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El Catoblepas
  El Catoblepasnúmero 10 • diciembre 2002 • página 4
Desde Ultima Thule

Breve reseña histórica
de la filosofía en Suecia

Fernando Flores Morador

Se ofrece una primera entrega sobre la cultura sueca,
en la forma de una breve mirada a la filosofía en Suecia

Santa Brígida de Suecia Se acostumbra describir como «potencia europea», a la Suecia del siglo XVII. Se trata del período comprendido entre el año 1611 –año de la coronación de Gustavo Adolfo II– y el año 1718 en que el Rey Carlos XII es muerto en combate{1}. Esos años coinciden además con la expansión europea del pensamiento sueco más importante, personificado sobre todo en la obra de Lineo. De actualidad es el festejo de los 700 años del nacimiento de Santa Brígida (1303-1373).

Pero las raíces europeas de la cultura sueca son mucho más antiguas y están mucho más relacionadas con España de lo que podría creerse. La conexión histórico-cultural con España son los godos y sus posibles conexiones a los göter de Suecia en la temprana Edad Media. Los göter han dado lugar en Suecia a una forma muy fuerte de nacionalismo conocida como «göticism» y que tuvo justamente durante el siglo XVII, en la figura de Olof Rudbeck, su exponente más comprometido.

Iniciaremos un repaso de los puntos sobresalientes de la cultura sueca comenzando nuestro periplo con una mirada a la filosofía. Si bien Suecia se destaca históricamente por sus logros científicos y técnicos, puede decirse que la filosofía sueca es periférica, aspecto que sigue manteniendo hoy en día.

Introducción

El surgimiento de una cultura superior ha sido siempre consecuencia del desarrollo de la técnica de la escritura, sobre todo de la capacidad de almacenar y transmitir a futuras generaciones un número grande de datos y reflexiones en forma de libros. La introducción del libro en Suecia, tiene lugar durante el proceso de conversión de los pueblos nórdicos al cristianismo, proceso que comienza hacia el 830 d.c. y culmina hacia mediados del 1100. Es durante este siglo que se construye en Suecia las primeras catedrales, fácilmente reconocibles por su estilo románico.

Hacia mediados del 1200, cuando Europa atraviesa el auge del escolasticismo, podemos constatar una actividad cultural intensa en Suecia, actividad que tiene lugar en conexión con las catedrales. Es en este período que un número sorprendentemente grande de estudiantes suecos llegan hasta París para participar en los cursos de filosofía y teología que allí se dictaban. A pesar de su alto número, ninguno de estos estudiantes llega a destacarse en la actividad cultural de este período. Se ha registrado el caso del averroísta Boëtius de Dacia de destacada participación en las controversias aristotélicas de la época, pero sin repercusiones en Suecia (según parece éste no era sueco sino danés). Digamos que por aquella época el desarrollo cultural de Noruega y Dinamarca era superior al logrado en Suecia.

La iglesia se extiende progresivamente en el territorio sueco y junto con la labor misionera, impone gradualmente el nivel cultural del resto de Europa. Esta labor es fundamentalmente impulsada por las órdenes mendigas: los monjes dominicanos y los franciscanos. La órden dominicana se establece en Lund en 1223, mientras que los franciscanos lo hacen en 1238. El tipo de prédica que caracteriza a las órdenes mendigas juega un papel desicivo para la formación y desarrollo de Santa Brígida (1303-1373) uno de los grandes de la literatura universal. Santa Brígida funda el convento de Vadstena el cual se hallara en el centro del acontecer cultural de Suecia en los siglos siguientes.

Esta red de escuelas culmina en el año 1477 con la fundación de la Universidad de Uppsala, la cual es cerrada en 1515 como consecuencia de las luchas políticas entre protestantes y católicos y las dificultades económicas para ser reabierta parcialmente hacia 1566 y definitivamente hacia 1624. Digamos al pasar que la reforma religiosa sumió a Suecia en una pobreza cultural de casi cien años (1520-1620), período durante el cual las escuelas católicas son paulatinamente cerradas o substituídas por otras protestantes.

