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El Catoblepas, número 72, febrero 2008
  El Catoblepasnúmero 72 • febrero 2008 • página 12
Artículos

El Neofeudalismo

Santiago Javier Armesilla Conde

Utilizando el materialismo filosófico como herramienta analítica, se desarrolla en éste artículo la definición, la categorización y el presente de los movimientos ideológico-políticos definidos como neofeudalistas

Adalides neofeudales

1. Del nacionalismo fraccionario al neofeudalismo

En 1999, el filósofo español Gustavo Bueno escribió el libro España Frente a Europa (Alba, Barcelona 1999, www.fgbueno.es/gbm/gb1999es.htm), de seminal importancia para entender la realidad española e iberoamericana frente al Islam y a los imperialismos anglosajón (Estados Unidos y el Reino Unido) y del Eje Franco-Alemán. En este libro, entre otras cuestiones –como la clasificación esencial entre imperios depredadores e imperios generadores{1}– Gustavo Bueno realiza una clasificación y definición del concepto de nación, la cual a día de hoy es la más sólida y consistente, ya que se encuentra reforzada por la Teoría del Cierre Categorial, la parte gnoseológica del materialismo filosófico. La clasificación del concepto de nación de Bueno es el siguiente:

a) Nación biológica: acepción del concepto de nación dentro del campo zoológico, en la que distinguiremos dos tipos, la nación organismo –que equivale al nacimiento, derivado del latín nascor que significa nacer, y cuyo uso surge en la Edad Media- y la nación parte de un organismo –parte que está en proceso de formación, como sería la natio dentium, o nación de los dientes, el abultamiento de las encías de los niños–.

b) Nación étnica: primera acepción del término nación dentro del terreno antropológico y no zoológico como el anterior. Se asume aquí una perspectiva social y cultural, pero no cultural en sentido etológico sino antropológico, como he señalado antes, definido en función de las instituciones (lingüísticas, de parentesco, &c.), y por tanto en función de normas. Aquí se distinguirían tres variantes: las naciones étnicas periféricas, que se delimitan principalmente desde plataformas políticas, serían estirpes o grupos marginales no integrados en un Estado (por ejemplo, belgas, heduos, o helvetios con respecto a la Roma imperial); las naciones étnicas integradas, acepción muy frecuente en las edades Media y Moderna, que hacía referencia a los grupos de origen distinto del que residían (como los estudiantes en universidades del Reino de Francia que provenían de las naciones inglesa, italiana o española); y las naciones étnicas históricas, la especie más moderna –siglos XVI, XVII y XVIII–, que no es un término político sino que se trata de un concepto étnico referido al contexto determinado de una sociedad política (por ejemplo una monarquía absoluta) pero refiriéndose a lo abstracto de esa formalidad política.

c) Nación política: la nación de ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes. Nacida a partir de la Revolución Francesa, la nación política surge por evolución de las naciones históricas –esto lleva a error a muchos historiadores, particularmente en España a los historiadores de derecha, que afirman erróneamente que España fue la nación más antigua de Europa, ya que surgió a finales del siglo XV, pero lo cierto es que España surgió entonces como monarquía absoluta, si se quiere como nación histórica, pero no como nación política, cosa que no ocurriría hasta 1812 con la Constitución de Cádiz–. La nación política constituye una ruptura con el pasado, con la unión del Trono y el Altar que tanto ha defendido la reacción, y surge de la Gran Revolución y de las que la suceden en toda Europa (Guerra de la Independencia Española, Revolución Belga, unificaciones de Italia y Alemania, &c.). Originariamente, la nación política es un concepto republicano y laico, aunque pudo más tarde tomar también la forma de una monarquía constitucional. Además, la nación política es el primer parámetro de la idea funcional de izquierda política, pues es la primera generación de las izquierdas definidas, la izquierda jacobina, la encargada de crear la nación política francesa mediante la racionalización revolucionaria por holización de la sociedad política del Antiguo Régimen para dar paso a la nación republicana jacobina (algo paralelo hicieron los liberales en España y en Italia){2}. La nación política, así, se constituyó como una plataforma de la Real Politik, desde la que se pueden realizar planes y programas políticos concretos, en materia económica y política. Con lo que no es simplemente una superestructura que sustituye a la soberanía del monarca, como dice el marxismo vulgar. La nación política es una creación del siglo XVIII. No es una creación ex nihilo, sino que se trata de la culminación de un proceso larvado en el seno del Antiguo Régimen en las monarquías absolutas europeas, y particularmente en aquellos reinos que llegaron a ser imperios universales (España, Portugal, Francia, Reino Unido, Rusia, Holanda, &c.). Estas serían las llamadas naciones políticas canónicas. La nación política es la que convierte a los hombres en ciudadanos, y no al revés como pensaba Rousseau, ya que es la clase dominante del nuevo Estado republicano, la burguesía jacobina, la que a través del poder del mismo cambia las leyes y convierte a los súbditos en ciudadanos. Previamente a ella sólo había súbditos del monarca absoluto.

d) Nación fraccionaria: son las que se forman de una nación política canónica previamente constituída. Y en este ejemplo nos detendremos en nuestra exposición debido a que de él surgen los movimientos que calificamos de neofeudalistas.

La génesis de los nacionalismos fraccionarios no es instantánea, ya que se trata de un proceso larvado al menos en cuatro o cinco generaciones. Es un proceso transformacional complejo y multilineal, en el que confluyen tres tipos de componentes inseparables en el conjunto global del proceso pero también disociables, a saber: un núcleo central nacionalista étnico, un componente contextual interno referido al Estado donde actúa ese nacionalismo étnico en confluencia con otros movimientos políticos étnicos y regionales y unos componentes contextuales externos –internacionales– constituido por el conjunto de Estados que rodean a la nación política que sufre en su interior la acción de ese nacionalismo fraccionario. Diversas teorías dan mayor importancia a uno de estos rasgos característicos, unas monofactoriales –que dan prioridad a un solo rasgo o factor (los nacionalistas étnicos fraccionarios darán mayor importancia al contexto del Estado en que actúan, explicando su surgimiento debido a un aplastamiento represivo a su nación durante siglos, mientras que los más furibundos antinacionalistas darán el mayor peso al contexto internacional, explicando el nacionalismo fraccionario por la acción de terceros Estados que siguen la máxima del divide et impera romano)– y otras bifactoriales –que darán la máxima importancia a dos de aquellos factores–. También habrá teorías trifactoriales, que variarán según el peso específico que den a cada uno de los tres factores seleccionados por éstas. La teoría explicativa de los nacionalismos fraccionarios del materialismo filosófico es trifactorial, capaz de adaptarse a la casuística histórica de cada uno de los nacionalismos fraccionarios realmente existentes a nivel mundial. Y esta adaptación es necesaria porque no son iguales el nacionalismo étnico fraccionario vasco que el catalán o el gallego, que el checheno o el tibetano, que el quebecqués o el cambo. En cada uno de estos nacionalismos fraccionarios tiene más peso uno de los cuatro factores señalados –en el caso del vasco, tiene más peso el contexto estatal español, mientras que en el catalán tiene más peso el componente nuclear del mismo–. Esto no quiere decir que los restantes factores no ejerzan su influencia fundamental en el proceso de formación de estos nacionalismos separatistas, porque por sí mismo cada factor carecería de poder causal efectivo. El componente nuclear es esencial, pero por sí sólo no puede generar un movimiento separatista –un catalanismo sin influencia extranjera no sería, como es en gran medida, más que un movimiento regionalista que no renuncia a su pertenencia a la nación política española–.

