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El Catoblepas, número 43, septiembre 2005
  El Catoblepasnúmero 43 • septiembre 2005 • página 25
Ante la República Popular China

Lucha contra las drogas en China

Informe difundido en junio de 2000 por la Oficina de Información
del Consejo de Estado de la República Popular China

Prólogo

En el mundo actual, el problema de las drogas, ya globalizado, constituye una seria amenaza para la subsistencia y el desarrollo de la humanidad. Los datos correspondientes a 1998 ofrecidos por la ONU revelan que en todo el planeta hay 21 millones de cocainómanos y heroinómanos y 30 millones de personas sufren por el consumo abusivo de las anfetaminas.

China limita al sudoeste con el «triángulo de oro», la zona productora de drogas más importante del mundo. A partir de finales de los años 70 del siglo XX, las drogas procedentes del extranjero no han cesado de agredir a China. El tráfico de drogas a través del territorio chino provocó el resurgimiento de las actividades delictivas e ilegales relacionadas con estas sustancias. El número de consumidores de drogas y de casos de narcotráfico asciende sin cesar, causando perjuicios cada vez más graves. La lucha contra las drogas se enfrenta a una delicada situación. En 1999, en el conjunto del país se descubrieron 65.000 casos de narcotráfico y se confiscaron 5,364 toneladas de heroína, 1,193 toneladas de opio, 16,059 toneladas de metanfetamina (conocida también como «hielo») y ciertas cantidades de cocaína, MDMA y marihuana. El número de casos descubiertos y los alijos confiscados aumentaron, respectivamente, un 2,4% y un 33,6% en comparación con el año 1998. En 1991 el número de consumidores registrados por los órganos de seguridad pública de China fue de 148.000; en 1995, de 520.000; y en 1999, de 681.000. Los consumidores de drogas, de los cuales un 71,5% son heroinómanos y un 79,2% tienen menos de 35 años de edad, representan actualmente el 0,54% de la población nacional. Según datos oficiales referentes a todo el país, el 72,4% de los 17.316 portadores del virus del SIDA registrados hasta finales de 1999 se habían contagiado mediante la administración de drogas por vía intravenosa. En la actualidad, en todas las provincias, regiones autónomas y municipios directamente subordinados al Poder central se cometen, en mayor o menor medida, delitos relacionados con las drogas. China, antes víctima solamente del tráfico de drogas, es también ahora víctima de su consumo.

Las drogas traen la desgracia a las naciones y a los pueblos. La lucha contra las drogas y la supresión de estos elementos siniestros son misiones históricas del Gobierno chino. En el pasado, las drogas han acarreado grandes desastres a la nación china. A partir de 1949, año de la fundación de la República Popular China, el Gobierno chino dirigió al pueblo en su encarnizada e impetuosa lucha contra las drogas. En lo que supuso un éxito milagroso mundialmente reconocido, bastaron tres años para erradicar definitivamente el opio, droga que había estado dañando al pueblo durante más de cien años. Ante el resurgir de la problemática de las drogas, el Gobierno chino, siendo responsable ante el Estado, la nación, el pueblo y toda la humanidad, insiste en la prohibición terminante de las drogas, adopta las medidas necesarias para combatirlas y hace todo lo posible por beneficiar al pueblo mediante su eliminación.

I. Persistir en la prohibición terminante de las drogas

El Gobierno chino estima que las drogas se han convertido en una plaga internacional que amenaza a toda la humanidad; por lo tanto, su prohibición es una responsabilidad que la comunidad internacional, mancomunando sus esfuerzos, debe asumir sin demora. Las drogas son perjudiciales para la salud del pueblo, generan corrupción y delincuencia, imposibilitan el desarrollo sostenible y ponen en peligro la seguridad estatal y la paz mundial. Hay que prohibir terminantemente todas las actividades delictivas e ilegales relacionadas con las drogas.

El pueblo chino ha sufrido en sus propias carnes la miseria que las drogas traen consigo. El control de las drogas refleja, precisamente, los intereses fundamentales del pueblo chino. El garantizar la seguridad de los ciudadanos y el velar por la subsistencia y el desarrollo del pueblo constituyen nobles deberes del Gobierno chino. Es por ello que el Gobierno chino lleva ya bastante tiempo trabajando con vistas a alcanzar la meta básica de «erradicar definitivamente las drogas», para lo cual ha elaborado y aplicado una serie de principios, políticas y medidas.

—Prohibición de las drogas como una tarea que está relacionada con la prosperidad o la decadencia de la nación china, su supervivencia o su extinción. Siendo una política básica, la prohibición de las drogas forma parte del programa de desarrollo de la sociedad y la economía nacionales, y se define como una de las principales tareas de los gobiernos de los distintos niveles. Por otra parte, se ha implantado al respecto un sistema de distribución de responsabilidades adaptado a las circunstancias concretas de China. Con todo ello se garantiza el desarrollo normal y continuado de la lucha contra las drogas.

—Estrategia integral en la prohibición de las drogas. La prohibición de las drogas constituye una compleja intervención sistemática en el entramado social, así como una misión estratégica a largo plazo. En efecto, además de utilizar, integrándolos, los recursos jurídicos, administrativos, económicos, culturales, educativos y terapéuticos disponibles, se moviliza y se organiza a todas las fuerzas sociales para que participen en la lucha contra las drogas.

—Prohibición de las drogas en conformidad con la ley. En consonancia con la estrategia de administrar el país de acuerdo con la ley, se ha establecido y perfeccionado un cuerpo de leyes y decretos sobre esta materia; se controlan, según la ley, tanto los narcóticos y las sustancias psicotrópicas, como aquellas sustancias químicas a partir de las cuales es fácil elaborar drogas; se previenen y se castigan los delitos relacionados con las drogas; se reprimen eficazmente las distintas actividades delictivas e ilegales vinculadas con las drogas; en el tratamiento médico por la abstinencia y en la rehabilitación de los drogodependientes se aplican terapias específicas, con el objetivo de salvar a los consumidores de drogas; y se garantiza que en la prohibición de las drogas no se rebase el marco fijado por la ley.

—Prohibición del comercio, el cultivo, el consumo y el procesamiento de drogas, cierre de las fuentes e interceptación de los canales, aplicación estricta de las leyes, y eliminación de las raíces del problema y de sus manifestaciones. Se insiste en prohibir el consumo, el tráfico, el cultivo y el procesamiento de drogas, se controla el suministro ilegal de estas sustancias y, al mismo tiempo, se previene su abuso; es decir, se prohiben y se reprimen todas las actividades ilegales vinculadas con las drogas.

—La prevención del consumo de drogas por parte de los jóvenes y adolescentes como estrategia básica de la prohibición de las drogas. En la lucha contra las drogas se hace hincapié en la formación y la protección de los jóvenes y adolescentes, se adoptan medidas preventivas eficaces organizando y coordinando los departamentos gubernamentales correspondientes y las diferentes organizaciones sociales, y se educa a los jóvenes y a los adolescentes en la valoración de la vida y el rechazo de las drogas.