El período de la reforma coincide con el de las guerras de independecia del dominio danés. La guerra de independencia es liderada por el Rey Gustavo Vasa (1496-1560) quién ademas dirige la subordinación de la iglesia al aparato del estado. La reforma de ésta fue dirigida por el obispo Olaus Petri (1493-1552) de acuerdo a la ortodoxia luterana y en alianza con el Rey.

Durante este mismo período y bajo la dirección de la misma generación de hombres de sientan las bases de un idioma sueco nacional, traduciendose el Nuevo Testamento en 1526 y 1541.

Período de los Reinos Populares (Folkkungatiden)

El período conocido como el de «los Reinados Populares» se extiende durante el período 1250-1350 y se caracteriza por la inestabilidad política y las dificultades puestas al ejercicio de la cultura. Con la elección del Rey Magnus Eriksson mejoraron las condiciones para paulatinamente comenzar a funcional el país como una unidad administrativa.

Este período se caracteriza por la influencia cultural francesa siendo París con su Universidad el eje cultural de la Europa de entonces. La Iglesia por otra parte tenía a Roma como su eje mientras que el mundo comercial se manejaba fundamentalmente con las ciudades alemanas.

Petrus de Dacia padre dominico que encuentra en 1266-67 en las afueras e la ciudad alemana de Köln a Cristina una mujer «poseída» por el diablo y que en franca lucha con éste se confía al domínico que cree ver en ella a una santa. El intercambio epistolar entre ambos además de las obras escritas por Petrus de Dacia entre las que se destaca Vita Christinae Stumbelensis confirman un cambio importante en la sensibilidad de la época pasando de una solemnidad eclesiástica a un plano mas humano y emocional. Cristo no es presentado ya como el Señor del Mundo sino como el hombre que víctima de horribles sufrimientos se humaniza aun más.

Petrus de Dacia tuvo una incidencia importante en la formación del primer convento domínico femenino en el año 1281. Otro importante teólogo de éste período fue Laurentius de Vaksala, quién dedicara numerosas obras a la enseñanza. Sus trabajos se especializaron en el derecho canónico.

Pero el más grande teólogo de la Edad Media sueca fué el Maestro Matthias Ovidi, de cuyos primeros años poco y nada se sabe. Fue el confesor de Santa Brígida y uno de los que puso sus revelaciones en términos teológicos. Su obra maestra inconclusa fue Expositio super Apocalypsin obra valorada entre otros por Nicolás de Cusa.

De las bibliotecas de la Edad Media sueca se conserva muy poco. La Reforma destruyó la mayor parte de los trabajos de ese período. Por cartas y listas encontradas en colecciones privadas se puede saber que las bibliotecas eran bastantes completas en el terreno teológico clásico pero carecían de la mayoría de las obras científicas y filosóficas.

A este período de finales de la Edad Media pertenece el primer trabajo de historia nacional sueca. «La Crónica de Erik» es un poema que nos relata los acontecimientos acaecidos durante el período de los Reinos Populares. Todo indicaría que estos acontecimientos fueron transmitidos por vía oral de generación en generación lo cuál no permite saber demasiado acerca de la objetividad del relato. El autor del poema es desconocido.

Junto la Crónica de Erik debe colocarse Om styrilse konunga och höfdinga, un manual para educar a futuros reyes y jefes de estado en las reglas del protocolo.

La figura más importante de la Edad Media Sueca y además la única figura de significado internacional fue Santa Brígida. Mujer de familia muy rica casada con un gran señor enviuda a los cuarenta años después de haber parido ocho hijos. Sintiéndose llamada por Dios se dedica a predicar sus revelaciones las cuales están cargadas de color y fuerza poética. A su muerte dejó cerca de setecientas revelaciones. Sus visiones causan un gran impacto en toda su época, tanto en sabios como en gente común. Su obra da lugar al surgimiento de una orden de monjas en Vadstena que estará llamado a jugar un papel muy importante en la historia cultural de Suecia.