Para que los componentes nucleares de los que he hablado comiencen a tomar una dirección más o menos vagamente secesionista, tiene que ocurrir la confrontación y el distanciamiento consecutivo con respecto al resto de componentes de la nación política común. Las fuentes de este distanciamiento pueden ser diversas: desigualdades en la distribución de honores o de impuestos por parte del poder central del Estado, desequilibrios económicos y sociales que favorecen a los núcleos, &c. Unos desequilibrios que, paradójicamente, derivan en muchos casos de políticas tendentes a favorecer a esas periferias por razones técnicas y económicas (proximidad de puertos que faciliten la exportación al extranjero, por ejemplo), o por simple voluntad política. Ese proceso industrializador favorecerá entonces corrientes inmigratorias, llegando así mano de obra extranjera, lo que puede derivar en conflictos sociales con entidades políticas o culturales asentadas anteriormente a la llegada de esta nueva fuerza de trabajo. Esta emigración, al arrasar con instituciones étnicas tradicionales, dará lugar a resentimientos profundos en los autóctonos. Pero también será la piedra de toque para el enriquecimiento regional, algo que sucedió de manera muy acusada durante la Revolución Industrial a escala europea del siglo XIX y con la explotación de las minas de carbón del viejo continente, pero en muchos casos a merced de tecnologías y capitales que procedían de otras regiones del Estado en las que no se encontraban esas minas, lo que facilitó un cambio en el posicionamiento de esos componentes nucleares que permitieron calcular a sus dirigentes las ventajas que esos cambios trajeron a la región –dirigentes nucleares que, en todos los casos de neofeudalismo que enunciaré más tarde, suelen corresponder a estas clases sociales: caciques de todo tipo, principalmente terratenientes, elementos pequeñoburgueses, gran burguesía comercial, &c.–. De estas bases sociales surgirá el factor nuclear del nacionalismo fraccionario que deseará la escisión con respecto a la nación política originaria. Por lo que la contribución de estos núcleos será, en todos los casos, decisiva.

La confrontación antagónica de grupos sociales, que en principio no tendrá componentes secesionistas, acabará dando lugar al nacionalismo fraccionario. La ideología –representación que una clase social determinada tiene de su lugar en el mundo, de sus intereses, y de la visión que tienen de otras clases antagónicas– de estos grupos irá conformando durante décadas y de modo obsesivo la creencia en la población bajo su poder de una serie de conceptos como identidad, hecho diferencial, &c. De manera especial, los nacionalistas fraccionarios promoverán la lengua o dialecto propio de su región, en muchos casos una neolengua en el sentido orwelliano de la palabra, ya que sería la creación, a partir de palabras sueltas de campesinos autóctonos de la zona, de un extenso vocabulario el cual, para poder tomar forma, tendría que apoyarse en términos de lenguas más desarrolladas y sólidas –particularmente de lenguas derivadas del latín, como el francés, el italiano o el español, de las que neolenguas como el vascuence, el catalán, el padano, el provenzal e incluso el bávaro tomarían multitud de términos robados–. El proceso de formación de esa neolengua sería similar al proceso de formalización, a partir de varios dialecto inconexos de la Centroeuropa germánica, del idioma actualmente conocido como alemán. Los nacionalistas fraccionarios buscarán desesperádamante la diferencia más acusada con respecto al idioma que estiman fue impuesto, haciendo ininteligible en muchos casos la neolengua para los inmigrados y los descendientes de inmigrados, e incluso para el resto de partes de la nación política originaria. El grado más extremo de confrontación política se llevará a cabo mediante el terrorismo, en nombre de una guerra de liberación con respecto al Estado opresor. Camino que, desde la década de 1960, lleva a cabo en España la escisión de las juventudes del racista Partido Nacionalista Vasco que, en el contexto internacional de la Guerra Fría y nacional de la dictadura franquista, se autoproclamó marxista-leninista dando lugar a Euskalerria Ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad), o ya en la década de 1970 en Turquía el autodenominado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), otro ejemplo de nacionalismo étnico fraccionario.

La evolución que toman estos nacionalismos étnicos fraccionarios, indisociable del contexto internacional que también se ve afectado por ellos, no podrá ser considerada como un proceso interno de cada uno de los Estados que padecen estos nacionalismos. Es más, muchas potencias actúan con respecto a estos nacionalismos tendiendo a hacerlos evolucionar, ya sea mediante ayudas comerciales, venta de armamento, asilo de militantes, &c. Está acción será decisiva en el proceso global de evolución de los nacionalismos fraccionarios, ya sea acelerando el proceso de fraccionamiento de las naciones políticas originarias, ya sea amortiguándolo.

La evolución de estos nacionalismos fraccionarios, además, depende de la interacción entre terceras potencias y el Estado en el que este nacionalismo se desenvuelve; una interacción que no es otra cosa que dialéctica, la dialéctica de clases y de Estados{3}, que supone la vuelta del revés del concepto de lucha de clases enunciado por Carlos Marx realizada por Gustavo Bueno, y que supone el motor de la historia de las distintas sociedades políticas, particularmente de aquellas sociedades políticas que han actuado a nivel político universal siendo imperios universales, tanto depredadores (Inglaterra, Holanda, Alemania nazi, Persia) como generadores (España, Francia napoleónica, Unión Soviética, Roma, la Macedonia de Alejandro Magno). Sin embargo, aunque cada nacionalismo étnico fraccionario es singular en su génesis y en su desarrollo, hoy, en el momento presente, en el que hay un único imperio universal realmente existente, los Estados Unidos de Norteamérica, que tras el hundimiento del Imperio Soviético ha conseguido impulsar a los antiguos países del Telón de Acero varias de las ideas aureolares{4} que sustentan la ideología de la clase dominante estadounidense –ideologías aureolares como la democracia, dios (el dios protestante) y la globalización–; un presente, decía, en el que la democracia realmente existente es el sistema político adoptado por Estados antes comunistas, mediante el impulso de base que le ha proporcionado la globalización del mercado capitalista mundial, dando lugar a un mercado pletórico de bienes y servicios en las llamadas democracias del Estado del Bienestar{5}; hoy, decía, esos nacionalismos fraccionarios han adquirido atributos comunes que permiten formular una categoría política, una ideología, que sería la propia hoy de todos los nacionalismos fraccionarios realmente existentes. La ideología del nacionalismo fraccionario del presente, ideología que definiré, categorizaré y repasaré geopolíticamente, es la que yo llamo neofeudalismo.