—Práctica y promoción activas de la cooperación internacional en el control de las drogas. El Gobierno chino apoya la cooperación internacional en el control de las drogas. En este sentido, aboga por la perseverancia en los principios de participación amplia y de responsabilidad conjunta; por la aplicación general de una estrategia integral y equilibrada en el control internacional de las drogas; y por la implantación de cultivos alternativos con miras a resolver definitivamente este problema.

Dirigidos por los gobiernos de los distintos niveles, los departamentos de los órganos de seguridad pública de China encargados del control de las drogas se responsabilizan de la prohibición; los departamentos gubernamentales ejecutivos velan conjuntamente por su cumplimiento; y las organizaciones sociales prestan su colaboración. En 1990 el Gobierno chino estableció la Comisión Estatal para el Control de las Drogas, comisión en la que participan el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio de Salud Pública, la Administración General de Aduanas y otras 22 instituciones. Esta comisión está encargada de dirigir la lucha contra las drogas en todo el país y de desarrollar programas de cooperación internacional en este terreno. Su oficina de trabajo se encuentra en el Ministerio de Seguridad Pública. En 1998 el Consejo de Estado autorizó la creación del Buró de Control de las Drogas del Ministerio de Seguridad Pública, que desempeña, a la vez, las funciones de oficina de trabajo de la Comisión Estatal para el Control de las Drogas. En la actualidad, tanto los gobiernos de las 31 provincias, regiones autónomas y municipios directamente subordinados al Poder central, como los gobiernos de la mayoría de los distritos (municipios y barrios) cuentan con órganos encargados de dirigir la lucha contra las drogas. Se han organizado brigadas policiales de estupefacientes en los órganos de seguridad pública de 24 provincias, regiones autónomas, municipios directamente subordinados al Poder central, así como en los de 204 prefecturas (municipios) y 735 distritos (municipios y barrios) a ellos supeditados. Las unidades de la Policía Armada Popular de China y los departamentos de seguridad pública, fronteras, justicia, aduanas, de administración y control de medicamentos y de administración industrial y comercial también tienen encomendadas tareas relacionadas con la aplicación de las leyes en el control de las drogas. Los gobiernos de los distintos niveles incluyen los fondos requeridos para la lucha contra las drogas en los presupuestos fiscales, fondos que, gracias al desarrollo de la economía nacional, aumentan año tras año según las necesidades. En 1998 el Consejo de Estado autorizó el establecimiento de la Fundación China para el Control de las Drogas, institución que absorbe cuantiosos fondos sociales y los canaliza en apoyo de la lucha contra las drogas.

II. Fortalecer la legislación sobre el control de las drogas

China presta suma atención a la legislación sobre el control de las drogas e insiste en combatirlas dentro del marco legal. Ante la proliferación de las drogas, a lo largo de los últimos 20 y pico años China ha acelerado el paso en la legislación sobre el control de las drogas y ha promulgado una serie de leyes y decretos, de manera que la creación de un marco legal para el control de las drogas ha experimentado importantes avances.

Las leyes penales concernientes al control de las drogas han ido perfeccionándose gradualmente. En el Código Penal de la República Popular China, promulgado el 1º de julio de 1979 durante la II sesión plenaria de la V Asamblea Popular Nacional, se tipifican como delitos la producción, la venta y el transporte de drogas, y se detallan las penas correspondientes. En los años 80, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China promulgó sucesivamente la Ley de Aduanas de la República Popular China, el Reglamento sobre las Sanciones de la Administración de la Seguridad Pública de la República Popular China, la Resolución de Castigar Severamente los Delitos Económicos Graves y el Reglamento Complementario de Castigar el Tráfico de Drogas. Estas leyes y reglamentos codificaron nuevas estipulaciones sobre el castigo del narcotráfico y establecieron la pena capital como pena máxima para los casos de mayor gravedad. En su XVII sesión plenaria, celebrada el 18 de diciembre de 1990, el Comité Permanente de la VII Asamblea Popular Nacional de China aprobó la Decisión sobre la Prohibición de las Drogas. Contiene ésta definiciones completas sobre las diversas actividades delictivas relacionadas con las drogas y sus correspondientes sanciones, sobre el castigo y la abstinencia forzosa de los consumidores de drogas y sobre otros puntos, estableciendo en términos claros y precisos la jurisdicción general de China en los delitos de tráfico, venta, transporte y procesamiento de drogas.

El 14 de marzo de 1997, en el curso de la V sesión plenaria de la VIII Asamblea Popular Nacional, se agregaron importantes modificaciones y complementos al Código Penal de la República Popular China, asimilando y conservando los contenidos principales de la Decisión sobre la Prohibición de las Drogas. Con ello, se fortaleció aún más la legislación penal sobre el control de las drogas. El Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema ofrecieron las oportunas explicaciones judiciales acerca del Código Penal revisado.

El severo castigo de la delincuencia relacionada con las drogas es una de las características de la legislación penal de China sobre el control de estas sustancias. El Código Penal revisado encarna cabalmente este principio. En primer lugar, abarca toda la gama de delitos relacionados con las drogas y garantiza la imposición de penas a los delincuentes involucrados. El Código Penal tipifica y determina las respectivas penas de 12 delitos relacionados con las drogas, tales como el de contrabando, el tráfico, la venta, el transporte y la producción de drogas; el de la tenencia ilícita de drogas; el del encubrimiento, desplazamiento y ocultación de drogas y del dinero relacionado al tráfico ilícito; el del contrabando de materiales empleados en la fabricación de drogas; el de la compra y la venta ilegales de materiales para fabricar drogas; el del cultivo ilegal de las plantas originales de las drogas; el de la compra, la venta, el transporte y la tenencia ilegales de semillas y brotes de dichas plantas; el del suministro ilegal de narcóticos y sustancias psicotrópicas. En el Código Penal, se tipifican, además, las sanciones de los delitos de lavar dinero del narcotráfico. En segundo lugar, estipula que se exigirán responsabilidades penales y se castigará con la imposición de las penas fijadas a quienes incurran en los delitos de tráfico, venta y transporte de drogas, sea cual sea su cantidad. En cuanto a este último punto, no se calcula la pureza, sino que solamente se tiene en cuenta la cantidad de droga decomisada en los casos de tráfico, venta, transporte, producción y tenencia ilícita. En tercer lugar, además de sanciones penales, a los procesados por narcotráfico se les aplican sanciones económicas, consistentes en la confiscación de bienes o la imposición de multas, a fin de privarles de los ingresos obtenidos ilegalmente con el narcotráfico y de incapacitarles económicamente para la reincidencia en este delito. En cuarto lugar, impone penas más rigurosas a quienes recurran a menores de edad para el tráfico, la venta, el transporte o la producción de drogas, y a quienes los induzcan a ello; a quienes vendan drogas a menores de edad; a quienes engañen a menores de edad para que consuman drogas y a quienes los inciten u obliguen a ello; a quienes después de cumplir su condena por tráfico, venta, transporte, producción o tenencia ilícita de drogas reincidan en cualquiera de estos delitos. En quinto lugar, impone la pena capital a los implicados en los casos de tráfico, venta, transporte o producción de drogas de máxima gravedad. Por una parte, el hecho de que la legislación china castigue con severidad los delitos relacionados con las drogas obedece a las exigencias que en la actualidad plantea la lucha contra las drogas, mientras que, por otra parte, refleja la firmeza de China con respecto al control de las drogas.