Sobre el final de la Edad Media aumenta el número de estudiantes suecos que viajan a las universidades europeas. Poco a poco pierde Paris el rol de primera Universidad y otros centros culturales atraen a los estudiantes suecos. La Universidad de Praga esta entre las mas solicitadas, pero sobre todo las universidades de Alemania en Rostock, Leipzig, Erfurt y Köln.

La Universidad de Uppsala se funda finalmente en 1477 como la primera del mundo nórdico (seguida inmediatamente de una en Copenhague). Esta fue la obra de Jakob Ulvsson. Los primeros años no están muy documentados pero se sabe que funcionó en términos mas o menos continuos por lo menos hasta 1531. El académico más importante que enseño en éste período fue el teólogo Ericus Olai.

Descartes y el racionalismo

El advenimiento al trono de Suecia de Gustavo II Adolfo (1620) marca el comienzo del período expansionista de Suecia que tiene grandes consecuencias culturales para el país. El Rey invierte masivamente para asegurar la educación en la Universidad de Uppsala que alcanza el número de 1000 estudiantes hacia el año 1630. Hacia 1660 se estudia en esta Universidad francés, italiano y castellano.

La Universidad de Lund es fundada en el año 1668 en tierras conquistadas a los daneses (Scania) y en el marco del plan general de «asuecamiento» de la población danesa. Esta Universidad recibe el nombre de Academia Carolina y entre sus primeros profesores se cuenta el jurista alemán Samuel von Pufendorf (1632-1694) de gran significación en la formación del estado sueco. La Universidad de Åbo en las provincias suecas de Finlandia es abierta en el año 1640.

Este período se caracteriza por el ingreso de Suecia en el acontecer europeo, con las consecuencias internas inevitables de enriquecimiento cultural. Los primeros filósofos que aparecen en el horizonte académico de la Uppsala de los años siguientes al 1620, son Laurentius Paulinus Gothus (1565-1646) y Johan Skytte, ambos ardientes defensores de la filosofía del francés Petrus Ramus. La filosofía Petrus Ramus proponía el desarrollo de una lógica «viva» opuesta a la silogística aristotélica. Los filósofos suecos veían en ésta concepción la posibilidad de atacar la filosofía oficial católica, la cual paso a identificarse con el aristotelismo como consecuencia de la obra monumental de Tomas de Aquino. La figura de Skytte es central en la el proceso de reorganización de la Universidad de Uppsala.

La Universidad de Uppsala estaba dividida en cuatro facultades: la teológica, la jurídica, la médica y la filosófica. Según el modelo escolástico los estudios comenzaban siempre con el grado de maestro en filosofía (seis años), para después obtener el grado de Doctor en alguna de las otras tres diciplinas. Los cursos se dictaban en latín y la enseñanza tenía un claro corte aristotélico.

El primer contacto de las universidades suecas con la intelectualidad europea tiene lugar durante el reinado de Cristina (quién reina desde 1644 hasta 1654, año en el cual abdica al trono para emigrar a Italia convirtiéndose al catolicismo). Durante este período visitan la corte sueca entre otros René Descartes (quién muere cuatro meses después de pulmonía en Estocolmo), los filólogos Isaac Vossius y Daniel Hensius, el humanista Claude de Saumaire proveniente de Leiden y el médico francés Pierre Bourdelot.

Los tiempos modernos se hacen sentir en Uppsala hacia el año 1660 cuando el cartesianismo hace su entrada en la obra del médico Olof Rudbeck (1630-1702). La obra original de éste incluye el descubrimiento del sistema de vasos linfáticos (1650). Hacia 1658 crea el jardín botánico de Uppsala con mas de 1800 especies entre ellas la exótica «papa» de origen peruano.

