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El Catoblepas, número 83, enero 2009
  El Catoblepasnúmero 83 • enero 2009 • página 24
Libros

Versos maniqueos

Tomás García López

En la presentación del libro de Gustavo Bueno, El mito de la derecha, que con presencia del autor tuvo lugar en el Club de Prensa Asturiana, Oviedo, 27 de noviembre de 2008

Gustavo Bueno, El mito de la Derecha, Temas de Hoy, Madrid 2008, 319 páginasMuy buenas tardes.

«Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.»

Con estos dos últimos versos del quincuagésimo tercero (LIII) de los Proverbios y Cantares de Antonio Machado{1}, inicia Gustavo Bueno su andadura por este nuevo ejercicio de Filosofía Académica (si por tal entendemos aquellas operaciones filosóficas dirigidas a definir y a clasificar conceptos e ideas a la manera platónica) que es su libro El mito de la derecha, que a buen seguro no será el último, y cuya presentación es el motivo por el que nos hemos vuelto a reunir, un año más, en este local del Club Prensa Asturiana de La Nueva España.

Los versos de Antonio Machado nos conducen, abiertamente, al mito maniqueo de la derecha. Hay dos Españas: una buena, otra mala; una luminosa, otra tenebrosa; la España de Izquierdas y la España de Derechas.

Desgraciadamente, este mito dualista es moneda de cambio que circula, habitualmente, entre nosotros. Pondremos tres ejemplos ilustrativos, todos ellos bien registrados.

Primero: Con ocasión de las últimas elecciones legislativas españolas la Vicepresidenta, Doña María Teresa Fernández de la Vega, elegantemente ataviada con uno de sus innumerables modelitos, entró en las aulas de un Centro valenciano de Enseñanza Secundaria con un discurso, que, en esencia, venía a decir: «A la derecha, el pasado tenebroso, taciturno y conservador; a la izquierda el futuro luminoso, optimista y progresista»… «Ya sabéis –continuó, gesticulando con su mano derecha y su mano izquierda, sin advertir que los adolescentes alumnos que la escuchaban percibían aquellas indicaciones topográficas justo al revés– si queremos futuro, buen talante y confianza, especialmente en los jóvenes, hay que votar a Zapatero, pero si queremos todo lo contrario a Rajoy.»

Segundo: Con motivo de las últimas elecciones norteamericanas, la Socialdemocracia española celebró, jubilosa, en el Círculo Bellas Artes de Madrid el triunfo del predicador Obama como si del advenimiento de la luz y el fin de las tinieblas de la Presidencia de George W. Bush se tratara, cuando, en realidad, lo que ha ocurrido en las Estados Unidos de América es que se ha producido un tránsito de la Derecha Liberal a la Derecha Socialista, dentro del mismo sistema capitalista, como, brillantemente expuso Gustavo Bueno Sánchez en el programa televisivo Teatro Crítico del 5 de noviembre de 2008{2}.

Tercero: En ese mismo edificio del Círculo de Bellas Artes, que fuera, ocasionalmente, en su momento, sede de una checa republicana, los intelectuales sin fronteras, residentes en España, hace tan sólo unas pocas fechas, homenajearon al juez Garzón por el «testicular» (así denominaron a su obstinado obrar), y soteriológico pero fracasado empeño en restituir, jurídicamente, la llamada «memoria histórica» del franquismo.

Pues bien, en esta concentración de intelectuales, ¡esos impostores!{3}, en la que no faltaron encendidas proclamas y incendiarias propuestas, alzó su voz cantora ante los medios de comunicación Paco Ibáñez para recordarnos, por si se nos habían olvidado, los versos maniqueos de Antonio Machado:

«Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.»

Son, en estos casos: Anarquistas, Socialdemócratas y Comunistas (o más exactamente lo que queda de la tercera, cuarta y quinta generación de izquierda, quienes recurren, patéticamente y no casualmente, al confuso mito de la derecha con la falsa conciencia de creer que con ello unen (izquierda unitaria) tendencias políticas que no tienen soldadura posible.

Con estos ejemplos hemos constatado una de las tesis centrales del libro de D. Gustavo, a saber: que el mito oscurantista de la derecha no es neutral sino partidista, o dicho de otra manera, que el mito unitarista de la izquierda, triturado por el filósofo astur-riojano en su libro El mito de la izquierda (2003), segregaría como correlativo el mito de la Derecha.

¿Cuál es la traducción política del lenguaje poético de los versos maniqueos de Antonio Machado?