El control estricto y la prohibición terminante del consumo abusivo de narcóticos y sustancias psicotrópicas constituyen una faceta de la legislación china sobre el control de las drogas que reviste suma importancia. Así lo demuestra la promulgación de más de 30 leyes, decretos y reglamentos al respecto. En el curso de la VII sesión del Comité Permanente de la VI Asamblea Popular Nacional, celebrada en septiembre de 1984, se aprobó la Ley de Control de Medicamentos de la República Popular China, en cuyo artículo 39 se estatuye lo siguiente: El Estado aplicará medidas especiales para el control de los narcóticos y las sustancias psicotrópicas. En 1987 y 1988, el Consejo de Estado publicó respectivamente, el Reglamento sobre el Control de Narcóticos y el Reglamento sobre el Control de Sustancias Psicotrópicas. Ambos documentos formulan estipulaciones claras y pertinentes sobre la producción, el suministro, el transporte, la utilización, la importación y la exportación de narcóticos y sustancias psicotrópicas. En 1995, el Consejo de Estado hizo público el Reglamento sobre la Abstinencia Forzosa y el Ministerio de Salud Pública emitió el Reglamento sobre el Control de los Medicamentos Destinados a la Abstinencia de las Drogas. Por consiguiente, la labor desarrollada en el ámbito de la abstinencia forzosa discurre en todo momento por los cauces legales.

Con el doble objetivo de evitar que las sustancias químicas con las que resulta fácil elaborar drogas lleguen a los canales de distribución ilegal y de asestar duros golpes a la delincuencia relacionada con esta actividad, las autoridades legislativas y el Gobierno de China promulgaron una serie de decretos y reglamentos para el control estricto de tales sustancias químicas. Los artículos contenidos en el Código Penal de la República Popular China, la Ley de Aduanas de la República Popular China y la Decisión sobre la Prohibición de Drogas del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional castigan severamente la compra, la venta y el tráfico de dichas sustancias químicas, de efedrina y de otras materias primas e ingredientes utilizados en la elaboración de drogas.

Por otra parte, las autoridades legislativas de Yunnan, Guizhou, Sichuan, Guangdong, Guangxi, Gansu, Shaanxi, Heilongjiang, Ningxia, Jiangsu y otras provincias y regiones autónomas han dictado leyes y reglamentos regionales sobre el control de las drogas basándose en su propia realidad concreta.

En la actualidad ya existe un sistema legal para el control de las drogas, cuyo cuerpo principal, formado por las leyes criminales, se complementa con los decretos y reglamentos administrativos nacionales, así como con los decretos y reglamentos regionales. Este sistema legal proporciona poderosas armas legales a la lucha contra las drogas.

III. Castigar con severidad y decisión los delitos relacionados con las drogas

Dentro de los límites marcados por la ley, los órganos judiciales de China encargados del control de las drogas asestan duros golpes a la delincuencia relacionada con las drogas y castigan rigurosamente a los narcotraficantes.

Teniendo en cuenta que las drogas provienen en su mayoría de fuera del país, China ha redoblado los esfuerzos encaminados a detectar e impedir el tráfico de drogas entre uno y otro lado de sus fronteras. En los años 80, se invirtieron cuantiosos recursos humanos, materiales y financieros en la coordinación de las actuaciones de los órganos de seguridad pública, de las unidades de la policía armada, de las aduanas y de las masas populares, y se establecieron tres líneas de defensa. La primera consistió en la impermeabilización de las fronteras; la segunda, en la vigilancia pormenorizada en el interior del país; y la tercera, en el control de los principales caminos y cruces, los aeropuertos, las estaciones ferroviarias y los puertos. En los años 90, se intensificó aún más la vigilancia del narcotráfico fronterizo, se cierran las fuentes y interceptan los canales, se vedan las drogas sin reservas en las principales vías de comunicación, en los aeropuertos, en las estaciones ferroviarias y en los puertos tanto marítimos como fluviales, de manera que ha aparecido una nueva situación, en la cual, la defensa es organizada en forma unificada, y los sectores pertinentes asumen sus responsabilidades y cooperan estrechamente en los esfuerzos dirigidos a atacar las drogas ya introducidas en China. Los departamentos de seguridad pública, aduanas, ferrocarriles, transporte, aviación civil, silvicultura y telecomunicaciones de todo el país desempeñan estas mismas funciones, y han cosechado éxitos notables en la prohibición de las drogas. Desde 1982, sólo en la provincia de Yunnan se han descubierto más de 70.000 casos de narcotráfico fronterizo y se han confiscado más de 80 toneladas de heroína y de opio procedentes del «triángulo de oro». En mayo de 1994 se puso al descubierto un caso gravísimo de narcotráfico internacional por medio de una brillante operación que concluyó con la captura de un cabecilla del «triángulo de oro», al que los órganos judiciales, procediendo en conformidad con la ley, condenaron a la pena capital. Desde hace muchos años, los órganos judiciales de China vienen ejerciendo una gran presión sobre la delincuencia relacionada con las drogas y asestando duros golpes a los traficantes de dentro y de fuera del país.

Paralelamente a la estricta vigilancia del narcotráfico a través del territorio chino, el Gobierno chino libra una lucha especial contra las drogas y restablece el orden en las regiones seriamente perjudicadas por estas sustancias, combatiendo sin cuartel las actividades delictivas con ellas relacionadas. Entre 1983 y 1986, durante tres años consecutivos se desplegó en todo el país, una «campaña contra la delincuencia» centrada en la lucha contra las actividades criminales vinculadas con las drogas. En agosto de 1992, el gobierno de la provincia de Yunnan emprendió una lucha armada contra las drogas, que se prolongó durante 83 días y que desarticuló una banda de traficantes de drogas y de armas, con características típicas de la sociedad secreta, establecida en Pinyuan, poblado de Wenshan, prefectura de la provincia de Yunnan. Entre 1993 y 1996, el Ministerio de Seguridad Pública llevó a cabo una intensa campaña de control de las drogas y las armas de fuego en las zonas fronterizas del sudoeste. En 1997, la Comisión Estatal para el Control de las Drogas puso en marcha una enérgica campaña nacional contra estas sustancias en la que se lograron importantes éxitos. Desde 1999, bajo la dirección unificada de la Comisión Estatal para el Control de las Drogas, viene desarrollándose en Yunnan, Guizhou, Sichuan, Guangdong, Guangxi, Gansu y otras provincias y regiones autónomas especialmente señaladas, una campaña de limpieza de las zonas seriamente afectadas por las drogas, campaña en la que se han descubierto una serie de graves casos de narcotráfico, se ha capturado a numerosos traficantes, se han desarticulado diversas bandas y se han suprimido centros y redes ilegales de comercio y distribución de drogas. Entre 1991 y 1999, los órganos administrativos encargados de la prohibición de las drogas descubrieron más de 800.000 delitos de narcotráfico y confiscaron 39,67 toneladas de heroína, 16,894 toneladas de opio, 15,079 toneladas de marihuana y 23,375 toneladas de metanfetamina.