La primera obra filosófica digna de éste nombre vio la luz en Lund. Fue escrita por Andreas Rydelius –ya bajo el signo de la Ilustración– entre los años 1718-1722. Su título «Ejercicios necesarios al razonamiento, para la juventud estudiosa que desee pensar correctamente». Rydelius es el primer filósofo sueco que escribe filosofía en su propio idioma. El conocimiento para Rydelius no era un fin en si mismo, sino un ejercicio para el perfeccionamiento del alma. Su programa tenía una claro corte cartesiano, aunque la influencia cartesiana es mas formal que de contenido. Al igual que Descartes, Rydelius esta interesado en marcar con fuerza el dualismo entre cuerpo y alma. Pero a diferencia de aquél, que buscaba las bases seguras para la ciencia, apunta éste a garantizar las bases de la fe.

La herencia racionalista cartesiana de las universidades suecas fue desarrollada en el marco del wolffianismo, es decir la versión de la filosofía de Leibniz que desarrollara su seguidor Christian Wolff. De ésta escuela nada original surgió (ni en Suecia ni en ninguna otra parte). El centro del wolffianismo fue la Uppsala del 1700 y la causa detrás de su éxito debe buscarse en la necesidad de los teólogos protestantes de contar con una metafísica en la que afirmarse. La influencia de la filosofía de Wolff se redujo al mundo de habla germana, a Dinamarca pero sobre todo a Suecia.

El nacionalismo gótico

Se define el nacionalismo gótico como una corriente cultural que busca sus raíces en las culturas nórdicas arcaicas. Si bien este fenómeno se ha manifestado también en otros países, es en Suecia en donde adquiere sus proporciones más manifiestas. Sus raíces deben buscarse en la obra de Jordanes quién aproximadamente en los años 550 d.C. escribió sobra las hazañas de los godos. Hacia el 600 retomaron el tema entre otros Isidoro de Sevilla. Las leyendas godas aparecen registradas en Suecia hacia el 1200. El punto más alto del nacionalismo gótico se alcanza durante el siglo XVII en la monumental obra de Olof Rudbeck (1630-1702) La Atlántida o Manheim, editada en cuatro tomos a partir del año 1679. En esta obra sigue Rudbeck la tradición heredada a la cual agrega algunas ideas originales, entre ellas la de que la legendaria isla «Atlántida» a la que se refiere Platón, no es otra que la península escandinava. A consecuencia de esta obra se traba Rudbeck y sus seguidores en discusión con Leibniz acerca del origen de los pueblos germanos.

El empirismo y Kant

A modo de una primera conclusión general, válida para la historia de la filosofía sueca a partir del 1700, se puede decir que el medio cultural sueco se hallaba suficientemente inmenso en la vida cultural europea, como para poder seguir –incluso independientemente– las tendencias evolutivas que se daban en los centros filosóficos de Alemania, Francia y Gran Bretaña, pero sin poseer la fuerza suficiente para influir decididamente en esos procesos y siendo mas tarde o mas temprano atrapada por los vaivenes ideológicos de esos colosos.

Este hecho, es el que permite que la filosofía sueca registre ocasionalmente el caso de filósofos que se han adelantado al desarrollo internacional, sin que este adelantamiento significara nunca, que la filosofía sueca marcara pautas de desarrollo a otras filosofías del continente. Cuando el adelantamiento significó desarrollos originales, estos fueron alcanzados casi paralelamente e independientemente, por otros filósofos en las grandes capitales de la cultura europea, filósofos que no supieron de la obra de sus colegas suecos.

La primera mitad del siglo XVIII es el período de oro de las ciencias naturales y de la técnica en Suecia. Este es el tiempo de Karl von Linné (Lineo). No es extraño que el ámbito filosófico sintiera la influencia empírica de la época.

La filosofía de Locke es introducida en Lund por Mattias Fremling (1745-1820) y en Uppsala por Pehr Niclas Christiernin (1725-1799). El primero se caracterizó por ser un filósofo libre del dogmatismo de la época. Cuando la filosofía de Kant se puso al orden del día, y a pesar de ser un empirista convencido, no dejó de enseñarla ni de divulgar su contenido. Sobre el final de su vida coincide Fremling con las posiciones de Schelling. Este justamente ese carácter anti dogmático, el que lo lleva de una filosofía pre-kantiana a una post-kantiana sin haber sido nunca un kantiano auténtico.