En el punto 1, Génesis y estructura del mito, del apartado 3, La derecha como mito, del capítulo 1, ¿A qué llamamos «Mito de la derecha»?, el profesor Gustavo Bueno afirma:

«Llamaremos, pues, mito de la derecha a la creencia propia de muchas personas o grupos de personas, pertenecientes a una sociedad política compleja, organizada en régimen de democracia parlamentaria, según la cual en tal sociedad política existe realmente un estrato social de individuos o grupos orientados y aun cohesionados por su tendencia, más o menos consciente a mantener las características, improntas o prerrogativas heredadas del régimen anterior a la democracia (al Antiguo Régimen), frente a los intentos de otros grupos o partidos denominados como izquierdas, orientados en el sentido de demoler tales características, improntas o prerrogativas.» (El mito de la derecha, página 108.)

Pues bien, en este libro que hoy presentamos aquí, menos comentado y contestado, que lo fuera en su día el de El mito de la izquierda, cuando hizo su aparición, el profesor Gustavo Bueno se propone triturar el mito político-maniqueo (dualista) de la derecha, cosa que, a nuestro juicio, consigue plenamente, a imagen y semejanza de lo logrado por él con el mito unitarista (monista) de la izquierda.

Pero la trituración de este componente axiológico-partidista del mito de la derecha no es el único motivo por el que Gustavo Bueno escribe el libro.

Hay en el filósofo Gustavo Bueno, como nos ha mostrado en todas sus obras, sean anteriores o posteriores a 1999, año en el que publicó España frente a Europa, preocupaciones académicas.

En efecto, ante la indefinición filosófica de la idea de derecha, y ante el caos clasificatorio, propio de los politólogos o de los políticos, que conducen, inexorablemente, a embrollos pantanosos, de los que nos brinda numerosos ejemplos, (y que, dicho sea de paso, ponen de manifiesto sus grandes conocimientos de Historia en general, y de Historia de España de los siglos XIX y XX en particular, requisitos imprescindibles para ejercitar el Materialismo Filosófico de la Historia y de la Política), de entre los que destacamos los siguientes:

· El embrollo de los partidos de la Asamblea Constituyente francesa.

· La ambigua definición del término Fascismo: ¿Fascismo de centro, Fascismo de derecha e incluso Fascismo de izquierda?

· La expresión indefinida: «derecha moderada» de las cortes de Cádiz.

· ¿Cómo catalogar a figuras relevantes de la Historia de España como: Mendizábal, Rafael del Riego, Niceto Alcalá-Zamora, José Ortega y Gasset… &c.?

· ¿El liberalismo español es de derechas o de izquierdas?

· ¿Cómo despejar el embrollo del Centro-Derecha, inserto en la metáfora galdosiana del «arco iris» político de El Centro?

· ¿Cómo resolver las paradojas geométrico-políticas del centro sin incurrir en contradicción?

· &c., &c.

El profesor Gustavo Bueno, para salir, precisamente, de los absurdos a los que nos conducen semejantes embrollos, se plantea en este libro DEFINIR, adecuadamente, la idea filosófica de derecha política, superando el mito oscurantista político-maniqueo, al que antes nos referimos, y el significado positivo, topográfico de derecha (la posición de estos dos libros que he colocado sobre la mesa: El mito de la derecha a mi derecha, y El mito de la izquierda, a mi izquierda, pero que ustedes perciben justo al revés, podría valer como ejemplo de esta segunda acepción).

Y para ello recurre al modelo ternario de Sociedad Política, acuñado por él mismo en su Primer ensayo de las categorías de las ciencias políticas (1991) y desarrollado en su libro Panfleto contra la democracia realmente existente (2004); y se sirve de su teoría gnoseológica del Cierre Categorial (1992), aplicándola, en este caso, a las Ciencias Humanas (Política, Historia, Sociología…).

Con este último apunte queremos salir al paso, un año más, de aquellos pedantes profesores universitarios y no universitarios que siguen empeñados en colocar las obras posteriores a 1999 (entre ellas El mito de la izquierda, 2003, y El mito de la derecha, 2008), acaso porque no las han estudiado como se merecen, en la «deriva mundana de la filosofía de Gustavo Bueno».

Pero los que hemos leído detenidamente todos sus libros sabemos que la Filosofía sistemática de Gustavo Bueno tienen un núcleo, un desarrollo y un cuerpo, por lo que esa disección u otras similares como ésta:

«hasta los ochenta supone todo un sistema filosófico bien trabado, a partir de los años noventa lo que fundamentalmente ha proseguido es tratar de conceptualizar sagazmente ese cierre de ciclo tal como quedó apuntado en España frente a Europa (1999) y en El mito de la izquierda (2003) que habrá de quedar ahora completado con su simétrico El mito de la derecha.» (Silverio Sánchez Corredera, Suplemento de La Nueva España, nº 817, 23 de octubre de 2008, página 9.)

¡No hay «cierre de ciclo», amigo Silverio!

Es la misma conjetura, aunque maquillada, pero igualmente miserable, que este mismo profesor formuló el pasado año a propósito de la aparición del libro de Gustavo Bueno, La Fe del Ateo{4}.