2. Definición de neofeudalismo

El neofeudalismo, o nuevo feudalismo –la partícula neo se ha utilizado para hacer referencia nuevas formas ideológicas que han adoptado determinados grupos inspirados implícita o explícitamente en movimientos políticos anteriores (neonazismo, neofascismo, neoliberalismo) pero también filosóficos (neoplatonismo, neokantismo, neomarxismo, neopositivismo) y artísticos (neomodernismo, neofuturismo)–, hace referencia a todo grupo separatista que pretende, a través de una nación fraccionaria, conformar un nuevo Estado basado en premisas étnico/culturales y que busca en contextos históricos previos a la racionalización por holización de las sociedades políticas del Antiguo Régimen que las convirtieron en las Naciones Políticas modernas (España, Francia, Italia, Alemania, Venezuela, Argentina, Uruguay, Brasil, &c.) su justificación de opresión. Con el desarrollo del capitalismo moderno, los grupos neofeudalistas han podido incorporar elementos ideológicos propios de las ideologías democráticas y de izquierdas en algunos casos. Lo cierto es que el desarrollo del mercado pletórico de bienes y servicios, que iguala todas las ideas como iguala a las mercancías en su valor-precio –como característica igual de todas ellas–, provoca que toda idea sea respetable y tolerable –porque se convierte también en mercancía–, e incluso que la multiplicidad política de consumidores satisfechos crezca mediante el sincretismo ideológico. Por ello, junto con planteamientos ideológicos reaccionarios, étnicos, religiosos, se mezclan planteamientos pseudoizquierdistas y del marxismo vulgar pero también del liberalismo o el anarquismo. Es decir, el mercado pletórico que convierte a los ciudadanos en consumidores satisfechos permite así el sincretismo de ideas contrapuestas entre sí como la defensa de las identidades étnicas con el comunismo o el materialismo histórico con el Islam. El mercado pletórico capitalista ha permitido que cada consumidor desarrolle, mediante la posibilidad de elección entre una plétora de bienes y servicios como si de un bufete se tratase, una forma de ser y estar en el mundo, es decir, una identidad. Incluso las identidades que más éxito tienen son aquellas que pueden crear grupos indiferenciados de consumidores de un tipo concreto de mercancías. Y entre estas mercancías propias de la democracia capitalista está la mercancía política. Una mercancía cada vez más heterogénea que ha posibilitado que los partidos autodenominados de izquierda incorporen a su discurso ideológico conceptos e ideas propias de la derecha política –la defensa de identidades étnico/culturales frente a la clásica holización llevada a cabo por todas las izquierdas definidas–, y a su vez, la autodenominada derecha –o centro-derecha, o derecha extrema, epíteto absurdo creado para demonizar al adversario político ante la falta real de diferencias entre ambos y de discurso político medianamente elaborado–, incorpora a su vez elementos ideológicos propios de las izquierdas definidas, particularmente la defensa de la nación política, de su unidad y de la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley. Esto va más allá de una ecualización de las ideologías; esto constata que tras el hundimiento del Imperio Soviético, aunque el proceso se inició mucho antes, el sincretismo ideológico es parte esencial de las democracias homologadas postmodernas.

Esto lleva a su vez que los electores de estas opciones políticas sincréticas satisfagan sus necesidades como consumidores del mercado electoral, y que a su vez la creación continua de mercancías ideológicas vaya preparando esa misma satisfacción. Es por esto que tanto el consumidor/elector como la oferta electoral se conviertan en conceptos conjugados{6}. Los conceptos conjugados son el conjunto de pares de conceptos cuyas oposiciones entre los términos de cada par no pueden reducirse a las clásicas oposiciones de contradictoriedad, correlación o contrariedad. En los conceptos conjugados, sus términos (A/B) soportan de manera disyuntiva el sistema completo de esquemas metaméricos o diaméricos de conexión. Los esquemas de conexión metaméricos son aquellos que consideran que (A y B) son globales por fusión, articulación, reducción o yuxtaposición. Mientras que los diaméricos resultan esquemas de intercalación, es decir, que las partes homogéneas de A (a1, a2, a3... aN) se establecen a través de B, pero sin reducirse a él. Esto significa que B está infiltrado en las partes de A. Por lo tanto, las partes de la ideología sincrética ofrecida como oferta electoral estás infiltradas en el elector/consumidor, y viceversa. Aunque esto podría aplicarse a toda ideología política y a sus seguidores en cada momento histórico, es ahora, con las ideologías del presente en el marco de las sociedades de mercado pletórico, cuando este fenómeno es más palpable.

Los conceptos conjugados pueden desarrollarse en dos planos: el fenomenológico-histórico y el esencial, una superación del anterior porque en él se dan los esquemas básicos de conexión. En el primer plano se dan los esquemas de conexión metaméricos, mientras que en el segundo es donde se dan los diaméricos. Y son diaméricos los esquemas de conexión entre la ideología sincrética de la oferta política en el mercado pletórico y el elector/consumidor de la misma. El que sean conceptos conjugados elimina la distinción del marxismo vulgar entre base y superestructura, ya que, aunque la religión o la ideología sean la superestructura de un sistema político o económico determinado, estos se necesitan mutuamente, como se necesitan la gasolina y el automóvil o el carbón y la locomotora. No se trata sólo de que la clase dominante de turno o el grupo político X generen una ideología que sirva de superestructura ideológica alienante de un grupo de individuos atrapados en la misma, sino de que ese mismo grupo de individuos atrapados retroalimenten a esa ideología, lo que no niega que dejen de ser individuos flotantes{7}, pero sí les convierte en individuos activos en defensa de ese sincretismo del que muchos no son conscientes.

Ese sincretismo ideológico es acusado en muchas ideologías postmodernas (neoliberalismo, anarco-capitalismo, nacional-bolchevismo, nacional-revolucionarios, Tercera Vía), las cuales, a pesar de que en algunas se hable de justicia social e incluso de socialismo, no dejan de ser derecha política{8}. Pero es en el neofeudalismo donde el sincretismo es más radical y, desde el racionalismo se vea además como el sincretismo más absurdo y uno de los más peligrosos para el presente político. Los grupos neofeudalistas se suelen camuflar de izquierdistas para medrar socialmente, acusando de paso de fascista a todo aquel que desvele su origen reaccionario, ya que resulta un anacronismo total el pretenderse de izquierda política (al menos definida) invocando situaciones políticas anteriores a las grandes revoluciones que dieron lugar a las naciones políticas canónicas; por ello invocan el derecho de autodeterminación (amparándose en la Carta de las Naciones Unidas de 1948) para sólo ellos poder votar en él, convirtiendo ese derecho en un privilegio, similar a los privilegios medievales que ciertos territorios tenían en el Antiguo Régimen, y de ahí el nombre de neofeudalismo. Es decir, así como en el feudalismo existían privilegios señoriales, de clase (nobleza y clero principalmente) y étnicos –no hay que olvidar que las sociedades políticas medievales eran absolutamente descentralizadas y jerarquizadas–, los grupos neofeudalistas defienden privilegios frente al resto de ciudadanos de las naciones políticas en las que actúan, pero llamándolos derechos, sin especificar de dónde vienen esos derechos, salvo utilizando el eufemismo metafísico de derechos históricos (tan metafísicos como los privilegios derivados de dios que decían ostentar la nobleza y el clero feudales). Todo en nombre de la democracia e incluso de la izquierda{9}. Y lo cierto es que todos los grupos y movimientos neofeudalistas en el mundo sólo han podido formarse, es decir, sólo ha sido posible su radical sincretismo ideológico, en las sociedades políticas del presente, posteriores al derrumbe del Imperio Soviético, aunque ya su germen estaba presente anteriormente, durante la Guerra Fría (en el caso de ETA o el PKK) y antes (principios del siglo XX en el caso de los nacionalismos tibetano, vasco y catalán, entre otros). Pero es en el presente, comienzos del siglo XXI, donde todos estos nacionalismos han alcanzado la homogeneidad necesaria, gracias al sincretismo ideológico que permite el mercado pletórico de la política actual, como para catalogarlos bajo un solo término.