Siendo la población de China tan numerosa, su consumo legal de narcóticos y de sustancias psicotrópicas es muy elevado. Al tiempo que garantiza la buena salud del pueblo y satisface sus necesidades terapéuticas, China ejerce un estricto control sobre 118 narcóticos y 119 sustancias psicotrópicas, limitando su producción, prescripción y administración, así como su importación y exportación, en prevención de que se desvíen hacia los canales ilegales. Los departamentos sanitarios y farmacéuticos de control e inspección, agricultura, administración comercial e industrial, comercio exterior, aduanas, ferrocarriles, comunicaciones, aviación civil y seguridad pública de distintos lugares, inspeccionan y subsanan todos los años las irregularidades detectadas en la producción, la administración, el transporte, la importación y la exportación de narcóticos y de sustancias psicotrópicas, y castigan debidamente tanto su producción, venta y suministro ilícitos, como su consumo abusivo. Heilongjiang, Mongolia Interior, Shanxi, Shaanxi y otras provincias y regiones autónomas del norte de China descubrieron y juzgaron una serie de casos de robo, compra, venta y abuso de demerol y de otros narcóticos.

El Gobierno chino se muestra consecuente al considerar que el punto clave de su lucha contra las drogas es la prohibición del cultivo de las plantas originales de las drogas, decretada hace ya mucho tiempo como medida preventiva. La Comisión Estatal para el Control de las Drogas coordina anualmente los trabajos relacionados con la prohibición del cultivo de estas plantas. Los gobiernos de las distintas localidades asumen la responsabilidad de velar por el cumplimiento de dicha prohibición que corresponde a su nivel y movilizan a las masas populares tanto para mejorar la información y la educación en este ámbito, como para intensificar la supervisión del cultivo de estas plantas. Se exigen responsabilidades ineludibles a quienes las cultivan y se destruyen sin vacilaciones los cultivos descubiertos. Los gobiernos locales que tienen bajo su jurisdicción zonas montañosas y zonas forestales clasificadas deben ordenar anualmente la investigación y el control de los cultivos ilegales de estas plantas en dichas zonas. Empleando modernos medios científicos y técnicos, desde 1992 la Comisión Estatal para el Control de las Drogas y los departamentos de silvicultura organizaron varias inspecciones de cultivos de las plantas originales de las drogas, sobrevolando las selvas vírgenes de la cordillera Hinggan Mayor del nordeste, las montañas Lianhua del noroeste y otros lugares del país. En la actualidad puede afirmarse que China ha culminado en lo fundamental la erradicación del cultivo ilegal de estas plantas perniciosas.

IV. Control estricto de los productos químicos usados en la elaboración de drogas

A partir de los años 80, coincidiendo con la propagación de las drogas por todo el planeta y con el auge alcanzado por la producción de drogas sintéticas, se dispara el contrabando internacional de los productos químicos utilizados en la elaboración de drogas y de efedrina. Haciendo gala de su elevado sentido de la responsabilidad ante la comunidad internacional, el Gobierno chino cumple concienzudamente los deberes derivados de los convenios internacionales sobre la prohibición de las drogas y controla estrictamente los productos químicos empleados en la elaboración de drogas y de efedrina.

Perfeccionamiento incesante de las leyes y los reglamentos relacionados con el control de los productos químicos usados en la elaboración de drogas. En octubre de 1988, los departamentos pertinentes de China expidieron documentos sobre el control de la exportación de anhídrido acético, éter y cloroformo, productos químicos utilizados para fabricar drogas como la heroína. En enero de 1993, China empezó a exigir licencias de exportación para los 22 productos químicos utilizados en la elaboración de drogas, enumerados en el Convenio de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Narcóticos y Sustancias Psicotrópicas. En junio de 1996, estipuló el sistema de expedición de licencias de importación de las 22 sustancias químicas mencionadas. En abril de 1997, los departamentos del comercio exterior de China hicieron públicas las Estipulaciones Provisionales sobre la Importación y Exportación de Productos Químicos Usados en la Elaboración de Drogas; y en diciembre de 1999, promulgaron oficialmente las Estipulaciones sobre la Importación y Exportación de Productos Químicos Usados en la Elaboración de Drogas. Yunnan, Sichuan y otras provincias lindantes con las regiones productoras de drogas de fuera de las fronteras chinas también han elaborado leyes y reglamentos locales para controlar todos los aspectos de la producción, el transporte, el manejo y el uso de los productos químicos usados en la elaboración de drogas. Actualmente, el Gobierno chino está formulando normas de ámbito nacional sobre la administración de los productos químicos usados en la elaboración de drogas.

Perfeccionamiento gradual de las leyes y los reglamentos sobre el control de la efedrina. Entre los años 1992 y 1998, los departamentos correspondientes de China promulgaron numerosos reglamentos respecto al control de la efedrina. En marzo de 1998, el Consejo de Estado publicó el Aviso de Intensificación del Control de la Efedrina, en el que se estipulaba la aplicación de un control especial en la producción, el manejo, el transporte, el uso y la exportación de este alcaloide. En diciembre de 1998, los departamentos pertinentes publicaron conjuntamente el Aviso sobre los Problemas Planteados por el Control de la Exportación de los Productos de Efedrina, y llevaron a cabo la supervisión global de la exportación de 12 tipos de productos confeccionados a partir de la efedrina, entre ellos las sales, los productos semielaborados, los derivados y los preparados de recetas caseras. En junio de 1999 y en mayo de 2000, los departamentos del Estado promulgaron respectivamente las Medidas de Control de la Efedrina y las Estipulaciones sobre las Licencias de Transporte de la Efedrina, perfeccionando ulteriormente los reglamentos concernientes al control estricto de esta sustancia.

Los departamentos competentes y los órganos ejecutivos de los distintos niveles de China cumplen rigurosamente las leyes y los reglamentos estatales correspondientes, intensifican sin cesar la supervisión y la administración de la producción y la circulación de los productos químicos usados en la elaboración de drogas y de efedrina, amparan conforme a la ley su producción y comercio legales y reprimen decidida y contundentemente las actividades ilegales de comercio, tráfico y contrabando. Las provincias y regiones del sudoeste, noroeste y noreste insisten en la táctica de «atacar el contrabando desde dos frentes» en las zonas fronterizas y los puertos de entrada y salida del país, estrategia consistente en, por una parte, vigilar e impedir la entrada de drogas a China, y, por otra parte, en vigilar e impedir el contrabando de productos químicos usados en la elaboración de drogas y de efedrina con destino a otros países. Entre 1997 y 1999 se descubrieron en todo el país 548 casos de comercio ilegal y de contrabando de productos químicos usados en la elaboración de drogas, de los que se decomisaron más de 1.000 toneladas.

