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El Catoblepas
  El Catoblepasnúmero 4 • junio 2002 • página 9
Economía

Industria, turismo y globalización en Asturias

Javier Delgado Palomar

Sobre la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE
en Oviedo y Gijón, el pasado mes de abril de 2002

Este mes comentaremos, en la sección de Economía de El Catoblepas, la reunión informal en el Hotel de la Reconquista y en el Auditorio de Oviedo, del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) y su réplica, el Foro Social Alternativo, los días 12, 13 y 14 de abril de 2002. Sin embargo, no emprenderemos el comentario de forma directa, necesitaremos, para hacer mínimamente inteligibles nuestras críticas, tanto a los globalizadores como a los antiglobalizadores, esbozar unas pinceladas sobre la Historia Económica de España y de Asturias para, situando en su contexto la reunión, mostrar como las decisiones económicas vienen dadas de antemano, absolutamente determinadas por el desarrollo del capitalismo y por las decisiones políticas tomadas hace veinte y treinta años. A su vez y como final, desvelaremos cuál es, a nuestro juicio, el significado económico real de la reunión, para Asturias.

1. La historia económica de Asturias tiene un hilo conductor fundamental

En este apartado daremos algunos apuntes sobre Historia Económica, perfectamente conscientes de que para hablar de esta disciplina, necesitaríamos realizar un ejercicio gnoseológico previo sobre ella, analizando su supuesta cientificidad que justifica su presencia en los departamentos universitarios, sin embargo, por el propio carácter de la revista y por no alargar y dispersar el tema del artículo, dejaremos esa cuestión para futuros artículos o para otros autores y aquí nos limitaremos a dar unos bosquejos, que nos lleven, a través de un hilo conductor que podríamos llamar constitutivo de la historia económica contemporánea, al presente mismo de la reunión del mes pasado. Recorreremos este hilo dando grandes saltos temporales hasta llegar al presente económico de España y Asturias donde se sitúa la reunión informal del Ecofín.

El hilo conductor constitutivo de la historia económica contemporánea al que nos referíamos, es la explotación de una materia prima que posibilitó la revolución industrial misma: el carbón. Ha llegado a convertirse en un tópico afirmar que el carbón hizo a Asturias. Ya en 1789, cuando todavía observamos una Asturias eminentemente rural, Jovellanos elabora el Informe sobre las minas de carbón de Asturias y el 20 de noviembre de ese mismo año se le comisiona para visitarlas. Allí, Jovellanos se encuentra con el problema que las minas Asturianas arrastrarán toda su historia: aunque son el símbolo de la riqueza de España, desde un punto de vista estrictamente economicista (el de la economía de mercado internacional que se está configurado en Inglaterra y que está comenzando a globalizar su manera de producir y negociar) estas minas no son rentables{1}.

«... y al margen del río Color, que desemboca luego en el de la Piloña, hay una mina de carbón piedra, descubierta en abril o marzo de este año por don Manuel, vecino del lugar, la que el ministro José de Piles y Hevia mandó beneficiar a un don Francisco Rodríguez, el cual sacó una porción, parte de la cual se llevó en chalanas a Ribadesella, y parte existe sin conducir. Dícese que es excelente, pero que la conducción es cara, porque las chalanas cargan poco, hasta encontrar el Sella, donde los barcos tienen más agua.»{2}

Y más abajo:

«Otra en el lugar de Mones, del mismo concejo, más antigua, también la benefició Rodríguez; de toda calidad y más pesada La mina de Piñera está cegada; la de Montes está abierta, pero desacreditada.»{3}

La forma de producir y de circular las mercancías era demasiado lenta con respecto al tiempo de trabajo socialmente necesario que imponían las industrias inglesas o centroeuropeas:

«Sol picante por el camino que traen actualmente los carboneros, bueno en general, con tres o cuatro malos pasos y una cuesta harto agria, les obliga a venir con dos parejas de bueyes hasta la altura; los de Noreña sueltan por aquella rasa una gavita, o yunta, que se vuelve a su casa, o recoge de ella, y siguen con una a Gijón, trayendo hasta cuarenta y aun cincuenta arrobas cada carro; van en un día por el carbón a la mina y vuelven a su casa, y en otro y medio, van y vienen al puerto. El carbón corre ya a real la arroba; ganan, por consiguiente, de 40 a 50 reales en dos días y medio; de 16 a 20 reales cada uno; el jornal más subido de un hombre con su carro es de 11 reales al día.»{4}

