:

a) sucesos internos, b) respuestas a los acontecimientos externos, c) sentimientos.

8.1. De nuevo nos encontramos con que la persona tiene dificultad para codificar oralmente todo lo que lleva dentro. Entonces, se expresara por medio de sentimientos.

Valbuena / Eric Berne

8.2. Ahora bien, parece que predominan los sentimientos de frustración y terror en la «situación de niñez». ¿Debido a qué? A la gran diferencia que había entre las personas mayores, que superaban al niño en estatura, en saber hacer las cosas bien, en fuerza fisica y económica para llevarlas a cabo... y la pequeñez, la dependencia que el niño sentia y tenía para cubrir sus necesidades. Aparte de la situación de inferioridad, el Niño sentía que sus padres no eran siempre predecibles, sino que le creaban gran incertidumbre cuando de pronto le acariciaban y, momentos después, le pegaban o abandonaban, sin ninguna explicación (aunque el Adulto puede darse cuenta de que el padre y la madre proyectan sobre el Niño sus propios estados psicológicos de alegría o depresión).

8.3. La persona puede revivir las grabaciones de frustración en cualquier momento de su vida si dirige su atención al pasado. Sobre todo, cuando la persona se encuentra en una situación problemática, laberíntica o incluso trágica, cuando está «entre el suelo y el estribo». Su actitud puede ser la de Niño, dejándose deprimir. Es lo que les ocurre a Tetis y a Aquiles. Cuando el Niño tiene muchos archivos de sentimientos negativos, puede sufrir las consecuencias en su vida posterior, estando dominado por los deberes, las prohibiciones, el terror, la angustia, la agonía y el sentimiento de fracaso. Además, si a eso añadimos la ausencia de archivos con contenidos agradables, la persona no se sabrá divertir. Ni que decir tiene que esta continua tensión produce efectos destructivos para el sujeto.

8.4. Porque, en el Niño, quedan grabadas tambien experiencias agradables teñidas de alegría, sorpresa, admiración, autodescubrimiento, descubrimiento de los demás y del mundo, espontaneidad, creatividad, deseo de conocer, de tocar, de experimentar, de amar, el encanto, el candor, la apertura, la disponibilidad, &c. Cody Jarrett sabe apreciar la belleza de su mujer Verna, aunque ella le está poniendo el cebo de que huyan los dos con el botín. Harry Lime dibuja un corazón atravesado por la flecha de Cupido y escribe el nombre de Anna en el cristal, lleno de vapor, del vagón de la noria. El Niño sabe cómo pasarlo bien. Es la parte mejor de nuestra personalidad. Lo que ocurre muchas veces es que esos deseos se escalan y el Niño quiere lo mejor y «ahora». El orgullo, la vanidad y el rencor pueden surgir cuando el mundo no se ajusta a los deseos.

8.5. El Niño se exhibe de dos maneras: El Niño Natural o espontáneo y el Niño Adaptado. En aquél podemos las grabaciones genéticas de todos nuestros estimulos biológicos primarios. Tambien podemos hallar todos los aspectos positivos que acabo de enumerar. Es libre o puede liberarse de la influencia del Padre Crítico.

El Niño Adaptado es, de acuerdo con Berne, «el que modifica su conducta bajo la influencia del Padre». Se porta como su padre (o madre) quisieran que se comportase: obedeciendo disciplinadamente. Aquiles acaba comportándose como Palas Atenea quiere, aunque ésta tiene la gran habilidad de saber argumentar a su Adulto. Cody Jarrett hace caso a su madre y prefiere recuperarse bebiendo el vaso que ella le ofrece, antes de salir a dirigir nuevamente a sus secuaces. También Ma Jarrett sabe hablar a su Adulto.

El inconveniente del Niño Adaptado es que puede ser tan sumiso que se retrae y no tiene sentido de su propio valor. O se adapta quejándose y rebelándose. Se convierte en rebelde, desafiando cualquier tipo de normas, mostrando hostilidad contra los demás. A veces, puede existir perversidad, espiritu de venganza. Mas que comunicar las ideas claramente, calcula cómo provocar una reacción.

8.6. El Niño, concepto sentido de la vida, consiste en vestigios fijados desde el nacimiento hasta los cinco años, puede activarse en cualquier momento de la vida posterior bajo ciertas circunstancias (funcionamiento arqueopsíquico).