Los departamentos pertinentes de China y los órganos de control de las drogas de las Naciones Unidas, así como las autoridades competentes de los países implicados, establecieron conjuntamente el sistema de verificación y examen internacionales de las importaciones y exportaciones de los productos químicos empleados en la elaboración de drogas. Sólo en 1999, China tramitó 568 casos de verificación y examen de dichas importaciones y exportaciones, descubrió y detuvo en 35 ocasiones el comercio ilegal, e impidió la salida del país de 3.380 toneladas de productos químicos empleados en la elaboración de drogas. Durante la «operación violeta», campaña de ámbito mundial llevada a cabo de abril a diciembre de 1999 para evitar la entrada de permanganato potásico en los canales de distribución ilegal, que contó con la participación de más de 20 países, regiones y organizaciones internacionales, China descubrió 6 casos del comercio ilegal, impidiendo de este modo la exportación de 1.160 toneladas del permanganato potásico.

A partir de los años 50 el Gobierno chino comenzó a controlar estrictamente los medicamentos psicotrópicos anfetamínicos. Ante la constatación de que en los últimos años la fabricación ilegal y el tráfico de metanfetamina han ido adquiriendo una magnitud creciente, los órganos de seguridad pública de China, centrándose en las zonas litorales del sudeste, han desplegado múltiples operaciones para erradicar la producción y el tráfico de esta droga estimulante. En 1999, la Comisión Estatal para el Control de las Drogas modificó la orientación de su trabajo, desplazándolo de la «prohibición simultánea del comercio, el cultivo y el consumo de drogas» a la «prohibición simultánea del comercio, el cultivo, el consumo y la fabricación de drogas». Los departamentos de seguridad pública de los distintos niveles de todo el país han intensificado su lucha contra la fabricación ilegal y el tráfico de metanfetamina, labor en la que han logrado éxitos notables. Entre 1991 y 1999, se descubrieron en todo el país un total de 360 casos de fabricación y venta de metanfetamina, con lo que se asestó un duro golpe a este tipo de actividades delictivas.

V. Tratamiento y ayuda a los drogadictos

A fin de proteger la salud física y mental de los ciudadanos, de mantener el orden público y de eliminar de raíz los perjuicios causados por el consumo de drogas, el Gobierno chino dedica suma atención a la prohibición del consumo de estas sustancias y a la abstinencia forzosa, poniendo ambas en práctica enérgicamente. Por otra parte, el Gobierno aplica programas terapéuticos que combinan la abstinencia forzosa con la ayuda y la educación a los toxicómanos por parte de la sociedad entera, esforzándose en todo momento por instruirlos y socorrerlos.

Las leyes chinas estipulan que los drogadictos deben abstenerse de consumir drogas. Actuando en consecuencia, los departamentos correspondientes de los distintos lugares del país han establecido un sistema de registro y seguimiento de la población toxicómana y han creado una red de investigación del abuso de los medicamentos, con el fin de reunir los datos y los materiales necesarios para controlar a tiempo la situación de los drogadictos. El Consejo de Estado promulgó las Medidas para la Implementación de la Abstinencia Forzosa, mientras que los departamentos correspondientes elaboraron las Directrices de las Terapias Estándares de Abstinencia para la Deshabituación del Opio, así como el Reglamento sobre el Control de los Medicamentos Destinados a la Abstinencia de las Drogas. Con todo ello, se ha conseguido estandarizar en el ámbito nacional la labor terapéutica y abstinencial. El Estado no sólo ha establecido centros de investigación sobre la adicción a los medicamentos, centros de seguimiento de su consumo abusivo, centros de deshabituación de los fármacos y laboratorios de estupefacientes, sino que organiza a los especialistas y a las instituciones de investigación que se dedican al estudio de los métodos científicos de abstinencia y de los medicamentos destinados a la abstinencia. Partiendo de la situación nacional, China aplica múltiples métodos para ayudar a los drogadictos a abstenerse de consumir drogas, entre los cuales la abstinencia forzosa es la principal. Los consumidores habituales de drogas son ingresados en centros de abstinencia forzosa establecidos por los gobiernos de los distintos niveles; a quienes recaen en el consumo de drogas después de abandonar los centros de abstinencia forzosa, se les interna en centros de abstinencia mediante el trabajo obligatorio administrados por los departamentos judiciales; a los drogadictos para quienes el ingreso en los centros de abstinencia forzosa se considera inadecuado, se les da un plazo para que, bajo la tutela de sus familiares y con la ayuda y la supervisión de las comisarías de policía locales, abandonen su hábito. Además de todos estos métodos, en las entidades médicas de algunos lugares se aplica una terapia consistente en que los toxicómanos abandonen su adicción por sí mismos; en dichas entidades se trata a los drogadictos que deciden abstenerse del consumo de drogas por voluntad propia. Adoptando medidas acordes con las circunstancias locales, algunas zonas han conseguido que las organizaciones de base y las asociaciones sociales supervisen a los drogadictos y les ayuden a abandonar su adicción.

En China, las dos principales terapias para la curación de los toxicómanos son el ingreso en los centros de abstinencia forzosa y en los centros de abstinencia mediante el trabajo obligatorio. Estos dos tipos de centros son escuelas especiales en las que se educa y socorre a los drogadictos. El Reglamento sobre de la Abstinencia Forzosa contienen estipulaciones concretas y explícitas sobre el establecimiento, la administración, las terapias abstinenciales, las condiciones de vida y otros aspectos de los centros de abstinencia forzosa. Tanto los órganos de seguridad pública como los órganos judiciales han elaborado reglamentos al respecto, aplicando una administración tipificada y estandarizada en ambos tipos de centros. Los gobiernos de los distintos niveles invierten anualmente grandes cantidades en la construcción de dichos centros especiales. Actualmente existen en todo el país 746 centros de abstinencia forzosa y 168 centros de abstinencia mediante el trabajo obligatorio. En 1999 se registraron más de 224.000 abstinencias forzosas y 120.000 drogadictos accedieron a seguir el tratamiento dispensado en los centros de abstinencia mediante el trabajo obligatorio. Todos los centros de abstinencia siguen las directrices de educar, formar y socorrer a los drogadictos, y son gestionados de forma estricta, científica, civilizada y conforme a la ley. En los centros de abstinencia, a los internos se les trata con terapias seguras y científicas, se les imparten conocimientos legales y morales, y se les educa estrictamente en un comportamiento correcto. Dichos centros, organizan a los internos para que adquieran conocimientos científicos y culturales, lleven a cabo una amplia gama de animadas actividades recreativas y deportivas, y realicen los trabajos físicos adecuados, de modo que su salud se fortalezca y aprendan alguna técnica para ganarse la vida. Los beneficios generados por el trabajo de los internos se destinan íntegramente a la mejora de sus propias condiciones de vida. Los centros de abstinencia respetan y garantizan plenamente los derechos e intereses legítimos de los internos, aplican el sistema de hacer públicos los asuntos policiales y aceptan la supervisión de los diputados de las asambleas populares y de los representantes de los distintos círculos sociales. En colaboración con los departamentos de la lucha contra las drogas y los departamentos de control de epidemias, llevan a cabo los trabajos de supervisión y tratamiento del SIDA, así como campañas de información sobre esta enfermedad. En algunas provincias, los centros de abstinencia se encargan del seguimiento de la evolución del SIDA entre la población toxicómana. En Yunnan, Guizhou, Gansu, Guangdong y otras provincias, algunos centros de abstinencia crearon una nueva experiencia de administración estandarizada que se caracteriza por el «tratamiento médico hospitalizado, el establecimiento de diversos niveles educativos, el ajardinamiento del entorno y el restablecimiento de la salud corporal por medio del trabajo físico». A estos centros los internos los llaman «centros para nacer a una nueva vida tras abstenerse de consumir drogas».