Volviendo a su trabajo académico, el profesor Bueno tiene que recurrir a un formato lógico evolucionista (plotiniano) y no porfiriano (fijista), en el que se asienta el mito oscurantista de «las dos Españas», porque tanto las modulaciones de Derecha como las generaciones de Izquierda proceden de un ancestro común: El Antiguo Régimen, con una misma maniobra de apropiación, que no propiedad, del territorio.

Sentadas las bases firmes de los cuerpos de las Sociedades políticas, según su modelo canónico genérico de dieciocho poderes, frente a la raquítica y formalista estructura tripartita del poder al uso, pueden entenderse, perfectamente, tanto las sucesivas generaciones de Izquierda (Jacobina, Liberal, Libertaria, Socialdemócrata, Comunista, Maoísta), y sus correspondientes reacciones modulares de Derecha: la Derecha Primaria, enfrentada a los excesos de la Izquierda Jacobina, la Derecha Liberal, que es la correlativa de la Izquierda Liberal, y por último la Derecha Socialista, como respuesta a la cuarta y quinta generación de Izquierda, es decir, Socialdemocracia y Comunismo, respectivamente.

¿Derecha Socialista?

Por supuesto. Con esta fórmula el profesor Bueno acaba con el mito de la «apropiación indebida» del término genérico socialismo (socialización) por parte de la Socialdemocracia, y da cuenta de la obra «social» de figuras políticas como: Maura, Primo de Rivera y Franco en la Historia Contemporánea de España.

¿Caben otras derechas?

Naturalmente que sí.

A ellas dedica el capítulo 5 de su libro. Las denomina Derechas no alineadas en correspondencia con el concepto de Izquierda indefinida (extravagante, divagante y fundamentalista).

· Un primer grupo lo constituyen los partidos no alineados y extravagantes, es decir los partidos nacionalistas y secesionistas (PNV, ERC, CIU, BNG, ETA… y sus precursores hispanoamericanos).

· Un segundo grupo esta formado por el Fascismo, el Nacionalsocialismo y la Nueva derecha (el movimiento GRECE).

· Hay también, como en el caso de las Izquierdas, Derechas indefinidas, surgidas tras la liquidación del Fascismo, el Nacionalsocialismo y el Comunismo; es el caso del Frente Nacional Francés de Le Pen, o del Partido Liberal Austriaco FPÖ del recientemente fallecido Jorg Haider.

· Los Verdes, como partidos, no son ni de Izquierda ni de Derecha tradicional.

«Ahora bien, si las ideas de derecha e izquierda, en el sentido de la política democrática sólo pueden aplicarse a los ámbitos constituidos por cada Estado, ¿cómo alguien, aunque sea jurista, politólogo, o político de profesión, si está en su sano juicio, puede considerar a las facciones secesionistas de un Estado como partidos políticos, y más aún, cómo puede calificarlos de izquierdas o de derechas?» (El mito de la derecha, página 309.)

Con esta reflexión, Gustavo Bueno pone punto Final a su obra.

Y con ella termino yo mi intervención, pues ya es hora de que este «pesado» secretario de Nódulo Materialista se calle y conceda la palabra al autor del libro.

Muchas gracias. Tiene la palabra D. Gustavo Bueno Martínez.

Notas

{1} En Poesías Completas, 1ª edición, con el nº LII, que debe ser LIII, porque el poema que va en XI lugar se confunde con el X.

{2} Teatro Crítico, de la programación de Oviedo Televisión de los miércoles por la noche. En concreto ver el Teatro Crítico, debate 47, del 5 de noviembre de 2008.

{3} «Los Intelectuales, esos Impostores» es el título de un artículo publicado por Gustavo Bueno en Los Cuadernos del Norte, nº 48, abril de 1988.

{4} Ver El Catoblepas, nº 70, diciembre de 2007, «Al presentarse en Oviedo el libro de Gustavo Bueno La fe del ateo». En aquella ocasión Silverio Sánchez Corredera escribió:

«Desde El papel de la filosofía en el conjunto del saber (1970), sin relegar la importante producción anterior, hasta El mito de la Cultura (1996) vemos una etapa dedicada a temas académicos, que reflexionan sobre las ciencias o sobre algunas de las clásicas vertientes de la filosofía (ontología, antropología, ética, política, etcétera). A partir de mediados de los noventa, sin olvidarnos de los hilos que ya habían sido hilvanados en las décadas anteriores, Gustavo Bueno baja, recreándose, hasta los últimos rincones de la «caverna», allí donde se encuentran las ideologías, desde, por ejemplo, Diez propuestas para el próximo milenio (1997) hasta Zapatero y el pensamiento Alicia (2006).» (Silverio Sánchez Corredera, fragmento de su artículo «Vigencia e importancia de la religión», en el Suplemento de La Nueva España, nº 780, jueves 15 de noviembre de 2007.)

 

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