En resumen, el neofeudalismo defiende el Derecho de Autodeterminación, amparándose en la Carta de las Naciones Unidas firmada el 26 de junio de 1945 en San Francisco, Estados Unidos de Norteamérica, tras la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Anteriormente, ya fue invocado el Derecho de Autodeterminación por el presidente liberal estadounidense Woodrow Wilson, propuesta que en un principio fue aplaudida por Lenin y los bolcheviques. Lo cierto es que la invocación del Derecho de Autodeterminación, en el contexto del final de la Primera Guerra Mundial, fue una medida promovida por los vencedores de aquella contienda para, literalmente, destruir al Imperio Austrohúngaro, cosa que efectivamente ocurrió. A Estados Unidos, así como al Reino Unido y a Francia, les interesaba que aquel imperio desapareciese como Estado para así poder tener no sólo mayor seguridad –eso entendían– en el continente a la hora de evitar a una poderosa máquina de guerra como era el Imperio Austrohúngaro, sino que también tenían ante sí la posibilidad de negociar con Estados pequeños a la hora de comerciar y extender el flujo de sus capitales nacionales y su comercio a buena parte del centro y el este de Europa. Por ello, Wilson promovió la idea de que a cada pueblo con una lengua determinada se le permitiese la creación de un Estado propio. Así surgieron como Estados independientes Hungría, Austria, Serbia, Checoslovaquia, Rumanía, Montenegro, Serbia, &c. Asimismo Lenin veía, con la destrucción del Imperio Austrohúngaro, la posibilidad de extender más fácilmente la Revolución Bolchevique hacia el campo geopolítico propio de la esfera cultural dominada tradicionalmente por Rusia ya en tiempos de los zares: el campo eslavo. Y de ahí que Lenin defendiera el centralismo democrático para la URSS (ver nota número {8}) y a su vez la autodeterminación para determinadas etnias europeas. Por puro interés imperialista soviético. Pura dialéctica de clases y de Estados.

No hay que olvidar además que la ONU es una organización internacional dominada por el Imperio Estadounidense y en la cual, junto con él, comandan los países miembros del Consejo de Seguridad, los cuales tienen derecho de veto, situándose por encima del resto de naciones mundiales, en un orden mundial heredado de la victoria de los aliados sobre el nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial (los países con derecho de veto son sus cinco miembros permanentes: los Estados Unidos de Norteamérica, la República Popular China, el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la República Francesa y la Federación Rusa –en sustitución y como heredera de la fenecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas–, todas estas potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial e instauradoras del orden político del presente). Al querer sólo votar estos grupos de naciones fraccionarias y étnicas en un hipotético referendum de autodeterminación, negando ese derecho al resto de ciudadanos de las naciones políticas en las que estos grupos actúan, convierten, como he dicho antes, ese derecho en un privilegio. Y es ese deseo de retorno a los antiguos privilegios medievales de etnias y pueblos diferenciados sin holizar, amparándose en supuestas ideologías democráticas o izquierdistas, lo que permite denominarlos como neofeudalistas. Hay que aclarar, además, que no se puede calificar jamás de neofeudalista a ninguna colonia realmente existente en el mundo –con colonias nos referimos a territorios sometidos al control indirecto de otro Estado–, por lo que el Frente Polisario en el Sáhara Occidental o los movimientos independentistas de las colonias británicas y francesas que todavía quedan no entrarían dentro del neofeudalismo, así como los movimientos nacionalistas dentro de la Autoridad Nacional Palestina. Sólo serían calificados de neofeudalismo los nacionalismos étnicos fraccionarios, es decir, de partes formales de naciones políticas previamente constituídas (también entrarían grupos separatistas de regiones autónomas respecto de la nación política de origen, en las que sin embargo sus ciudadanos gozan de los mismos derechos y deberes que el resto de sus compatriotas, como es el caso de Groenlandia con respecto a Dinamarca, entre otros ejemplos).

3. Categorización del neofeudalismo

Estos movimientos, cuando son desenmascarados como reaccionarios, acusan al que lo hace de fascista, aprovechándose del prestigio social que las ideas de democracia y de izquierda tienen, utilizando una ingente propaganda ideológica basada sobre todo en la imagen y en la cohesión grupal cuasi sectaria. Sin duda, el neofeudalismo constituye uno de los grandes peligros para la supervivencia de todas las naciones políticas canónicas del mundo, a pesar de estar más desarrollado en unas que en otras, ya que todas lo padecen.

El neofeudalismo es, entonces, una ideología, con todo lo que la categoría de ideología conlleva. Se trata del conjunto de representaciones que tienen de sus intereses y de su lugar en el mundo una determinada clase social, particularmente la pequeña burguesía, determinados elementos de la alta burguesía, y la llamada por Marx aristocracia del salario, es decir, aquellos elementos de la clase obrera con mayor poder adquisitivo –aquellos que tienen mayor capacidad para satisfacer sus demandas como consumidores/electores del mercado pletórico de la política contemporánea–. También es cierto que el sincretismo ideológico produce transversalidad de seguidores en cuanto a su clase social se refiere, entre otras cosas. Ya ocurre esto mismo entre los llamados partidos atrapalotodo, cuyos programas políticos están entrecruzados, si bien tanto en este caso como en los grupos neofeudalistas es un mismo grupo social el que produce la ideología y las mercancías que en el mercado pletórico son consumidas por sus seguidores (libros, banderas, camisetas, música, cine, comida –es el caso de los kebabs turcos repartidos por medio mundo en los que se pueden ver símbolos y retratos del movimiento separatista kurdo–, &c.). Son entonces aquellos elementos pequeñoburgueses (clase media, aristocracia del salario, pequeños y medianos comerciantes, elementos concretos de la alta burguesía) los máximos responsables en la producción ideológica neofeudalista, y los encargados de la distribución de los bienes y servicios que consumen los individuos flotantes que siguen esas ideas. Se produce así una socialización particularista en el espacio antropológico en que se mueve cada uno de los nacionalismos fraccionarios del presente, tendente a reclamar derechos históricos justificados en una supuesta opresión de siglos, e incluso milenaria, para las naciones étnicas fraccionarias a quienes dicen representar. Pero también se llega a la defensa solidaria –frente a las naciones políticas canónicas– de todos esos nacionalismos en busca de un mundo de los pueblos, mediante el establecimiento de lazos entre todos los neofeudalismos realmente existentes, lazos políticos solidarios y con un fin común: acabar con las naciones políticas realmente existentes, acabar con la soberanía nacional de esas naciones y retrotraer el mundo actual a una utópica sociedad neofeudal de Estados con base étnica que emergerán de las ruinas del mundo actual. En algunos casos esta utopía se convertirá en una idea aureolar{10}, cuyo futuro está ya presupuesto en el presente mediante la acción conjunta y solidaria de los nacionalismos fraccionarios, mediante coaliciones políticas como la de Europa de los Pueblos–reconvertida en la Alianza Libre Europea, coalición de partidos neofeudalistas donde el sincretismo ideológico es palpable, ya que ésta coalición se autodenomina nacionalista, ecologista y socialdemócrata; es particular la querencia de la socialdemocracia hacia el neofeudalismo, ya que el abandono del marxismo y su participación en primera línea en la construcción de las sociedades políticas de mercado pletórico ha acercado a los partidos socialdemócratas hacia posturas de izquierda indefinida defensora de las identidades étnicas (los casos de simpatía de las izquierdas indefinidas hacia el neofeudalismo rozan en muchos casos el ridículo, como la campaña del grupo español Socialismo Libertario, durante la revuelta en Birmania de los monjes budistas contra el poder militar imperante en aquella nación del sureste asiático, cuyo lema era Solidaridad con los pueblos de Birmania, campaña que se explica debido a que el neofeudalista y las izquierdas indefinidas simpatizantes con este movimiento tienden a ver el mundo como la lucha de determinados pueblos étnicos por su liberación y la construcción de un Estado propio–, en la que se encuentran separatistas vascos, catalanes, gallegos, cántabros, galeses, escoceses, occitanos, bretones, &c. O mediante el pacto tácito y táctico con el indigenismo, especialmente con aquel indigenismo que aspira a metas neofeudales como la creación de Estados a partir de nacionalismos fraccionarios (como ejemplos sirven el neofeudalismo mapuche, el de los etnocaceristas peruanos más radicales y su defensa de la idea del Tiwantinsuyo o resurgir de un fenecido Imperio Inca que reuna particularidades a la vez marxistas-leninistas y fascistas, &c.). Otro ejemplo de esa solidaridad neofeudalista sería la Organización de Naciones y Pueblos No Representados-UNPO según sus siglas en inglés–, una ONU alternativa en la que solidariamente se unen frente a terceros varios movimientos separatistas, nacionalistas étnicos fraccionarios e indigenistas neofeudalistas del mundo.