9. El Adulto, concepto pensado

Harris estima que, alrededor del décimo mes de vida, el Niño se da cuenta de que puede moverse, manipular los objetos, los juguetes; los explora y explota. Se da cuenta de que él puede ser fuente de movimientos. Tiene diferentes alternativas y, por eso, esta en posición de elegir la respuesta más adecuada. No se encuentra ya únicamente a merced del ambiente que le rodea, sino que puede empezar a controlarlo. Podemos observar los intentos que los niños hacen para ponerse de pie en la cuna, calculando qué tienen que hacer para sostenerse agarrándose a qué barrotes y dónde tienen que poner los pies.

Para Harris, la mejor imagen del Adulto es la de un ordenador, que procesa datos y decide si son aplicables al dia de hoy las afirmaciones del Padre, o si son apropiados los sentimientos del Niño.

Valbuena / Eric Berne

9.1. No es que prescinda del Padre y del Niño. Lo que hace es comprobar la realidad de dos maneras:

9.2. Pone al dia los datos. Hay muchos consejos y sentimientos que estan grabados, pero que pueden cambiar de sentido, o dejarlos a un lado porque son inadecuados para el momento presente. Hay otros que son reconocidos como válidos.

9.3. Estima probabilidades. Al principio, ejecuta esta función lentamente, pero luego puede adquirir la maestría que da el continuo ejercicio. Llega a conocer si las afirmaciones automatizadas del Padre son convenientes porque de ellas depende su supervivencia. El tiempo libre que le deja esta automatización, lo dedica a la creatividad, a «cómo hay que hacer las cosas».

Tanto poner al día como estimar probabilidades le llevan a tomar decisiones. Y lo importante no es tanto la decisión misma, sino el proceso por el que llega a la misma. El Adulto se da cuenta de que al mismo fin puede llegar por diversos caminos y que es muy simplista pensar que sólo hay «una» o «la» solución. En lugar de aceptar el dictado del Padre o la prisa del Niño, sabe crear diferentes respuestas, y media entre Padre y Niño. También sabe cómo estructurar la decisión elegida para llevarla a la práctica.

9.4. Mientras las grabaciones del Padre y del Niño estan sin refinar, las del Adulto tienen una fidelidad mucho mayor. El Adulto adquiere el sentido de lo importante. Las órdenes del Padre, útiles para la supervivencia, adquieren una nueva dimensión, porque las decisiones se toman sobre una gran variedad de probabilidades; por lo tanto, hay una labor de planificación, no só1o una resolución de problemas concretos.

9.4. El Adulto necesita «tiempo para pensar». No responde de manera inmediata a muchos estimulos del ambiente, sino que sabe tomar distancias entre los acontecimientos y su propia actitud y conducta. El Adulto se comporta como muchas veces como un estoico, en el sentido de saber esperar y enfriar las reacciones inmediatas para recrear su propio ambiente.

9.5. Aunque un Adulto cabal, al que no atan las posiciones paternas, ni paralizan los terrores del Niño, es muy apreciado por la sociedad, que a veces le considera un especimen raro de supervivencia psicológica, hay veces en que puede resultar muy frío y exageradamente tecnocrático.

9.6. En todo lo que estoy exponiendo, está implícito que el Adulto puede observar a los otros dos estados y aquí está la raíz de la Comunicación Intrapersonal.

9.7. El Adulto, concepto pensado de la vida, procesa datos que le entrega el Padre, el Niño y la realidad. Esta misión mediadora, comparadora, verificadora puede activarse en cualquier momento de la vida. Es una función neopsiquica, voluntaria.

10. Los viajes de los Estados del Ego

Ahora podemos regresar al Apartado 2) de este artículo y representar, ya con términos técnicos y con gráficos, los viajes de PAN de Aquiles, Cody Jarrett y Harry Lime.

Aquiles va pasando por los siguientes Estados: Padre Crítico-Niño Adaptado-Niño Natural y Adulto.

Cody Jarrett pasa por muchos más Estados: PC-NN-PC-PC-NN-NA-A-PC y NN. (Si hay dos Padres Críticos seguidos es porque en una ocasión lo es con Verna y, seguidamente, con Big Ed).

Harry Lime: PC - NN - A - PC - PC - NA - A - NN - A - NR.

