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El Catoblepas, número 47, enero 2006
  El Catoblepasnúmero 47 • enero 2006 • página 18
Artículos

Los préstamos irrecuperables
del sector bancario chino.
Tarea inmediata a resolver

Eduardo Regalado Florido
Elda Molina Díaz

La banca china debe resolver el grave problema de los préstamos vencidos y no recuperados, para poder convertir a los actuales bancos en instituciones corporativas eficaces, rentables y de competitividad internacional

A lo largo del proceso de modernización de la economía china, se han venido acumulando grandes sumas de préstamos irrecuperables en su sistema bancario, por esta causa, hasta el punto de que en ocasiones se ha vaticinado el colapso del sistema financiero y del proceso de reforma económica.

En la actualidad, tal análisis adquiere mayor vigencia debido a las implicaciones de esta problemática en el momento de la inminente apertura del sector a la inversión extranjera según lo acordado por China para su entrada a la OMC.

Muchas han sido las iniciativas aplicadas para tratar de darle solución a este lastre que arrastra el sistema financiero chino. El resultado ha sido relativamente alentador, pero aún el estado actual reclama una transformación más profunda para lograr una mayor eficiencia y competitividad que lo ubique en mejores condiciones para enfrentar los futuros retos.

Situación actual de los préstamos irrecuperables de los bancos chinos

Aunque se trata de ubicar el origen del problema del gran monto de préstamos irrecuperables que acumulan los bancos chinos en la etapa del proceso de reforma, en realidad su génesis se sitúa en el período anterior. Es cierto que la novedad, magnitud y complejidad de los cambios, produjo un relajamiento de los controles financieros, que creó un terreno fértil para el surgimiento de serios problemas macroeconómicos, pero más allá de la falta de control que permitió la desviación de recursos a actividades imprudentes, existen causas más profundas que provienen de problemas estructurales y de funcionamiento heredados.

La ausencia de autonomía de los bancos y el otorgamiento de préstamos a las empresas principalmente estatales sobre criterios no económicos que regían en el anterior modelo económico, han incidido de manera especial en la difícil situación financiera actual. Además, en el proceso de modernización económica las autoridades no tuvieron otra alternativa que continuar apuntalando el estratégico sector de propiedad estatal, ya que de este dependía en gran medida no sólo la continuidad y desarrollo del proceso de reforma, sino también la estabilidad social y política, la defensa y seguridad nacional, y la solidez de su inserción en la economía global.

De esta manera, a los bancos estatales les tocó asumir los costos de la transición de la economía planificada a la economía de mercado y de la reforma de las empresas estatales. Tan es así, que casi la mitad de los créditos incobrables pertenecen a los 4 mayores bancos según fuentes chinas{1}. Estas instituciones son las más afectadas porque además de conceder el 70% del total de préstamos, más de las 3/4 partes de ellos se dirigen a empresas estatales, muchas de las cuales no son suficientemente solventes.

En general, del total de préstamos concedidos por los bancos chinos, se llegó a considerar irrecuperables, según fuentes no oficiales, entre un 50 y 90%, sobre todo para el caso de algunos de los 4 principales bancos estatales. Las cifras oficiales ofrecían una tasa de deudas malas respecto al total de 39% a fines de 1999{2}, momento a partir del cual comenzó a descender.

Esta es la principal razón por la que las autoridades chinas consideran que el problema está bajo control. Es decir, porque gracias a las medidas implementadas a partir de 1999 y a que en la actualidad se le continúa prestando la debida atención, las deudas malas han comenzado a disminuir. En segundo lugar, agregan que el análisis de la estructura de esos préstamos, les permite prever la no regeneración de tal situación{3}.

En ese sentido, plantean que cerca del 30% de los activos no recuperables de los bancos se debían a decisiones erróneas de varios gobiernos locales en cuanto a la promoción del desarrollo económico. En muchos casos la falta de control permitió la desviación de recursos a actividades imprudentes, sobre todo la especulación en bienes raíces y en el mercado de acciones, pero esas prácticas en estos momentos forman parte del pasado pues los gobiernos locales ya no intervienen en las decisiones administrativas de los bancos comerciales locales.