En 1850 Oviedo tenía 4516 vecinos y exportaba 30000 toneladas de carbón, fabricando 3000 toneladas de hierro elaborado{5}. Las cosas han cambiado poco con respecto a la época de Jovellanos, es decir, sigue siendo Asturias eminentemente rural y aldeana, sin embargo, es la época en la que tanto empresas privadas nacionales y extranjeras, como el Estado se instalan en Asturias pensando que si hay algún futuro industrial para España, se encuentra junto al carbón. Cuando acabaron de instalarse los carboneros, lo hicieron las fábricas siderúrgicas, ya que en aquella época los hornos altos necesitaban las minas de carbón al lado como combustible, por ejemplo, en la zona de la Felguera (Duro-Felguera). Es la época de la Real compañía Asturiana belga y de la adquisición por parte del Duque de Riánsares, marido de la reina María Cristina, de las minas y hornos de la antigua Asturian Mining Company.{6} Langreo se consolidó, desde 1860 y durante quince años más, como la primera región productora de hierros y carbones del país. Proliferaron los ferrocarriles.

Aquella fue la época dorada de la industria asturiana{7}, pero en 1880, se produjo una crisis internacional de sobreproducción provocada sobre todo por la aplicación sistemática de la tecnología a los procesos de producción industrial: los procedimientos Bessemer y Martín-Siemens, que permitían obtener en pocos minutos, toneladas de acero. Estos procedimientos daban la ventaja a las regiones productoras de mineral de hierrro (Euskadi), porque reducían el consumo de carbón en los hornos altos. Las dos grandes compañías asturianos Duro y Fábrica de Mieres no disponían de recursos para renovar sus equipos y en consecuencia, el valor de sus mercancías en el mercado internacional se desplomó{8}. Se forjaron desavenencias históricas de localidades que defendían lo poco que les quedaba frente a otras (Oviedo vs. Gijón, Langreo vs. Mieres) y así, bloqueaban cualquier posibilidad de articular las protestas hacia el gobierno central. El movimiento obrero tampoco estaba maduro, no existía aún el SOMA de Llaneza.

La historia del siglo XX es la historia de la formación del movimiento obrero y del intento por salir de la crisis. A través de la coordinación con Euskadi, Asturias se consolida, ya en 1909, produciendo carbones sin acabar y hierros sin elaborar, que van a parar a Altos Hornos y La Vizcaya{9}. Excede nuestra labor en este punto analizar a fondo el siglo XX en su totalidad, pasaremos de largo sobre los años de la República y de la autarquía franquista, para llegar a la segunda crisis brutal de la minería asturiana, provocada, otra vez, como la del siglo XIX, por causas externas a ella: la crisis energética internacional de los primeros años setenta.

En esta ocasión, se había aprendido de lecciones del pasado y las luchas obreras consiguieron que se nacionalizara la industria asturiana (creación de HUNOSA y ENSIDESA) garantizándose su futuro. Sin embargo, la política económica ya era impuesta por una nueva potencia emergente, la UE, que había descartado de antemano la solvencia industrial española. Desde esos años hasta hoy, hemos asistido al cierre sistemático de la industria y al desmantelamiento de la agricultura españolas, algunos ejemplos, que pueden estar en la mente de todos por la virulencia de las luchas sindicales que acarrearon son Astilleros Españoles y Euskalduna. Este desmantelamiento de los sectores agrícola e industrial (sectores productivos) en toda España, particularmente en la cornisa cantábrica, ha jugado a favor de la esfera de la circulación de mercancías, sobre todo del turismo. Así, hay que destruir producción agrícola y ganadera porque Europa marca sus límites, hay que cerrar Euskalduna, pero a cambio, tienen el Guggenheim, que atrae miles de visitantes al año. No hay Astilleros Españoles en Cádiz, pero nunca estuvo la ciudad tan limpia y recibió tantos turistas en verano.