Valbuena / Eric Berne

No he querido unir con líneas el paso de un número a otro porque el grabado resultante podría parecer muy complicado, aunque realmente es muy sencillo de comprender.

11. Segregación, Exclusión, Contaminación

En los ejemplos que he ofrecido sobre Aquiles, Cody Jarrett y Harry Lime han aparecido aspectos que no podemos interpretar con los conceptos que hasta ahora han salido en este artículo. Del sentimiento primario de la existencia que tienen Tetis y Aquiles, del pesimismo sobre la brevedad de la vida de él, me ocuparé en el próximo artículo. En éste, nos planteamos las siguientes cuestiones: ¿Por qué ni Cody Jarrett ni su madre se sienten culpables a pesar de las muertes que han ocasionado? ¿Por qué Ma Jarrett le anima a su hijo a que llegue a la cima del mundo? ¿Cómo puede Harry Lime sentir ese desprecio por las vidas humanas, que convierten ese momento de la escena en uno de los más crueles de toda la historia del cine?

El Análisis Estructural responde a estas cuestiones, que son de comunicación intrapersonal. Por supuesto, no de manera exhaustiva, puesto que nos encontramos en el primer nivel de los cuatro que comprende el Análisis Transaccional. Nos quedan por considerar el Análisis Estructural de Segundo Grado, el Transaccional propiamente dicho, el de Juegos y el de Guiones.

Ante todo, es muy importante que el Adulto vea separados los tres círculos de los tres Estados, sin que uno invada el terreno del otro o que se dé cuenta de cuándo un círculo se introduce en otro.

11.1. Segregación.

Hay personas que tienen separados los tres círculos, pero no caen en la cuenta de cuál es su situación. Pueden separar de manera clara su Padre, Adulto y Niño y funcionar de una manera relativamente estable. Berne plantea el problema de cómo definir la «normalidad». En concreto, cuenta cómo un profesor escocés tenía un Adulto muy bien organizado, que durante treinta años dio buenas clases a sus queridos alumnos. El secreto muy bien guardado ante ellos es que, cuando se encontraba en casa, después del trabajo, se bebía más de un litro de whisky. Durante esos años, el Padre apenas estaba despierto (catectizado). Hasta que llegó un momento en que el Padre se hizo con el Poder ejecutivo y el profesor no volvió a probar una gota, sin duda porque los reproches del Padre vencieron al Niño. Resultado: el excelente profesor durante treinta años se convirtió en un terror para sus alumnos, porque quien aparecía ante ellos era el Padre, no el Adulto bien organizado. (Berne, 1978:44; 1985: 59).

11.2. Exclusión.

Lo que caracteriza a la exclusión es la actitud estereotipada y predecible que se mantiene constante en medio de cualquier situación amenazante. Para que haya cambio de Estados, las fronteras entre uno y otros han de ser permeables. Si no lo son, es que uno de los Estados tiene las fronteras rígidas. El Padre Excluyente llena de prohibiciones al Adulto y al Niño y, si se pone al frente de un grupo, induce lo que Irving Janis ha estudiado tan bien: el síndrome de la mentalidad de grupo, con sus síntomas. Antonio Carrera, un ex-testigo de Jehová, ha escrito una serie de libros con sus experiencias. No me llamaron la atención los síntomas de Janis, que tan exactamente se cumplen en ese grupo cerrado, sino a) cómo cada Presidente de los Testigos excluye enteramente los escritos del Presidente anterior y b) la enorme cantidad de prohibiciones que tienen los testigos, y que crean grandes tensiones en los grupos sociales, empezando por la familia. (Janis, 1972; Valbuena, 1997: 195-204; Carrera, 1978, 1988, 1993)

El Adulto Excluyente es muy eficaz cuando planifica y maneja cifras y puede ser un consumado tecnócrata resolviendo algunos problemas. Sin embargo, es una persona muy aburrida y sin implicaciones emocionales. Con lo cual, puede no ser eficiente y crear también otros problemas graves de personal.

El Niño Excluyente puede ser un humorista que sabotea cualquier esfuerzo para trabajar según valores.

Valbuena / Eric Berne

Si cambiamos el adjetivo, de Excluyente a Excluido, nos encontramos con algunos fenómenos que trataré en 11.3.

