David Stoll · ¿Pescadores de hombres o fundadores de Imperio? El Instituto Lingüístico de Verano en América Latina
El fundador compone su halo
En su segunda respuesta a monseñor Uriarte, Townsend admitió que sus lingüistas estaban motivados por un profundo amor a Dios; confesó que estaban vinculados a unos Traductores Wycleffe de la Biblia; declaró que intentaban traducir la Biblia. Pero no admitió que fueran misioneros, menos aún misioneros evangélicos. Todo lo contrario: “Ningún pastor, sea protestante, sea católico, puede ser miembro… salvo que [tenga voluntad de] abandonar su carrera [para] seguir la nuestra… No nos llamamos protestantes sino simplemente creyentes en Cristo… Más allá de las enseñanzas de la Biblia Católica no vamos… Nosotros no somos responsables por la enseñanza de ritos y sistemas eclesiásticos de ninguna índole en razón de no ser sectarios. Los misioneros, ya católicos ya protestantes, son los que habrán de encargarse de dichas enseñanzas religiosas”.
Hasta que Wycliffe llegó al Perú, según describiera Townsend, el gobierno mexicano “estaba asqueado de las maldades de Roma”{57}. Una publicación Wycliffe de 1944 presentaba a la Virgen María de tradición romana como un disfraz para Lucifer{58}. SSAR remite a 1946 la política de Townsend de “servir a todos –un código para la necesidad política de transportar al clero católico. Dado que Townsend estaba negociando con cuatro ministros la subvención del avión anfibio, y en sus propias palabras, dando el tanque de gasolina a la fuerza aérea, éste tenía pocas alternativas al respecto{59}. Sin embargo, los vuelos para los misioneros [170] católicos no eran suficientemente frecuentes como para agotar la paciencia de los pilotos hasta 1952-1953, en que Townsend aparentemente los incrementó como medida política. Los pilotos habían venido al Perú a volar por Cristo, no para lanzar periódicos y confecciones de la señora Townsend a misiones católicas. Esto era como ayudar al enemigo{60}.
Pronto Townsend mostró que un requerimiento del Estado podía ser convertido en una ventaja. Como señaló en El Comercio, su Instituto tenía contratos con dos universidades, cinco repúblicas y cuatro ministerios del Perú. Y tal como subrayó en La Prensa, mientras sus lingüistas y los misioneros católicos eran realmente grandes amigos, las declaraciones de monseñor Uriarte “iban lamentablemente a repercutir” en la tarea conjunta de civilizar a los indígenas. En particular, los misioneros católicos habían gozado del servicio de SSAR{61}. Para probarlo, Townsend mostró sus notas de agradecimiento. Después de 1953, los misioneros católicos recuerdan que el “servicio a todos” incluía tomarles fotografías al subir a una línea subsidiaria de la fuerza aérea. Posteriormente, las fotografías serían mostradas a ministerios, obispos y al nuncio papal.