En el caso asturiano, se reproduce la tónica nacional{10}: en las mismas fechas en las que se celebraba la reunión del Ecofin, coincidían en la prensa noticias contradictorias entre las esferas industrial y turística: por un lado, se habla del crecimiento del turismo rural, el día cuatro de abril en el diario La Nueva España, el director general de Comercio y Turismo, Javier de la Ballina, presentaba los datos globales de ocupación hotelera en Semana Santa elaborados por el Servicio de Información Turística de Asturias (SITA), el jueves, viernes y sábado santos, la ocupación hotelera fue del 92% en la zona occidental, del 98% en la central y del 100% en la oriental; por otro, el mismo día, en Madrid, se firmaba el acuerdo relativo al plan de prejubilaciones de HUNOSA, permitiendo que desde ese mismo día, los primeros 210 trabajadores de los 700 previstos para el total de prejubilaciones este año, pudieran dejar de ir a trabajar.

2. La reunión del Ecofin {11}

En este marco económico, de desmantelación industrial y agrícola y potenciación del turismo{12}, es donde tenemos que insertar la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la UE, el mes de abril.

Esta reunión concentró en Asturias el interés de los medios de comunicación, nacionales y europeos, y cómo no, el de los grupos antiglobalización, cuyas concentraciones, como viene siendo habitual desde Seatle, se despliegan siempre paralelamente a las de los globalizadores. Las reuniones o consejos informales se idearon para descongestionar la apretada agenda bruselense, desde entonces, las de economía y finanzas han sido las más activas, con reuniones mensuales en la capital de Europa, frente a otras (por ejemplo, Turismo) de periodicidad trimestral.

Los ministros{13} mantuvieron tres encuentros distintos, según el programa anunciado por el Ministerio de Economía durante esos días y difundido por la prensa. En la tarde del viernes doce se reunió el Eurogrupo ampliado (al que pertenecen los quince ministros, la Comisión y el Banco Central Europeo) para repasar y analizar la situación económica de los países que han adoptado el euro y preparar la intervención de Rodrigo Rato, representante de la Unión Europea, en el próximo encuentro del G-7. El sábado, fue el día de la reunión de los quince con los gobernadores de los quince bancos centrales, con foto de familia incluida y cena en el Palacio de Revillagigedo en Gijón. El domingo, se organizó un seminario sobre el papel internacional del euro con los representantes de los bancos centrales y con representantes de grandes bancos y empresas europea, como Cytibank, General Electric o Arcelor. Por la tarde Rodrigo Rato daría una rueda de prensa dando por cerrado el encuentro.

Paralelamente, se prepararon también diversos actos antiglobalización. El Ayuntamiento de Oviedo cedió desde el jueves el Palacio de los Deportes para que sirviera de albergue a los jóvenes que se desplazaron de toda España. Este jueves doce comenzó el Foro Social Alternativo, nombre de esta reunión paralela a la del Ecofin. Los actos y conferencias se celebraron en la Facultad de Pedagogía teniendo como participantes destacados a representantes de Amnistía Internacional, Justicia y Paz y el Frente Polisario, periodistas como Lolo Rico, teóricos de la Red por la Renta Básica (Daniel Raventós), Jerónimo Aguado de la Plataforma Rural o políticos como Ángeles Maestro de Izquierda Unida. El campus de Humanidades de la Universidad, en el Milán, sirvió para la celebración de un Circo antiglobalización a base de música y atracciones malabares. Pero las actividades estrellas fueron las dos manifestaciones del viernes y el sábado.

La del viernes, que fue estrictamente sindical, se organizó en protesta contra la política económica de la UE. La del sábado fue una marcha que salía de diferentes puntos de Asturias (Plaza del Parche en Avilés, Plaza del Humedal en Gijón y las Plazas de los Ayuntamientos de Mieres, Sama y Pola de Siero) para fundirse en Oviedo. Todo transcurrió pacíficamente (salvo una intentona de ataque a una hamburguesería global), no en vano, las medidas de seguridad desplegadas eran impresionantes y quizá en el recuerdo de muchos estaban los cuatro asturianos a punto de ser juzgados en Barcelona por los incidentes en la última reunión antigloblalización.