Con el objetivo de resolver el difícil problema planteado por el alto índice de recaídas en el consumo de drogas, el Gobierno chino, apoyándose en las masas populares y movilizando a todas las fuerzas sociales, sigue apoyando y formando a quienes son dados de alta de los centros de abstinencia. Los órganos de seguridad pública, las organizaciones de las zonas urbanas, las entidades y los familiares han emprendido una cooperación estrecha con los centros de abstinencia, han combinado la terapia de abstinencia forzosa con el refuerzo de los éxitos con la ayuda y la educación social, han establecido un sistema de ayuda y de educación social, y han formado pequeños grupos de diversos tipos para poner en práctica las medidas de ayuda y de educación social. Los sindicatos, las unidades de la Liga de la Juventud Comunista, las federaciones de mujeres, las asociaciones de trabajadores autónomos y otros grupos sociales utilizan plenamente sus propios recursos y prestan ayuda de la manera apuntada a las mujeres, los empleados, los obreros, los adolescentes, los jóvenes y los trabajadores autónomos que forman parte de la población toxicómana. Estas iniciativas han dado muy buenos resultados. En China, los gobiernos de los distintos niveles y las organizaciones de base ayudan activamente a las personas dadas de alta de los centros de abstinencia a resolver las dificultades concretas de la vida y del trabajo, y velan por que no sean discriminadas al buscar trabajo o al ingresar en las escuelas. Son muchas las personas que logran dejar su adicción, se reintegran en la sociedad y nacen a una nueva vida.

La prohibición del consumo de drogas y la abstinencia forzosa son dos medidas de gran importancia para eliminar de raíz el problema de las drogas. En los últimos años, Mongolia Interior, Yunnan, Guangxi, Guizhou y otras provincias y regiones autónomas se han centrado primero en la ayuda y la educación social; a continuación, han desarrollado actividades de creación de «zonas residenciales sin drogas»; y, finalmente, han abierto una vía consistente en realizar primero su labor en las zonas residenciales de base, apoyándose en los pilares de la prohibición del consumo y la abstinencia, para fomentar seguidamente la prohibición de las drogas. Las etapas fundamentales de este nuevo enfoque son las siguientes. Tomando como entidades las pequeñas zonas residenciales (es decir, por lo general barrios residenciales en las ciudades y poblados y cantones en las zonas rurales) y bajo la dirección unificada de sus órganos ejecutivos, se establecen para determinada zona residencial un mecanismo administrativo de control de las drogas y un sistema de responsabilidad por los trabajos; se delimitan las responsabilidades en la lucha contra las drogas y se distribuyen entre los grupos y los individuos de la zona para que unos y otros sepan qué tarea les corresponde en el esfuerzo conjunto por alcanzar la meta de erradicar las drogas y crear «zonas residenciales sin drogas»; sobre esta base, se amplía sin cesar el área de cobertura de las «zonas residenciales sin drogas»; finalmente, la meta de erradicar las drogas se materializa en todo un distrito, un municipio y una provincia. Baotou, municipio de la región autónoma de Mongolia Interior, constituye un excelente ejemplo de cómo China ha procedido en la creación de «zonas residenciales sin drogas». En Baotou, el problema de las drogas había llegado a ser muy grave; no obstante, a partir de 1994, basándose en los sólidos cimientos de la prohibición del consumo y la abstinencia, se llevó a cabo en todo el municipio la campaña de establecer la «zona residencial sin drogas» y se creó y se puso en práctica de manera general el sistema de distribución de responsabilidades en la lucha contra las drogas, llegándose hasta los grupos de ayuda y educación en el eje longitudinal y hasta todas las entidades de base de las zonas jurisdiccionales en el eje transversal. Con ello, se ha conseguido que todo el pueblo participe en la lucha contra las drogas. Los 2.169 grupos de ayuda y educación existentes actualmente en Baotou, donde el índice de abstinencia de duración superior al año llega al 70 por ciento, han prestado ayuda a más de 2.000 drogadictos. Recientemente, se han creado 1.436 «zonas residenciales sin drogas», cifra que representa el 90,2 por ciento del número total de zonas residenciales, con lo que se ha alcanzado en lo fundamental el objetivo de eliminar los daños que las drogas causan a la sociedad.

La práctica demuestra que la creación de las «zonas residenciales sin drogas» es coherente con la situación nacional de China, satisface las exigencias de la estrategia de movilizar a todo el pueblo y de llevar a cabo una gestión integral, y es un medio eficaz para librar de manera continuada la lucha contra las drogas. En 1999, la Comisión Estatal para el Control de las Drogas divulgó por todo el país las experiencias avanzadas de Baotou y de otros lugares, y dispuso que la creación de «zonas residenciales sin drogas» se extendiera al resto de la nación.

VI. Fortalecer la conciencia del pueblo respecto a la lucha contra las drogas

La clave de la lucha contra las drogas reside en despertar a las masas populares. China considera que el fortalecimiento de la conciencia del pueblo respecto a la lucha contra las drogas es una tarea estratégica y el método más eficaz para eliminar de raíz el problema de las drogas, y fomenta entre el pueblo la educación en la prevención del consumo de estas sustancias.

Los gobiernos de China de los distintos niveles prestan suma atención a la divulgación de la lucha contra las drogas. Todos los años elaboran planes y realizan campañas de prevención centradas en el rechazo al consumo de drogas. Por otra parte, los departamentos de control de las drogas de distintos lugares, colaboran estrechamente con los departamentos de difusión, cultura, radio, televisión, noticias y ediciones; aprovechando al máximo medios como la prensa, la radio y la televisión, así como las buenas formas aceptadas por las masas populares, organizan frecuentemente actividades publicitarias, educativas y de asesoramiento, divulgando así conocimientos sobre la lucha contra las drogas y los preceptos legales. La Oficina Estatal de Control de Drogas y las oficinas locales han instalado un teléfono rojo de consultas sobre el control de las drogas; en la provincia de Yunnan y en otros lugares se han fundado periódicos y revistas especiales, y en la Internet ya se ha instalado una página sobre la lucha contra las drogas. Todos los años, entre el 3 de junio (día en que se conmemora la quema del opio en Humen, encabezada por Lin Zexu) y el 26 de junio (Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y el Abuso de las Drogas), los gobiernos de diversos lugares organizan conjuntamente amplias actividades de divulgación, con lo que durante dicho período la campaña publicitaria contra las drogas llega a su apogeo. Dado que el consumo de drogas constituye una de las importantes vías de contagio del SIDA, el 1º de diciembre, Día Mundial del SIDA, los departamentos de sanidad llevan a cabo todos los años una campaña divulgativa bajo el lema «Rechazo de las drogas y prevención del SIDA».