Cerca de otro 30% se debió a problemas con empresas estatales irrentables ya que el otorgamiento de préstamos a estas empresas se hacía más sobre criterios políticos que económicos. Esta es otra cuestión que también se está tratando de resolver con la reforma empresarial y la exigencia a los bancos de responsabilidad por su gestión, eliminándose la regulación que prevalecía aún en los noventa, referida a que los bancos comerciales estatales tenían la obligación de proveer créditos a empresas estatales independientemente de su desenvolvimiento económico.

Aproximadamente un 10% es debido al cierre, por parte del Estado, de algunas empresas que no han tenido un buen desempeño, como parte del proceso de reestructuración económica, y alrededor de otro 10% es resultado de imperfecciones en leyes y regulaciones, como por ejemplo, defectos en la viabilidad del sistema de leyes actuales sobre bancarrota. En este sentido, se aprobó una nueva legislación financiera que incluye además de la ley bancaria, que limita la intervención del gobierno en la administración bancaria, las leyes de seguros, de bancarrota, &c., que crean condiciones para un mejor desenvolvimiento futuro de la reforma.

El 20% restante –en realidad proporción bastante significativa– es responsabilidad de los bancos comerciales, los cuales han enfrentado problemas durante su adaptación a un sistema orientado al mercado. Sin embargo, consideran que estas dificultades son normales en la etapa en que se encuentra la reforma y se espera que vayan mejorando en la medida que ésta continúe perfeccionándose. De hecho, plantean que los bancos ya están inmersos en una dinámica centrada en una organización orientada al mercado que incluye no sólo los aspectos legales y administrativos, sino también de política, como por ejemplo, cuentan con independencia para seleccionar una clientela diversificada y cierta flexibilidad para manejar tasas de interés, &c.

En términos generales, hay que reconocer que la situación de los préstamos fallidos ha mejorado. Luego del altísimo índice alcanzado en 1999, la tasa de deudas malas respecto al total descendió en 2003 de 25% a 18% a fines del año, continuó bajando a un 13% a fines de 2004{4}, hasta llegar a la alentadora cifra de 8.6% en diciembre de 2005{5}. Además, se plantea que los nuevos préstamos otorgados son de mayor calidad, pues el ritmo de crecimiento de las nuevas deudas malas es menor que el que prevalecía anteriormente y su proporción dentro del total de los nuevos préstamos en los últimos años, se ha mantenido por debajo del 1%, nivel comparable al de sectores bancarios más saludables a escala internacional{6}.

No obstante, persisten elementos que demuestran que se trata aún de un problema no resuelto y de graves implicaciones, sobre todo por la magnitud que aún representan las antiguas deudas incobrables y porque en todo este período han continuado apareciendo nuevos préstamos malos.

A pesar del descenso experimentado, todavía la tasa alcanzada (8.6%) se encuentra a un nivel por encima del requerido por la Comisión de Regulación Bancaria China (CRBC); es la mayor de Asia después de Japón; y se ubica muy por encima de las tasas promedio de préstamos no recuperables de los 100 principales bancos del mundo que se sitúan entre un 2 y 3%{7}. Es de destacar que el riesgo crediticio, en general, continúa siendo alto en el país, representando entre un 70-80% del total de riesgos{8}.

Por otra parte, según un informe del diario «South China Morning Post» de Hong Kong, la cantidad de nuevos préstamos no recuperados aumentó en 2004 con respecto a 2002 y 2003.

Otro elemento a destacar es que en el Banco de China y el Banco de Construcción de China la reducción de sus préstamos vencidos y no cobrados se debió a la transferencia de más de 470.000 millones de RMB a sus empresas de gestión de activos, sin las cuales los préstamos no recuperables habrían excedido los 2.000 billones de RMB{9}. Es decir, en estos casos no se trata de la eliminación de esas deudas, sino de una maniobra técnica en el proceso de búsqueda de soluciones.

Iniciativas de solución que se han experimentado.

Hasta el momento el problema se había venido enfrentando con iniciativas como la inyección de capital gubernamental fresco y en menor medida la privatización, las cuales no han dado todos los resultados esperados, debido a la reducida capacidad del gobierno de hacer frente a los posibles costos derivados de ellas dada la gran magnitud del problema.