El caso es que ni unos ni otros parecieron llegar a conclusiones políticas y económicas importantes. Mientras los ministros degustaban la gastronomía asturiana y los antiglobalizadores paseaban en manifestación, unos cuantos kilómetros más al sur, en Palencia, un pueblo (Aguilar de Campoo) y cuatro mil familias eran devastados por efecto de la globalización: la multinacional estadounidense United Biscuits, cerraba la tradicional fábrica de Fontaneda. Los ministros observan como se ejecutan unos planes y programas económicos muy anteriores a sus reuniones informales; los antiglobalización, estupefactos y perdidos, sin más plan ni programa que el de montar un Circo allí donde se reúnan más de cuatro o cinco señores con corbata, realizan cabriolas ejercitando el funambulismo, y miran en las televisiones de las sidrerías asturianas las cargas policiales contra los trabajadores de Fontaneda. Recordaban a los desorganizados mineros a los que se dirigía Manuel Llaneza en 1908:

«Nada absolutamente puede justificar vuestra desorganización. El miedo en unos, el vicio a la taberna en otros, os impide cumplir con el más sagrado de vuestros deberes: con el de defenderos vosotros y defender a vuestros hijos de los vejámenes y miserias de que sois víctimas, y que, siguiendo por ese camino, cada vez serán más crueles, cada vez serán más intensas. Solamente la organización puede elevaros a la condición de hombres, puede llevar a vuestros hogares alguna felicidad».{14}

Pero hay que dejar claro, porque existe el riesgo de dejarse llevar por la metáfora, que estos jóvenes vestidos de colores no son los mineros de 1908, y los líderes sindicales de hoy, no son el fundador del SOMA.

Por extraño que parezca, todo este circo tiene que tener algún significado económico y de hecho, lo tiene. Apuntaremos sólo unos datos, para que el lector se haga una idea de la repercusión de estas visitas en la economía asturiana. Por ejemplo, el aeropuerto de Asturias vivió el primer día de reunión su segunda jornada con más tráfico en toda su historia (la primera fue un partido de fútbol entre el Oviedo y el Génova). Los equipos de las 17 delegaciones, los más de 100 periodistas, las Fuerzas de Seguridad desplegadas, los miembros de las más de ochenta organizaciones antiglobalización que se desplazaron a Asturias, se encargaron, de fomentar el turismo en la región, porque, en algún sitio tuvieron que alojarse y comer esta multitud de visitantes. Así, de forma directa, el movimiento antiglobalización colaboraba a la globalización económica efectiva, haciendo oídos sordos al cierre de empresas y contribuyendo al desarrollo turístico de la zona{15}. Así se explica el optimismo de las predicciones del sector, que comentábamos al final del primer apartado.

Tanto éxito tienen estas reuniones para todos, que ya se rumorea que en junio tendremos otra. ¿Adivinan de qué cartera serán los ministros que se reúnan en esta ocasión? No se equivocan: de Turismo.

Notas

{1} «Si pudiéramos reducirlo a un problema económico, la situación sería demasiado sencilla: cerrar las minas inmediatamente por falta de rentabilidad empresarial y por falta de perspectivas para un futuro a plazo medio largo, que se evalúa por unos en unos quince años y por otros hasta en sesenta o setenta, Pero ¿cómo los problemas de economía política pueden disociarse, como si fueran piezas de un mecano, en una parte económica y otra política?» Gustavo Bueno, Asturias en el proceso de integración de España en la OTAN y en el MCE, en Sobre Asturias, Pentalfa, Oviedo 1991.

{2} Gaspar Melchor de Jovellanos, Diario, Planeta, Barcelona 1992, pág. 11. Anotación del Diario fechada el lúnes, 20 de Septiembre de 1790.

{3} Ibíd.

{4} Ibíd. Pág. 246-247. Nota registrada en el Diario el miércoles, 29 de julio de 1795.