De mayo a julio de 1998 el Gobierno chino organizó una exposición nacional sobre la lucha contra las drogas, que duró dos meses. Esta exposición, que tuvo un amplio eco y causó un fuerte impacto, recibió 1.660.000 visitantes, entre los que se encontraban dirigentes estatales, personalidades de los distintos círculos sociales, así como jóvenes y adolescentes. La Comisión Estatal para el Control de las Drogas elaboró y difundió por todo el país «ilustraciones de la exposición sobre la lucha contra las drogas» basadas en el contenido de la misma. Por otra parte, organizó una exposición itinerante de medio año sobre el mismo tema, en la que sus más de 166 millones de visitantes recibieron información de primera mano. El éxito de la exposición sobre la lucha contra las drogas situó el nivel de la divulgación de la labor realizada en este ámbito en una cota más elevada y desempeñó un papel de primer orden en el fortalecimiento de la conciencia del pueblo con respecto a la lucha contra las drogas y en el impulso del despliegue global de dicha labor.

El Gobierno chino concede especial atención a la educación de los jóvenes y los adolescentes en la prevención del consumo de drogas. Tanto la Ley de Protección de Menores de Edad de la República Popular China, promulgada en 1991 por la XXI sesión del Comité Permanente de la VII Asamblea Popular Nacional, como la Ley de Prevención de Actividades Delictivas de los Menores de Edad de la República Popular China, promulgada en 1999 por la X sesión del Comité Permanente de la IX Asamblea Popular Nacional, contienen estipulaciones sobre cómo proteger a los jóvenes y los adolescentes de los daños causados por las drogas. Consecuentes con el objetivo de educar a los menores en la prevención del consumo de drogas, los gobiernos de los distintos niveles consideran la divulgación de la prevención entre los alumnos de primaria y de secundaria como una tarea fundamental. En 1997, la Comisión Estatal de Educación, junto con la Comisión Estatal para el Control de las Drogas publicó un aviso por el que la educación en la prevención del consumo de drogas pasaba a formar parte de la formación moral del pueblo y se incluía en el programa oficial de enseñanza de la educación moral de las escuelas primarias y secundarias, exigiéndose tanto a éstas como a las universidades que impartieran la educación preventiva en múltiples formas y de acuerdo con sus propias características. La Comisión Estatal para el Control de las Drogas y la Comisión Estatal de Educación han redactado conjuntamente una serie de libros sobre la prohibición de las drogas destinados a los alumnos. La Liga de la Juventud Comunista ha llevado a cabo múltiples y variadas actividades de divulgación de la prohibición de las drogas y ha movilizado y organizado a un elevado número de jóvenes y adolescentes en la lucha contra estas sustancias. En muchas provincias y regiones se ha iniciado la campaña de educación en la prevención del consumo de drogas, cuyos principales destinatarios son los jóvenes y los adolescentes. En 1999, conforme a la exigencia de la Comisión Estatal para el Control de las Drogas, los departamentos encargados de la prohibición de las drogas pertenecientes a los niveles superiores al nivel de distrito establecieron en 24.223 escuelas primarias y secundarias puntos de coordinación de la educación en la prevención del consumo de drogas, los cuales dan a las escuelas indicaciones sobre cómo ponerla en práctica.

En los últimos años, combinando las actividades de creación de «zonas residenciales sin drogas», China orienta paso a paso la difusión de la prohibición de las drogas hacia las zonas residenciales, a fin de que ésta abarque todos los rincones de la sociedad. En la lucha contra las drogas, los gobiernos de los distintos niveles fortalecen el poder de las bases y de las organizaciones autónomas de masas, ponen en pleno juego las funciones de las oficinas de los sub-barrios, de los cantones, de los poblados y de los comités de vecinos y de aldeanos, y realizan activamente trabajos básicos de educación en la prevención del consumo de drogas durante la creación de «zonas residenciales civilizadas». Combinando sus respectivas situaciones, los sindicatos, las unidades de la Liga de la Juventud Comunista y las federaciones de mujeres de los distintos niveles difunden la prohibición de las drogas entre los obreros y los empleados, fomentan la divulgación voluntaria por parte de los jóvenes y los adolescentes, y promueven el «rechazo a la entrada de las drogas en las familias». Los grupos religiosos patrióticos estimulan la sana tradición de promover lo positivo y rechazar lo negativo, y movilizan activamente a las personalidades religiosas y a los creyentes para que participen en la lucha contra las drogas. Las asociaciones de trabajadores autónomos y las federaciones de empresarios privados han puesto en práctica el Aviso sobre la Educación en el Control de las Drogas entre los Trabajadores Autónomos y los Trabajadores de las Empresas Privadas, publicada por la Asociación Nacional de Trabajadores Autónomos y potencian la educación en la prevención del consumo de drogas entre los más de 80 millones de trabajadores de su sector. En los últimos años, la Comisión Estatal para el Control de las Drogas ha enviado constantemente materiales divulgativos sobre la lucha contra las drogas a los centros de abstinencia forzosa, los calabozos policiales, los asilos, los centros de prisión preventiva, los correccionales laborales, las cárceles y los reformatorios, con el objetivo de intensificar este tipo de educación entre la población más expuesta a caer en el consumo de drogas.

A fin de sistematizar y de dar continuidad a la educación en la prevención del consumo de drogas, la Comisión Estatal para el Control de las Drogas ha adoptado diversas medidas unificadas para que entre los años 1999 y 2001 se lleven a cabo en todo el país las siguientes «cinco obras» relacionadas con la educación en la prevención del consumo de drogas: establecer una base de educación preventiva en cada provincia, región autónoma y municipio directamente subordinado al Poder central; llevar a cabo anualmente actividades de educación al respecto en los centros docentes superiores y en las escuelas secundarias y primarias; reunir los resultados de los estudios teóricos sobre las campañas de divulgación de la prohibición de las drogas; crear determinada cantidad de obras artísticas en la materia; y formar un contingente de jóvenes voluntarios. El Estado apoya prioritariamente a Pequín, Guiyang y Dongguan en la construcción de bases permanentes de educación en la lucha contra las drogas. Desde 1998 China edita el Informe Anual sobre la Lucha contra las Drogas en China.

VII. Desarrollo de la cooperación internacional en la lucha contra las drogas

El fortalecimiento de la cooperación internacional en el terreno de la prohibición de las drogas reviste especial importancia para el fomento de la lucha mundial contra estas sustancias y la solución radical de los problemas que éstas plantean a China. Partiendo de la base de su insistencia en los cinco principios de coexistencia pacífica, China siempre participa y promueve activamente la cooperación internacional en la lucha contra las drogas, y desempeña al respecto un importante papel en la escena internacional.