Para concluir este apartado: He observado que El Padre y el Adulto Excluyentes suelen ser los blancos preferidos de los humoristas en muchas obras literarias y en películas. Podemos reinterpretar la rigidez, tal como la entiende Bergson en La risa, desde la exclusión de Berne. Los Niños Excluyentes también son los blancos de algunas obras dramáticas, «con tesis», para demostrar que la irresponsabilidad puede traer consecuencias trágicas.

11.3. Contaminación

11.3.1 La contaminación del Adulto por el Padre es el prejuicio

Desde la Teoría de la Información y de la Comunicación, decimos que la persona descifra rápida y acríticamente y tiene por verdaderas las informaciones del Padre. En ¿Qué dice usted..., Berne amplió el área del prejuicio a engaños en general.

Según Harris, es insuficiente tratar y razonar sobre el tema de un prejuicio concreto. Paul Watzlawick diría que no hay que centrarse en el contenido, sino en la relación. Efectivamente, Harris coloca la disolución del prejuicio en dos puntos:

—Delimitar las fronteras o límites precisos entre Padre y Adulto, poniendo al día los datos del Padre. Esta labor va dirigida a la banda de los hechos, para que se abra una duda en la seguridad de las certezas aparentemente incuestionables.

—Perder el miedo a estar en desacuerdo con las informaciones del Padre. Esta actividad se centra en la banda de los sentimientos. Por tanto, el Niño ha de despertar con su energía y cuestionar las ideas dadas.

No bastan los dos puntos de Harris. Vuelvo a traer aquí la gran importancia que tiene el humor en la comunicación. El humor es esencial para disolver los prejuicios.

11.3.2 La contaminación del Adulto por el Niño admite dos variedades: ilusiones y alucinaciones.

Valbuena / Eric Berne

Las personas nos creamos ilusiones mágicas que muchas veces nos acompañan hasta la muerte. Freud habló de la omnipotencia de los propios pensamientos y de los propios encantos como dos de las ilusiones más importantes. Berne, con su gran sentido del humor, también desvela cuál era una de las ilusiones de Freud: sólo admiraba a Moisés, a Leonardo y a él mismo. «Si al menos» y «Algún día» son los dos marcos de las ilusiones que hacen moverse a muchas personas. Es decir, si ocurriera una circunstancia que probablemente no ocurrirá. Las loterías de todo tipo sirven para alimentar esas ilusiones. También es una ilusión muy dañina idealizar demasiado a una persona y proyectar sobre ella cualidades que no tiene. O hacerse un modelo de hombre o de mujer tan elevado, con tantas cualidades y dedicarse a buscar toda la vida ese modelo, que por supuesto no se encuentra.

Ma Jarrett alienta la ilusión de Cody de llegar a la cima del mundo. Y claro que llega a la cima, pero de una refinería de petróleo y en la que acaba abrasado.

Harry Lime tiene la ilusión de ser superior a los gobiernos y de interpretar la historia como antes nadie lo ha hecho. Desprecia a la gente común desde lo alto de la noria del Práter, pero acaba muerto de un tiro en una alcantarilla.

Una de las tareas más importantes en comunicación es eliminar las ilusiones dañinas y atender a las informaciones reales. Incluso, puede llegar a ser una ilusión el concepto mismo de autonomía. El área autónoma es la que queda cuando se restan las ilusiones y alucinaciones. «Las contaminaciones no son sustraídas del Adulto, sino quitadas a la manera de capas que van retirándose una a una. Metafóricamente, es como quitar las capas a la quilla de un barco al que se calafatea para que pueda navegar con mayor facilidad» (Berne, 1978: 49).

Las alucinaciones son grabaciones de experiencias externas en las que el Niño vivió la privación de estima en cualquiera de sus formas. Esas grabaciones vuelven a activarse, aunque no existan estímulos exteriores que fundamenten tal activación. Para conseguir acabar con las alucinaciones, lo mejor es conseguir que el Adulto viva en el presente y caiga en la cuenta de lo que siente. También, revisar si existen sentimientos falsos que sustituyan a los sentimientos reales. Sobre este último punto, me extenderé en el artículo que dedique a los Juegos, tal como los concibe Berne y que tienen la misma estructura que un timo.