{5} Germán Ojeda, Carbón, sociedad y economía en Asturias en Asturias Invertebrada, Pentalfa, Oviedo 1991, pág. 16.

{6} Ibíd., pág 18.

{7} «Sobre todo a partir de 1853 la expansión de la producción y de las exportaciones de minerales y metales ocurrió en una época de altas cotizaciones de las materias primas con motivos de la demanda generada por la guerra de Crimea.» Nicolás Sánchez-Albornoz, España hace un siglo: una economía dual, Alianza Editorial, Madrid 1977, pág 106. Era esta la época en que los arroceros valencianos cantaban:

«Quan en Odessa i Moscou sonen els canons de bronze
el arròs que hui està a nou
demà pujará hasta onze.

«Cuando en Odesa y Moscú, suenen los cañones de bronce, el arroz que hoy está a nueve, mañana subirá a once.» C. E. Lida, Anarquismo y revolución en la España del siglo XIX, Madrid 1972, pág. 49.

{8} «Para lo que sí sirvió la nueva minería exportadora el periodo estudiado es para acoplar al país al sistema capitalista mundial. La nueva minería constituía una especie de cónclave extranjero. En el orden económico formaba una prolongación de las metrópolis inversionistas sin llegar a pertenecer plenamente al país huésped.» N. Sánchez-Albornoz, o. c., pág 109-110.

{9} «Entraron con vigor en escena los vascos. Advertidos de su oportunidad, montaron con los capitales recibidos las fabricas renovadas y sin temor a la competencia se expandieron vendiendo productos y comprando recursos. En ese recorrido impetuoso, que todo lo invadía, llegaron también a Asturias, comprando minas e instalando transportes.» Germán Ojeda, o.c., pág 20.

{10} «La situación de Asturias, según esta hipótesis, no sería otra cosa sino un fragmento significativo de la situación global de la «España integrada». Recíprocamente, sobre todo: los gravísimos problemas sociales y económicos por los cuales atraviesa Asturias serán también, en rigor, problemas nacionales y no simples problemas locales, regionales (menos aún problemas empresariales, que puedan ser aislados, como alguien pretende). Son por el contrario, problemas que se pueden deducir, al menos en sus grandes rasgos, precisamente de esta situación de integración de España en esas dos grandes organizaciones internacionales [OTAN y MCE] que son por lo demás, complementarias entre si, en el conjunto de la sociedad capitalista.» Gustavo Bueno, o. c., pág 73.

{11} Todos los datos de este apartado son resultado de una investigación por toda la prensa nacional y local, entre los días 4 y 14 de abril de 2002. Se pueden consultar en hemerotecas e Internet.

{12} Este es el marco del imperialismo utópico-biocenótico de la Unión Europea. Véase Gustavo Bueno, España frente a Europa, Editorial Alba, Barcelona 1999, págs 403 y ss.

{13} Rodrigo Rato (España), Thor Pedersen (Dinamarca), Nicolas Christodoulakis (Grecia), Giulio Tremonti (Italia), Gerrit Zalm (Holanda), Jean-Claude Juncker (Luxemburgo, Gordon Brown (Reino Unido), Karl-Heinz Grassen (Austria), Hans Fichel (Alemania), Sauli Niinistö (Finlandia), Guilherme dŽOlivera Martins (Portugal), Laurent Fabius (Francia), Bosse Ringholm (Suecia) Didier Reynders (Bélgica).

{14} Manuel Llaneza desde las minas de Francia dirigiéndose por carta a los mineros asturianos en 1908. Citado por Germán Ojeda, o. c., pág. 23.

{15} «La moneda única encuentra su principal utilidad en los desplazamientos turísticos y sólo en ese terreno, algunas minorías podrán alcanzar los niveles de 'convivencia armónica, comunitaria'. [...] Sin duda, Europa implica una élite políglota constituida por funcionarios, ejecutivos, azafatas, diplomados, agentes de bolsa, periodistas, que dan la imagen, en los medios, del 'europeo cosmopolita'. Pero esa élite no sube más allá del 1% de la población total.» Gustavo Bueno, España frente a Europa, pág. 412.

 

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