El Gobierno chino toma parte activa en los acontecimientos internacionales relacionados con la prohibición de las drogas. En junio de 1985, con la ratificación del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, China suscribió el Convenio Simple de la ONU sobre Narcóticos de 1961 y el Convenio de la ONU sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, rectificados ambos por el protocolo de 1972. En septiembre de 1989, con la ratificación del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, China suscribió el Convenio de la ONU contra el Tráfico Ilícito de Narcóticos y de Sustancias Psicotrópicas, convirtiéndose en uno de los primeros países firmantes de tal convenio. A partir de 1984, y en numerosas ocasiones, China ha enviado delegaciones a las conferencias internacionales sobre la lucha contra las drogas organizadas por la ONU, las organizaciones policiales internacionales, las organizaciones mundiales de aduanas y las organizaciones mundiales de salud pública. En octubre de 1989, China celebró en Pequín el simposio sobre la lucha contra las drogas en la región asiática. En noviembre de 1996, China auspició la celebración en Shanghai de la conferencia internacional de expertos en estimulantes. En febrero de 1990 y en junio de 1998, sendas delegaciones gubernamentales chinas participaron en la XVII y en la XX Asamblea General Extraordinaria de la ONU sobre la lucha contra las drogas, foro en el que expusieron ante la comunidad internacional la posición, las directrices y las firmes medidas adoptadas por el Gobierno chino al respecto.

China apoya y promueve activamente la cooperación subregional en la prohibición de las drogas emprendida bajo la iniciativa de la ONU. En mayo de 1991, la Comisión Estatal para el Control de las Drogas convocó en Pequín la primera reunión de altos funcionarios de China, Tailandia, Myanmar y el PCDNU, reunión en la que los participantes estudiaron la propuesta de cooperación multilateral subregional en la lucha contra las drogas. En junio de 1992, China, Myanmar y el PCDNU firmaron en Rangún el Proyecto de Cooperación en el Control de las Drogas China-Myanmar-PCDNU. En octubre de 1993, China, Myanmar, Tailandia, Laos y el PCDNU firmaron formalmente un Memorándum de Entendimiento sobre la Lucha contra las Drogas, estableciendo los contactos de los dirigentes de alto rango en el desarrollo de la cooperación subregional. En mayo de 1995, China, Viet Nam, Laos, Tailandia, Myanmar, Camboya y el PCDNU celebraron en Pequín la primera reunión ministerial subregional sobre la cooperación en la lucha contra las drogas, reunión en la que se aprobó la Declaración de Pequín y se firmó el Plan de Acción Subregional para la lucha contra las drogas. En 1999, el Gobierno chino mandó delegaciones a las reuniones ministeriales subregionales celebradas en Japón y Laos. En la actualidad, el Gobierno chino sigue promoviendo activamente la cooperación subregional en la lucha contra las drogas.

China fortalece sin cesar la cooperación bilateral y multilateral con los demás países en la lucha contra las drogas. En 1985, China y Estados Unidos empezaron a colaborar en este terreno; en 1987, los Gobiernos de ambos países firmaron el Memorándum de Cooperación Sino-Estadounidense en la Lucha contra las Drogas; y en 1997, la cooperación en esta lucha entró en una nueva etapa con su inclusión en la Declaración Conjunta de China y Estados Unidos firmada por los jefes de Gobierno de ambos países. Posteriormente, los Gobiernos de China y Estados Unidos se han enviado funcionarios de enlace responsables de la lucha contra las drogas. China también presta suma atención a la cooperación con Rusia, Kazajstán, Kirguizistán y Tadjikistán. En abril de 1996, China y Rusia firmaron el Acuerdo contra el Tráfico y el Consumo Ilícito de Narcóticos y Sustancias Psicotrópicas; en 1998, los dirigentes de China, Kazajstán, Kirguizistán, Rusia y Tadjikistán firmaron una declaración conjunta de cooperación entre los cinco países, parte importante de la cual es la represión de los delitos relacionados con las drogas y con las actividades delictivas transnacionales. El Gobierno chino también ha firmado acuerdos bilaterales de cooperación en la lucha contra las drogas con los Gobiernos de México, la India, Pakistán, Colombia, Tadjikistán y otros países.

A lo largo de estos años, China ha intercambiado información con países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Australia, Tailandia, Myanmar, Laos, Viet Nam y Camboya, y ha colaborado con ellos en la capacitación de personal y en la aplicación de las leyes referentes a la prohibición de las drogas. Desde 1996, China ha venido estableciendo gradualmente en las regiones fronterizas con Myanmar, Laos, Viet Nam, Rusia y otros países, un sistema de funcionarios de coordinación para el cumplimiento de las leyes sobre el control de las drogas. Gracias al intercambio de información y a la cooperación judicial internacional, los cuerpos policiales de China, Estados Unidos, Canadá, Japón y Korea han descubierto juntos múltiples casos de tráfico de drogas, asestando con ello un duro golpe a los delitos transnacionales relacionados con estas sustancias.

Haciendo los mayores esfuerzos posibles, el Gobierno chino ayuda activamente a los países vecinos en su lucha contra las drogas. Desde 1990, China ha tomado la iniciativa de ayudar a sustituir los cultivos de adormidera en las zonas del norte de Myanmar y de Laos, ofreciéndoles para ello múltiples tipos de ayuda técnica y de apoyo agrícola, y fomentando la explotación de sus recursos turísticos. Tales iniciativas no sólo impulsan, en cierta medidas, el desarrollo económico y social de dichas zonas, sino que contribuyen a mitigar la amenaza que representa el «triángulo de oro» para la sociedad china y la comunidad internacional. En la cooperación internacional, China ha obtenido el firme apoyo así como la ayuda decidida de los organismos de la ONU del control de las drogas.

En los más de 20 años transcurridos desde que inició su lucha contra las drogas, China ha cosechado éxitos notables y se ha labrado una excelente imagen dentro de la comunidad internacional. Con todo, el Gobierno chino es plenamente consciente de que la ola internacional del narcotráfico perjudica gravemente a China y de que a corto plazo no es posible eliminarla definitivamente. En China, la problemática de las drogas se encuentra todavía en la etapa de proliferación, razón por la cual los trabajos relacionados con su prohibición siguen constituyendo una tarea muy ardua. Ante el significativo período de cambio de siglo en que se encuentra la humanidad, la comunidad internacional ha reconocido por unanimidad sin precedentes que la lucha contra las drogas es una tarea apremiante de importancia trascendental. La pronta solución de la problemática planteada por las drogas y la construcción de un mundo sano, civilizado, feliz y bello son deseos compartidos por los pueblos de todo el mundo. En el nuevo siglo, el Gobierno chino desplegará en profundidad y de forma continuada su lucha contra las drogas en el recinto nacional. La lucha contra las drogas no cesará hasta el día en que se consiga exterminar esta plaga. Como tiene por costumbre, el Gobierno chino intensificará su cooperación con los demás países y redoblará sus esfuerzos por terminar definitivamente con los daños que infligen estas sustancias y por construir un «mundo sin drogas».

Nota: En los datos estadísticos no se incluyen los correspondientes a la Región Administrativa Especial de Hong Kong, a la Región Administrativa Especial de Macao y a la provincia de Taiwan.

¡Viva el Partido Comunista de China! ¡Viva la República Popular China! ¡Viva la sexta generación de la Izquierda!

 

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