Mapa de Europa propuesto por la Alianza Libre Europea
Mapa de Europa propuesto por la Alianza Libre Europea. Observen cómo el único país que no pierde territorios, sino que los aumenta, es Alemania

Por todo ello, el neofeudalismo constituye una ideología bien asentada en el presente, que puede definirse desde las coordenadas del materialismo filosófico y que, independientemente de su fundamentación sincrética (partiendo de ideas propias de la derecha reaccionaria del Antiguo Régimen y llegando a abrazar ideas democráticas, liberales, marxistoides, socialistas, fascistas, democristianas, islámicas, budistas u otras), comparten ciertos elementos comunes:

1. La defensa de la nación étnica fraccionaria como la auténtica y la negación de la propia existencia de la nación política en la que desarrollan su actividad. Particularmente radical es la defensa de una determinada lengua o neolengua frente a la entendida por ellos impuesta por el Estado opresor. Esto además denota un latente racismo hacia los que considera enemigos dentro de las naciones políticas a las que pertenecen. Es decir, los ciudadanos no neofeudalistas y no pertenecientes a la nación étnica fraccionaria que dicen representar, a pesar de ser tan ciudadanos de la nación política a la que pertenecen como ellos, son considerados diferentes, invasores e incluso inferiores (explícito es en el caso de los separatistas blancos anglosajones en el Reino Unido o en los Estados Unidos de Norteamérica, sobre todo los autodenominados nacionalistas blancos que buscan crear la llamada Vinland, la tierra de Norteamérica que supuestamente pisaron los vikingos en la Edad Media; también se podría citar el intento neofeudalista de crear una nación étnicamente negra en el sur de los Estados Unidos por parte de la Nación del Islam).

2. La defensa de privilegios sobre el resto de ciudadanos de la nación política a la que pertenecen y de la que también son ciudadanos con iguales derechos y deberes, camuflándolos como derechos históricos (similares a los derechos derivados de dios de los señores feudales). Es particular la defensa emic del metafísico derecho de autodeterminación, defendiendo etic el privilegio a la hora de decidir sobre la unidad de la nación política a la que pertenecen, subvirtiendo la soberanía nacional de esa nación política.

3. El sincretismo ideológico entre elementos ideológicos de las izquierdas definidas (liberalismo, anarquismo, socialdemocracia, comunismo, maoísmo) e indefinidas (extravagante, divagante y fundamentalista) y la derecha, particularmente de la derecha reaccionaria (en algunos casos elementos religiosos, tanto segundogenéricos como terciogenéricos{11}) y del fascismo.

4. La utilización en muchos casos del terrorismo procedimental (ver nota {10}) como táctica para conseguir sus fines.

5. La alianza implícita o explícita con terceras potencias para conseguir sus fines. Lo que hace que la autodeterminación no sea tal, sino que más bien se trate de una heterodeterminación.

6. La solidaridad entre todos ellos en defensa de una misma causa: la preservación de sus respectivas identidades{12} étnicas y su prevalencia sobre cualquier amenaza a las mismas, incluso si hace falta mediante el crimen.

4. El neofeudalismo en el mundo

El neofeudalismo se encuentra presente en casi todos los Estados del mundo. Algunos grupos neofeudalistas tienen más potencia que otros, y unos son explícitamente violentos (casos vasco, checheno, corso, tamil, kurdo) frente a otros que defienden métodos pacíficos. Unos han realizado el sincretismo ideológico con ideas de izquierda (casos vasco, catalán, gallego, castellano, andaluz, cántabro, asturiano, bretón, quebecqués, kurdo, mapuche) y otros se han declarado explícitamente de derecha política, sin utilizar subterfugio alguno (casos flamenco, bávaro, inglés, padanio, checheno, etnocacerista, tibetano –el neofeudalismo en China es promovido por terceras potencias interesadas en debilitar al Imperio del Centro, y es con el desarrollo en los últimos veinte años de un mercado nacional cada vez más pletórico, a pesar de seguir siendo una dictadura del proletariado, en donde los diversos separatismos étnicos en la República Popular China pueden tener su oportunidad). Unos son explícitamente religiosos (casos vasco, irlandés, checheno, tibetano, bávaro, uigur, tamil, negro afroamericano) mientras que otros se declaran laicos –a pesar del enorme poso religioso de los mismos (casos castellano, catalán, occitano, quebecqués, kurdo&c.). Unos están más desarrollados y son un ejemplo a seguir para el resto (casos flamenco, valón, vasco, catalán, escocés, quebecqués, santacruceño o cambo, checheno, galés, corso, kosovar), mientras que otros están durmientes y, de momento, son minoritarios (casos bávaro, occitano, galo, manés, &c.). Pero no cabe duda que el neofeudalismo, tras el análisis que éste artículo desarrolla, debe ser considerado como una ideología, una cosmovisión del mundo común a determinados grupos políticos en el mundo actual. Una ideología que, debido a su sincretismo, posibilitado por el desarrollo del capitalismo mundial, tiene una fuerza considerable a la hora de satisfacer las necesidades de determinados consumidores, independientemente del país en el que estos se encuentren. El materialismo filosófico, como sistema filosófico más sólido del presente, y hoy por hoy último baluarte de la Modernidad, debe ser la herramienta idónea para triturar las múltiples raíces ideológicas del movimiento neofeudalista, ya que éste se arrastra por el proceloso fango del irracionalismo y la metafísica propias de la derecha más reaccionaria, a pesar de sus múltiples disfraces.

Apéndice: Lista de los distintos movimientos neofeudalistas en el mundo actual

Grupos neofeudalistas en el mundo actual
Mapa elaborado por el autor de este artículo, partiendo de la información recogida acerca de los distintos movimientos catalogados de neofeudalistas en el mundo. Los bordes negros representan las actuales fronteras de los Estados realmente existenten en el mundo, y en colores varios se representan las distintas reclamaciones de diversos grupos neofeudalistas en el mundo. En el mapa no se representan todos los neofeudalismos realmente existentes

Adjunto a este artículo he creído conveniente elaborar una lista de los distintos movimientos encuadrados en el neofeudalismo que en el mundo actual actúan, con mayor o menor intensidad y con mayor o menor fortuna. Todos estos grupos políticos, coaliciones, grupos juveniles u organizaciones terroristas, a pesar de su multiplicidad metódica en política, comparten las seis características que he establecido como comunes para poder hablar de neofeudalismo. Si bien es cierto que muchos de estos movimientos no actúan en el marco de sociedades políticas democráticas homologadas con Estado de Bienestar, como expliqué más arriba, es el proceso mundial de extensión de la globalización como proceso en marcha realmente existente el que ha posibilitado la interconexión entre todos estos movimientos. No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Los nombres de cada uno de ellos y la nación política en la que actúan están sacados de varias páginas de Internet en las que se puede consultar esta información (Encyclopaedia Britannica, enciclopedia.us, zmag.org, &c.). Se han clasificado alfabéticamente por continentes y en cada continente por países:

África:

ސ Angola: Diversos grupos que pretenden crear la República de Cabinda.