Sin embargo, monseñor Uriarte había logrado más de lo que hubiera podido imaginar. Al sacar a Wycliffe de la clandestinidad en el Perú, puso al Instituto Lingüístico al descubierto en los Estados Unidos. Dado que muchos sostenedores norteamericanos se hubieran escandalizado por las declaraciones del ILV en el Perú, nunca se les había informado acerca de éstas. Wycliffe trató de ahorrarles las afirmaciones townsendianas de agosto de 1953. En los próximos dos números de Traducción leemos acerca del primer curso oficial de entrenamiento de maestros, cada uno de cuyos graduados se esperaba fuera un testigo del Señor; de la fuerte pero inconexa oposición clerical, seguida de un sonado respaldo oficial; “refinamiento de varios puntos del procedimiento financiero y administrativo”; de la renuncia a la junta directiva del cofundador del ILV/TWB en 1942, Eugene Nida, de su reemplazo por Benjamin Needham, un productor de paltas del sur de California, huésped de Le Tourneau en el Perú; de “un maravilloso espíritu de armonía y fe para avanzar”; y de la seguridad en una “cooperación ininterrumpida” con la Universidad de Oklahoma{62}. [171]
Una de las razones de Nida para dejar Wycliffe era la manera en que Townsend presentaba la obra. El fundador estaba sufriendo un segundo caso de duplicidad desenmascarada, esta vez inmune a decretos de la dictadura de Odría, porque estaba en su propia base de apoyo evangélico. En el New York Times, algunos sostenedores deben haber leído que, de acuerdo con el Dr. Townsend, el Instituto Lingüístico puso sus aviones a disponibilidad de misioneros protestantes y católicos por igual{63}. Por el New York Herald Tribune se enteraron de que, según el fundador, “la principal labor de su organización es la investigación, aunque ésta contribuye también a las necesidades espirituales de los indígenas”{64}. Y en el National Geographic muchos más descubrieron que, según Townsend, “no somos realmente una organización religiosa, pero sí introducimos a los indígenas al cristianismo, traduciendo partes de la Biblia…”{65}. Pronto la correspondencia proveniente de Estados Unidos estuvo cargada de furia y algunos sostenedores claves sintieron que habían sido engañados. En 1949 las contribuciones a SSAR promediaban los 3.500 dólares mensuales, pero un mes alrededor de 1954 éstas totalizaron apenas 21.67 dólares. Para 1958 - 59 el escándalo había pasado de la Asociación Misionera Exterior Evangélica (AMEE) a la Asociación Interdenominacional de Misiones Exteriores (AIME), que juntas abarcaban la mayor parte de la industria de las misiones de fe. Según los Hefley, una cosa era cooperar con los católicos, y otra que “el propósito principal del trabajo de Wycleffe fuera científico y cultural, no espiritual”{66}.
La reacción en cadena forzó a los intelectuales del ILV/TWB a recomponer su sistema de negación plausible. En agosto de 1953, Townsend había declarado que Wycleffe “absolutamente no tiene vida aparte del Instituto Lingüístico”, pero los dos aún tenían que ser presentados de maneras muy diferentes. Por eso la 'etapa clandestina' de la identidad dual dio paso a las 'dos organizaciones”. En el Perú, vagas referencias a la civilización cristiana, al trabajo espiritual e incluso a la Biblia empezaron a deslizarse en las presentaciones del ILV. Son sumamente escasas en los reportajes del Peruvian Times hasta fines de la década de los cincuenta; casi no existen en los informes de la propia filial hasta el presente. En las presentaciones para la tierra natal, el ILV pasó de la dependencia a la afiliación al TWB para fines de la década del cincuenta. Traducción hizo su primera [172] referencia a la cooperación con los católicos en 1958, en forma de vuelos para “misioneros –tanto evangélicos como otros”. En el número anterior, el fundador incluso había mencionado que Wycliffe operaba en el campo como el Instituto Lingüístico{67}.
De manera característica, Townsend consideró esta penosa pero recompensante adaptación un triunfo de la virtud cristiana sobre sus adversarios fundamentalistas y católicos. En 1975, un año después de que los Hefley presentaron al fundador como pionero de la cooperación protestante-católico bajo el membrete de “el lenguaje del amor”, Wycliffe publicó una colección de conferencias en las que Townsend recuerda tiernamente haber usado el servicio aéreo de SSAR para dividir a los misioneros católicos{68}. Ese mismo año, Wycliffe produjo una edición revisada de sus “Respuestas a preguntas”, un manual de la 'línea del partido' por la que el ILV se ha hecho famoso y que comienza advirtiendo: “No (es) para distribución pública, ya que no debe provocar preguntas donde ninguna ha existido”. Si los miembros no pudieran satisfacer a sus interrogadores con estas respuestas, éstos están instruidos para referir las preguntas a la sede estadounidense. Las seis respuestas a preguntas acerca de los católicos son mayormente desmentidos de que Wycliffe coopera con ellos, incluyendo lo siguiente:
44. ¿Es cierto que TWB coopera con la Iglesia Católica? Algunos así lo pretenden, basándose en el artículo de Townsend de 1955 (sic) para El Comercio en el Perú. El hecho que el artículo tuviera que ser escrito indica que no lo hacemos. Ciertamente, los católicos no consideran que nosotros cooperamos y han prohibido a los sacerdotes aceptar favores. La evidencia de que hemos sido amables no ha hecho sino irritar aún más a la jerarquía, ya que debilita sus acusaciones contra nosotros…
El artículo del Sr. Townsend puso de manifiesto la fe evangélica de cada uno de los miembros de Wycliffe y citó para ello las Escrituras. El artículo logró apaciguar los ataques públicos de los católicos contra nosotros y nos dio medios para que el gobierno censurara y mostrara su descontento frente a los ataques católicos, y expresara su reconocimiento hacia nuestra labor de traducción Bíblica{69}. [173]
Otro documento interno –“Estrategia para la conclusión de nuestro trabajo en Perú”, que data aparentemente de principios de los años setenta– sugiere la razón por la cual la jerarquía se había encolerizado ante un programa no-eclesiástico. Bajo el título de “Organización y liderazgo eclesiástico”, las nietas mínimas del ILV incluyen: “Tener al menos uno o dos grupos cristianos formados y organizados, de modo que la Iglesia pueda escoger a sus propios líderes, establecer sus propias sanciones, participar de los sacramentos, y relacionarse con los creyentes del resto de la tribu y de la nación”{70}. En otro lugar, la literatura Wycliffe se refiere a esta tarea como “desarrollo de la iglesia”{71}.
Desafiando posibles repercusiones financieras, Wycliffe se retiró de la AIME a fines de 1959. Pero sólo lo hizo después de obtener un aval, en la forma de un “Llamado… para llegar a 2.000 Tribus sin Biblia en esta Generación”, de parte de evangélicos notables como Charles Fuller, V. R. Edman de Wheaton College y Billy Graham, entonces miembro de la junta directiva del ILV/TWB y consejero espiritual del presidente Eisenhower{72}. Dividido e ineficaz, el AIME lanzó una vaga advertencia titulada “Para Su Protección”{73}. Como temían los críticos de Townsend, sus promociones siguieron atrayendo más reclutas que nadie, y Wycliffe siguió multiplicándose como hongos. Alrededor de esa época, Wycliffe se convirtió en la más grande misión de fe en el mundo.
Menos de una década más tarde, una influyente revista evangélica consideró el éxito de Wycliffe sólo inferior al de Billy Graham. Cristianismo hoy estaba impresionada por la penetración de Townsend en estados católicos, llamando a los contratos “la columna vertebral de la estrategia de Wycliffe”. Mientras otros misioneros evangélicos acusaban a Wycliffe de “duplicidad implícita” y de violar la separación norteamericana entre la Iglesia y el Estado, Cristianismo hoy sugirió que ellos estaban celosos porque Wycliffe producía cuatro veces más conversos. Entrar a los países comunistas era el próximo gran desafío{74}.
Notas
{57} p. 2 (Camp) Wycliffe Chronicle septiembre 1940.
{58} McKinlay 1944: 41
{59} Buckingham 1974: 26-7, Townsend y Pittman 1955: 52.
{60} Hefleys 1974: 177-8.
{61} p. 7 Comercio 19 de agosto 1953 y p. 3 Prensa 7 de agosto de 1953.
{62} Translation octubre 1953 y enero 1954.
{63} p. 13 New York Times 30 de agosto 1953.
{64} New York Herald Tribune 26 de febrero 1954 (reimpreso en p. 4 Peruvian Times 12 de marzo 1954).
{65} p. 350 National Geographic marzo 1956.
{66} Hefleys 1974: 163, 188-9, 200-6.
{67} Translation, primavera / verano 1958 (p. 3) e invierno 1957/58 (pp. 3, 13).
{68} Townsend y Pittman 1975: 61-3.
{69} Copiado de la biblioteca del ILV, Ciudad de Guatemala, agosto 1978.
{70} Esta traducción no es del autor.
{71} Traductor citado en Hefleys 1972: 152.
{72} pp. 14-5 Translation invierno 1958/59,
{73} p. 31 Missions Annual 1960. También pp. 22-3 ibid 1961.
{74} pp. 41-2 Christianity Today 27 de octubre 1967.
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