Seguidor de Montesquieu fue el empirista Jakob Frederik Neikter (1744-1803), el cual adaptó la teoría climática de aquél a las nociones estéticas. Si el carácter y las costumbres de las gentes cambian debido al clima en el que viven –razonaba Neikter– es evidente que también ha de ser influido su sentido del gusto.

Daniel Boëthius (1751-1810) profesor en Uppsala, es el primer filósofo sueco que se afilia a la filosofía de Kant. Su mérito por otra parte, se reduce a la divulgación de la obra de aquél. Su filosofía moral presentaba rasgos empíricos sociológicos combinados con otros de carácter normativo.

Fiel al emprismo y de alguna manera un lejano antecedente de la filosofía sueca contemporánea fue Carl Gustaf af Leopold (1756-1829), quién reconocía solamente dos tipos de conocimiento: el empírico y el lógico. Seguidor de Locke pero sobre todo de Hume, resistió los embates del kantismo durante toda su vida. Leopold es de alguna manera el continuador de la obra de Boëthius, sobre todo en la construcción de una ética con bases sociológicas.

La segunda mitad del siglo XVIII –durante la era gustaviana– muestra el renacimiento del interés en las humanidades, el florecimiento de la poesía y la literatura. Entre ellos uno de los mas grandes poetas suecos: Carl Michael Belman.

El siglo del idealismo y la obra de Boström.

El siglo XIX es el siglo del idealismo en Suecia. El comienzo de este período suele fijarse a la obra de Benjamin Höjer (1767-1812), mientras que el mas importante de todos los filósofos idealistas suecos es Christopher Jacob Boström (1797-1866) quién definiría su filosofía como «idealismo racional». El punto de partida de toda filosofía debía ser según Boström, el mundo dado a la experiencia. Sometiendo esta realidad al análisis lógico, se nos hace posible comprender lo que en esa realidad hay de verdadero. La influencia de Boström fue enorme y se puede marcar notando que el último de sus seguidores, Efraim Liljekvist, fue profesor de filosofía práctica en Lund hasta 1930.

El idealismo en Suecia fue un fenómeno fundamentalmente académico y no reflejó la lucha ideológica que se libraba en el campo económico y social. Por otra parte debe notarse que la revolución industrial no se hace sentir en la sociedad sueca, sino hasta la década de 1870. Hasta ese momento los centros urbanos albergaban solo el diez por ciento de la población del país, y cerca del setenta por ciento de la población se ganaba la vida en tareas agrarias.

Hasta la aparición de Boström (1840), la filosofía idealista en Suecia se halla claramente influenciada por el idealismo alemán. La filosofía de Boström rompe con esta dependencia y aunque no logra trascender internacionalmente, mantiene rasgos originales que le permiten mantener una distancia crítica. Digamos que la tarea de la filosofía se reduce para Boström, al análisis de las ideas creadas y modificadas por la experiencia, una tarea interminable de lucha contra las contradicciones inevitables al sentido común. Ahora bien, las diferencias entre experiencia y conocimiento racional, no son para éste sino diferencias de grado. Lo que distingue la experiencia del conocimiento racional, no es otra cosa que el grado de «claridad» de uno respecto del otro.

Boström divide la filosofía teórica en: a) una teología racional, ocupada en analizar las propiedades de Dios; b) una antropología racional, ocupada en analizar lo que atañe al hombre en tanto individuo; y c) una etnología racional, ocupada en el análisis del hombre como especie.

La filosofía práctica es dividida en: a) filosofía de la religión, ocupada en estudiar a Dios como fuente de normas éticas; b) teoría de las costumbres; y c) filosofía del derecho.

Las propiedades de Dios son divididas en: a) lógico-formales (independencia, perfección, autosuficiencia); b) lógico-materiales (eternidad, invisibilidad, racionalidad absoluta, personalidad); y c) metafísicas.