ސ Argelia: Movimiento por la Autonomía de Kabilia.

ސ Benin: Separatismo en Yoruba.

ސ Camerún: Nacionalismo étnico fraccionario en Southern Cameroons y en la península de Bakassi.

ސ Comores: Separatismo en Anjouán y Moeli.

ސ Costa de Marfil: Separatismo en las provincias del norte del país.

ސ Guinea Ecuatorial: Movimiento por la Autodeterminación de la Isla de Bioko.

ސ Etiopía: Frente de Liberación del Pueblo de Gambella, Frente de Liberación de Oromo, Frente Islámico por la Liberación de Oromia, Frente de Liberación de Somalia Occidental.

ސ Mauricio: Grupos en Isla Rodríguez.

ސ Namibia: Ejército de Liberación de Caprivi.

ސ Níger: Fuerzas Armadas Revolucionarias del Sáhara.

ސ Nigeria: Movimiento por la Actualización de la Soberanía del Estado de Biafra, Fuerza Voluntaria del Pueblo del Delta del Níger, Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni, Frente Republicano Oodua de Yoruba.

ސ República Democrática del Congo: Movimientos neofeudalistas en Kasai del Sur, Katanga, Bas-Congo y Kivu.

ސ Ruanda: Asociación por la Promoción de Batua.

ސ Senegal: Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance.

ސ Somalia: Desde hace más de diez años Somalia se encuentra sumido en la anarquía total, y en el campan a sus anchas movimientos separatistas de todo tipo, los cuales, han conseguido con mayor o menor fortuna crear formas de gobierno más o menos reconocidas internacionalmente. En el caso somalí tendríamos al Ejército de Resistencia Rahanwein, al Movimiento Patriótico Somalí, al Frente Patriótico de Salvación Somalí y al Movimiento Nacional Somalí.

ސ Sudán: Congreso de Beja, Frente de Liberación de Darfur.

ސ Suráfrica: Movimiento de Orania.

ސ Tanzania: Frente Unido Cívico de Zanzíbar.

ސ Zambia: Frente Patriótico Barotse.

América:

ސ Antigua y Barbuda: Movimiento del Pueblo de Barbuda.

ސ Argentina: Consejo de Todas las Tierras (neofeudalismo mapuche).

ސ Bolivia: Ejército de la Guerrilla de Tupac Katari, Movimiento Indígena Pachakuti.

ސ Brasil: Movimiento por la Independencia de Pampas, O Sul é Meu País, Grupo de Estudios Sobre el Nordeste Independiente, Movimiento por la Independencia del Sur de Brasil, Movimiento Sao Paulo Independiente, Movimiento de la República de Río Grande.

ސ Chile: Ejército de la Guerrilla Tupac Katari, Movimiento Indígena Pachakuti, Consejo de Todas las Tierras (neofeudalismo mapuche).

ސ Canadá: Partido Separatista de Alberta, Movimiento Separatista de la Columbia Británica, República de Cascadia, Proyecto por la Independencia de Cascadia, Sociedad San Juan Bautista (separatistas quebecqueses), Movimiento Nacional de los Quebecqueses y las Quebecquesas, Rassemblement pour l'indépendance du Québec, Los Intelectuales por la Soberanía de Québec, Generación Québec, Movimiento de Liberación Nacional de Québec, Los Artistas por la Soberanía de Québec, Sociedad Nacional de Québec, Confederación de Sindicatos Nacionalistas de Québec, Centro de Sindicatos de Québec, Federación de los Trabajadores de Québec, Central de los Sindicatos Democráticos de Québec, Unión de Artistas de Québec, Partido Quebecqués, Bloque Quebecqués, Québec Solidario, Partido Occidental por la Independencia, Partido del Bloque Occidental, Acción Democrática de Québec, Partido Liberal de Québec.

ސ Dinamarca (Groenlandia): Inuit Ataqatigiit.

ސ Estados Unidos de Norteamérica: Partido por la Independencia de Alaska, Nuevo Partido de los Panteras Negras, República de Nueva África, Panteras Negras, Nación del Islam, Partido Secesionista de California, Comité para Explorar la Secesión de California, Lakotah Oyate, Maine Libre, Alianza por la Confederación de Nueva Inglaterra, República de New Hampshire, República de Cascadia, Proyecto por la Independencia de Cascadia, Liga del Sur, Partido Sureño, Partido Sureño Independiente, La Voz de Aztlán, MEChA, Partido Comunista de Texas, Segunda República de Vermont, Movimiento por la Soberanía de Hawai, Nación de Hawai.

ސ Nicaragua: Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka.

ސ Perú: Ejército de la Guerrilla de Tupac Katari, Movimiento Indígena Pachakutim, Etnocacerismo.

ސ San Kitts y Nevis: Movimiento de Ciudadanos Concienciados de Nevis, Partido por la Reforma de Nevis.

ސ Trinidad y Tobago: Congreso de la Acción Democrática de Tobago.

ސ Venezuela: Rumbo Propio (neofeudalistas del Estado venezolano de Zulía).

Asia:

ސ Afganistán: Lali Badakhsan.

ސ Azerbaiyán: Movimientos neofeudalistas en las regiones de Nagorno-Karabaj, Talysh-Mugán y Lezgins.

ސ Bangla-Desh: Separatismo en Chittagong.

ސ Birmania: Alianza por la Independencia de Arakan, Frente Nacional Chin, Organización Nacional Kachin, Unión Nacional Karen, Ejército de Liberación Nacional Karen, Partido Nacional Progresista Karenni, Ejército de Karenni, Gobierno Provisional de Karenni (gobierno en el exilio), Organización Nacional Kuki, Ejército Nacional Kuki, Partido del Estado de Nuevo Mon, Concilio Nacional Socialista de Nagaland, Gobierno de la República Popular de Nagaland (gobierno en el exilio), Organización Nacional Arakan Rohingya, Unión Democrática Shan, Coincilio por la Restauración del Estado de Shan, Ejército del Estado de Shan, Partido Unido del Estado de Wa, Congreso Nacional Zomi, Organización por la Reunificación de Zomi, Frente/Ejército Nacional Zomi, Ejército Revolucionario Zomi.

ސ China: Partido del Pueblo de Mongolia Interior, Federación por la Libertad de Mongolia del Sur, Movimiento Internacional por la Independencia del Tibet, Gobierno de Tibet en el Exilio con el Dalai Lama al frente, Movimiento Islámico del Turkestán Este, Asociación Nuevo Macao.

ސ Chipre: Movimientos proturcos al norte del país.

ސ Filipinas: Frente de Liberación Nacional Moro, Frente Islámico de Liberación Moro, Abu Sayyaf, Asociación Cordillera Bodong, Ejército Popular de Liberación de Cordillera.

ސ Georgia: Alianza Democrática de Javakh, separatismo en Abjasia.