11.3.3 Adulto contaminado por el Padre con Niño excluído

Cuando el Adulto está contaminado por el Padre y el Niño está excluido (Harris prefiere decir «bloqueado»), nos encontramos ante una persona tan dominada por los deberes que le internalizó el Padre, que sufre una superidentificación con su trabajo.

Valbuena / Eric Berne

Los refranes y eslogans sobre la conveniencia de trabajar dura y constantemente, de lograr resultados, de hacer trabajar a los demás rigen la vida de muchas personas. Cuando no tienen algo que hacer, se encuentran como perdidas. No han aprendido a divertirse y, en su vida familiar, pueden tener serios problemas. Esta conformidad total con los contenidos del Padre puede llevarles a la autocracia y a la completa destrucción.

La solución está en darse cuenta de las importancia de comunicarse con otras personas. En primer lugar, con su familia, como estructura cuya supervivencia peligra si sigue mostrando la pauta conformista que tiene internalizada.

Para asegurar la continuidad de una solución eficaz, el Adulto ha de tener un sistema de valores en el que esté presente la orientación al mundo de los demás.

Igualmente, ha de tomar conciencia de la necesidad que cualquier persona tiene de divertirse, sin considerarlo una pérdida de tiempo.

11.3.4. Contaminación del Adulto por el Niño con Padre excluído

Cuando el Adulto contaminado por el Niño tiene un Padre bloqueado, nos hallamos ante una persona que, por la brutalidad o permisividad de sus padres reales (o de quienes hicieron sus veces) ha llegado a prescindir de las normas éticas y morales. Excluye el lado negativo y también el positivo.

El individuo puede llegar a perder toda clase de apoyaturas morales. Se convierte en un manipulador y es capaz de llegar a todo, incluso al homicidio, con tal de lograr sus fines. Carece de sentimiento de culpa, remordimiento, vergüenza, &c. Es lo que les ocurre a Cody Jarrett y a Harry Lime.

Valbuena / Eric Berne

La solución estriba en hacerle tomar conciencia de las posibilidades creativas de su Adulto no sólo para el mal, sino para defender valores consistentes. Lo cual no resulta fácil, porque los medios de comunicación dan prestigio y recompensas a personajes inmorales. Ahora, no es raro encontrarse en los medios de comunicación que, cuando le preguntan a un niño qué quiere ser de mayor, responda: «¡Famoso!»

11.3.5. Bloqueo del Adulto

El Adulto pierde el sentido de la realidad cuando ya no puede actuar o ha decidido dejar de hacerlo. Los contenidos exigentes del Padre o los terrores del Niño le dominan.

Valbuena / Eric Berne

Para tratar esta exclusión o bloqueo del Adulto, que puede ser duradera o transitoria, conviene:

—Eliminar los sentimientos de terror por todos los medios, desde medicinas hasta electroshock.

—Ayudarle a distinguir los tres Estados del Ego para que la persona pueda tener posibilidad racional de elección.

—Que calcule probabilidades y que piense en las consecuencias de sus acciones para decidirse por un camino concreto que le lleve a disolver, resolver o solucionar las contradicciones en que le tienen situado su Padre y su Niño.

Bibliografía

Aristóteles: Retórica (Libro III), Traducción de Antonio Tovar, Clásicos Políticos, Centros de Estudios Constitucionales, 3ª edición corregida, Madrid 1985.

Poética, Edición trilingüe (griego, latín y español), preparada por Agustín García Yebra, Gredos, Madrid 1974.

Berne, Eric: Transacional Analysis in Psychotherapy, Random House, Nueva York 1961. Empleo la edición de 1978, que publicó Ballantine Books, de Nueva York. Traducción española: Análisis Transaccional en Psicoterapia, Editorial Psique, Buenos Aires 1985.

Introducción al tratamiento de Grupo, Grijalbo, Barcelona 1983 (2ª edición)

¿Qué dice usted después de decir 'Hola'?, Random House-Mondadori, Barcelona 2002.

Carrera, Antonio: Los falsos manejos de los testigos de Jehová, Editorial Camino, Chihuahua 1993 (8ª edición).

Documentos desenmascaran a Testigos de Jehová, Editorial Camino, 1988

70 ex-testigos acusan a la secta, Pregón, Bilbao 1978.

Homero: Ilíada, Gredos, Madrid 2000. Introducción general, Traducción y Notas de Emilio Crespo Güemes.