Otra de las acciones concretas que se llevó a la práctica en el sector fue el establecimiento en 1999, de 4 Compañías de Administración de Activos (CAA), instituciones financieras estatales con status legal independiente, pertenecientes al Ministerio de Finanzas, que han sido usadas, entre otros propósitos, fundamentalmente para resolver el problema de los préstamos malos.

Los principales objetivos de estas compañías iban dirigidos a mejorar la estructura de activos/pasivos de los bancos comerciales, administrar los préstamos incobrables de manera centralizada y separar los viejos préstamos de los nuevos para una aplicación del sistema de responsabilidad a los nuevos préstamos. Al mismo tiempo, mediante la conversión de deudas malas en acciones de las empresas estatales deudoras (capitalización de deudas), dichas compañías debían funcionar como soporte de la reforma al contribuir al desarrollo de estas empresas y optimizar el ajuste general de la economía estatal, al liberar a los bancos y empresas involucradas de una pesada carga: a los primeros, de las deudas incobrables y a las segundas del pago de los intereses por esas deudas.

De este modo, las CAA asumieron el control de 1,4 miles de millones de yuanes (168 miles de millones de dólares) de préstamos malos de los 4 bancos estatales en 1999, y en los años siguientes lograron eliminar unos 232 millones de yuanes de estos préstamos{10}. Sin embargo, hasta el momento, solo se ha logrado recuperar alrededor de un 20% del capital comprometido originalmente.

Los principales medios utilizados por las CAA han sido las ofertas públicas y subastas, en sus inicios a inversionistas domésticos y posteriormente también a extranjeros que se han mostrado interesados, como Citibank, UBS y HSBC.

Otras acciones concretas que se han llevado a la práctica para darle solución al problema de los préstamos incobrables han sido: aumentar el nivel de reservas para deudas morosas, eliminar las cuentas malas de manera oportuna y, para ello, crear mecanismos similares a los de la reestructuración de deudas según las prácticas internacionales.

Al margen de las medidas de contingencia para resolver el problema inminente, las autoridades chinas, interesadas en lograr una solución de largo plazo, también han atacado el problema por el lado institucional, relacionándolo con otras medidas más generales, como la reforma empresarial y de los bancos estatales. En particular, se destacan los esfuerzos por reducir la interferencia del gobierno a todos los niveles, así como medidas relacionadas con la supervisión. En ese sentido, se han establecido mecanismos de administración de riesgos; controles para los requerimientos de capital; supervisión de los reportes de ingresos para ayudar a los bancos a reducir costos, mejorar su rentabilidad y absorber cargas financieras del pasado, &c.

Alternativas de solución que se manejan en la actualidad

A partir de 2003 ocurrió un cambio trascendental en el tratamiento del problema de las deudas morosas, con el establecimiento de la CRBC, la cual pasa a desempeñar funciones que anteriormente eran de competencia del Banco Central.

Recientemente, y con la aprobación del Consejo de Estado, el Ministerio de Finanzas y de Administración Estatal de Impuestos, se publicó una circular relativa al IVA, al impuesto sobre el consumo, al impuesto de sociedades y a la política fiscal para empresas para incentivar el canje de activos por deuda y apoyar la reforma empresarial.

De acuerdo con estas políticas, las empresas que transfieren activos de propiedad como inversión a una compañía receptora, según el acuerdo de canje de activo por deuda firmado con una empresa de dirección de activos financieros, estarán exentas de IVA.

Las empresas que transfieren bienes de consumo sujetos a aranceles a una empresa receptora en una operación de canje de activo por deuda, estarán exentas del pago del impuesto sobre el consumo, pero tendrán que pagar el impuesto de sociedades.

El impuesto de sociedades, que se calcula sobre los beneficios adicionales generados por la empresa receptora como resultado de un interés no distributivo, será devuelto a la empresa original por las autoridades financieras centrales y locales según las regulaciones existentes con relación al impuesto de sociedades sobre la coparticipación de ingresos. Tal reembolso debe ser empleado específicamente en la adquisición de las acciones propiedad de la empresa de gestión de activos, aumentando así el capital estatal de la empresa de origen.