ސ India: Jai Andhra, Fuerza del Dragón de Arunachal, Frente Unido de Liberación de Assam, Frente Nacional Democrático de Bodolandia, Dima Halim Daogah, Frente Popular para la Liberación de Meghalaya, Concilio Voluntario Nacional de Achik, Gondwana Ganatantra, Partido Revolucionario del Pueblo de Kangleipak, Partido del Pueblo de Kamtapur, Organización para la Liberación de Kamtapur, Organización Koch-Kamtapur de Liberación, Voluntariado Nacional para Karbi, Concilio Hynniewtrep de Liberación Nacional, Ejército Nacional Kuki, Concilio Nacional Socialista de Nagalim, Gobierno en el Exilio de la República Popular de Nagalim, Convención Hmar Democrático-Popular, Frente de Liberación del Pueblo de Manipur, Frente Unido de Liberación Nacional de Manipur, Frente Popular Revolucionario de Manipur, Organización Revolucionaria Zomi, Fuerza Granjera de Liberación de Mizoram, Fuerza Comando de Khalistán, Internacional Babbar Khalsa, Fuerza Khalistán Zindabad, Federación Internacional Joven Sikh, Fuerza de Liberación de Khalistán, Fuerza de Seguridad Nacional de Rhaba, Frente Bru de Liberación Nacional, Ejército de Liberación Tamil Nadu, Tropas Nacionales Tamil, Telangana Rastra Samithi, Partido Jai Telangana, Partido Comunista de Telangana, Partido Telangana Janata, Telangana Praja Samithi, Partido Telangana Rastra, Frente Telangana Rastra Sadhana, Telangana Rastra Samithi, Telangana Sadhana Samitri, Frente de Liberación Nacional de Tripura, Fuerza del Tigre de Toda Tripura, Partido Vidarbha Rajya, Partido Vidarbha Vikhas.

ސ Indonesia: Movimiento Aceh Libre, Frente por la Soberanía de Maluku, Republica Maluku Selatan (gobierno en el exilio), Movimiento Papua Libre, Organisasi Papua Merdeka, Niugini Papua Occidental.

ސ Irán: Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Partido por la Independencia del Kurdistán, Partido Democrático del Kurdistán Iraní, Partido por una Vida Libre en el Kurdistán, Komalah (independentistas kurdos), Frente Democrático Popular del Pueblo Árabe de Al-Ahwaz, Partido Ahwaz del Renacimiento Árabe, Organización por la Liberación de Ahwaz, Partido Democrático Solidario Ahwaz.

ސ Iraq: Alianza Universal Asiria, Partido Democrático del Kurdistán, Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Unión Patriótica del Kurdistán, Alianza Iraquí Unida.

ސ Japón: Movimiento Independentista Ryukyu, Partido Independiente de Ryukyu.

ސ Malasia: Partido Bersatu Saba.

ސ Pakistán: Frente de Liberación de Balochistán, Movimiento Unido Gilgit Baltistan, Jeay Sindh Qaumi Mahaz, Ejército de Waziristán, Talibanes unidos a Al Qaeda que buscan crear un Estado Islámico de Waziristán.

ސ Rusia (parte asiática): Asociación por la Devolución de la Cultura de Buratya, Sakha-Amuk, Partido por la Liberación de Siberia, Partido Popular por la Soberanía de Tuva, Frente Popular Tuva Libre.

ސ Siria: Partido Democrático del Kurdistán, Partido de los Trabajadores del Kurdistán.

ސ Sri Lanka: Tamiles.

ސ Tailandia: Organización Pattani Unida de Liberación,

ސ Tayikistán: Lali Badakhson.

ސ Turquía: Partido de los Trabajadores del Kurdistán.

ސ Vietnam: Fundación Montagnard.

Europa:

ސ Albania: Unión Democrática de la Minoría Étnica Griega en Albania.

ސ Alemania: Partido de Baviera (miembro de la Alianza Libre Europea).

ސ Bélgica: Rassemblement Bruxelles-France, Lijst Dedecker, Nueva Alianza Flamenca (unido al Partido Popular Europeo), Espíritu (miembro de Alianza Libre Europea), Vlaams Belang (antiguo Vlaams Blok, miembro del Grupo Identidad, Tradición y Soberanía), VLOTT, Partido de los Germanoparlantes Belgas (miembro de la Alianza Libre Europea), Rassemblemente Wallonie-France.

ސ Bosnia-Herzegovina: Alianza Independiente Socialdemócrata de Srpka, Partido Democrático Serbio.

ސ Croacia: Asamblea Democrática de Istria, Gobierno de la República Serbia de Krajina (gobierno en el exilio).

ސ Dinamarca: Partido Republicano de las Islas Feroe, Partido Popular de las Islas Feroe, Partido del Centro de las Islas Feroe, Partido por el Autogobierno de las Islas Feroe.

ސ España: Partido Andalucista, Partido Socialista Andaluz, Bloque Andaluz de Izquierdas, Partido Comunista de los Pueblos de España, Nación Andaluza, Asamblea Nacional de Andalucía, Chunta Aragonesista (miembro de la Alianza Libre Europea), A Enrestida (neofeudalistas aragoneses), Partido Asturianista, URAS, Unidá, Bloque por Asturias, Andecha Astur, Juventud de la Izquierda Asturiana, EMIR, Darréu, Partido Nacionalista Vasco, Eusko Alkartasuna (miembro de la Alianza Libre Europea), Batasuna, Aralar, ETA, Partido Comunista de las Tierras Vascas, ELA, LAB, Acción Nacionalista Vasca, Congreso Nacional Canario, Federación Nacionalista Canaria, Alternativa Popular Canaria, Unidad del Pueblo Canario, Azarug, Movimiento Pro-Independencia de Canarias, Movimiento Independentista Canario, Movimiento Canarias Libre, Canarias Nación, Movimiento Autonomista Canario, Movimiento por la Autodeterminación y la Independencia del Archipiélago Canario, Coalición Canaria, Canarias Libre, Fuerzas Armadas Guanches, Destacamentos Armados Canarios, Concejo Nacionalista Cántabro, Tierra Comunera, Yesca, Partido Nacionalista Castellano, Izquierda Castellana, Movimiento Popular Castellano, Soberanía y Progreso (separatistas e irredentistas catalanes), Plataforma por el Derecho a Decidir (neofeudalistas pancatalanistas), Círculo de Estudios Soberanistas (catalanistas), Cataluña Acción, Cataluña Libre, Endavant, Movimiento de Defensa de la Tierra (grupo terrorista pancatalanista), Terra Lliure, Maulets, Coordinadora de Asambleas de Jóvenes Independentistas de Cataluña, Juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya (miembro de la Alianza Libre Europea), Estat Català, Bloque Nacionalista Valenciano, Convergencia y Unión (coalición de los partidos Convergencia Democrática de Cataluña y Unión Democrática de Cataluña), Partido Socialista de Mallorca/Entesa Nacionalista, Entesa de l’Esquerra de Menorca, Bloque Nacionalista Gallego (miembro de la Alianza Libre Europea), NÓS-Unidad Popular (neofeudalistas gallegos), Frente Popular Gallego, Partido Galleguista, Tierra Gallega, Galiza Nova, AGIR, CAF, Ejército Guerrillero del Pueblo Libre de Galicia, Unión del Pueblo Leonés, Conceyu Xoven,

ސ Finlandia: Futuro de Aland (miembro de Alianza Libre Europea).

ސ Francia: Forum Nacionalista de Alsacia-Lorena, Unión del Pueblo Alsaciano, Abertzaleen Batasuna, Batasuna, Eusko Alkartasuna (miembro de la Alianza Libre Europea), Partido Nacionalista Vasco, Iparretarrak, ETA, Liga Céltica de Bretaña, ADSAV, Partido Bretón, Unión Democrática Bretona (miembro de la Alianza Libre Europea), Emgann, Armada Revolucionaria Bretona, Frente de Liberación de la Bretaña, Córcega Nación, Partido de la Nación Corsa, Frente Nacional por la Liberación de Córcega, Liga por el Renacimiento de las Libertades de Niza, El Movimiento Normando, Esquerra Republicana de Catalunya (miembro de la Alianza Libre Europea), Bloque Catalán, Movimiento Regional de Saboya, Liga Saboyana, Partido de la Nación Occitana, Partido Occitano (miembro de la Alianza Libre Europea).