Harris, Thomas A.: Yo estoy bien, tú estás bien, Random House-Mondadori, Barcelona 2003.

Janis, Irving: Victims of Groupthink, Houghton Mifflin, Boston 1972; en 1982, abrevió el título a Groupthink.

Steere, David: Bodily expressions in Psychotherapy, Brunner/Mazel, Nueva York 1982.

Valbuena de la Fuente, Felicísimo: Teoría General de la Información, Noesis, Madrid 1997, 700 páginas.

Manual de Periodismo (compilador con Amado José El-Mir). Universidad de Las Palmas y Prensa Ibérica, Las Palmas 1995, 800 páginas.

—«Teoría General de la Información y Gnoseología del Cierre Categorial». En Revista de Ciencias de la Información, 1: 1984, 39-92.

—«Juegos y maniobras en el periodismo». En Cuadernos de Información y de Comunicación, 1: 1995, 13-40.

—«Retórica y Poética en los relatos del Padre Brown, de G. K. Chesterton». En Cuadernos de Información y Comunicación, 4, 1998/1999: 275-340.

—«Mujeres y Negociación en Las mil y una noches». En Cuadernos de Información y Comunicación, 5, 2000: 99-140.

—«Humor verbal y humor de situación». En Cuadernos de Información y Comunicación, 7, 2002: 381-406.

—«La Ética y las Ciencias de la Información», en AA. VV., Ética, Universidad y Sociedad Civil, Universidad de Alicante, 2003, Pp. 159-186

Nota sobre los libros de Berne:

No hay problema para hacerse con los libros de Berne en inglés. Sus libros siguen teniendo cientos de miles de lectores. Hace una década, obtuvo mucho éxito el libro Inteligencia Emocional, de Goleman. Treinta años antes, el libro Juegos en que participamos figuró durante más de un año entre los libros de no-ficción más vendidos. Lo mismo ocurrió con ¿Qué dice usted después de decir 'Hola'? No sólo eran importantes las ideas de Berne. También su estilo contribuyó a su éxito, porque lo cuidaba mucho y sabía emplear metáforas y humor para hacer accesibles los conceptos más abstractos.

Sin embargo, cuando pasamos a hablar de los libros de Berne traducidos al español, creo que han tenido un curso paradójico. Algunos de ellos han tenido tanto éxito que los han publicado dos editoriales a la vez: Juegos en que participamos (Editorial Diana, de México; Jaime Vergara, Editor). Que una editorial no haya editado este libro en España trae como consecuencia que muchos interesados encuentren dificultades para adquirirlo. Un caso similar es el de Análisis Transaccional en Psicoterapia, de Editorial Psique, Buenos Aires.

Editorial Grijalbo ha venido editando ¿Qué dice usted después de decir 'Hola'? durante más de veinticinco años y tengo un ejemplar, de 1997, que pertenece a la 21ª reimpresión. Ahora, Random House-Mondadori edita el libro de Berne, al que publicitariamente han encuadrado dentro de «Mitos de Autoayuda». Sin embargo, la traducción es tan deficiente que la traductora empleó, en 1973, el sintagma Análisis Conciliatorio (nadie en el mundo lo llama así), en lugar de Análisis Transaccional. Como el libro ha demostrado tener lectores durante treinta años seguidos, los editores no se han esforzado por encargar una traducción mejor.

Lo mismo ocurre con el libro Yo estoy bien-Tú estás bien, de Thomas Harris. También este libro ha tenido y tiene un gran éxito de público, lo cual justifica revisar la traducción. Sí emplea «Análisis Transaccional» el traductor de Introducción al tratamiento de Grupo.

Finalmente, Sex in Human Loving, Nueva York, Grove Press, 1970, ha sido traducido como Hacer el amor (Barcelona, Editorial Alfa). Es un título comercial que trivializa el original.

En resumen, dispersión de los títulos en editoriales de diversos países y traducciones inadecuadas dificultan que muchos lectores accedan a las ideas de Berne, a pesar de que sus libros han tenido una gran aceptación del público. Resolver este problema no parece difícil. Todo consiste en que alguien de algún departamento de alguna editorial decida mejorar la traducción y la distribución, aunque hubiera que centralizar los títulos en una sola editorial o en una aventura conjunta de varias editoriales.

 

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