El método de devolución de ingresos está basado en las disposiciones aplicables de la circular publicada por el Ministro de Finanzas, la Administración Estatal de Impuestos y el Banco Popular de China sobre la administración de la devolución del impuesto sobre la renta según la reforma de la coparticipación del impuesto sobre la renta. La readquisición de acciones de la empresa de gestión de activos será tratada de acuerdo a las disposiciones del Ministerio de Finanzas sobre la gestión de activo{11}.

También, de manera indirecta se trata de enfrentar el problema. En ese sentido, por ejemplo, la CRBC ha puesto en práctica diferentes estrategias para la reforma bancaria que tienden, además, a mejorar la situación de las deudas malas:

Los bancos chinos con problemas no tienen prácticamente otra opción que la de fortalecerse y mejorar su competitividad de manera inmediata si quieren sobrevivir, pues se les avecina, próximamente, una gran amenaza con la total apertura al capital extranjero. Como consecuencia, en estos momentos, algunos están formando alianzas con bancos de otras ciudades y, en general, la mayoría se encuentra haciendo esfuerzos por mejorar su imagen y lograr listarse en los mercados de valores foráneos o encontrar inversionistas extranjeros.

Como se puede apreciar estamos en presencia de una «dialéctica particular» entre la solución de los préstamos malos y la apertura al exterior. Es decir, por una parte, se trata de buscar solución al problema de las deudas irrecuperables con el objetivo de fortalecer el sector financiero y prepararlo para la total apertura, pero por otra, la vía que parece estar disponible para ello es precisamente la inversión extranjera. De la forma en que se maneje la relación entre ambos dependerá el éxito de los dos procesos o su fracaso.

Para concluir, es conveniente apuntar que el resultado directo que podría traer las iniciativas o alternativas antes mencionadas, puede estar influido por la coyuntura macroeconómica particular en que estas se desenvuelvan. En ese sentido, existe el peligro de que se imponga un escenario donde el crédito barato y las perspectivas muy optimistas acerca del comportamiento de la demanda futura, continúen elevando las tasas de inversión, sobre todo en unos pocos sectores como ha venido ocurriendo hasta ahora. Tal situación podría llevar a un exceso de capacidad instalada que empujaría los precios hacia abajo e incidiría en una mayor morosidad en los préstamos del sector bancario.

Conclusiones

El mayor reto interno que enfrenta la banca china en estos momentos, es resolver el grave problema de los préstamos vencidos y no recuperados, cuestión clave para poder convertir a los actuales bancos en instituciones corporativas que funcionen sobre la base de criterios de eficiencia, rentabilidad y competitividad internacional.

Los préstamos irrecuperables surgen de las condiciones propias del modelo de desarrollo prevaleciente en el período antes de la reforma y se convierten en un serio problema para el sistema a partir de la evolución del proceso de modernización económica.

En la actualidad, la situación de los préstamos fallidos ha mejorado, no obstante, persisten elementos que demuestran que se trata aún de un problema no resuelto y de graves implicaciones, sobre todo por la magnitud que aún representan las antiguas deudas incobrables y porque en todo este período han continuado apareciendo nuevos préstamos malos.

Se han puesto en práctica múltiples iniciativas para solucionar el problema, pero hasta el momento no han sido suficientes. En la actualidad las nuevas alternativas están relacionadas con entrada de capital extranjero y van dirigidas a fortalecer y mejorar la competitividad de los bancos, pues próximamente deberán enfrentar la gran amenaza de la total apertura.

Bibliografía

Notas

{1} The New York Times, 17 septiembre 2002.

{2} China Daily, 20 julio 2002.

{3} Li Zi, «Banks in China lacking money», Pequín Review, 5 agosto 2004.

{4} Revista Daily News, 21 febrero 2005. Otras fuentes señalan un 12% («Banks to raise foreign ownership cap», Xinhua, 23 junio 2005).

{5} EFE, «China continúa la apertura y saneamiento del sector bancario», 5 diciembre 2005

{6} China Daily, 20 julio 2002.

{7} Mo Ram, «State Bank reform», Pequín Review, 5 agosto 2004.

{8} «Banks to raise foreign ownership cap», Xinhua, 23 junio 2005.

{9} Revista Económica China, Actualización de «Daily News», 21 de febrero de 2005

{10} Pequín Informa, nº 35, 29 agosto 2002.

{11} Hong Kong Trade Development Council, 8 de marzo de 2005.

 

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