ސ Holanda: Partido Nacional Frisio (miembro de la Alianza Libre Europea).

ސ Italia: Unión Valdotana, Liga Norte, Movimiento Friuli, Frente Giuliano, Liga Independentista de Liguria, Liga Lombarda, Nación Cerdeña, Partido de Acción Cerdeña, República Independiente de Cerdeña, Movimiento por la Autonomía de Sicilia, Nueva Sicilia, Movimiento por la Independencia de Sicilia, Alianza Siciliana, Pacto por Sicilia, La Otra Sicilia, Frente Nacional de Sicilia, Sicilia Democrática, Sicilia Federal, Tierra y Liberación (separatistas sicilianos), Partido del Pueblo del Sur de Tirol, Partido Autonomísta del Trentino Tirol, Trentino Autonomista, Movimiento Político Ladino, Unión Autonomista Ladina, Unión por el Sur de Tirol, Los Libertarios del Sur de Tirol, Süd-Tiroler Freiheit, Brennerbasisdemokratie, Lega Sud Ausonia, Due Sicilie, Liga Veneta, Liga del Frente Veneto, Proyecto Noreste, Venecianos en Movimiento.

ސ Moldavia: La autoproclamada República Independiente de Transnistria, un furúnculo resto del fenecido Imperio Soviético, muy admirada en círculos neofeudalistas españoles.

ސ Polonia: Movimiento Autónomo de Silesia.

ސ Portugal: Partido Democrático de las Azores Atlánticas, Frente de Liberación de las Azores, Frente de Liberación del Archipiélago de Maderia.

ސ Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte: Movimiento por el Autogobierno de Cornualles, Estatus Constitucional de Cornualles, Revived Cornish Stannary Parliament, Solidaridad de Cornualles, Tyr Gwyr Gweryn, Cornualles 2000, Liga Céltica, Partido por Cornualles (miembro de Alianza Libre Europea), Partido Verde de Cornualles, Partido Nacional de Cornualles, Ejército de Liberación Nacional de Cornualles, Partido Democrático Inglés, Devolved English Parliament, Sinn Féin, Partido Socialdemócrata y Laborista de Irlanda del Norte, Sinn Féin Republicano, Partido Socialista Republicano de Irlanda, Tercera Via Ulster, Movimiento Independentista del Ulster, IRA Provisional, IRA real, IRA, Ejército Nacional de Liberación Irlandés, Mec Vannin, Vannin Liberal, Primera Independencia (neofeudalistas escoceses), Siol nan Gaidheal (neofeudalistas escoceses), Partido Socialista Republicano Escocés, Partido Nacionalista Escocés (miembro de Alianza Libre Europea), Partido Verde Escocés, Partido Socialista Escocés, Partido de la Empresa Escocesa, Partido por la Independencia Escocesa, Partido Escocia Libre, Cymuned (nacionalismo étnico fraccionario galés), Cymdeithas yr laith Gymraeg (neofeudalistas galeses), Plaid Cymru (neofeudalistas galeses, miembros de la Alianza Libre Europea), Forward Wales, Partido Verde de Gales, Cymru Annibynnol, Partido de la Isla de Wight.

ސ República Checa: Moravané (miembro de Alianza Libre Europea), Moravios Libres.

ސ Rusia (parte europea): Separatistas neofeudalistas chechenos que pretenden crear un califato islámico en el Cáucaso, Mari Ushem (separatistas de la región de Komi), Centro Público del Tatarstán, Movimiento por la Transformación de los Urales.

ސ Serbia: Liga Democrática de Kosovo, Alianza por el Futuro de Kosovo, Partido Democrático de Kosovo, Movimiento Nacional por la Liberación de Kosovo, El Movimiento del Pueblo de Kosovo, Ejército de Liberación de Kosovo, Ejército de Liberación de Presevo-Medveda y Bujanovac, Concilio Político de Presevo-Medveda y Bujanovac, Movimiento por la Autonomía de la Provincia de Voivodina, Liga de los Socialdemócratas de Voivodina, Reformistas de Voivodina, Coalición Voivodina, Unión de los Socialistas de Voivodina, Movimiento por la Autonomía de los Húngaros del Norte de Voivodina, Alianza de los Húngaros de Voivodina, Comunidad Democrática de los Húngaros de Voivodina, Partido Democrático de los Húngaros de Voivodina.

ސ Suíza: Movimiento Independentista Jurasiano, Movimiento Autonomista Jurasiano, Grupo Bélier, Movimiento Romando.

Oceanía:

ސ Australia: Auralia (movimiento separatista de Australia Occidental).

ސ Nueva Zelanda: Partido de la Isla del Sur, Movimiento por la Independencia de la Isla del Sur, Proyecto por la Independencia de Zelandia (Isla del Sur).

ސ Papua Nueva Guinea: Ejército Revolucionario de Bouganville, Movimiento por la Libertad de Bouganville.

ސ Vanuatu: Movimiento Forcona, Alianza Capiel.

Notas

{1} Imperialismo depredador e Imperialismo generador.

{2} Ver El mito de la izquierda: las izquierdas y la derecha, de Gustavo Bueno (Zeta, Barcelona 2003).

{3} Gustavo Bueno, Dialéctica de clases y dialéctica de Estados (respuesta a la crítica al libro España frente a Europa publicada en la revista Anábasis por Juan Bautista Fuentes Ortega), revista El Basilisco, 2ª época, nº 30, 2001, páginas 83-90.

{4} http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Idea_aureolar

{5} Ver Panfleto contra la democracia realmente existente, de Gustavo Bueno (La Esfera de los Libros, Madrid 2004).

{6} Gustavo Bueno, «Conceptos conjugados», revista El Basilisco, 1ª época, nº 1, 1978, páginas 88-92.

{7} Gustavo Bueno, «Psicoanalistas y epicúreos. Ensayo de introducción del concepto antropológico de heterías soteriológicas», revista El Basilisco, 1ª época, nº 13, 1981, páginas 12-39.

{8} Santiago Javier Armesilla Conde, «Conflicto político y violencia colectiva en el Manifiesto Comunista de Marx y Engels y en El Estado y la Revolución de Lenin», revista El Catoblepas, nº 69, noviembre de 2007, página 1 (nodulo.org/ec/2007/n069p01.htm).

{9} Diego Guerrero, «Derechos y privilegios», revista Laberinto, nº 19, 2005, páginas 58-60.

{10} Gustavo Bueno, La vuelta a la caverna: terrorismo, guerra y globalización, Ediciones B, Barcelona 2004.

{11} Gustavo Bueno, El animal divino: ensayo de una filosofía materialista de la religión, Pentalfa, Oviedo 1985.

{12} Gustavo Bueno, «Predicables de la identidad», revista El Basilisco, 2ª época, nº 25, 1999, páginas 3-30.

Bibliografía

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Marc Bloch, La sociedad feudal. Editorial Akal, Madrid 1987.

Antonio Elorza, Un pueblo escogido: génesis, definición y desarrollo del nacionalismo vasco, Editorial Crítica, Barcelona 2001.

Hans Köchler (ed.), Terrorism and National Liberation. Proceedings of the International Conference on the Question of Terrorism Peter Lang, Nueva York 1988.

 

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