Todo el detallado esfuerzo sistemático de Boström apunta a probar que la escencia del ser es espiritual. Uno de sus argumentos es el que sigue: "Yo no puedo pensar o hablar de una cosa cualquiera, sin que ésta este de alguna forma conectada a mi conciencia. Pero tampoco puedo hablar de esta cosa sin aceptar que la misma es. Independientemente de lo que yo quiera afirmar sobre la cosa, debo antes que nada afirmar que la cosa es. De aquí se deduce que las determinaciones de la cosa «ser para mi» y «ser por mi comprendida», coinciden. Conclusión: esse est percipi.

Otro de sus argumentos afirma que la conciencia de si mismo es absolutamente simple. Es imposible percibir una cosa sin ser autoconsciente al mismo tiempo. Este razonamiento le lleva a aceptar que la conciencia es la substancia común a todas las cosas.

Un tercer argumento parte de la idea de verdad. El conocimiento supone que nuestros pensamientos coinciden con la realidad. Pero la verdad absoluta exige que esta coincidencia sea total; es decir idénticas. Ahora bien, sólo siendo auto-conocimiento, puede esta identidad lograrse.

El aspecto mas original del sistema boströmiano, es su teoría de la personalidad. La personalidad es un sujeto autoconsciente. Ejemplos de personalidad son los seres humanos individuales, pero también la familia, los grupos sociales y el estado. Las personalidades están ordenadas en jerarquías con la personalidad de Dios como la que contiene a todas las otras. Según un ejemplo acuñado por el propio Boström, las personalidades están ordenadas en serie, como los números. La personalidad superior de algunos hombres, contiene la personalidad de aquellos de grado inferior. De esta manera la personalidad del monarca, es idéntica a la personalidad de todo el estado.

Axel Hägeström y la escuela de Uppsala

Hacia fines del siglo pasado y siguiendo los vaivenes de la filosofía europea, hace su ingreso a las aulas suecas el neokantismo. La fuerza de los cambios sociales que tienen lugar en Europa y Suecia a fines del siglo pasado y a comienzos del corriente, arrasan con las cátedras idealistas ingresando a la arena académica una nueva generación de filósofos, en general socialdemócratas de orientación neokantiana. Esta nueva generación es liderada en Lund por Hans Larsson (1862-1944) y en Uppsala por Axel Hägeström (1868-1939).

El neokantismo de Lund mantiene su carácter internacional y se caracteriza por el peso de la investigación histórica. Este rasgo se mantiene hasta después de la segunda guerra mundial, fecha que marca el comienzo del dominio analítico en todo el país. Los trabajos históricos son realizados con método y en general son de buena calidad aunque poco originales. El último de esta serie es Gunnar Aspelin (1898-1977), filósofo ecléctico de tendencias empíricas y de conocimientos enciclopédicos, caracterizado por su amplitud y sus tendencias izquierdistas. Como anticipando el desarrollo posterior, y a pesar de no ser un filósofo analítico, Aspelin se orienta tempranamente hacia la filosofía anglosajona, escribiendo sobre Russell en los años 30. El neokantismo en Lund es relevado por la filosofía analítica en la persona de Sören Haldén a comienzo de los años 60.

La situación en Uppsala es diferente. Haciendo gala del rango de primera Universidad del país y habiendo sido la Meca del boströmianismo, se genera en ésta, la filosofía mas original en interesante de toda la historia de la filosofía en el país.

Esta filosofía es creada por Axel Hägeström quien asume la cátedra de filosofía práctica en Uppsala en 1914. Su filosofía que incluye trabajos teóricos ambiciosos, debe considerarse sobre todo una filosofía de los valores y del derecho.

En el terreno teórico, digamos que la escuela de Uppsala se define tempranamente como anti-idealista y anti-metafísica. A diferencia del boströmianismo y en claro contraste con éste, los trabajos teóricos de la escuela de Uppsala dedican un espacio creciente a los temas científicos, baste destacar una serie de trabajos de Hägeström destinados a discutir críticamente, la concepción relativista de Einstein a la cual acusa de contener vicios metafísicos. La crítica de Hägeström al idealismo se centra en negar el saber absoluto como conciencia o como sujeto. El saber absoluto es en cambio identificado con un sistema lógico consistente idéntico con el acontecer natural en el espacio y el tiempo. Se hace un paralelismo entre la necesidad lógica y la causalidad en el mundo natural. El carácter materialista, anti-metafísico y logicista de la filosofía de Hägeström permite un paralelo entre su filosofía y la de Moore y Russell en Cambridge. Un paralelo que será señalado por algunos de sus seguidores para justificar la afiliación de la filosofía sueca a la corriente analítica. Sin embargo un análisis detenido de la filosofía de éste permite concluir que ésta no puede ser sino superficialmente a la de Cambridge. La problemática central de Hägeström tiene su lugar natural en el neokantismo de la escuela de Marburg, especialmente en la obra de Herman Cohen. Como dato curioso digamos que Cassirer llega a Suecia como refugiado huyendo de Hitler. Durante su estadía en Suecia (1935-1941) ejerce la cátedra de filosofía en Gotemburgo. Allí dedica sus esfuerzos a un estudio de Hägeström que tituló Axel Hägeström, Eine Studie zur Schwedischen Philosophie der Gegenwart (1939).

Pero es en el terreno de la teoría de los valores dónde la escuela de Uppsala se muestra claramente creativa. Su filosofía de los valores es nihilista. Los juicios de valor –nos dice– son expresiones de los sentimientos y por lo tanto no son ni verdaderos ni falsos. No hay lugar entonces a un conocimiento práctico. Si estos sentimientos son proyectados a la realidad en calidad de «valores» (morales, estéticos, jurídicos, &c.) se cae en el fetichismo.

Esta teoría tuvo un impacto tremendo en la sociedad en general y en especial en los medios políticos socialdemócratas. Para el extranjero no es difícil notar todavía hoy, el doble carácter de la filosofía moral y del derecho en Suecia, el doble esfuerzo de «creer» en valores que se suponen pura expresión de sentimientos. La filosofía del derecho de Hägeström supone al estado la consecuencia de una relación de fuerzas fetichista, carente de todo otro valor que el de los sentimientos envueltos. Hägeström es el primer filósofo sueco que se manifiesta socialista, que lee y comenta a Marx al cual critica su teleologismo.

Su filosofía de la religión se basa en aceptar el sentimiento de la fe, negando su valor epistémico. Esto permite el surgimiento de una escuela teológica conocida internacionalmente como la escuela de Lund. Según esta escuela no es posible plantearse el problema de la existencia de Dios, pero si el de la existencia de Dios como problema para todos los hombres. La tarea de la teología es la de investigar «qué es Dios», que es lo que se entiende por Dios (cuales son las ideas que de Dios se tienen).

Si bien el trasfondo ideológico de la filosofía de Hägeström puede asociarse en sus comienzos a las conquistas del movimiento obrero, este carácter cambia rápidamente para transformarse en el instrumento de un nuevo grupo social: el de los tecnócratas y especialistas tan familiares al ambiente cultural sueco contemporáneo.

La filosofía analítica en Suecia

La filosofía de Hägeström se pierde después de la segunda guerra mundial ante el aluvión cultural proveniente de EEUU y de la filosofía anglosajona. Los seguidores de Hägeström acentúan los aspectos de éste que mejor se adaptan a la filosofía analítica y rápidamente dejan atrás los problemas que preocuparan a aquel para identificarse con la problemático analítica en general. Desde entonces la filosofía sueca debe contarse como parte de la corriente analítica. 

Notas

{1} Véase la opinión que sobre éste tuvo Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) en Cartas eruditas y curiosas / Tomo primero. Carta XXIX. Paralelo de Carlos XII, Rey de Suecia, con Alejandro Magno: http://www.filosofia.org/bjf/bjfc129.htm

 

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